Ya he comentado alguna vez que la sociedad se mantiene en
funcionamiento porque hay un alto porcentaje de la ciudadanía que cumple las
normas. Eso justamente es ser ciudadano: tener derechos y, a cambio, cumplir
unos deberes elementales. ¿Cuántos son estos, qué porcentaje? No sabría
decirlo, imposible saberlo. Quiero creer que la mayoría. No sé si hoy soy
especialmente optimista -no creo- pero me parece que la gente es
mayoritariamente buena y bienintencionada. Lo malo es el otro grupo, que,
aunque minoritario, hace mucho ruido y causa mucho daño.
No estoy hablando de grandes delincuentes, que también, desde luego, sino de gente corriente que todos conocemos. Esos que abominan de la corrupción de los políticos, esos que despotrican en Twitter contra todo defecto o defectillo de la sociedad pero que luego no cumplen ni una sola norma. No digamos de tráfico, fiscal o laboral. No, es una actitud de persona que cree que todo le es debido, una especie de niño grande que dice que el profesor le tiene manía
Insisto, creo que no son la mayoría. Pero sí me parece que son muchos y que es una actitud que se extiende como una mancha de aceite, sin forma definida pero dañando todo lo que toca.
No hemos salido mejores. Me parece que los miserables lo son
más aún y la buena gente sigue estando ahí, en silencio, discretamente,
haciendo más fácil la vida a los demás.
Procedencia de la imagen:
http://www.manoloalcazar.com/bien-y-mal/
Apoyo totalmente tu disertación sobre la bondad/maldad. También pienso que son minorías los que no cumplen porque para ellos no son las normas cívicas ni sociales, los que pasan de todo, los que van complicándoles la vida a los demás. Y lo que tú dices, menos mal que gente buena siempre hay y habrá, aunque cada vez resulta más sorprendente encontrarse con gente así
ResponderEliminarUn beso, Atticus!!
Siempre son minoría, menos mal. Para ellos no existe la polis salvo como salvavidas o espacio de fechorías. La bondad machadiana me gusta cada día más. Besos.
EliminarEs una idea bonita pensar que esto funciona por una mayoría silenciosa que obra bien, y también estoy de acuerdo con que la pandemia ha mantenido las proporciones de bondad y maldad en la gente, además, se ha dejado ver que somos cortoplacistas.
ResponderEliminarEn un mundo dominado por la Razón (en mayúscula), hubiéramos sabido actuar mejor ante esta crisis, pero domina la velocidad, la satisfacción personal y otras ideas que nada tienen que ver con el colectivo.
En fin, yo apuesto por los buenos, no se si consigo parecerme, pero si tengo que elegir, tengo claro dónde me gustaría estar.
Un abrazo, Atticus.
A falta de una estadística fiable, creo que es más que una idea, es una realidad. Pero a esa gente no se la ve, no molesta, no hace ruido. Seguirán siendo buenos.
EliminarYo soy un ingenuo, pero creo que la Razón no tiene alternativa... razonable, de modo que debemos cuidar de ella y ponerla en práctica cuanto podamos.
Un abrazo.