miércoles, 21 de marzo de 2012

LOS NUESTROS

Hace un tiempo escribí un post titulado “Prietas las filas”. Zapatero acababa de bajar el sueldo a funcionarios. Tras las protestas, los suyos, todos a una, tras el líder, en actitud de apoyo y arropamiento.

Han pasado casi dos años. Ahora gobiernan los populares. Y veo con tristeza y sin extrañeza que ocurre lo mismo. Van a las elecciones con sus banderas y su discurso redentor, prometen no subir impuestos, no tocar educación ni sanidad… y a la semana han subido impuestos y se dedican a recortar sueldos y personal de educación y sanidad (entre otras insensateces). Esto, repito, no me extraña nada, estamos acostumbrados a estas burdas mentiras, un universal de la clase política. Lo que me molesta no es que los no-populares protesten y les llamen mentirosos. No, lo que me molesta más es que ni una sola voz se alce desde las propias filas; como me molestaba exactamente lo mismo, cuando eran los socialistas quienes lo hacían.

Cuando alguien dice que va a hacer algo y sus actos van justo en dirección contraria, es de justicia que explique por qué lo hace, si es que puede, y que no se refugie en la herencia del pasado ni en la inevitabilidad de las decisiones. En caso contrario, mejor es que renuncie y se dedique a trabajar honradamente con sus manos en lugar de autoproclamarse mesías de todos los déficits. Mucho menos tolerable aún es esa actitud farisea del que se mesa los cabellos fingiendo un dolor que no siente por unas medidas que no tiene más remedio que tomar, pese al dolor que le causa (muy contritos se les ve), porque él/ella sufre más que ninguno por la necesidad de imponer esos sudores que evitarán las lágrimas de mañana (la frase es de Cospedal, naturalmente).

Y lo peor: nadie en sus propias filas pide explicaciones por la farsa. Nadie. ¿De verdad que ni uno solo de los miembros y simpatizantes del PP es capaz de protestar por esos indisimulados sofismas? ¿O es que son un partido de fe, que va a creer en las bondades del líder, haga lo que haga, pase lo que pase? Y a seguir sus pasos y a besar por donde pisa, sea un estercolero o una oficina de empleo a reventar de solicitantes.

Es cierto que fueron a las elecciones con un eslogan que ya apuntaba maneras: “Ten confianza”; pedían fe, sin complejos. Pero esto convierte a los eventuales votantes en seguidores de un mesías, nada que ver con el estatuto de ciudadanos que ingenuamente creíamos ser. Acaso sea lo mejor que vamos a sacar de estos ásperos tiempos: la consciencia dolorosa de lo que somos, al fin encima de la mesa todo lo que hay que saber, las cartas boca arriba: hagamos lo que hagamos, nuestro voto es una débil legitimación para que los sucesivos gobiernos hagan lo que quieran, sin rendir cuentas más que a una lejanísimas urnas en las que un pueblo descafeinado vota con las vísceras y el olvido. Vamos, una mierda superlativa que se autodenomina pomposamente democracia.

Por decirlo a la manera castiza: la educación, la sanidad, el paro, el estado de derecho… todo eso se la suda.

Ahora gobiernan los nuestros. Después les tocará a los otros. O viceversa. Finalmente, es una cuestión de filtros ideológicos, la razón es finalmente expulsada de la vida pública, salvo con el calificativo de instrumental.

Así nos va. Menos mal que está la herencia recibida, menos mal que llega la “Educación Cívica y Constitucional”…

9 comentarios:

  1. Fe ciega, devoción absoluta, obediencia máxima: callados, sumisos, esclavos...

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  2. Es lo que quieren: un país de siervos, y encima callados y contentos. Encima de geisha el futón, que diría alguien de la cultura. Pues no, ya que me van a chulear, al menos que paguen lo que merezco.

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    1. Y yo diciéndoles a mis alumnos que la sociedad feudal de "privilegiaos" y "pringaos" ya era cosa del pasado. ¿Cómo voy a hacer ahora que mis palabras vuelvan a tener credibilidad?

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    2. Qué ingenua eres: credibilidad, las palabras de una profesora. Este gobierno va a conseguir por fin la igualdad: al final de la legislatura todos vamos a pertenecer por igual a la categoría de "pringaos". Casi todos, quiero decir.

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  3. ::: Prietas las filas…, es verdad.

    Planteas una cuestión antropológica, Atticus, y no tanto política. Bien lo sabes. Tras las unanimidades de unos y otros hay un profundo anclaje en la naturaleza humana. En la hondura del sapiens anida el “gen maniqueo”: la gente busca el refugio gregario porque en su paleocerebro anida la memoria de que fuera de él lo espera la muerte.

    De la derechona bruta no espero inteligencia, honestidad ni decencia. No me subleva que sean cacicazos, corruptos, meapilas y mangantes. Ya sé que lo son y está en su adn. Lo que me resulta insoportable es el bajío intelectual de la izquierdina, su insolvencia analítica, su franciscanismo ético-político.

    No me molesta la burricie del votante de la derechona, me molesta el votante de izquierda de buena conciencia que no responde al espíritu crítico ilustrado que la alimentó en sus momentos fundacionales.

    Tienes razón: a la derechona se la suda todo lo bueno, pero es la izquierdina la que ha arruinado con la estulticia de su buenismo el panorama de la educación en los tres últimos lustros.

    No se alternan el PSOE y el PP, gobierna el PPSOE. Siempre.

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    1. Pues sí, para qué llamarlo de otro modo. Es una cuestión antropológica, eso es precisamente lo que me molesta. Si al final todo se reduce a sociobiología, entonces para qué todo esto. Creo que es incluso aún peor: es sociobiología con aderezo mesiánico.

      Me molesta, me molesta este asunto. Me molesta, como dices, la incapacidad de la izquierda (incluyo a otros partidos, incluyo a sindicatos), para pensar qué están haciendo mal, qué hay que cambiar, cómo hay que articular nuevos discursos. Qué hay que destruir, sin miedo a las palabras. Me molesta que el PP verifique una vez tras otra sus tópicos (clerical en religión, ultraliberal en economía, autoritario en los modos de gobernar), alternativamente o en bloque compacto. No soy de los que creen que la derecha no tiene derecho a gobernar, muy al contrario: debe hacerlo, y debe demostrar que es imaginativa, moderna y liberal en materia de religión. Pero no hay manera, y eso que con Zapatero missing parece que no hay fantasmas que agitar. Pero si no los hay, se inventan.

      Esa derecha, para no ser sospechosa más allá de sus fieles (que la votarán haga lo que haga) debería hacer suyos esos logros: educación, sanidad, dependencia, etc. Hizo una cosa excelente que, en mi opinión, no explicó ni explotó electoralmente: la abolición de esa forma moderna de esclavitud que es el servicio militar obligatorio. Lo hizo el PP, hoy nos parece que la mili es algo que pertenece a tiempos absolutamente pretéritos.

      De modo que quiero dedicarme a otra cosa: a ver crecer el trigo a contemplar la musculatura de los labios cuando sonríen, a contar estrellas. A coleccionar belleza, a dejar pasar el tiempo bajo el sol de la tarde y entre las páginas del último libro de Kawakami.

      Tanta suciedad no cabe en un ciudadano. Necesito una limpieza mental, resetear el cerebro.

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  4. ¿Qué le pasará al personal que no comenta? ¿andará meditativo?, ¿escribiendo?
    ¿posicionándose ante la huelga ?, ¿jartitos de tó?
    Espero, no obstante, que lo que ocurra sea que están disfrutando de la belleza. Y de la vida.

    pd: yo, en cambio, no hago otra cosa que comentar...

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  5. Es que me estoy poniendo muy sesudo. No como CrisC, vecino de esto, que se dedica a hablar de amor y de Lope. Prometo aligerar. O será el cambio de hora.

    Yo he disfrutado de la belleza del ballet esta tarde. De la vida también.

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  6. Interesante enlace que me acaban de enviar:

    http://www.youtube.com/watch?v=j3wI-9hJ-Zo&feature=youtu.be

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