Porque con su andar ligero y desenfadado ha logrado esquivar la piedra que alguien le ha puesto en el camino. Ahora solo está pensando hacia donde dirigir sus próximos pasos.
Porque te has levantado cansado de colocar cajas, cansado de pintar el pasillo, cansado de clasificar papeles,cansado de barrer, cansado de recoger embalajes...
Y al incorporarte, has visto que aún te quedaba mucha tarea, y antes de iniciar todo el trajín, has recordado unos tobilleros naranjas que te quitaron el sueño en su día y, con ellos, has despertado una nueva pasión que desarrollar:
Poco a poco os vais entonando. Bueno, CrisC algo menos (hasta que coja el hacha de escribir, digo la pluma).
Pero no: la chica no tenía andar ligero y desenfadado sino una cara de cabreo monumental hacia su madre (que, dicho sea de paso, me vio hacer la foto y se hizo la sueca). Estaban en la Place de Jean-Paul Satre et Simone de Beauvoir...
Los tobilleros me gustan; el color, no el concepto. Pero esa vocación aún la tengo que descubrir.
Pena de chica. ¿Le habrán mangado su megamochila interrailera recién compradita en el Decatlón de Alcorcón? ¿Porqué decidió ir con su madre de viaje y no con algún amigo/a? ¿Porqué observar la belleza de una Place es tan caro a veces? saludos todavía sin nick
Es curioso cómo la Place de Jean-Paul Sartre et Simone de Beauvoir podría ser cualquier otro lugar... Descontextualización de la imagen a través del propio argumento de la misma...
Ese suelo podría estar formando parte de otro espacio diferente, y esas zapatillas podrían ser las mías.
No está mal urdido lo de la mochilera alcorconiensis (una variante local del homo ludens). Lo de la madre es ese impulso último de la tribu, el calor del rebaño y el horror vacui. Porque hablamos de una plaza exitencialista, con la angustia de ser, el miedo a la libertad y el nihilismo aflorando en cada compra de postales, en cada fotografía tomada al azar...
Tienes razón, Clotho, en lo de la descontextualización: yo sé dónde la hice, pero la foto podía ser un universal partiendo sólo de un singular. Su argumento se cierra sobre sí, pero es también trascendente.
Esas zapatillas... ¿tuyas? Niña, te expones a una denuncia ante la guardia civil por un delito de estragos al patrimonio artísitico.
La verdad es que no sé que quieres decir con la foto. A mi me vienen a la mente los cientos de adolescentes que llevan este calzado, incluso en pleno invierno. ¿ Puede tratarse de un divagar adolescente a lo que quieres hacer referencia? Bueno, ya me lo explicarás. Besos
No, Rachel. No quiero decir, nada, sólo preguntar. Además de monumentos, suelo hacer fotos rápidas a lugares y escenas que me llaman la atención. Me dan qué pensar. En este caso eran las zapatillas, obviamente.
Pero no quiero decir, sino preguntar. Es un juego que propongo a mis blogueros: ¿por qué aquella muchacha de bonitas y perfectamente depiladas piernas sale a la calle con semejantes colorines en los pinreles? Imaginad. Sólo eso.
¿Siempre hay que querer decir algo? ¿Todo tiene significado?
No hay que decirlo todo. Si era una place o una plaza, si era París o Segovia, si la piedrecita (minúscula) ya estaba allí o si la pusiste tu. Es más, creo que esa señora no era su madre y lo que miraba era el zoom de tu cámara.
Yo ahora lo tengo más fácil,tras leer los comentarios,así que el mío no vale.Pero al ver la foto,inmediatamente pensé en una quinceañera mandándole un mensaje de texto al novio,toda concentrada ella...
Las zapas, es cierto, tienen pinta de costar una pasta. Pero luego te las encuentras en un autle tiradas de precio, porque hay que tener valor.
Debajo de esos adoquines estaba la playa. Esa playa sesentaiochista, ilusa y utópica. En frente tomaba café el Juan-Pablo y al otro lado de la calle el Alberto (me pone más). Pero esta chica está más pendiente de la armonía adidera y del fin de la tarde cultural para acudir a su coca-cola y a seguir miranto con resentimiento a su madre que -por su bien- la ha traído a que imagine la playa bajo los adoquines. "Mamá, la playa está ahora en el Sena, a lo mejor aún no se han llevado la arena y nos podemos tumbar un rato".
¿Pourquoi pas? ¿Porurquoi pas? Je ne sais rien, j'ose imaginer. La jeune veut... ¿quoi? ¿Lire aux philosophes existencialistes? ¿Rien lire? ¿Tuer sa mère?...
No es una piedra, sino una uva. No la puse yo. Pero vale la posibilidad de la Puerta del Sol el día 1 de enero, con los restos de los fastos en los adoquines. Vele imaginar. Quien dice que yo diga la verdad.
La joven es holandesa. Ha venido con su madre, que estudió filosofía e hizo el doctorado sobre Erasmo de Rotterdam, en busca de nuevas vías que liguen el ímpetu critiano por la dramática libertad con el existencialismo despojado de excusas. Han llegado a la geografía de Sartre y de Camus. Hay una iglesia. Todo concuerda. Su madre calla, piensa, la mira, imagina, la interroga con la mirada. Y, efectivamente, escribe a su novio rubísimo un SMS: "Mamá enloquecida. Ganas de verte. Llevo las zapas que me regalaste. Parisinos hablan raro. ¿Conoces a Sartre? Ve liando el peta, que voy".
Dime, dime, por qué (tachín-ta-chÍn-tachín-ta-chÍn) Dime, dime, sin temor (ta-chín-ta-chin-tachín-tachín). Dime, dime, por qué. Dime por qué motivo, dime por qué razón. (PERET)
Puedes escribir tu comentario. Agradezco la inteligencia, la educación y el sentido del humor. Por favor, no enlacéis páginas con contenido comercial, religioso o político. Tampoco las que claramente constituyen una estafa.
esteeeee..., po zí
ResponderEliminarPorque con su andar ligero y desenfadado ha logrado esquivar la piedra que alguien le ha puesto en el camino. Ahora solo está pensando hacia donde dirigir sus próximos pasos.
ResponderEliminarPorque te has levantado cansado de colocar cajas, cansado de pintar el pasillo, cansado de clasificar papeles,cansado de barrer, cansado de recoger embalajes...
ResponderEliminarY al incorporarte, has visto que aún te quedaba mucha tarea, y antes de iniciar todo el trajín, has recordado unos tobilleros naranjas que te quitaron el sueño en su día y, con ellos, has despertado una nueva pasión que desarrollar:
¡¡El diseño de calzado!! :-)
Un abrazooOOO!! MMUUAAA!!
Poco a poco os vais entonando. Bueno, CrisC algo menos (hasta que coja el hacha de escribir, digo la pluma).
ResponderEliminarPero no: la chica no tenía andar ligero y desenfadado sino una cara de cabreo monumental hacia su madre (que, dicho sea de paso, me vio hacer la foto y se hizo la sueca). Estaban en la Place de Jean-Paul Satre et Simone de Beauvoir...
Los tobilleros me gustan; el color, no el concepto. Pero esa vocación aún la tengo que descubrir.
Pena de chica. ¿Le habrán mangado su megamochila interrailera recién compradita en el Decatlón de Alcorcón? ¿Porqué decidió ir con su madre de viaje y no con algún amigo/a? ¿Porqué observar la belleza de una Place es tan caro a veces?
ResponderEliminarsaludos
todavía sin nick
Es curioso cómo la Place de Jean-Paul Sartre et Simone de Beauvoir podría ser cualquier otro lugar... Descontextualización de la imagen a través del propio argumento de la misma...
ResponderEliminarEse suelo podría estar formando parte de otro espacio diferente, y esas zapatillas podrían ser las mías.
¿Por qué no?
No está mal urdido lo de la mochilera alcorconiensis (una variante local del homo ludens). Lo de la madre es ese impulso último de la tribu, el calor del rebaño y el horror vacui. Porque hablamos de una plaza exitencialista, con la angustia de ser, el miedo a la libertad y el nihilismo aflorando en cada compra de postales, en cada fotografía tomada al azar...
ResponderEliminarTienes razón, Clotho, en lo de la descontextualización: yo sé dónde la hice, pero la foto podía ser un universal partiendo sólo de un singular. Su argumento se cierra sobre sí, pero es también trascendente.
Esas zapatillas... ¿tuyas? Niña, te expones a una denuncia ante la guardia civil por un delito de estragos al patrimonio artísitico.
La verdad es que no sé que quieres decir con la foto. A mi me vienen a la mente los cientos de adolescentes que llevan este calzado, incluso en pleno invierno. ¿ Puede tratarse de un divagar adolescente a lo que quieres hacer referencia? Bueno, ya me lo explicarás.
ResponderEliminarBesos
No, Rachel. No quiero decir, nada, sólo preguntar. Además de monumentos, suelo hacer fotos rápidas a lugares y escenas que me llaman la atención. Me dan qué pensar. En este caso eran las zapatillas, obviamente.
ResponderEliminarPero no quiero decir, sino preguntar. Es un juego que propongo a mis blogueros: ¿por qué aquella muchacha de bonitas y perfectamente depiladas piernas sale a la calle con semejantes colorines en los pinreles? Imaginad. Sólo eso.
¿Siempre hay que querer decir algo? ¿Todo tiene significado?
No hay que decirlo todo. Si era una place o una plaza, si era París o Segovia, si la piedrecita (minúscula) ya estaba allí o si la pusiste tu. Es más, creo que esa señora no era su madre y lo que miraba era el zoom de tu cámara.
ResponderEliminarYo ahora lo tengo más fácil,tras leer los comentarios,así que el mío no vale.Pero al ver la foto,inmediatamente pensé en una quinceañera mandándole un mensaje de texto al novio,toda concentrada ella...
ResponderEliminar¿Pourquoi Pas?
ResponderEliminar¿Por qué? Porque puede (esas zapatillas valen una pasta gansa, a lo menos, cien napos).
ResponderEliminarPorque la foto es buena.
Y porque debajo de esos adoquines no está la playa.
"No quiero decir, nada, solo preguntar"
ResponderEliminar(Atticus)
..."en una jaula
aprisionado por mis ojos".
(J.A. Valente)
"Con una lente
hago papel la luz
y no la carne.
La palabra no exite en el aroma,
el saber nace con sangre y saliva."
(Clothbbi)
Y todo esto, Clothbbi, por una coma puesta mal (debería decir: "no quiero decir nada, sólo preguntar".
ResponderEliminarMe rindo ante tus palabras. Sacas petróleo hasta de los errores. Gracias.
Las zapas, es cierto, tienen pinta de costar una pasta. Pero luego te las encuentras en un autle tiradas de precio, porque hay que tener valor.
ResponderEliminarDebajo de esos adoquines estaba la playa. Esa playa sesentaiochista, ilusa y utópica. En frente tomaba café el Juan-Pablo y al otro lado de la calle el Alberto (me pone más). Pero esta chica está más pendiente de la armonía adidera y del fin de la tarde cultural para acudir a su coca-cola y a seguir miranto con resentimiento a su madre que -por su bien- la ha traído a que imagine la playa bajo los adoquines. "Mamá, la playa está ahora en el Sena, a lo mejor aún no se han llevado la arena y nos podemos tumbar un rato".
Cómo decirle.
¿Pourquoi pas? ¿Porurquoi pas? Je ne sais rien, j'ose imaginer. La jeune veut... ¿quoi? ¿Lire aux philosophes existencialistes? ¿Rien lire? ¿Tuer sa mère?...
ResponderEliminarNo es una piedra, sino una uva. No la puse yo. Pero vale la posibilidad de la Puerta del Sol el día 1 de enero, con los restos de los fastos en los adoquines. Vele imaginar. Quien dice que yo diga la verdad.
ResponderEliminarLa joven es holandesa. Ha venido con su madre, que estudió filosofía e hizo el doctorado sobre Erasmo de Rotterdam, en busca de nuevas vías que liguen el ímpetu critiano por la dramática libertad con el existencialismo despojado de excusas. Han llegado a la geografía de Sartre y de Camus. Hay una iglesia. Todo concuerda. Su madre calla, piensa, la mira, imagina, la interroga con la mirada. Y, efectivamente, escribe a su novio rubísimo un SMS: "Mamá enloquecida. Ganas de verte. Llevo las zapas que me regalaste. Parisinos hablan raro. ¿Conoces a Sartre? Ve liando el peta, que voy".
Dime, dime, por qué (tachín-ta-chÍn-tachín-ta-chÍn)
ResponderEliminarDime, dime, sin temor (ta-chín-ta-chin-tachín-tachín).
Dime, dime, por qué.
Dime por qué motivo, dime por qué razón.
(PERET)
Gran autor ese Peret. Pero eso, dime.
ResponderEliminarOye, pregunta de enjundia: ¿que diferencia hay entre "ta-chín" y "tachín"?