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domingo, 27 de marzo de 2011

CAMBIO DE HORA

Hoy ha sido un día raro. Anoche cambiaron la hora y eso siempre me provoca una sensación de estreno de algo, como Año Nuevo, el día del cumple o el que tienes una cita con el dentista para que te alivie la presencia de la muela del juicio.

A las 10,30 de la mañana estaba en la calle. Casi nadie, ningún menor de 40 años. Cierta sensación de opresión, caras de no entender. El cielo estaba muy gris y eso aumentaba la confusión, ese no saber si es pronto, tarde, si está oscuro por el tiempo que hace…

Unas horas después, la noche no acababa de llegar. Y tampoco eso era lo normal. No sólo porque ayer si llegaba, sino porque hacía frío, y el día en que se cambia la hora es el día en que comienza la primavera, pese a las fechas oficiales. Pero hoy hacía frío y quería llover. Finalmente lo ha hecho, a cántaros, durante 10 minutos. Y luego ha salido el sol y ya eran más de las 7,30, hora en que tenía que ser casi de noche y no hacer tanto frío. O sí.

Definitivamente, hoy no entiendo casi nada. Mañana es lunes, creo.

sábado, 19 de marzo de 2011

UN VIAJE


"Desconfiemos de los profetas de la nada que querrían, por la certeza de la muerte, quitarnos las ganas de vivir. Que un viaje deba tener un final no es ninguna razón para no emprenderlo. Que nuestros allegados sean mortales no es ninguna razón para no amarles. Que la vida sea tan breve (y tan larga a veces…) no es ninguna razón para menospreciarla".

André Comte-Sponville y Sylvie Thybert: La vida humana, p. 150


http://www.youtube.com/watch?v=B2G4FQby7bM

lunes, 14 de marzo de 2011

PRIETAS LAS FILAS

No pasa un día en el que no desee hacerme noruego. Debo aclarar que Noruega no es un país, sino un concepto, una idea regulativa, algo así como la Isla Utopía. No quiero saber nada de la real realidad de Noruega porque probablemente eso me haría tener que expulsarla de mi idea de paraíso.

Digo esto porque quiero borrarme de este país. Cada vez veo más gente que piensea y menos que piensa. No soporto su mala educación normalizada, ni la arrogancia estúpida de tantos indígenas, ni la abundancia de pelaos con pendiente y gorra en bemeuve. No soporto la cultura del “tengo derecho”, de la tropa que cree que todo les es debido, del todo gratis. No tolero al mononeuronal con un ruido entre las piernas (moto lo llaman) que va a escape a cualquier hora, ni al policía que mira para otro lado. Ni me gustan los toros (quiero decir, los toreros y los que jalean tal tortura transfigurada mendazmente en arte, los bichos me dan igual).

No soporto a mi gobierno, por qué no decirlo. Un ejemplo: de repente, a nuestro presidente le entró la fiebre neoliberal y el ansia ahorradora y se dedicó a recortar por todos lados sin el menor atisbo de argumento, tan solo una llamaditas a la solidaridad y al supuesto bien común. Su partido, en un alarde de sentido crítico, no sólo no le pidió explicaciones (o lo cesó por su nefasta gestión precedente, porque está ahí por los votos de su grupo parlamentario), sino que se puso incondicionalmente a su lado. Prietas las filas, adhesión inquebrantable. Leire Pajín (ésa que dice cónyugue en vez de cónyuge, esa tal Leire Paguín) salío a los medios cual leal escudero, y Pepe Blanco, y tantos otros. Y llegó la votación: oiga, hasta los enfermos acudieron, no vayamos a dejar solo al presidente en estos difíciles momentos. Y al acabar, tan contentos. Vaya, todos a una. Lo importante era arropar al presidente; al país que le vayan dando, a los perjudicados más aún.

Unos días después, en el Senado, asistimos al enésimo y previsible rifirrafe entre PSOE y PP. No lo comentaré. Sólo hay que ver las imágenes que adjunto, y especialmente la cara de los (y las) que se sientan tras Zapatero. Prietas las filas.

http://www.youtube.com/watch?v=UqSQ4IRqSpI

Obviamente, no es el único partido que hace las cosas así. Recordamos aún una nueva versión de “prietas las filas” cuando el PP apoyó la guerra contra Irak, o la congelación de sueldos de los funcionarios por Rajoy, cuando era ministro, desobedeciendo impunemente un acuerdo firmado. Hace más de diez años, creo que aún colea el asunto en los tribunales. Apoyo incondicional de su partido, claro. Prietas las filas.

¿Y qué decir de Camps, de Barrionuevo y Vera, de Pujol, de Matas, de Fabra, etc.? Prietas las filas; ladran, luego cabalgamos. Parece que cobran por el pensamiento autónomo (pleonasmo: el otro no es pensamiento, sino consigna), que todo el mundo tiene una deuda (no sé si moral o de algún otro tipo) con el poderoso de turno. No discrepar, no analizar, unidad sin fisuras. Prietas las filas, tierra de hordas.

Me borro de este país de hooligans. Se deg snart.

domingo, 6 de marzo de 2011

TIRAMISÚ


El tiramisú es un clásico de la comida y el mayor motivo par cometer todos los pecados que se califican como gula. Es el Nabucco que se come, la tricolore, un idioma musical camino del estómago. No es comparable. Como las matemáticas, su criterio de corrección es interno. Debe saborearse con lentitud. El placer llega despacio, pero nunca falla.

Hay versiones. No nos pongamos ortodoxos. Ésta que ofrezco es de garantía. Pero hay quien le echa otros licores, o deja los bizcochos algo más duros, o utiliza otros quesos para le crema. Hay también una exquisitez con frutos rojos, más que admisible.

Lo menos discutible, el único dogma, es el asunto de los quesos. Si lo que se quiere es tiramisú y no un postre industrial, entonces no vale cualquier cosa ni cualquier crema de queso. Aunque sea en un contexto de crisis, el mascarpone es esencial. Si nos parece caro, una naranja o una manzana, y a otra cosa, pero engendros, no. Valen las interpretaciones, pero no las puñaladas.

De modo que hay que procurarse lo siguiente:
- 5 huevos
- 1/2 Kg. de queso mascarpone (2 tarrinas)
- 1/2 Kg. de bizcochos duros (aproximadamente)
- 100 g. de azúcar (ó 5 cucharadas).
- Café (una cafetera de 6 aproximadamente)
- Coñac
- Cacao en polvo

Una vez tengamos todo a mano, hacemos lo siguiente:

1. Se separan las claras de los huevos y se montan a punto de nieve.
2. Aparte, se mezclan las yemas con el azúcar hasta que quede bien unido.
3. Se añade poco a poco el Mascarpone (antes hay que batirlo un poco para que esté más cremoso).Se le echa también un chorrito de coñac.
4. Cuando esté todo bien mezclado se incorporan poco a poco las claras montadas a punto de nieve.
5. El café se deja enfriar y se le añade un poco de azúcar y otro poco de coñac. Se empapan los bizcochos en él (no en exceso: no deben deshacerse) y se van colocando en una fuente honda y plana cubriendo el fondo. Encima se pone una capa de la crema preparada anteriormente, otra capa de bizcochos y otra de crema. (Se puede poner si se quiere una tercera capa de ambos, pero no más porque sería muy incómodo de servir. Terminar siempre con una de crema).
6. Es imprescindible guardar en la nevera un día antes de comerlo (los ingredientes armonizan sus sabores) y, justo antes de servir, se espolvorea por encima con el cacao en polvo mediante un colador para que se extienda fino y uniforme.

El tiramisú combina con el café, con una copa de grappa, con excelente compañía, con la luna, con Cesare Pavese, con Pavarotti…

http://www.youtube.com/watch?v=Gmdl4f5jFM8&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=tRGuFM4DR2Y&feature=related