martes, 11 de junio de 2019

ALERGIAS (A ALGUNOS)


Algo misantrópico sí que soy.

No full time, no con todo el mundo, pero sí con algunos. Ésos que llaman personas tóxicas. Me desagradan sobremanera, me repelen. Con la de gente maravillosa que hay en el mundo: cultos, chispeantes, proactivos…

Y luego están los prepotentes, los vanidosos, los imbéciles (voluntarios), los orgullosos de su ignorancia, los violentos…

Siento por todos ellos una alergia irrecuperable. Pero muy especialmente por los que poseen (y alardean de ello) soberbia moral. Son los propietarios de la verdad, los que están siempre varios pisos por encima del común de los mortales, los que juzgan pero nunca pueden ser juzgados, los que no escuchan ni contemplan más opción que la suya (la única, la mejor).

No les voy a dedicar más tiempo. Me voy a pasear. Por el Ser.


Prodecencia de la imagen:

4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con todo lo que dices. Esas personas llamadas "tóxicas", como dice su palabra solo pueden traerte maldades y malestar, cuanto más lejos mejor.

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    1. Pero lejos del tó (que diría José Mota). Y mejor empleamos nuestro tiempo con personas saludables, divertidas, inteligentes... Lo otro es masoquismo. O afán redentor. No sé qué es peor...

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  2. También estoy de acuerdo, la toxicidad, en todas sus variantes, no vale la pena. Y dedicar tiempo a ello tampoco.

    Estos cuatro días de vida tenemos que utilizarlos, movernos, hacer cosas. Si uno se queda contemplando lo negativo está muerto...así que hoy que tenemos por delante un bonito sábado voy a ver qué hago...

    ¡Un abrazo!

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    1. Huir, huir, huir...

      Los tóxicos lo son hasta en las rupturas, las discusiones, ¡qué digo!, en el simple intercambio de frases. Así que huir, huir, huir...

      Que, como dices, son cuatro días.

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