sábado, 28 de septiembre de 2013

MI LIBRO FAVORITO

El nuevo bibliotecario del instituto en el que trabajo está elaborando con un entusiasmo que le honra una hoja quincenal (especie de periódico mural) que anime la vida cultural en el centro. Una de las secciones se llama “Mi libro favorito”. Como dudo de la colaboración de mis compañeros, me he ofrecido a ser el primero. Éste es el texto que le he mandado.

Esto… ¿favorito? Unos cuantos volúmenes levantan la mano y solicitan la elección. Escojo cuatro autores: Albert Camus, George Orwell, Stefan Zweig, Primo Levi. Son los que me acompañan siempre, aquellos en cuya prosa encuentro belleza y verdad. Qué difícil disyuntiva: la intensidad árida y desasosegadora de El extranjero; la lucha que se da -aunque se sabe perdida- de La peste; el inquietante mundo futuro, tan presente, de 1984; el desconocido Castellio frente al fanatismo en Castellio contra Calvino; el combate para no perder la dignidad humana en Auschwitz de Si esto es un hombre

Me detengo finalmente en Rebelión en la granja (Animal Farm, 1945); algunos ignorantes creen que es un cuento para niños y adolescentes y otros más ignorantes aún que (sólo) es una metáfora del totalitarismo estalinista. La releo: qué actual me parece. Los que luchan contra el poder renuevan las conductas que combatían cuando lo obtienen. Y, sobre todo, repiten y repiten letanías que buscan ser verdaderas a fuerza de que la gente oiga eso, únicamente eso. Es la mentira que se disfraza de verdad, es el colaboracionismo culpable; es la manipulación informativa, consentida por tantos. Rebelión en la granja habla también de la renuncia a la libertad, del conformismo, del silencio cómplice. 

Mucha gente no leyó a tiempo Rebelión en la granja. Demasiada.



10 comentarios:

  1. Me parece muy interesante la iniciativa del nuevo bibliotecario. Por cierto... ¿le conozco? Todas las sugerencias son buenas para fomentar la lectura; más si se llevan a cabo y la gente participa. Me temo que la gente no tiene tiempo para estas cosas...

    Atticus, tú y yo discrepamos a tope en gustos literarios, pero sí estamos de acuerdo en que mucha gente debería haber leído " Rebelión en la granja" Otro gallo nos hubiera cantado.
    Besos

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    1. No lo conoces. La iniciativa es interesante. Ojalá no se quede en una de esas propuestas de escaparate para que alguien trabaje y otro se cuelgue las medallas.

      Mujer, a tope... Tanto como eso no. Aunque reconozco que "Jane Eyre" sólo me hizo bostezar (libro y peli). Pero el raro seré yo. Y qué.

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    2. jajajaj. Atticus, no tienes perdón. jajajajj

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    3. Mira, a mí la literatura inglesa me empieza a interesar a partir de D.H.Lawrence. El resto... para Freud.

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  2. También considero "Rebelión en la granja" una lectura imprescindible. El resto que mencionas, necesarias igualmente (aunque reconozco no haber leído a Levi).
    Mi libro favorito entre los libros es "Mujeres que corren con los lobos", de Clarisa P. Estés: un psicoanálisis jungiano de cuentos, mitos, folkore, arquetipos, sueños: precioso y rico.

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    1. Lo de Levi no tiene perdón de Dios. Que yo no haya oído hablar (por supuesto no lo he leído) del libro que citas, menos aún. Anoto. Viendo de ti me haré con él pronto y lo leeré con atención. Eso sí, tras el "Pomponio Flato" de Mendoza con el que espero echar unas risas antes de dormir.

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  3. No leí en su momento a Orwell, ni después.

    Tuve la tentación, hace años, de leer su “Homenaje a Cataluña”, fruto de su estancia, creo recordar, en la Cataluña de la Guerra Civil y de sus simpatías por el POUM y su consecuente antiestalinismo.

    Todo está como en una nebulosa.

    Me inquieta sobremanera que, como dices, sea aún de actualidad. Pienso que no se trata ya de ningún Gran Hermano sovietoide sino de las grandes corporaciones económicas, las grandes empresas de comunicación, la banca internacional y, en fin, las satrapías de siempre.

    Viven porque se nutren de renuncias y silencios. Por mí que les den a todos.

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    1. Pues te lo pierdes. Me da la impresión de que lo "convalidas" con otras lecturas no menos edificantes. Te sorprenderá si lo lees ahora. Incluyo "Homenaje a Cataluña", que ha estado inencontrable hasta hace pocos años: su honradez y su valentía sobrecogen. Efectivamente, recoge esas simpatías y ese antiestalinismo lúcido cuando nadie lo era.

      Son todos esos que dices. Y los vecinos. Y los compañeros de trabajo. Y ésos que hemos considerado amigos (cuando todo era fácil).

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  4. ¡Que casualidad! Esta semana me he topado a menudo con el libro "Rebelión en la granja". Parece que lo están exigiendo en todos los institutos de los alrededores de la biblioteca en la que trabajo y aunque afortunadamente yo no entro en el grupo de los ignorantes (jeje), tengo que reconocer que no lo he leído, aunque también es cierto que siempre me ha picado la curiosidad.
    Besos

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    1. Los profesores solemos poner lecturas obligatorias. Yo lo hacía, cuando no tenía un número indecente de alumnos (casi 200) a los que atender. Ahora sugiero trabajos voluntarios y los pocos que me entregan suelen tener cierta calidad. Uno de los que me dio un alumno hace años, sobre ese libro, decía algo así: "Rebelión en la granja" nos enseña que hay que tratar bien a los animales. Lo llamé y le dije que no se había leído el libro, pero lo malo es que yo estaba equivocado, sí lo había leído... Le perdí la pista cuando entró en la universidad.

      [Segundos de silencio significativo]

      Léelo. No creo que pierdas el tiempo. Es una de estas rarezas que se leen con gran facilidad a todas las edades, que en cualquier momento encuentras algo nuevo y que no envejece. Por desgracia.

      Y no veas la peliengendro que se hizo.

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