“Las alegres fiebres
bailaban por las cúpulas humedecidas
y la luna copiaba en
su mármol
nombres viejos y
cintas ajadas”.
Federico García Lorca:
”Cementerio judío”, incluido en el libro Poeta
en Nueva York
Comencé esta serie diciendo que a casi todo viajero en NY le puede la sensación de haber estado allí. Sin duda, esto es debido a nuestra educación cinematográfica. Aunque no sepamos identificar la película, hemos estado.
Una mañana cruzamos el puente de Brooklyn, estupenda experiencia que hay que hacer andando, aunque a veces toque esquivar a ciclistas que no van precisamente despacio. Al otro lado, la esperanza de encontrar el estanco de Auggie, de la peli Smoke. Pero vista Manhattan desde Brooklyn, lo que me vino a la memoria fue el cartel del film que dirigió Woody Allen. Vagando sin rumbo por allí encontré un cartel en el que decía que los jueves ponían cine al aire libre en esa zona, en una especie de almacenes abandonados. Lástima que el mismo día que tenía que volver, al tiempo que el avión despegaba, comenzaba la proyección, a los pies del puente, de… Matar a un ruiseñor.
Una de las noches, camino de un local irlandés (Connolly’s, 43 W 54th Street), en el que nos atendieron amabilísimas camareras y cenamos magníficamente, pasamos ante una pequeña plaza en la calle 29. Solo tres o cuatro personas en ella, entre las cuales un mendigo intentaba dormir. En una de las paredes de los edificios, una gran pantalla mostraba una película, sin sonido para no molestar. No hacía falta: era Casablanca, una de ésas cuyos diálogos nos sabemos de memoria. Me quedé unos minutos: Rick dejó ganar nuevamente a la ruleta a la pareja húngara y rechazó el abrazo del camarero ruso, pretextando un improbable azar.
Hace unos días vi fugazmente una de las entregas de Spiderman: no hubiera prestado atención, pero reconocí alguna de las avenidas y rascacielos.
Estuve en un plató.
¡Cúantas referencias cinematográficas: Nueva York es un plató, como dices en tu última frase!!!!!!!!!.
ResponderEliminar¡Qué pena que no pudieses ver la peli que da nombre a tu nick: hubiese sido la guinda de tan fantástico viaje!. De todas formas, es una señal: tienes que volver.
Pues sí que fue una pena, la verdad. Al igual que en "Casablanca", me sé los diálogos casi de memoria, así que no importa que mi nivel de inglés sea lamentable bajo. Hubiera sido una bonita experiencia ver esa peli a los pies de Manhattan.
EliminarLa pena es el precio de la entrada: si cuentas avión, alojamiento y demás gastos, sale por un pico.
Pero volveré. Lo que no sé es si en condición de turista o como emigrante cuando cierren este país definitivamente. Creo que voy a poner un puesto callejero de paella, gazpacho y sangría. Y por la noche, al cine.
¡He llegado "casi" la primera! Siempre escribo cuando el post ya ha "casi" caducado. No esperaba otra crónica neoyorkina, que grata sorpresa. Tras un viaje posterior a Francia, veo que ciudad te ha impresionado más este verano. Fíjate que a mí nunca me ha llamado especialmente la atención ir a Nueva York y ya me está picando el gusanillo. Mi hermana me propuso una vez ir a dicha ciudad y terminamos en Cuba. Cosas de la vida.
ResponderEliminarNo te preocupes por ser la primera. Es que Coe siempre está al pie del cañón. Además, la mayor parte de los que comentan lo hacen al post "vigente". Pero de vez en cuanto se reactiva alguno. De manera que no creas que caducan, como los yogures.
EliminarEste verano se me han acumulado los viajes. El de Francia ha sido magnífico, por otras causas. Pero NY tiene algo especial, y, como he dicho, es una ciudad de cine sobre la que se puede escribir mucho. Pero también habrá algo sobre mi otro viaje a Francia. Eso sí, ahora sólo me queda dinero para ver por la tele los Juegos Olímpicos y para comer hidratos de carbono. Pero "que me quiten lo bailao".
Ahora un poco y vete a NY. Al menos una semana. Y abre los ojos. Lo malo es que igual te quedas. Yo, que soy poco patriótico pienso a menudo si podría ser feliz viviendo en los países que visito. Y casi siempre pienso que sí. Con gente como yo no sé si España va a salir adelante.
Hemos estado allí, tantas veces…
ResponderEliminarEternos e inmortales hemos estado allá donde estaremos, bailando con lobos en el Manhattan de Whitman.
Me gusta el puente de Brooklyn, me gusta acariciar a una mujer que mira ese puente, que es como ponerla, amor mediante, mirando a Cuenca.
Qué curioso, dices “local irlandés” y suena a Nueva York.
Y el americano Rick dejando ganar a la ruleta a aquel muchacho húngaro, y el abrazo del camarero al que llama ruso loco. Esa secuencia es un epítome del Amor.
Y los rascacielos, las avenidas, all that Jazz, Atticus Finch, doce hombres sin piedad, el gran Robert Duvall, el verano del 42, nobody is perfect, Margaret Dumont, capitanes intrépidos, Martin Luther King I have a dream, el careto duro y seco de Eastwood, la brigada Lincoln, easy rider, Sacco e Vanzetti…
Y los ojos más bellos del cine, Shirley MacLaine.
Iremos de nuevo allí, muchas veces.
¿Y ahora yo que digo? ¿Cierro el blog?
EliminarPor cierto, será mirando a Harlem, o a New Jersey...
Lo de los ojos lo discutimos otro día.