Estos días asistimos sobresaltados a la toma del poder por los barbudos fundamentalistas en un país que parece abandonado por todos los dioses posibles. Y eso es pasto de estos salvadores.
He recordado algunas películas que abordan estas cuestiones. Ahí van los carteles. Una de ellas es Mauritana y está dirigida por Abderrahmane Sissako. Otra es de Arabia Saudí y la dirigió Haifaa Al-Mansour. La tercera es iraní y la dirigió Jafar Panahi. Por último, la israelí, dirigida por Maysaloun Hammoud.
Creo que deben verse, cada una en su estilo son sensacionales miradas a las consecuencias del pensamiento único y los peligros de las teocracias, muy especialmente -aunque no solo- para las mujeres.