Domingo de otoño. Invasión de luz. Suena una música que cada
uno escucha diferente (solo parecemos silenciosos). En algún lugar, Marthe y
Pierre, sobre todo ellos, vivieron cada día, se amaron con altibajos, hicieron
casi todo lo que hacen las parejas cada día. Marthe caminaba por la casa, se
daba un baño. La toilette. Pierre
mira, toma los pinceles, busca ángulos.
http://www.fundacionmapfre.org/fundacion/es_es/cultura-historia/exposiciones/exposiciones-en-madrid/
Al principio dije, vaya, Borges y el autor del Quijote; horas después recordé que no, ése era Pierre Menard; luego dije, ah, el de la suite ésa de Picasso, nuevo error, no era el tal Vollard. No doy una.
ResponderEliminarEn Google veo, oh casualidades, que tuvo alguna relación con Ambroise Vollard. No lo conocía, parece que fue un catalizador entre los impresionismos y las vanguardias posteriores. El post indicia algunos momentos de placidez y dicha.
Tampoco yo lo conocía. De hecho, el azar me llevo allí, tras una decepcionante exposición sobre Unamuno en la Biblioteca Nacional. Me maravilló: intensa, larga. Momentos de eso que dices.
EliminarPierre Bonnard... MARAVILLOSO... Estaba terminando de comentar el post posterior cuando al descender leo su nombre y segundos después la entrada completa. ¡No pude resistirme a escribir unas líneas! La época de Vanguardias me encanta.
ResponderEliminarYo (ignorante de mí) no lo conocía. Hay un cierto deslumbramiento en casos así.
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