lunes, 8 de diciembre de 2025

CIVISMO


No conduzco demasiado, la verdad, así que esto únicamente tiene valor de anécdota. O no.

Iba a un gimnasio hasta hace poco y requería coche. Unas doce señales de STOP entre mi casa y el lugar. Apenas las respetaban dos o tres coches; en una ocasión vi a la policía (sin sirena) saltárselo y, claro, los coches que venían detrás hicieron lo mismo.

De las rotondas ni hablamos. Los intermitentes son decorativos, salir por el interior la costumbre y agobiar al que va a velocidad adecuada lo más común.

Ayer, al desaparcar, ya de noche, vi por la calle un patinete eléctrico. Menos mal, porque ni luces ni casco ni chaleco reflectante: dos jóvenes vestidos de oscuro montados en él, circulando por dirección prohibida. Frené en seco, me miraron mal. Pocos metros después, otro patinete, conducido por un preadolescente con un niño de no más de cinco años. Por la acera.

No menos malo fue el señor más o menos de mi edad que se puso a cruzar con el semáforo de peatones en rojo, lo que me obligó a un frenazo de los que hacen época. No me pude resistir: pité. Siguió cruzando indiferente.

Casi es anecdótico el automóvil que se paró en un puente de dos carriles. Porque sí. Generó atasco hasta que, al rato, decidió salir.

Menos mal que llegué a casa. Ah, los contenedores. Parece que los agujeros para las diferentes basuras son demasiado pequeños, de modo que mejor desparramamos las bolsas por fuera, rompemos unas cuantas y dejamos la porquería esparcida y, ya de paso, un sofá despanzurrado y la ropa que no queremos (hay un contenedor específico a cien metros).

Antes de llegar al portal debo detenerme porque un tipo ha decidido aparcar en la acera por la que voy, subir salvajemente a ella. Voy despacio, aposta, hago como que no le he visto. No se siente aludido. El coche sigue en la acera, rodeado de siete huecos.

Subo a mi piso. Pongo el telediario. Hablan de lo mal que está la política y pienso que es verdad: la polis está en peligro. La cives, eso que da lugar a la civilización, al civismo. O será la urbe, eso que deriva en urbanidad... Soy pesimista. Todos esos antropoides egoístas votan. Y hay muchos.


https://www.youtube.com/watch?v=gfHpWwWu-qY&list=RDgfHpWwWu-qY&start_radio=1



Procedencia de la imagen:

https://www.tusbuenasnoticias.com/noticias/educacion/2025/09/08/50171-civismo-como-ser-un-ciudadano-ejemplar-en-la-era-digital

4 comentarios:

  1. Hola! lógico que seas pesimista, no está el mundo en general para ser optimista, por desgracia, ayer comentaba con una amiga que no entiendo nada de como está el mundo hoy día.
    Lo de los patinetes circulando por las aceras, o por todas partes sin miramientos (generalmente sin casco), y por no decir de las bicis que últimamente inundan Madrid por las vías normales y enlentecen el tráfico muchísimo porque claro, ocupan el carril entero, es tremendo. Yo, siento ser tajante pero prohibiría bicis y patinetes por las calles de las ciudades y mira que yo soy de montar en bici pero nunca voy por donde hay coches (tengo campo al lado de mi casa). Lo de los contenedores..., pues la verdad que por aquí no veo mucho eso que comentas pero a veces están hasta arriba y tardan mucho en vaciarlos por lo que la gente deja los cartones y plásticos fuera en la acera. Y sí..., todo está mal, hay mucho incivismo y mala educación, una pena...
    Besos

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    1. La mala educación se enseñorea, la grosería y el egoísmo absolutamente estéril a medio y largo plazo.
      A mí me gusta ver bicis en las ciudades, pero no se me ocurre serlo, precisamente porque aprecio el bigote que no luzco, el personal está más que mal de la azotea, eso de convivir no lo conjuga bien.
      A lo de los patinetes habría que poner coto rápidamente. No sé... Tal vez con educativas sanciones, seguramente requisando el aparato cuando quienes lo conduzcan sean menores y reteniéndolo hasta que se abone la multa.
      Bueno, perdón por el post, era un desahogo. Normalmente escribo sobre filias, pero hoy tocaban
      fobias. Besos.

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  2. Hay muy poco civismo. Hace poco vandalizaron los árboles de Navidad, que están puestos en la plaza del Infantado, hechos por niños de diferentes colegios. Eso ya es tener mala leche, por no decir otra cosa peor. Lo de cumplir las normas parece que que es delito, cuando debería ser al contrario. Además, la gente está tensa y estresada, y enseguida entra en discusión. En fin, no eres pesimista.
    En el lugar donde trabajo ahora; mismo gremio que el anterior, pero concertado, es una pelea constante que cumplan las normas.
    Un beso.

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    1. Pues sí, demasiado estrés, demasiada tansión. En algunos casos perfectamente justificable, en otros lo que hay es un resentimiento que apunta a la dirección equivocada. El caso es que convivir es vivir-con y eso exige normas de respeto que todos deben asumir y, en caso contrario, las autoridades han de reprimir. Porque lo de dejarlo todo a la educación reglada no deja de ser una huida. Por cierto, si es para bien lo de nuevo curro, enhorabuena, aunque ya sabes que en todas partes cuecen habas... Besos.

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