miércoles, 7 de octubre de 2020

POE

Leo que hoy hace 171 desde que murió Edgar Allan Poe. No está claro de qué murió, aunque sí que lo hizo a la tempranísima edad de 40 años, bastantes menos de los que suma este que suscribe. Se habló del alcohol, de otras drogas, de un infarto, incluso de un suicidio. Demasiado pronto, siempre demasiado pronto, menos de la mitad de años de lo que hoy constituye la esperanza de vida.

No conozco bien su obra y esto no es un panegírico. Desde luego, no conozco su -dicen- excelente poesía. Sí los Cuentos, que leí muy joven en la excelente traducción de Julio Cortázar y que publicó Alianza editorial.

Debo a un excelente profesor Joaquín Cruz el descubrimiento de Poe a mis tiernos 13-14 años, cuando aún no sabía nada del mundo y menos aún de literatura. Leímos en clase de Lengua “La caja oblonga” y el ejercicio fue escribir el final que debía ser concluyente a partir de las páginas leídas en clase. Excelente tarea que he repetido a veces para introducir las clases de lógica.

Luego leí los demás. Hace tiempo que no vuelvo. Pero un clásico lo es, entre otras cosas, por la huella que ha dejado. Y sé que volverá a fascinarme.

Voy a la estantería y veo que el tomo 2 de los Cuentos tiene fecha de 1986 y el tomo 1 de diez años después. Ahora recuerdo, lo presté a un alumno de un colegio privado en el que trabajé; me fui y no se lo reclamé: por eso lo compré de nuevo diez años después. Los repaso: recuerdo haber leído todos ellos y la sensación que me dejaron. También tengo el volumen 16 de la colección “Club del Misterio”, de la editorial Bruguera, con “Los crímenes de la Rue Morgue” y otros relatos. Por último, una novia de mi lejana juventud me regaló Narración de Arthur Gordon Pym, que recomiendo, pura aventura. En la última página, con un desvaído color azul, permanecen unas palabras que me escribió. Me quedé con el libro, claro.

Decía Savater que al lado de cada una de las líneas de Poe debería reseñarse si estaba bebiendo un vaso de vino al que debemos su inspiración. Yo, al contrario, pienso que tal vez -solo tal vez- fue el vino el que nos privó de un escritor que tenía una vida por delante. Es que soy un lector egoísta.



Procedencia de la imagen: 

https://www.todocoleccion.net/libros-segunda-mano-terror-misterio-policiaco/cuentos-1-cuentos-2-edgar-allan-poe-alianza-editorial-libro-bolsillo-277-278-1983~x101636431


6 comentarios:

  1. ¡Hola! Yo también lo descubrí de jovencita, probablemente por un buen profesor o profesora, no lo recuerdo bien. A veces siento tentaciones de volver a algunos clásicos, pero me vence la pereza y las ansias de conocer nuevos autores y obras. No sabía que falleció tan joven, una pena...
    Besos

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    1. Poe es Poe. Un clásico y mucho más que eso. Yo también pico demasiado en las novedades y lo que son novedades para mí aunque tengan muchos años: autores que desconozco o libros de los que no he oído hablar. Pero Poe es un valor seguro. 40 años...

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  2. Yo también recuerdo haberlo leído a Poe por primera vez en el instituto, creo que en primero de BUP, en el año 93, en un libro que todavía conservo titulado “Antología del cuento literario” de la editorial Alhambra. El relato en cuestión era “El corazón delator”, y recuerdo el impacto que me provocó el relato. Pensé, guauuu, esto es lo que yo quiero leer. Y claro, seguí leyendo a Poe, y a los otros muchos autores que llevaba esa antología, desde Cortázar o García Márquez hasta Wilde o Bradbury. Recuerdo otro cuento maravilloso de ese libro de Giovanni Guareschi titulado “Tercera historia”.
    No sabía que había muerto tan joven, ni que su mala vida detrás de su muerte. No sé hasta qué punto el vino puede servir de inspiración, pero no me creo que relatos tan perfectos los pudiera escribir estando ebrio.
    Gracias por recordarnos a este genio.
    Un abrazo.

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    1. Recomendar a Poe no tiene ningún riesgo, es un valor seguro. Veo que casi todos tenemos a alguien detrás, aunque solo sea un conocedor, un sabio que nos guió. Seguro que muchos no hicieron caso, otros sí. Yo agradezco a aquel profesor el conocimiento de tantas páginas. Un abrazo.

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  3. Es curioso, Atticus, que mi acercamiento a Poe también fuera durante las clases como alumno. Recuerdo un breve cuento llamado "El Corazón Delator", lo leímos durante la clase y me atrapó, me hizo sentir, cosa que no me había pasado antes en este tipo de lecturas. Poe conseguía introducir al lector en un mundo nuevo desde el comienzo.
    También recuerdo un poema: "El Cuervo", cargado de amargura...
    Gracias por traernos a Poe esta semana, un abrazo.

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    1. Todos hemos aprendido algo de alguien. A veces, por nosotros mismos, pero qué maravilla tener esos profesores que nos abren mundos. Quién fuera uno de ellos... Siento no haber leído el poema, mis compañeras de inglés me dicen maravillas, pero soy en eso un ignorante. Un placer.

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