Que bonito lo de luna. ¿ Qué pensarían Romeo y Julieta sobre la Luna de su ciudad? quizá como tú dices, la luna sólo refleja la noche. La noche era muy utilizada como tema por los románticos. Además tengo una amiga que hace poesía sobre la luna. Cuando la luna está llena ilumina el camino por donde pisamos y nos permite observar los objetos a una distancia más lejana. Una noche sin luna, es lo más triste y tétrico que hay. Me gustan las pelis en las que la luna se esconde tras unas tupidas nubes. Luego aparece el hombre lobo y se come a la chica. jajja Besos
con una mujer a la que quizás amaba, o no, pero que sí quería: ya no la quiero, pero no la odio: es peor aún, me es indiferente: y desde luego no me complazco en ello, tampoco me turba
me pregunto si amé alguna vez, si me es dado amar
hace años un amigo me escribió una carta, y en el sobre anotó una cita de oscar wilde:
“siempre estará usted enamorado del amor”
zas: lo clavó: la sentencia lo parece: una condena, quiero decir
yo creo que vos, atticus, amáis como es debido y lo debido: la inmanencia: os felicito y demando autógrafo, clases particulares y os hago pasillo de champions y la ola, ooooeeee
Mira, Rachel, Romeo y Julieta eran unos capullos. Uno no muere por amor, sino que vive por amor. La prueba del algodón no es el sufrimiento, sino las ganas de hacer cosas juntos.
Me resbala (y perdona) el romanticismo ramplón, y las noches sin luna me recuerdan a la mili, que era cuando nos sacaban de instrucción nocturna, por joder mismamente, pues no se veía más allá de tus narices.
Pero esa mujer de la que hablas... La conozco. Esa haría poesía de un contenedor, no necesitamos noche ni luna, ni palabras bonitas. Basta su sonrisa para iluminar el universo. Y como Dios es injuusto (a unos da todo, a otros casi nada), le ha dado también el don de escribir like the angels. Da igual lo que haga, y cuando, porque la luz la lleva prendida.
De manera que como aparezca el hombre lobo con aviesas intenciones, le leo las obras completas de Hegel o le mando a mis padrinos tras el correspondiente guantazo. Habrase visto el licántropo éste de factory...
Qué raro, CrisC, yo también estuve en Verona, hace tiempo, con una mujer a la que quise (no la misma que tú, desde luego). Y, como en el poema de Neruda, ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise, es tan corto el amor y es tan largo el olvido...
Recomiendo Verona. Siempre. Sólo o en compañía de otras.
Amo. A veces. Si me dejan. Todo lo que puedo. Pero lo de hacer la ola y demas cuchufletas... Como que está uno para dar pocas lecciones. Y, además, según a quién.
No he dicho, paraqueloleas, que no lo haya pensado, sino que "si no lo he pensado, entonces...". Un condicional que me llevaría a otros lugares, a otro modo de vivir los últimos días.
Que lo pensé.
Que la vi, como dices, gigantesco faro que alumbraba la llanura padana. Nadie estaba a salvo, se podía leer el pensamiento.
No soy un lunático, pero a veces me apetecería hacer caso a Rachel.
Me gusta La Luna de verano, a palo seco, sin nubes que la disfracen, y cerca del horizonte porque se la percibe más grande, más blanca. Me relaja mirarla, me gusta cerrar los ojos para volver a verla cuando los abro.
También me gusta la lluvia. Cuando estuve en Verona, llovía a cántaros. En el patio de los Capuleto, con los turistas a cubierto, pude disfrutar de unos minutos de sosegada tranquilidad. No estaba en el balcón, no había ningún Romeo a mi lado, no era Julieta, pero llovía y fue bonito.
Esa noche, Atticus, la de la foto, pedía a gritos un beso bajo unos de esos arcos.
La lluvia y la luna, todo a la vez, es complicado. A mí también me gusta la lluvia en verano. Y no me importa hacer turismo y que llueva. Cerca de Verona, en Venecia, de repetente empezó a torrenciar y la plaza de San Marcos se quedó vacía. Fue otro modo de verla, desde los soportales (¿se puede decir así, son soportales?), con los turistas refugiados o camino de sus aposentos. La plaza de San Marcos sin gente, la plaza de San Marcos bajo la lluvia. Hermoso recuerdo.
Tampoco estaba Julieta, ni yo soy Romeo. Pero insisto en que eran un poco capullos. Nada, nada.
Heráclito fue un filósofo muy mal comprendido. Se suele decir que afirmó aquello de "nadie se puede bañar dos veces en el mismo río", e interpretar tal aserto en el sentido siguiente: todo fluye, nada permanece; no hay modo de saber lo que algo es porque está en perpetua renovación de su ser. No hay esencia ni identidad.
Pero Heráclito no dijo tal cosa, sino que bajo esas aparentes contradicciones y cambios que nos muestran los sentidos, hay una razón (logos) que todo lo explica y justifica. Es lo que subyace a los cambios; hay ser, pero se complace en ocultarse y los sentidos nos muestran otra cosa.
ahora entiendo la imagen de portada de aquel domingo... intestinos, sangre, vísceras, sangre... escalofriante... no sucede únicamente en las películas...
¡AHHH!¡Señoritas, caballeros! ¡CORRAN, CORRAN! ¡Atticus es un hombre lobo y no lo sabe!
No hay en el comentario segundas ni ocultas interpretaciones. El escenario y la puesta en escena, si estuviste allí, estaban preparados; la iluminación era perfecta con ese pedazo de luna entrevelado. Qué más... supongo que te acompañaba la chica. Pues eso, un beso. Eso es lo que pide la noche en la que se hizo la foto.
Pero... ¿qué ha bebido el bloguerío? O esto o he llegado muy cansado al fin de semana. Por favor, Clothbi, aclara, que estoy muy espeso.
Del viaje, en el próximo post. Bien.
Aliénor... ¿qué chica? Fui solo, la foto no es mía, no pisé Verona, pero supe de su cielo y desde luego que hubiera sido hermoso compartir luna y claridad. Que una cosa es lo que pida la noche y otra la realidad. "La realidad y el deseo"... qué bien lo supo quién halló ese título.
Y además, si hay amor del bueno no se necesita una puesta en escena: un ascensor, un garaje, un probador, una calle cualquiera. Lo que es insustituible es el brillo en los ojos.
eres tú, que debes dejar esa ingesta parenteral y desmedida de drogas de diseño, ya tú sabes, brother:
esos ducados uno tras otro incandescidos con mixtos de la fosforera española, ese peleón tintorro don simón deglutido a morreta open y directamente del tetabrí, esos yogures de morcilla marca blanca caducaos y, sobre todo, esos filósofos que empiezan por hache
Gracias por el regalo musical, da un poco de alegría a esta bitácora. Eso sí, échale imaginación: Anónimo es para el Lararillo y demás obras de autor incógnito.
Lo del lobo... ¿es por eso que decía Clotho y que no acierto a entender?
Estoy en ello, en echarle imaginación. Lo de clotho, supongo, habría que preguntarle a ella, que lo suscriba o no.
Hablando de morcilla, en la cena de navidad probé una lasaña de morcilla que estaba para morirse y resucitar después sin dolor de estómago, y del paté de hígado de pato casero ni te cuento. Tengo que conseguir la receta.
Pues hombre (o mujer), pasa la receta, que yo le doy al bocadillo cuando hace falta, pero una receta de alto "estandin" no me viene mal, que el viernes tengo invitados. Manda, manda.
A todos nos es dado amar, CrisC. Otra cosa es que queramos hacerlo, que estemos dispuestos a correr ese riesgo, que sabemos cómo empieza pero no cómo acaba. La receta de la lasaña de morcilla, please.¡Qué jambre, de buena mañana!!!
Puedes escribir tu comentario. Agradezco la inteligencia, la educación y el sentido del humor. Por favor, no enlacéis páginas con contenido comercial, religioso o político. Tampoco las que claramente constituyen una estafa.
Que bonito lo de luna. ¿ Qué pensarían Romeo y Julieta sobre la Luna de su ciudad? quizá como tú dices, la luna sólo refleja la noche. La noche era muy utilizada como tema por los románticos. Además tengo una amiga que hace poesía sobre la luna. Cuando la luna está llena ilumina el camino por donde pisamos y nos permite observar los objetos a una distancia más lejana. Una noche sin luna, es lo más triste y tétrico que hay. Me gustan las pelis en las que la luna se esconde tras unas tupidas nubes. Luego aparece el hombre lobo y se come a la chica. jajja
ResponderEliminarBesos
estuve una vez en verona, hace mucho
ResponderEliminarcon una mujer a la que quizás amaba, o no, pero que sí quería: ya no la quiero, pero no la odio: es peor aún, me es indiferente: y desde luego no me complazco en ello, tampoco me turba
me pregunto si amé alguna vez, si me es dado amar
hace años un amigo me escribió una carta, y en el sobre anotó una cita de oscar wilde:
“siempre estará usted enamorado del amor”
zas: lo clavó: la sentencia lo parece: una condena, quiero decir
yo creo que vos, atticus, amáis como es debido y lo debido: la inmanencia: os felicito y demando autógrafo, clases particulares y os hago pasillo de champions y la ola, ooooeeee
Si no has pensado que había luna llena, es que estabas mirando las estrellas (que no es menos)
ResponderEliminarP.D.: esta semana la luna llena ha sido espectacular, enorme, luminosa; pero es posible que muchos no hayan reparado en ella.
Mira, Rachel, Romeo y Julieta eran unos capullos. Uno no muere por amor, sino que vive por amor. La prueba del algodón no es el sufrimiento, sino las ganas de hacer cosas juntos.
ResponderEliminarMe resbala (y perdona) el romanticismo ramplón, y las noches sin luna me recuerdan a la mili, que era cuando nos sacaban de instrucción nocturna, por joder mismamente, pues no se veía más allá de tus narices.
Pero esa mujer de la que hablas... La conozco. Esa haría poesía de un contenedor, no necesitamos noche ni luna, ni palabras bonitas. Basta su sonrisa para iluminar el universo. Y como Dios es injuusto (a unos da todo, a otros casi nada), le ha dado también el don de escribir like the angels. Da igual lo que haga, y cuando, porque la luz la lleva prendida.
De manera que como aparezca el hombre lobo con aviesas intenciones, le leo las obras completas de Hegel o le mando a mis padrinos tras el correspondiente guantazo. Habrase visto el licántropo éste de factory...
Qué raro, CrisC, yo también estuve en Verona, hace tiempo, con una mujer a la que quise (no la misma que tú, desde luego). Y, como en el poema de Neruda, ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise, es tan corto el amor y es tan largo el olvido...
ResponderEliminarRecomiendo Verona. Siempre. Sólo o en compañía de otras.
Amo. A veces. Si me dejan. Todo lo que puedo. Pero lo de hacer la ola y demas cuchufletas... Como que está uno para dar pocas lecciones. Y, además, según a quién.
No he dicho, paraqueloleas, que no lo haya pensado, sino que "si no lo he pensado, entonces...". Un condicional que me llevaría a otros lugares, a otro modo de vivir los últimos días.
ResponderEliminarQue lo pensé.
Que la vi, como dices, gigantesco faro que alumbraba la llanura padana. Nadie estaba a salvo, se podía leer el pensamiento.
No soy un lunático, pero a veces me apetecería hacer caso a Rachel.
Me gusta La Luna de verano, a palo seco, sin nubes que la disfracen, y cerca del horizonte porque se la percibe más grande, más blanca. Me relaja mirarla, me gusta cerrar los ojos para volver a verla cuando los abro.
ResponderEliminarTambién me gusta la lluvia. Cuando estuve en Verona, llovía a cántaros. En el patio de los Capuleto, con los turistas a cubierto, pude disfrutar de unos minutos de sosegada tranquilidad. No estaba en el balcón, no había ningún Romeo a mi lado, no era Julieta, pero llovía y fue bonito.
Esa noche, Atticus, la de la foto, pedía a gritos un beso bajo unos de esos arcos.
La lluvia y la luna, todo a la vez, es complicado. A mí también me gusta la lluvia en verano. Y no me importa hacer turismo y que llueva. Cerca de Verona, en Venecia, de repetente empezó a torrenciar y la plaza de San Marcos se quedó vacía. Fue otro modo de verla, desde los soportales (¿se puede decir así, son soportales?), con los turistas refugiados o camino de sus aposentos. La plaza de San Marcos sin gente, la plaza de San Marcos bajo la lluvia. Hermoso recuerdo.
ResponderEliminarTampoco estaba Julieta, ni yo soy Romeo. Pero insisto en que eran un poco capullos. Nada, nada.
Por cierto, Aliénor, ¿la de la foto?
Atticus, has mencionado a Hegel. ¿ qué pasa con Heideger? ¿ ya no te acuerdas de él? A lo mejor él sí era un lunático.
ResponderEliminar¿Hegel? ¿Heidegger? No recuerdo.
ResponderEliminarAdemás, no nombres a la bicha, que este es un blog decente y a lo mejor se nos llena de filósofos, esa gentuza.
Esa luna que permanece ya no és la misma, el inevitable paso del tiempo la cambia constantemente.
ResponderEliminarHeráclito fue un filósofo muy mal comprendido. Se suele decir que afirmó aquello de "nadie se puede bañar dos veces en el mismo río", e interpretar tal aserto en el sentido siguiente: todo fluye, nada permanece; no hay modo de saber lo que algo es porque está en perpetua renovación de su ser. No hay esencia ni identidad.
ResponderEliminarPero Heráclito no dijo tal cosa, sino que bajo esas aparentes contradicciones y cambios que nos muestran los sentidos, hay una razón (logos) que todo lo explica y justifica. Es lo que subyace a los cambios; hay ser, pero se complace en ocultarse y los sentidos nos muestran otra cosa.
O sea, la luna.
entonces...
ResponderEliminarahora entiendo la imagen de portada de aquel domingo... intestinos, sangre, vísceras, sangre... escalofriante... no sucede únicamente en las películas...
¡AHHH!¡Señoritas, caballeros! ¡CORRAN, CORRAN! ¡Atticus es un hombre lobo y no lo sabe!
jajaja ;-)
¡me apunto a la ola de CrisC!ooooeeee
¡espero que disfrutaras del viaje!¡un abrazo!
No hay en el comentario segundas ni ocultas interpretaciones. El escenario y la puesta en escena, si estuviste allí, estaban preparados; la iluminación era perfecta con ese pedazo de luna entrevelado. Qué más... supongo que te acompañaba la chica. Pues eso, un beso. Eso es lo que pide la noche en la que se hizo la foto.
ResponderEliminarPero... ¿qué ha bebido el bloguerío? O esto o he llegado muy cansado al fin de semana. Por favor, Clothbi, aclara, que estoy muy espeso.
ResponderEliminarDel viaje, en el próximo post. Bien.
Aliénor... ¿qué chica? Fui solo, la foto no es mía, no pisé Verona, pero supe de su cielo y desde luego que hubiera sido hermoso compartir luna y claridad. Que una cosa es lo que pida la noche y otra la realidad. "La realidad y el deseo"... qué bien lo supo quién halló ese título.
Y además, si hay amor del bueno no se necesita una puesta en escena: un ascensor, un garaje, un probador, una calle cualquiera. Lo que es insustituible es el brillo en los ojos.
atticus, hijo, el bloggerío no ha bebido
ResponderEliminareres tú, que debes dejar esa ingesta parenteral y desmedida de drogas de diseño, ya tú sabes, brother:
esos ducados uno tras otro incandescidos con mixtos de la fosforera española, ese peleón tintorro don simón deglutido a morreta open y directamente del tetabrí, esos yogures de morcilla marca blanca caducaos y, sobre todo, esos filósofos que empiezan por hache
las chicas te quieren, es eso, galán
Lo de los filósofos va a ser. Hingmar Bergman Hars von Trier, Harlos Saura, Humberto Heco...
ResponderEliminarY perdona, pero yogures caducados no tomo. De morcilla (caramelizada), vale, pero en tiempo y forma.
http://www.youtube.com/watch?v=8xhQyvQB55E
ResponderEliminarjeje
yogures caducados que no hacendaño
Gracias por el regalo musical, da un poco de alegría a esta bitácora. Eso sí, échale imaginación: Anónimo es para el Lararillo y demás obras de autor incógnito.
ResponderEliminarLo del lobo... ¿es por eso que decía Clotho y que no acierto a entender?
Estoy en ello, en echarle imaginación. Lo de clotho, supongo, habría que preguntarle a ella, que lo suscriba o no.
ResponderEliminarHablando de morcilla, en la cena de navidad probé una lasaña de morcilla que estaba para morirse y resucitar después sin dolor de estómago, y del paté de hígado de pato casero ni te cuento. Tengo que conseguir la receta.
Pues hombre (o mujer), pasa la receta, que yo le doy al bocadillo cuando hace falta, pero una receta de alto "estandin" no me viene mal, que el viernes tengo invitados. Manda, manda.
ResponderEliminarClotho, dime lo del lobo, porfa...
A todos nos es dado amar, CrisC. Otra cosa es que queramos hacerlo, que estemos dispuestos a correr ese riesgo, que sabemos cómo empieza pero no cómo acaba.
ResponderEliminarLa receta de la lasaña de morcilla, please.¡Qué jambre, de buena mañana!!!
¡La receta!
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