martes, 28 de diciembre de 2010
FINAL DE AÑO
martes, 21 de diciembre de 2010
FATIGA ZEN CON POSDATA
domingo, 12 de diciembre de 2010
AROMAS (Y OLORES)
viernes, 3 de diciembre de 2010
CINE INDEPENDIENTE
Queda muy bien eso de ver cine de autor en el cine-club, las pelis en versión original subtitulada, lo indie. Pero, a riesgo de que se me abalancen las hordas de puretas, voy a decir lo que pienso de verdad: estoy hasta los mismísimos de que me tomen la cabellera, de que se confunda independiente con malo y de que a cualquier experimento se le llame película.
Ancho me he quedado.
El año pasado vi La teta asustada. Dicen que era una buena película peruana; llegó a estar nominada a los Oscar, pero yo sólo vi una historia plana de desgracias contada por una actriz tan expresiva como una pared de ladrillo caravista. Eso sí, estaba financiada por la Generalitat catalana, será porque hablaban a veces en quechua, que es una lengua tan humillada y minoritzada como el catalán. Algunos, a la salida, ponían la típica cara de progre solidario que se topa con un producto genuino de la problemática indígena, fruto del capitalismo imperialista, bla, bla, bla. También vi Gerry, una ¿historia? en la que dos tipos se pierden en el desierto y se llaman gerry (algo así como capullo o gilipollas, según creo) el uno al otro mientras caminan y la cámara les acompaña en sus devaneos de metafísica ramplona y peripatética. Eso: patético y peripatético. Este año, una sobre (supuestamente) Bob Dylan, I`m not here, que soporté estoicamente durante una hora. Después me dijeron que era una película poliédrica. Es decir, a cachos, incomprensible, sin estructura, como sin montar o deconstruida. En otra, Canino, una tipa se destroza los dientes, otro liquida a un gato a machetazos y el chico se beneficia a la segurata mientras a ésta lo único que le gusta es que la hermanas del individuo le laman salva sea la parte. Apasionante como se ve. También vi una japonesa en la que, durante la primera media hora, la familia se cuenta banalidades mientras come.
Sí, ya sé, tengo una vena masoquista. Es posible. Lo cierto es que muy de vez en cuando aparece la joya. Y por eso voy. De esas pelis maravillosas hablaré otro día. Lo que quería decir hoy es que conviene restaurar el valor de los adjetivos, dejar de impostar la voz y comenzar a hablar verazmente: hay películas que son basura (basura independiente, eso sí). De paso, también hay que comenzar a decir que Woody Allen se dedica últimamente a filmar simplezas y poner la mano; y debemos dejar de mirar con admiración lo que no es admirable.
Casablanca fue un encargo, su director un artesano y la película pertenece a un gran estudio. Seguro que alguno de esos individuos tan cultos anteriormente citados no iría a verla bajo ningún concepto, pero se apuntaría rápidamente a la última sandez del finlandés de turno que rueda con actores coreanos y paquistaníes sobre el concepto de zen absoluto e incontaminado en la selva amazónica. Por supuesto, en versión original en esloveno con subtítulos en georgiano.