Dice la ortografía en vigor que es menester acentuar las mayúsculas, lo que no han hecho en la Colegiata del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, con lo que no estamos seguros de si no debemos trepar al PÚLPITO y, cual verborreicos párrocos, tronar en pos de la virtud y la vida eterna o, por el contrario, está prohibido encaramarse al cefalópodo de turno con el cuchillo, el aceite y el pimentón. Claro que si el pulpo es pequeño, entonces ¿para qué subirse al PULPITO?
Padezco de hipersensibilidad a los errores ortográficos pero tambiên reconozco que me fascina pillar el periódico cada mañana e ir a la caza de esos errores por algunas de sus páginas.No sé desde cuándo lo hago,pero me flipa. Ya ves,Atticus.
ResponderEliminarMal te beo si te dedikas a piyar herrores. Más te valdría emplear tu tiempo en cosas más útiles, por ejemplo: hacer pulpo a feira. Hace tiempo leí un artículo en las páginas de empleo de "El País" (es que aún creía que era posible encontrar trabajo por esos medios). En uno de ellos ponía más o menos esto: "Ayuntamiento precisa cubrir profesor de educación física". Juro que estaba en las páginas de color salmón y no en los anuncios de contactos.
ResponderEliminarJejeje...muy bueno.
ResponderEliminarYo me apunto a las dos cosas, ¿se puede?. Me apetece subirme al púlpito y lanzar una perorata.Y también ponerme un pulpo en la chepa, a ver si me da suerte o me predice el futuro, que últimamente lo veo todo negro...
Lo de subirse al púlpito yo no lo había pensado, pero ¿te imaginas subir ante un lleno total de fieles y explicar que Dios no existe? Qué puntazo. Y lo otro era subirse al pulpito, no que el pulpito se suba en ti. Ya veo que aún tienes la fijación del pulpo Paul.
ResponderEliminarCoeliquore pensé que apuntarse a las dos cosas era subir al púlpito y cubrir al profesor de educación física...jaja
ResponderEliminar"Cubrir" un profesor de educación física en un púlpito... Esto empieza a parecer el desparrame navideño. Hacedme el favor, niñas, que estamos en un blog decente... O no.l
ResponderEliminarJejeje...me ha gustado la sugerencia de GreenEyes. Y además tiene pinta de ser una fantasía sexual en toda regla...mmm
ResponderEliminarPd: no sé porqué ahora Blogspot no me deja entrar como Elena P.G. En fin.
para mí que el pulpito a falta de crustáceos se comió la tilde
ResponderEliminarde esto yo no peno, claro lo tengo, y es otra duda, menuda, la que me corroe el seso, y digo, por eso, lo que diré y ya digo
óyeme bien esto, amigo, mira, por dios, que necesito razón y abrigo, pues eso de las “muchas gracias”, favor, ¿eso cuántas gracias son?
Ya decía yo que en cuanto aparecieran los tientaculos del pulpito la íbamos a líar. No te preocupes, Coelena, que todos tenemos múltiples personalidades, el pulpo ni te cuento, así que entra como te parezca y te dejen.
ResponderEliminarLo de CrisC tiene más enjundia. Verás: las gracias son un incontable, es decir, que muchas son unas cuantas, no demasiadas, pero tampoco un par de ellas, no sé si me explico. Otra opción es decir: dos gracias, o tres gracias, o 18.942 gracias, y así el personal se va haciendo a la idea de lo agrecidos que somos. Como la propina, que no es lo mismo un céntimo que diez euros.
En Alemania dicen "danke" (gracias), como todo el mundo sabe. Muchas gracias es "danke schön". Y muchísimas gracias "Viele danke" (espero no haber cometido errores). Lo curioso es que, mientras que en España sólo decimos "de nada", ellos responden: "Bitte", "Bitte schön" o "Viele bitte". Así que ve y pregúntales qué es eso de muchísimas de nadas. O sea, ¿cuánto?: ¿cuarta y media?, ¿tres litros?, ¿783 metros?
Lo del profe de Educación Física me ha molado bastante. Que bueno!!!! POr cierto, antes de leer los comentarios ya me daban los ojos vueltas porque he pensado en el pobre pulpo Paul que vaticinó que ganaríamos el mundial. Pobre pulpo jajjaja. Lo mio no es hablar en público, aunque mi trabajo consiste en eso; asi que, yo no me subiría al púlpito, pero sí me comería el pulpo. Saludos.
ResponderEliminarSí, Rachel, ya se ve que los cachas de educación física os tiran bastante (va sin segundas). Habíamos quedado que la belleza interior, ¿no?
ResponderEliminarLo del pulpo Paul... ya nos lo zampamos en un salpicón aquí el amigo Inieste and myself.
Y súbete al pulpito, mujer. O sea, al púlpito.
Me pasa como a tí, Rachel, que lo mío no es hablar en público aunque mi trabajo consista en eso:en el curro controlo, porque sé de qué va. En cambio, en otros contextos, me pongo roja, se me acelera el cuore y hasta pierdo la pinza...Pero lo de subirse al púlpito tiene su punto...jajaja
ResponderEliminar¿Qué haremos ahora, si tú e Inieste os habéis comido a Paul en salpicón? Mira que esta noche es clave...
Ineste... quise decir Iniesta. Que, por cierto, no es un jugador del Barça, sino patrimonio estético de la humanidad (y, por la coló, de los vampiros).
ResponderEliminarTe veo muy encoeliquorizada con el decimotercer partido del siglo de la mitad de la temporada. Ya sabes que los atléticos, en un partido como este,... vamos con el árbitro.
Al ver las fotos he recordado los aseos de un restaurante en el que estuve hace poco. Había dos baños. Visto lo visto en los comentarios... ¿Pulpo = mujeres? Jajaja... ¡Yo también me apunto a lo de Green Eyes! Jajaja (:
ResponderEliminar¿Podías ser más explícita? Es que a veces os va lo laberíntico y ya sabes que somos más simples que el mecanismo de un botijo.
ResponderEliminarY me parece que aquí la Greeny es de las de belleza interior. Sí, como las otras. Ya se os ve la cosa intelectual de los tentátulos...
Uy!! No ha salió una parte del comentario! En esos aseos, había una puerta con sardinas y otra con un pulpo. De ahí el resto del comentario, jajaja. ¡Sorry!
ResponderEliminarPues no sé qué decirte. ¿Somos el pulpo? La verdad es que algunas veces llega uno al wáter de turno y no sabe muy bien qué puerta debe abrir. Ingenio, vale, pero que a veces es una urgencia y no está el depósito como para dedicarse diez minutos a pensar.
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