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domingo, 30 de diciembre de 2018

REGALOS DE NOCHEVIEJA

Este bloguero se despide por este 2018 de sus amigos. En 2019 habrá más si tenéis paciencia. Perdonad mi escueta presencia durante este año que se acaba: escribir es importante, pero no lo único. Y los ritmos del espíritu no son siempre fáciles de comprender.

Os regalo una hermosa versión de la canción "Hallelujah", de Leonard Cohen, recreada por la extraordinaria Andrea Motis.

Y unos versos de Borges, ya que me pongo. "Con la arena se nos va la vida", dice el maestro. Y también se posa en otros lugares: la vida se recrea.

Os deseo a todos un maravilloso 2019.




No se detiene nunca la caída
Yo me desangro, no el cristal. El rito
De decantar la arena es infinito
Y con la arena se nos va la vida.


(Jorge Luis Borges: "El reloj de arena")

miércoles, 19 de diciembre de 2018

FELICITAR


No sé por qué debo felicitar, pero si eso indica que deseo y me alegra la felicidad ajena, entonces felicito universalmente. Incluso a los resentidos, a los amargados, a los invisibles, a los vengativos, a los rencorosos.

Deseo, como es natural,  muchísima felicidad a los míos. Sobre todo a ellos. Entiendo por “los míos” a todos esos en los que pienso con agrado y tengo algo que hacer gozosamente con ellos. A mi familia, a unos escasos amigos a los que veo poco pero sé que son buenos y duraderos. A una persona que me quiere o dice que me quiere (parece que no son equivalentes, pero sí).

Llegará el tiempo libre. No soy persona religiosa, pero estoy dispuesto a aceptar que hay que agradecer ¿a Dios, a vida, a la fortuna? los alimentos que vamos a tomar. 

Sobre todo porque tengo la suerte de poseer una nevera e ingresos suficientes como para tenerla siempre llena. La vida me ha sonreído y hago lo posible para me siga siendo propicia.

Llegará el tiempo libre y podré leer y mandar a escaparrar al despertador. Estaré más en casa, hace frío. Veré alguna peli y seguro que jugaremos alguna partida de mus o dominó. Hablaremos, sin prisa. Estaré a gusto con los míos.

Así que al lío, disfrutemos. De la comida y de la bebida con moderación. De la compañía sin freno ni mesura. Que es necesaria y gratis. Y las personas algún día se van y a veces lo hacen para siempre.

De modo que felicidades. A todos. Sobre todo a los míos.

Y a los que frecuentan pacientemente este blog, también. Me gusta el tiempo que se toman y las palabras que escriben.



A Laura, claro. Uno de los nuestros, una de las nuestras.



Procedencia de la imagen: https://es.picmix.com/stamp/Parabens-429897

miércoles, 12 de diciembre de 2018

ALGUNOS HOMBRES BUENÍSIMOS


Hoy veía con mis alumnos de 1º de Bachillerato la película Doce hombres sin piedad. Y pensaba que Henry Fonda (Número 8) era un hombre bueno.

Luego he recordado a James Stewart, que casi siempre hace de hombre bueno en sus películas, especialmente en la deliciosamente moña ¡Qué bello es vivir!

Y qué decir de Humphrey Bogart en Casablanca, bueno y generoso aunque se vista con un cinismo que no se cree ni él. Por supuesto, tampoco Ilsa.

Sin duda alguna, Atticus Finch/Gregory Peck en Matar a un ruiseñor. La bondad en estado puro, un arquetipo del Bien.

Algunos más: Harvey Keitel en Smoke,  Tom Hanks en La milla verde o en Forrest Gump, Russell Crowe en El dilema, Philippe Torreton en Mañana empieza todo, Philippe Noiret en Cinema Paradiso, Omero Antonutti en El sur, Fernando Fernán-Gómez en La lengua de las mariposas

Nos gustan y nos conmueven porque en la realidad hay pocos. Siempre hay pocos.




Procedencia de las imágenes:
https://www.abc.es/play/pelicula/doce-hombres-sin-piedad-4493/
https://sites.google.com/site/tkmbstoryelements/home/characterization/atticus

domingo, 2 de diciembre de 2018

TEORÍA DE ALGUNOS NÚMEROS



Leo espantosas noticias sobre parejas que se llevan mal y acaban en lo peor y pienso que en una relación afectiva 1+1 deben sumar siempre 3. El uno, la otra (o los otros, las unas) y lo que han creado entre ambos. En muchas ocasiones la suma da 1,5 o 1 un cachito minúsculo del otro. Lo difícil es conservar y crear a la vez. Lo otro es un repugnante acontecimiento impropio de personas.

Veo que algunas de esas personas conservan la entereza pese a los reveses de la vida. Siempre me ha llamado la atención que haya números enteros. Pero claro, es que también hay fracciones, igual que esas personas que no lo son del todo (por culpa casi siempre de congéneres). Si tiramos de imaginarios tenemos todo el arte, la fantasía y el escaso asiento en la realidad.

Los irracionales son los peores. No los números, claro, los hombres. Los números siempre son amigables, aunque su amistad sea exigente. Por culpa de los (seres) irracionales muchos humanos están quebrados, son ceros a la izquierda, se les divide infinitamente, tienden a cero, limitan con ese número.

Me gustan ciertos números más que otros. Me gusta el 13, que coincide con fechas gozosas para mí. Sí, ya conozco la superstición, pero es eso: superstición; sólo es malo sentarse 13 a la mesa si únicamente hay comida o sitio para 12.

Me gustan los impares, el 7 sobre todo. Sin razón aparente, a no ser que el freudiano numerológico venga a hacer un análisis de urgencia. De entre los pares me gusta el 6; el compañía del 9 tiene su morbo, matemático y de lo otro.

Me maravillan los números primos, cuyo nombre me hacía gracia en edad escolar: esas rarezas infinitas que sólo son divisibles por sí mismos y por la unidad. Creo que sufren bullying por los números gregarios, que son los pares, sus pares, que llaman nones a los que no son de los suyos (si eso no es acoso que venga Euclides y lo vea). De hecho sólo hay un número par primo: el 2.

El 10 tiene prestigio. Pitagórico y futbolístico, académico, admirativo. Pero es par y eso es un agravante.

El 1 posee atrevimiento, cierto egoísmo, representa la moral del señor y el vértigo de la soledad. Por eso pasamos al 2, hace frío ahí fuera, el 2 tiene hombros para reclinar la cabeza y palabras que prolongan las nuestras. A veces es también el 3, como decía al principio, siempre 3, impar, añade algo, crea; el 3 es crecimiento, voluntad de ser, poder, hacer.

Nunca restar, nunca menos. Las operaciones estimulantes son la potencia, la suma, la multiplicación. No los límites, nunca irse por la tangente. Mejor buscar la perfección zen de la esfera.

O buscar la raíz, no la raíz cuadrada: la otra. Pero eso ya es filosofía, otra historia.



Procedencia de las imágenes:
https://www.wengo.es/tarot-videncia/blog/numerologia/568-los-numeros-y-la-numerologia
https://yucatancultura.com/comics/una-busqueda-epica-de-la-verdad-bertrand-russell-en-logicomix/

(Por cierto, recomiendo pinchar en el segundo link, interesantísimo).