miércoles, 8 de abril de 2015

AUTOAYUDA

Me pidió hace un tiempo el bibliotecario de mi instituto unas líneas sobre la autoayuda o los libros de autoayuda. No llegué a escribir ese artículo, aunque sí pensé en ello durante unos días. Le dije que se equivocaba de persona: no sé ni siquiera lo que significa tal cosa. Sólo entiendo (y poco) de filosofía. Y no estoy seguro de que se trate del tema que solicitaba.

Autoayuda parece indicar un conjunto de habilidades en las que uno puede ser observador, doctor y fármaco a la vez. Imposible.

En las estanterías de bibliotecas, librerías y grandes almacenes se ubican los libros de autoayuda junto a los de filosofía, como si fueran lo mismo. Es más, a veces sustituyen a los de filosofía, como si los atajos fueran lo más indicado. Pues no: nadie ni nada puede pensar por nosotros. Nadie ni nada puede darnos recetas, pastillas, fórmulas para encontrar la felicidad que buscamos o las habilidades que no tenemos.

Todo lo más, los especialistas pueden ayudarnos. Pero, al igual que ocurre con los médicos, cuando acudimos a la consulta de los psi (psiquiatras, psicólogos, psicoanalistas, psicoterapeutas…) buscamos soluciones rápidas y sin esfuerzo. No es posible.

Porque la filosofía es terapéutica, como he leído en algún sitio, pero únicamente en un cierto sentido, su fin específico no es la curación o tratamiento (aunque puede tenerlo), sino el pensamiento racional o crítico. Y eso, como dijera Gilles Deleuze, sólo sirve para entristecer.

Sabemos desde Sócrates que hay que conocerse a uno mismo. Sin embargo, esto es punto de partida, condición sine quae non, pero nada más. Una idea equivocada, una falsa creencia sobre nosotros y nuestras posibilidades, no ayudan a mejorar. También sabemos más o menos desde entonces -Platón, Aristóteles…- que la realidad es problemáticamente conocida. Y no tenemos claro, nunca lo hemos tenido, qué es lo que hay que procurarse en la vida: justicia o felicidad.

Todos estos interrogantes nos inquietan. Si añadimos la tercera pregunta kantiana, ¿qué tenemos derecho a esperar?, hemos acabado de liarla. Demasiadas preguntas.

Temo que la autoayuda es un sucedáneo. En el mejor de los sentidos, desde la psicología cognitivista y humanista hasta la filosofía más próxima y menos académica, todo es autoayuda. Pero en el peor de los sentidos es justo al contrario, de modo que retomo lo dicho al comienzo, pongo rostro de icono de whatsapp y me entrego a la estupefacción. O a la perplejidad, que queda más filosófico. O pongo cara de gilipollas, que es algo que todo el mundo comprende.


11 comentarios:

  1. Nunca me han gustado estos libros; y he leído alguno. A mí modo de ver nos intentan dar "recetas" que no funcionan. Alguna vez he intentado poner en práctica algún consejo sacado de estos manuales y he llegado a la conclusión de que no servía para nada. No sé por qué los confunden con filosofía o incluso, los llegan a meter dentro del saco del budismo. Tampoco tiene nada que ver. Sólo ha habido un libro, que no considero de autoayuda, que me ayudó en su momento: El monje que vendió su ferrari
    Y déjame que te diga que sí sabes de filosofía; y mucho.
    .

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    1. Yo también he leído alguno. Ya no. Eso sí, intento no tener prejuicios porque la línea que separa unos de otros no tiene por qué ser nítida. El que mencionas lo comencé: 10 páginas me duró, no soy su lector.

      Muchos creen que el budismo es autoayuda, saben poco de ese sistema (no sé si llamarlo religión). Modas, frases hechas, tópicos. Creen que les ayuda y seguramente algo les ayudará. El personal se conforma con poco.

      Y sé muy poca filosofía, epidermis. Y de lo demás, aún menos. Pobre del que se crea sabio. Pero gracias.

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  2. Tengo un amigo con el que planeamos continuamente ideas absurdas para hacernos ricos. Una de las últimas ha sido escribir un libro de autoayuda: bastaba con decir obviedades y no se necesita de demasiado mimo para escribirlo. Luego nos dio pereza, y lo dejamos. :)

    Dicho esto, creo que estos libros gozan de demasiada mala fama, debido a las generalizaciones. Estoy de acuerdo con mucho de lo que dices, pero también creo que hay algún libro que cumple la labor de lanzar nuevas ideas al lector para que éste recoja el guante, reflexione y adopte sus conclusiones.

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    1. No sé si todos tienen mala fama, porque venden un rato largo. Tal vez tengas razón en que algunos cumplen su función y, como he dicho, el primero en ayudarse debe ser uno mismo. Lo da dar buenas ideas o indicaciones de conducta es algo estupendo, lo malo es los que quieren a Harry Potter como guía vital.

      Recomiendo, siempre lo hago, "La conquista de la felicidad", de Bertrand Russell. Suelo decir que es un libro de autoayuda, el mejor que he leído.

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  3. Leí “La Buena Suerte”, de Álex Rovira y Fernando Trías de Bes.

    La idea me pareció poderosa: si quieres que algo suceda debes implementar los medios adecuados para que ocurra.

    Una idea simple, una ejecución difícil. Demasiados cantos de sirena.

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    1. Otro libro que leí en su tiempo. No debió dejarme mucha huella: no recuerdo nada de él, excepto que lo leí con agrado y sin dificultad, pero tampoco debía ser yo su destinatario: no me dejó poso.

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  4. Esos libros de autoayuda no sirven para nada. Todos se resumen en la idea de que puedes conseguir cualquier cosa que te propongas. ¡Tururú!
    Yo soy de la opinión de Javier Cercas. Si estas mal anímicamentel, es mejor leer, por ejemplo, a Thomas Bernhard. Peor que él no te vas a sentir, desde luego. Y,oye, eso siempre anima.

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    1. Es un punto de vista. Y muy interesante. Yo conozco algunos tipos como Bernhard: tienes razón, es leerlos y a uno se le alegra la vida. Tenemos que escribir a medias un libro al respecto. De autoayuda, naturalmente.

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  6. Es cierto que la autoayuda no es lo mismo que la filosofía, mucha gente converge las dos ideas en su mente. De hecho en la biblioteca los tenemos clasificados bastante cerca unos de otros (por la cdu, el método de clasificación de libros en las bibliotecas, los de autoayuda son 159 y están dentro de los de filosofía en general que es el 1), pero no tienen nada que ver los dos temas.
    Respecto a lo que dices sobre los libros de autoayuda, es verdad que nadie ni nada puede pensar por nosotros, pero estoy convencida de que algunos libros pueden darte ciertas fórmulas mentales, pueden ofrecerte otras formas de ver las cosas, los problemas, pueden quizás aayudar a abrirte la mente respecto a ciertos patrones mentales que tenemos arraigados y que te impiden evolucionar.
    En la biblio, la gente me cuenta su experiencia con esta clase de libros y muchas de ellas son muy positivas. No sé..., es un tema complicado.
    Besos

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    1. Justamente es eso lo que quería decir. En primer lugar, que no son lo mismo. También yo sé lo de la CDU y he tenido que hacerlo. Pero, igual que hay grados y calidades en filosofía, también los hay en este género. De modo que nada que reprochar a aquellos que los escriben desde el conocimiento y la buena fe, y menos aún a los que los compran, los usan bien y los aprovechan mejor. Lo que sí quería dejar claro es que no es lo mismo.

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