domingo, 22 de junio de 2014

NO VOLVERÉ A SER JOVEN





10 comentarios:

  1. Un post que transmite tristeza, por partida triple...
    Pero, pensándolo bien, ¿y qué?. Hemos sido jóvenes y podemos contarlo. Y por dentro, yo al menos, me siento más joven cada día. Cierto que hay arrugas, canas, el cuerpo cambia y que la muerte nos espera a la vuelta de la esquina (espero que la vuelta sea larga y la esquina interminable); sin embargo creo que cuando todo acabe sentiré que habrá valido la pena realizar este viaje.

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  2. ¡Menuda depre! ¡Menos mal que detrás venía el optimista post de coeliquore para subir el ánimo!

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  3. Yo creo que ésa es la lectura. Al menos la lectura que hago yo: alcanzar etapas, sumar año, tatuarse experiencias, vida... y pensar que merece la pena. No sólo que ha merecido la pena, sino que la vida se merece a sí misma. Es pura inocencia, un azar maravilloso y fatal. Yo no quiero hacer la lectura pesimista.

    Me encanta, por cierto, como recita Bumbury.

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  4. La vida simplemente nos brinda momentos y situaciones que nos permiten dejar o no una huella, una experiencia, ya sea para nosotros mismos o para los demás, como dice Atticus "alcanzar etapas, sumar años..." pero sin dejar atrás el espíritu joven que llevamos cada uno para alcanzar metas y cumplir sueños. Por decirlo como lo llamamos acá "vieja la cédula", porque mientras nos sintamos jóvenes y con ganas de luchar la vida siempre tendrá un matiz diferente.

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    1. Muchas gracias, en primer lugar, por detenerte a comentar. Veo que leemos lo mismo. No obstante, tal vez no sea lo que Gil de Biedma quiere decir, sino lo que queremos escuchar. La poesía no es matemática: su ser es su expresión. A veces no cumplimos sueños, pero a menudo basta con tenerlos.

      Por cierto, ¿podrías explicar qué es eso de "vieja la cédula"? Temo que a este lado del Atlántico no lo entendemos muy bien. Yo al menos.

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    2. "Vieja la cédula" quiere decir que no importan los años que está diga que tenemos, si no como nos sintamos. ;)

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  5. "No volveré a ser joven"..., quizás afortunadamente. O sin quizás.

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  6. Los pelos de punta. Muchas gracias por este pedazo de arte. Yo siempre he pensado que necesitamos dos vidas: una para calibrar todas sus dimensiones y otra para vivirla correctamente. El riesgo -y la gracia- de tener sólo una es que hay que tener muy buena puntería.

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    1. Nada que agradecer. Al poeta y a los rapsodas. A mí me pasó algo parecido la primera vez que lo leí.

      ¿Sólo dos?

      Temo que no conseguimos afinar mucho esa puntería. Debe ser que nuestra inteligencia es como una escopeta de feria.

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