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domingo, 27 de diciembre de 2020

BALANCE

Pues no, un buen año no ha sido. No para mí, desde luego, sino para todos. En todos lados.

Este 2020 hemos tomado consciencia de la fragilidad de la existencia y de la importancia de lo colectivo, de que no es fácil ni posible vivir solo, de que nuestras decisiones afectan y mucho a los demás. Lo sabíamos, desde luego, pero saber no es siempre ser consciente de algo. Ha sido duro. Recuerdo las horas mirando por la ventana, contando los coches aparcados en mi calle: 73; por la tarde los volvía a contar: 73. Recuerdo las primeras salidas a la calle tras el confinamiento como el preso que coge un permiso. Recuerdo la ansiedad de las primeras compras en el supermercado. Recuerdo las cifras de fallecidos en el telediario: dejé de verlo.

Pese a lo que puede pensarse, no he leído mucho (ver post anterior). Para leer hace falta un estado de estabilidad emocional y de sosiego que me ha costado tener.

He trabajado muchísimo. Y mal. Lo de la enseñanza online es un timo, aunque sé que a algunos les ha permitido rascarse la entrepierna a dos manos. Algunos. También me pregunto si esos padres y teóricos de la educación (hablan de oídas) que sostienen que la escuela mata la creatividad se han encontrado a unos hijos creativos (estoy esperando sus obras) o un trabajo de educación ingente con unos hijos que ofrecen enorme resistencia porque lo atractivo son las pantallas. Algunos agradecen nuestra labor y me han hecho soltar alguna lagrimilla; otros, al contrario, viven del resentimiento cani/choni. Me siento lejos de ellos y no sé si podré hacer mucho por sus hijos; o sí: remar contra esos padres que les están llevando al precipicio del bienestar vacío e ignorante. Porque son los hijos los que tienen derecho a la educación, a una buena formación: esto no es negociable.

El blog ha estado descuidado, no tengo tantas ganas de escribir. 27 entradas. También es cierto que estoy en otros proyectos y que por fin he terminado un libro de relatos con el que he bregado muchos años. Pero lo bueno de un blog es que tú marcas tiempos y temas.

No voy al cine desde febrero y lo siento. Ayer fui al centro comercial y sentí que no quería acercarme a las salas. A cambio, he visto muchas películas en televisión, algunas excelentes: hay plataformas cuyo precio justifica lo que dan.

Y, como leí en un artículo al comienzo del confinamiento, “Éramos felices y no lo sabíamos” (al final el enlace). Ese es el propósito del año próximo: ser feliz y ser consciente de esa felicidad tan provisional, casi anecdótica e irrelevante para el universo. Naturalmente, lo mismo deseo a los que os pasáis por aquí, a menudo o de vez en cuando. Gracias y feliz año 2021. Ojalá lo sea.


https://elpais.com/sociedad/2020-03-18/eramos-felices-y-no-lo-sabiamos.html


Música de Luisa Sobral y Salvador Sobral:

https://www.youtube.com/watch?v=ralkNHVuyH4



Procedencia de las imágenes:

https://www.facebook.com/milindriskis/photos/a.121574491342774/1677037825796425/?type=3

https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/cines-cierre-futuro_0_1398461212.html



martes, 15 de diciembre de 2020

LIBROS DE 2020

Annus horribilis donde los haya. Muchos pensarían que vaya suerte, en casa y a leer. Pues va a ser que no. Nunca he trabajado tanto como en el confinamiento. Y tan mal, tan a disgusto. Mejor ni hablo de la bola de cemento entre el pecho y el estómago y de la opresión que sentía, que sentimos todos.

No obstante, algo sí he leído. No mucho. 22 libros hasta hoy, espero que en Navidad se incremente algo.

He disfrutado con la trilogía de Juan Gómez-Jurado, que recomiendo a todo el mundo. Bastante más que un thriller. Y espero que no cese aquí la serie.

También gocé mucho con Alegría, de Manuel Vilas, autor al que no conocía. Comprendo que no guste a todo el mundo. Cuenta cosas, pero hay algo de vivencia íntima, de poesía, de análisis de una realidad cotidiana con la que conecto enormemente.

Sándor Márai colaboró al bienestar con Confesiones de un burgués. Qué pena que haya gente que no lo conozca. Es literatura con mayúsculas. En este caso, autobiográfico.

A Siri Hustvedt la descubrí también este año con Elegía para un americano. Continuaré con ella, su prosa me interesa y siento que escribe para mí.

Tres autores que me gustan siguieron dándome buenos momentos: Lorenzo Silva con Tantos lobos, Eduardo Mendoza con Tres vidas de santos y Javier Cercas con Terra alta.

Tenía ganas de leer Yo no, de Joachim Fest, maravilloso homenaje a un padre que se negó a colaborar con el nazismo. No me defraudó, es uno de estos libros que no se olvidan.

Dejo de lado algunos libros que no me han atrapado o que directamente me han decepcionado. Por ejemplo, uno de Donna Leon y otro de Petros Márkaris.

Destaco un texto del que sabía poco pero que este año, por razones obvias, encontró su momento: Diario del año de la peste, de Daniel Defoe. No os lo perdáis, es la condición humana es estado puro, qué poco hemos cambiado en estos siglos. Necesario.

El mejor, sin duda alguna, ha sido El infinito en un junco, de Irene Vallejo. Aún me quedan unas páginas, pero qué maravilla. Regaladlo, compradlo, leedlo.

viernes, 4 de diciembre de 2020

CANCIONES DEL NO-VERANO 26: NEGRA SOMBRA

Hace poco tuve ocasión de escuchar un recital de jazz de Sheila Blanco. No conocía una versión de ella de Negra sombra, que he buscado en internet. Me han salido muchas más: ahí van cuatro, todas me encantan.


 





miércoles, 11 de noviembre de 2020

DESGRACIAS

Decía Jaime Gil de Biedma que la historia de todos los países es triste, pero la más triste de todas es la historia de España, porque siempre acaba mal. No estoy seguro. A Polonia tampoco le ha ido demasiado bien en la historia, por ejemplo. Y ahora disfrutamos (sí: disfrutamos) de un largo periodo de paz democrática, casi 42 años de Constitución, no es poco. Por supuesto, la CE es imperfecta y la democracia mejorable. Pero prueben a vivir en una dictadura y no ser de los que mandan…

Digo a mis estudiantes, a los quejicas, que se asomen al mundo. Algunos, los hijos de inmigrantes, verbalizan por qué se fueron sus padres de su país de origen. Nadie, como dijo Kundera, se marcha de su lugar de origen si es feliz.

Entre las desgracias que asolan a este país está la muerte prematura de algunas de sus cabezas mejor amuebladas. Al igual que a Camus, al que la muerte sorprendió con 47 años en un absurdo -siempre es absurdo- accidente de tráfico, en España hay dos intelectuales que perdieron la vida antes de tiempo (siempre es antes de tiempo) a los que hoy recuerdo.

Uno de ellos fue Alfredo Deaño, profesor de lógica. Con su muerte siempre prematura en 1978 la filosofía se quedó sin una realidad -no era una promesa- que aún tenía todo su recorrido intelectual por delante. Su libro sobre lógica formal sigue siendo un referente al que todos los estudiantes hemos acudido. Un infarto de miocardio se lo llevó antes de cumplir los 34.

Unos años antes (1964) falleció Luis Martín Santos, importante psiquiatra y novelista en un tiempo en que la psiquiatría no tenía apenas prestigio ni talentos y mucho menos medios. Escribió la excelente Tiempo de silencio, de la que también existe película. Ambas tengo que revisitarlas. Nació tal día como hoy, en 1924. Como Camus, un absurdo accidente de tráfico se lo llevó antes de cumplir los 40.

Todas sus vidas y su obra dejaron poso. Las nuevas generaciones no pueden ignorar que España también ha dado talentos a los que hay que seguir honrando. Porque eso es recordar.

 

Noticia sobre la muerte de Alfredo Deaño:

https://elpais.com/diario/1978/01/26/cultura/254617207_850215.html

 

Biografía de Luis Martín Santos:

https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/1580/Luis%20Martin%20Santos



Procedencia de las imágenes:

https://www.escritores.org/biografias/924-martin-santos-luis

https://fosacomun.wordpress.com/2018/01/24/alfredo-deano-logico-30-anos-despues/


domingo, 1 de noviembre de 2020

ALGUNAS SECUENCIAS DE ‘EL NOMBRE DE LA ROSA’

Ayer fue un penoso día para la cultura. Murió Javier Reverte, escritor del que solo he leído El hombre de las dos patrias y sobre el que escribí un post (al final). También murió Sean Connery, inolvidable actor de múltiples registros. He visto alguna película suya, no demasiadas. Por ejemplo, la serie Bond no la conozco y eso que dicen que fue el mejor de todos los actores que interpretaron al agente.

Para mí, Connery es fundamentalmente el padre de Indiana Jones (¡cómo me gustan las pelis de la serie, excepción hecha de la cuarta!), que consigue un divertido, entrañable y algo cínico personaje que consigue una química fabulosa con Harrison Ford. Pero, sobre todo, es ese fraile atrevido que quiere ir más allá de la fe, paladín de la teoría de la doble verdad, franciscano perroflauta, investigador avant la lettre y casi psicoanalista. Tantas cosas en una película…

Repaso El nombre de la rosa y encuentro múltiples secuencias antológicas, qué difícil indicar mi favorita. No insistiré en la última, distinta en película y libro, sobre la que escribí un post (también al final). Pero, como modesto homenaje al actor voy a incluir estas sin comentarios; creo que no son precisos:

 


Comienzo:

https://www.youtube.com/watch?v=O0wbaFv-l7U

 

Guillermo, Aristóteles y la investigación científica:

https://www.youtube.com/watch?v=JqecpFSH7Rk&list=PL0lTAtO2rdGjvHSI6MuS71WxhLHmpqKmW&index=8

 

Guillermo siempre tiene razón:

https://www.youtube.com/watch?v=7qS2YKlBAUw

 

Confesión de Adso (el amor):

https://www.youtube.com/watch?v=dW4M7hQLnKI

 

La mujer:

https://www.youtube.com/watch?v=2-FaHru9zAs&list=PL0lTAtO2rdGjvHSI6MuS71WxhLHmpqKmW

 

La risa:

https://www.youtube.com/watch?v=PNob3aUzOSU

 

La herejía y la libertad de religión:

https://www.youtube.com/watch?v=xkr4X5rWMS4&list=PL0lTAtO2rdGjvHSI6MuS71WxhLHmpqKmW&index=2

 

Los herejes frente a la Inquisición:

https://www.youtube.com/watch?v=qafRO5rVJzk

 


Posts referidos:

http://nomadassquare.blogspot.com/2017/03/camus-vi-el-hombre-de-las-dos-patrias.html

http://nomadassquare.blogspot.com/2009/12/el-final-de-el-nombre-de-la-rosa.html

 

Curiosidades sobre la película:

https://cinemania.20minutos.es/noticias/el-nombre-de-la-rosa-sean-connery-misterios/


Procedencia de la imagen:

https://www.google.com/search?q=el+nombre+de+la+rosa+pelicula+cartel+original+annaud&tbm=isch&ved=2ahUKEwjG-u2r7ODsAhUOVhoKHatCCrAQ2-cCegQIABAA&oq=el+nombre+de+la+rosa+pelicu&gs_lcp=CgNpbWcQARgBMgQIIxAnMgQIIxAnMggIABCxAxCDATICCAAyAggAMgIIADICCAAyAggAMgIIADIECAAQGDoKCAAQsQMQgwEQQzoECAAQQ1DPGlj5I2C5MmgAcAB4AIABlgOIAYYJkgEHMC42LjQtMZgBAKABAaoBC2d3cy13aXotaW1nwAEB&sclient=img&ei=42aeX4b9OI6saauFqYAL&bih=568&biw=1242&rlz=1C1JZAP_esES825ES825#imgrc=u3hC-DyMvFp4VM

sábado, 17 de octubre de 2020

DELIBES

Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de Delibes. Estoy intentando recordar todos los libros de él. En casa de mis padres había dos, que no me atraían nada: Diario de un cazador y Diario de un emigrante, ambos en edición del Círculo de Lectores. Ya de niño me parecían viejunos, no los leí. De hecho, el primero no lo he leído nunca, seguramente por mi aversión a la caza y a las armas de fuego, es lo único en lo que no me he sentido cerca de Miguel Delibes. Pero durante la carrera un día cogí el otro, lo leí casi de un tirón y, naturalmente, me sentí como el emigrante. Creí que lo tenía en casa, que me lo dio mi madre, pero no es así, en algún lugar estará, pero lo mejor es que está en mi memoria, eso basta.

Voy a mi  modesta biblioteca y los de arriba son los únicos que tengo. Seguro que hubo otro, Las guerras de nuestros antepasados, que presté a un familiar francés hijo del exilio, que vino a vernos un verano y que me prometió volver en un año con el libro. De esto hace más de 20 años, espero al menos que lo leyese. Recuerdo bien aquella historia de españoles que matan a españoles y que me lleva a dos volúmenes que sí poseo, Los santos inocentes y El hereje. Ambos son una muestra de solidaridad y empatía con aquellos que quedan fuera de la zona de luz de la sociedad. El primero es un fresco de esa realidad social clasista y profundamente injusta. El segundo, una reivindicación de la tolerancia religiosa, una novela histórica que leí cuando estudiaba en la UNED ese periodo. Hoy me he acordado de ese libro por el asesinato de Samuel Paty. Muchos siguen sin entender qué es la tolerancia, en esto hemos avanzado podo.

También recuerdo bien Cinco horas con Mario, una maravilla, arquitectura literaria, monólogo casi imposible. De los que no se olvidan.

También he leído Las ratas, La hoja roja, Señora de rojo sobre fondo gris y Pegar la hebra. Supongo que me los prestaron o los saqué de la biblioteca. Mis favoritos son esos que tengo arriba, me quedaría con Cinco horas con Mario… O con Los santos inocentes, no sé. ¿El hereje?

Delibes nunca obtuvo el Nobel, un premio que se hubiera honrado con el escritor de Valladolid, universal desde ese lugar recóndito y bello. A sus lectores no nos hace falta. Por favor, dejad de perder el tiempo mientras podamos encontrar estos libros de Delibes.

Mientras estoy viendo esto, tengo puesta en la televisión Los santos inocentes, qué película y qué actorazos. Los que tenemos una edad hemos conocido a alguno como ellos, los pueblos eran así hasta hace poco.

En una marcha militar, cuando yo serví a la patria, estuve hablando del libro y la película con un teniente del que yo tenía muy mala opinión. Y en aquel rato todo cambió y algo fue mejor.


miércoles, 7 de octubre de 2020

POE

Leo que hoy hace 171 desde que murió Edgar Allan Poe. No está claro de qué murió, aunque sí que lo hizo a la tempranísima edad de 40 años, bastantes menos de los que suma este que suscribe. Se habló del alcohol, de otras drogas, de un infarto, incluso de un suicidio. Demasiado pronto, siempre demasiado pronto, menos de la mitad de años de lo que hoy constituye la esperanza de vida.

No conozco bien su obra y esto no es un panegírico. Desde luego, no conozco su -dicen- excelente poesía. Sí los Cuentos, que leí muy joven en la excelente traducción de Julio Cortázar y que publicó Alianza editorial.

Debo a un excelente profesor Joaquín Cruz el descubrimiento de Poe a mis tiernos 13-14 años, cuando aún no sabía nada del mundo y menos aún de literatura. Leímos en clase de Lengua “La caja oblonga” y el ejercicio fue escribir el final que debía ser concluyente a partir de las páginas leídas en clase. Excelente tarea que he repetido a veces para introducir las clases de lógica.

Luego leí los demás. Hace tiempo que no vuelvo. Pero un clásico lo es, entre otras cosas, por la huella que ha dejado. Y sé que volverá a fascinarme.

Voy a la estantería y veo que el tomo 2 de los Cuentos tiene fecha de 1986 y el tomo 1 de diez años después. Ahora recuerdo, lo presté a un alumno de un colegio privado en el que trabajé; me fui y no se lo reclamé: por eso lo compré de nuevo diez años después. Los repaso: recuerdo haber leído todos ellos y la sensación que me dejaron. También tengo el volumen 16 de la colección “Club del Misterio”, de la editorial Bruguera, con “Los crímenes de la Rue Morgue” y otros relatos. Por último, una novia de mi lejana juventud me regaló Narración de Arthur Gordon Pym, que recomiendo, pura aventura. En la última página, con un desvaído color azul, permanecen unas palabras que me escribió. Me quedé con el libro, claro.

Decía Savater que al lado de cada una de las líneas de Poe debería reseñarse si estaba bebiendo un vaso de vino al que debemos su inspiración. Yo, al contrario, pienso que tal vez -solo tal vez- fue el vino el que nos privó de un escritor que tenía una vida por delante. Es que soy un lector egoísta.



Procedencia de la imagen: 

https://www.todocoleccion.net/libros-segunda-mano-terror-misterio-policiaco/cuentos-1-cuentos-2-edgar-allan-poe-alianza-editorial-libro-bolsillo-277-278-1983~x101636431


miércoles, 23 de septiembre de 2020

CREO QUE SOY UN PATRIOTA


Estos días de pandemia son difíciles. Las guardias de recreo en el instituto me cuestan mucho y me producen ansiedad. No porque la conducta de los muchachos sea mala, que no lo es, sino porque son muy jóvenes, gregarios, les gusta apelotonarse y sentir el calor de la tribu. Quién iba a decir que esos frikis solitarios iban a ser los que respetasen la distancia y mucho más.

En una de esas guardias me fijaba en la cantidad de estudiantes que llevan la bandera española en la mascarilla. A uno, que la había cosido caseramente, le dije que no, que al agujerearla la inutilizaba. Pero, claro, la bandera es la bandera.

A otro le pregunté directamente si era patriota. Me dijo que claro que sí. Entonces, respondí, mascarilla bien puesta, distancia e higiene de manos; a tu patria le hace falta que pensemos en las personas que viven en ella, la patria la constituyen los españoles que aquí vivimos y queremos seguir viviendo.

Leí un artículo muy emotivo hace poco de David Trueba que decía que la patria son los profesores. Lo agradezco, pero estoy solo parcialmente de acuerdo: son también los sanitarios, los fontaneros, los reponedores, los camioneros, los policías, el personal de limpieza… Creo que todo aquel que cumple diligentemente su trabajo es un patriota, mejora el país en que vive, paga sus impuestos y hace que todo esto sea más llevadero.

Yo trabajo lo mejor que sé. Acabo de contar mis estudiantes este curso: 186 más los pendientes. Y es un buen año. Lo haré lo mejor que sé porque mi madre y Kant me hicieron así. Sirvo a mi patria con diligencia; a veces con entusiasmo y otras no tanto, pero siempre con profesionalidad. Pago hasta el último céntimo de lo que me corresponde…  y unos cientos de lo que no me corresponde, eso que deberían pagar algunos que encuentran acomodo patriótico (fiscal) en otros lugares.

No luzco bandera, tampoco me molesta. Soy de los que no tiene mucho apego a los símbolos, pero tampoco hay que permitir que una parte se los apropie: son de todos. Si alguien se adueña de la idea de patria, acabaremos por creer que la patria es su patria, su idea de patria. Y en ella, me temo, no cabemos todos.

Salgo a pasear, veo mucha suciedad en el suelo, incluidas mascarillas. Eso no es nada patriótico. Veo gente irritadísima con los médicos, esos que hasta hace poco eran héroes y lo siguen siendo porque sus condiciones laborales no han cambiado. La patria es también la sanidad de la patria, el derecho a ella. Si no cuidamos a nuestros patrióticos sanitarios se irán a servir mercenariamente a otro país. Y lo harán con la misma profesionalidad que aquí, pero también con dolor, el de sentir el desprecio y el ninguneo de una parte de esa patria a la que dieron todo en los peores momentos.

He preparado patrióticamente las clases de mañana. Copio a un compañero la idea y suelo decir a mis alumnos que luchamos contra la ignorancia y los prejuicios. Lo hago porque los que viven en mi patria merecen lo mejor de mí, que son mis conocimientos, esos que me dio y pagó mi patria hace ya tiempo. Ahora se lo devuelvo: pago mis impuestos, desarrollo mi trabajo y formo a jóvenes en la disciplina en la que soy competente.

Pronuncio poco la palabra 'patria', pero creo que soy un patriota.



Procedencia de la imagen:

https://www.huffingtonpost.es/entry/espana-pais-de-emigrantes_es_5dbf684ee4b03d0aacfba259


viernes, 11 de septiembre de 2020

ALGUNOS 11 DE SEPTIEMBRE


Atentados, batallas, golpes de estado... 11-S, el día en que pasa de todo |  El CorreoTodos los 11 de septiembre son 11-S. Aquel día en el que el mundo cambió para siempre y no para bien. Hace ya 19 años y cómo lo recordamos.

Esta mañana he oído en la radio que se celebra la Diada en Cataluña. Confieso que la cosa me deja frío, como tantas conmemoraciones de identidad colectiva que respeto tanto como no comprendo.

También he recordado que en 1973 se produjo el golpe de estado en Chile que derrocó a Allende y encumbró por el derecho de las armas a Pinochet, ese dictador al que las democracias europeas estuvieron a punto de echarle el guante. Pero no.

He buscado confirmación en la Wikipedia y me ha asaltado un montón de acontecimientos que sucedieron en algún pasado 11 de septiembre. No recordaba yo que en 1989 se produjo el primer boquete en el telón de acero, cuando pudieron viajar a Austria los que vivían en Europa del este. Y luego llegó todo lo demás, como fichas de dominó.

Todos estos acontecimientos se enmarcan en la lucha por la libertad y en lo frágil que es. No solo eso: qué prostituida y manipulada está.






Procedencia de la imagen:
https://www.elcorreo.com/sociedad/atentados-batallas-golpes-20190911135116-nt.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F


miércoles, 26 de agosto de 2020

CORTÁZAR


Biblioteca Julio Cortázar • Fundación Juan March

Hoy es 26 de agosto. Acabo de ver en Twitter un excelente hilo de David Senabre, que referencio abajo, sobre Julio Cortázar, que nació tal día como hoy en 1914, así que este breve y nostálgico post va del recuerdo de cinco libros que reposan en mi modestísima biblioteca. Como en aquellos tiempos firmaba y fechaba los libros, veo que tres de ellos tienen escrito el año 1983, otro 1984 y el último 1988. Los ochenta, mientras otros desparramaban con la movida y esas cosas -de las que me enteré poco y tarde-, yo leía a Cortázar, a Borges, a Sabato… Fueron mis años latinoamericanos.

Recuerdo que el primer cuento que leí de él fue “La autopista del sur”, que hoy releeré. Después me puse con sus cuentos completos, no sé si los agoté y no conservo ejemplares, supongo que utilicé los servicios de alguna Biblioteca. Tengo un especial recuerdo de “Casa tomada” y también de “El perseguidor”, que me hizo escuchar jazz, una música que nunca he acabado de entender (los hay que dicen saber de jazz, yo no), pero que me acompaña siempre desde entonces. Incluso tengo una cinta de casete, Jazzuela, con composiciones que aparecen en esa otra obra que me deslumbró: Rayuela.

Hace poco estuve en Ponferrada. Un par de tardes fuimos a un garito estupendo. En el suelo había dibujada una rayuela y a lo largo de la barra una cita de Rayuela en la que hablaba de jazz. Hice un comentario a una de las empleadas, pero tengo la sensación de que no sabía de qué le hablaba. La mascarilla ayuda mucho a disimular en situaciones así.
Rayuela: La Maga, Rocamadour, ese París inhóspito, sólo promesa, una conferencia a la que solo entran dos personas y porque llueve, ansia y decepción. Tengo el libro desgastado por todas las anotaciones y subrayados con bolígrafos de varios colores. Lo leí como toca, sin saber dónde estaba, como si me hallase dentro de ese juego cuya mecánica desconozco.

En 1988 alguien a quien quise me regaló Salvo el crepúsculo, último libro de Cortázar cuyo título viene de un haiku de Basho: “Este camino / ya nadie lo recorre / salvo el crepúsculo”.

Jazzuela - Julio Cortázar Y El Jazz (2000, CD Book, CD) | DiscogsCortázar también fue un excelente traductor. Tengo la versión que hizo de los Cuentos de Poe y también la de uno de mis libros favoritos: Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar.

Han pasado muchos años. No sé por qué no he vuelto a leerlo. Hoy, al menos, repetiré con “La autopista del sur”. Y pondré jazz. Y sé que volveré a leer Un tal Lucas, que me divirtió y desconcertó y también esa extraña aventura que es Los premios, que me costó 100 pesetas en una montaña de libros de saldo en El corte inglés. De él recuerdo que un personaje le dice a otro algo así (no encuentro la cita completa): y pensar que usted aceptaría una situación así en la literatura.

Así que, por favor, leed a Cortázar, que aún quedan unos días de estas vacaciones absurdas y necesarias.


Jazzuela:





Procedencia de las imágenes: 
https://www.march.es/bibliotecas/biblioteca-julio-cortazar.aspx
https://www.discogs.com/es/Various-Jazzuela-Julio-Cort%C3%A1zar-Y-El-Jazz/release/8614089





jueves, 6 de agosto de 2020

CANCIONES DEL NO-VERANO 25: THE LOGICAL SONG


Cuando era joven e indocumentado no me gustaba demasiado este grupo. Me parecía un poco blandito y tontorrón. Ahora lo escucho mientras conduzco. Hoy he buscado la letra de una canción en Youtube y, oye, muy bien.

Menos mal que todo tiempo pasado fue anterior.





lunes, 27 de julio de 2020

MEDIDAS EDUCATIVAS


Calor y mascarillas: consejos para tu día a día, en el trabajo o playaSalgo poco y no me apetece. He estado unos días en la playa, iba pronto, básicamente a andar, mide más de un kilómetro, de modo que hago casi dos kilómetros y medio a buen ritmo. A veces un baño si el agua está limpia. Y a casa siempre antes de las once. En la playa casi nadie lleva mascarilla. Curiosamente, si voy muy pronto hay menos gente y casi todos llevan mascarilla, la media de edad supera los 50. A veces me encuentro al regresar del paseo que alguien ha plantado su toalla muy cerca de mis chanchas y toalla. Cuando digo muy cerca es un metro o menos, en una playa ancha y con muy poca gente. Por la tarde bajo otro rato, siempre después de las 8. Poca gente ya, otro paseo.

Ya no estoy allí, sino en la España interior de los treinta y pico grados. Salgo pronto a pasear. Es igual que en la costa, pero con ropa. Los fumadores van sin mascarilla, algunos que no fuman también. Cuento siempre una o dos docenas. Si es por la tarde, aun peor: grupos de jóvenes arracimados, como mucho una mascarilla en la papada o de muñequera. Hablan a voces y muchos se pasan la botella o el cigarro. Por supuesto, hay mascarillas por toda la ciudad, en la playa también había; hace pocas semanas también muchos guantes. Son los de los derechos sin deberes, los de a mí nadie me dice lo que tengo que hacer.

Y a mí me da miedo. Miedo de no haber aprendido. Porque en febrero y marzo estaba justificado un cierto desdén, fruto del desconocimiento y de otras amenazas que al final quedaron en nada. Pero hoy no. Estoy harto de ver tipos que se abrazan, que te pasan rozando con sus bocas y narices bien abiertas, de fumadores que echan humo y demás efluvios. Estoy harto de ver los pelos que asoman de la nariz porque no se tapan las fosas nasales. En algunos comercios ocurre lo mismo, me he ido de dos de ellos. Por el contrario, otros se lo toman muy en serio, no solo porque es su pan, sino por respeto. Pero si no me respetan, elijo otros. Me gusta cuidar como cliente a los comercios que me tratan bien.

Los adictos al tabaco y la cuarentena: entre la escasez de ...He hablado con mi hijo al respecto. Le decía yo que hay muchos que dicen que eso de las multas es recaudatorio y que lo que hay que hacer es educar. Pero yo me cisco en esos bienpensantes que todo lo arreglan mandando a la gente a la escuela (a la que, por cierto, se empeñan todos los gobiernos que en este país se suceden en condenar a una situación menesterosa e infrafinanciada). Supongo que una multa no les parecerá educativa. Por supuesto, creo que lo mejor es la educación como convicción. Ya me lo decían en la mili: las órdenes hay que explicarlas siempre que sea posible, pero siempre hay que obedecerlas. Pero nadie paga sus impuestos gustosamente, aunque sabemos que son necesarios. Desde luego, a los defraudadores no se les educa precisamente en este sentido. Tal vez, pensándolo bien, sería bueno una medida bastante eficaz, educativamente hablando: llevar a todos esos al hospital a ver una UCI. Y a los negacionistas algo más: que estén unas horas con los enfermos cuyo mal es inventado y se dicen afectados por un virus inexistente. Sería muy educativo, sí.


Paseo de hoy: me cruzo con 70 personas; 19 de ellas no llevan mascarilla o llevan fuera la napia. No tiene valor de muestra, pero es algo similar a lo que veo a diario.



Procedencia de las imágenes:
https://www.infobae.com/coronavirus/2020/04/21/la-industria-tabacalera-sin-stock-por-la-pandemia-una-oportunidad-para-que-los-fumadores-abandonen-el-habito/
https://www.tiempo.com/noticias/actualidad/calor-y-mascarillas-principales-riesgos-consejos-verano.html

domingo, 19 de julio de 2020

JUAN MARSÉ Y UNA ANTIGUA ALUMNA


Juan Marsé: Agencia Literaria Carmen BalcellsEstoy leyendo que ha muerto Juan Marsé. Es raro esto de que te duela el fallecimiento de alguien a quien no conoces. Pero ocurre. Cuando escribo algo en Twitter siempre pongo el hashtag #UnoDeLosNuestros.

Hace algunos años que no lo leo. Repaso su obra y han pasado por mis ojos estos títulos: Si te dicen que caí, El amante bilingüe, La oscura historia de la prima Montse, El embrujo de Shangai, Un día volveré y La muchacha de las bragas de oro. Creo que este último, que ganó el Planeta es el que menos me ha gustado. El embrujo de Shangai y Si te dicen que caí los que más. El amante bilingüe me divirtió muchísimo.

También me gustaba mucho escucharle, cargado de sentido común y valiente como pocos. Tenía una especial guerra con ese nacionalismo obtuso y excluyente que cada vez más se instala en su tierra. Porque Marsé era barcelonés, eso sí, un catalán charnego, de lo que hizo literatura. Recomiendo El amante bilingüe para entender su posición, debió divertirse mucho escribiéndolo.

Hace unos años me ocurrió una cosa en clase relacionada con una novela suya. Estaba en un 2º ESO, intentando que un grupo especialmente difícil participase y se interesase en un tema de Educación para la Ciudadanía. Vi que una de mis alumnas -llamémosla Carmen- tenía la cabeza agachada sobre algo que reposaba en sus rodillas. Un móvil, pensé, y me fui frenético a impedir aquello. Pero no. Cuando le pregunté muy enfadado qué escondía sacó un libro, Últimas tardes con Teresa. Me eché a reír, no sabía si darle un abrazo o mandarla fuera de clase, así que opté por abrir los ojos con cara de asombro, pedirle que atendiese a la clase y que se quedase al final a hablar conmigo.

Me dijo entonces que la profesora de lengua les había hablado de Marsé y de ese libro, que se lo prestó y que “está muy bien, profe, me gusta mucho”. Siete palabras en marzo, mucho más de lo que había dicho (exámenes incluidos) en todo el curso. Carmen no hablaba, gruñía, se movía con agresividad, no tenía amigos. Vivía en un asentamiento chabolista y se mostraba impermeable al conocimiento y desconcertada, cuando no molesta, ante las palabras amables, que seguramente no recibía nunca. No traía los libros de texto ni hacía las tareas. Su letra era infame.

DIMARTS DE NOVEL·LA: " ÚLTIMAS TARDES CON TERESA", JUAN MARSÉ ...Pero algo tuvo ese libro que la atrapó. Y esa profesora de lengua encontró el resquicio para que entrase en ella algo que no fuera su terrible realidad. Yo era el bibliotecario ese curso y Carmen solía venir a por libros que le recomendaba la profesora; alguna vez se dejó aconsejar por mí, pero quien mandaba era la profesora de lengua. Compramos libros solo para que Carmen los leyera.

Carmen no aprobó nada y abandonó el instituto. Tres años después me la encontré en la puerta, en el recreo. La saludé con entusiasmo. Me dijo que estaba estudiando un módulo de hostelería y que le iba bien. Se me humedecieron los ojos. Le pregunté si seguía leyendo. “¡Pues claro!”, respondió con esa agresividad que yo recordaba y que esa vez me alegró.

No he vuelto a verla, pero me gustaría que le fuera bien. Seguro que ha leído más libros de Marsé que yo y seguro que a Marsé le hubiera gustado conocer la historia de Carmen.




Procedencia de las imágenes:
http://www.agenciabalcells.com/autores/autor/juan-marse/
http://relatsdeperfil.blogspot.com/2017/11/ultimas-tardes-con-teresa-juan-marse.html

lunes, 13 de julio de 2020

CANCIONES DEL NO-VERANO 24: NESSUN DORMA

Yo soy un perfecto y completo ignorante en música. Y en ópera mi competencia está bajo mínimos. Pero aún así encuentro arias que me emocionan. Como esta, en interpretación de Luciano Pavarotti... y Freddie Mercury. Una rareza maravillosa.

Espero que esteis pasando buen verano, amigos y asiduos.







domingo, 21 de junio de 2020

LA ARROGANCIA DEL IGNORANTE

Esta es una de estas entradas en las que uno se mete en un jardín.

Cuál es la diferencia entre orgullo y arrogancia? - VIXMe mandaron hace poco un enlace que hablaba del Efecto Dunning-Kruger. Esto siempre queda bien, así, medio en inglés medio en alemán. Porque si lo llamamos ‘El Efecto Cuñao’ queda peor. Pero eso es.

Hace unas semanas que vengo dándole vueltas a un post sobre la arrogancia. No encuentro cómo enfocarlo y estos enlaces que pongo abajo lo explican mejor. Odio la arrogancia. Y es muy frecuente. Hablo de esos tipos que no saben nada de nada o como mucho saben de algo, pero es imposible ser brillante en muchos ámbitos. Sin embargo, discuten, imponen su muy particular criterio -su ausencia de criterio, que se reduce a “porque lo digo yo”- en cualquier conversación. No escuchan, no admiten más opinión más allá de sus creencias y cualquier cosa les parece que apuntala sus convicciones mientras que los demás, pobrecitos nosotros, estamos en la ignorancia.

Son los cuñaos, claro, los que antes apuntalaban la barra del bar y ahora inundan Facebook y Twitter. Hoy he leído a un médico al que el cuñao de turno le afeaba que en un hilo tuitero utilizase términos médicos “porque eso es elitista”. Veo también que, al amparo de la justísima causa del antirracismo, se derriban o se vandalizan estatuas, entre ellas una de Cervantes, que debió ser un genocida racista sin que hasta el momento tuviéramos conocimiento de ello. Si les afeas sus palabras o su conducta o les dices que las cosas no son así, invocan el sagrado derecho a opinar. Y no solo eso: el derecho a la equivalencia de las opiniones. Lo cual, por cierto, legitimaría mi opinión de restituir la guillotina con ellos (es un ejemplo). Ay de ti como te atrevas a decirles que las cosas no son así, no exactamente así. Ellos sí que saben. Y en su incompetencia intelectual y su esquematismo conductual creen tener derecho a estar en el saber, es más, están absolutamente convencidos de que ellos sí que saben y tú, que llevas toda tu vida estudiando el tema, eres un ignorante o un vendido a oscuros intereses.

“Ya te lo digo yo” es su frase favorita. Pues nada, gracias y hasta otra. Los que hemos leído a Platón (libro VII de la República, por cierto) distinguimos entre doxa (opinión) y episteme (conocimiento). Es poco democrático, qué le vamos a hacer.






Procedencia de la imagen:
https://www.vix.com/es/relaciones/203582/orgullo-y-arrogancia-no-son-lo-mismo-pero-uno-de-ellos-afecta-gravemente-tu-relacion