No es un secreto mi afinidad con el escritor Antonio Muñoz Molina, tanto en narrativa como cuando escribe artículos de opinión.
Acabo de leer esta maravilla en el diario El País. De modo que, en lugar de escribir yo, que soy un plasta del conocimiento frente a las chorraditas de que todo es equivalente y respetable, ahí va el artículo:
Leed sus libros. Ninguno es menor.
Procedencia de la imagen:
Gracias desde Argentina! Como la llevais por allá? Leo tus tws y sugerecias: films,música etc .Soy Silvia
ResponderEliminarPor aquí lo llevamos mal. La cosa está fea, sigue aumentando el número de fallecidos. Llevamos once días confinados: deberían empezar a bajar al menos los contagiados. Mucha gente, casi todos hacen lo que se les dice, pero todos no. Y los hospitales, sobre todo en Madrid están en una situación dramática. Y las residencias de ancianos. Saldremos, desde luego, pero pagando un altísimo precio. Espero que al menos los que nos gobiernan y nos han gobernado (¿o debería decir desgobiernan o han desgobernado?) entiendan que hay que invertir más en sanidad pública. ¿Qué tal al otro lado del Atlántico?
EliminarGracias por lo que dices, pero no lo tomes muy en cuenta, no soy influencer ni nada por el estilo. Esto (y Twitter) es una vía de expresión, no tengo otra vocación.
No sé quién eres. ¿Te sigo en Twitter? ¿O es que ya has estado en este blog?
Interesante lo que plantea Antonio.
ResponderEliminarEs verdad que en esta sociedad moderna buscamos la inmediatez. Los adultos repetimos, en general, lo que criticamos en los jóvenes. Muchas veces, dando clase, veo cómo el alumno busca solucionar un problema de inmediato, leen el enunciado y, o lo hacen en el momento, o no entienden nada.
Yo les suelo contar que para mí era habitual (y sigue siéndolo) no saber hacer todos los problemas, pero también era bonito ver cómo al día siguiente, en el momento menos esperado, daba con una posible solución, a lo mejor en un cine, o dando un paseo. Eso se ha perdido.
Ayer vi un vídeo de youtube analizando la actuación de los periodistas y políticos a lo largo de estos días. Quedé muy sorprendido al ver cómo los políticos iban actuando sin ningún tipo de previsión, cambiando sobre la marcha de mensaje, e imagino que mintiendo en muchos casos.
Por otra parte, los periodistas sólo repetían el mensaje del poder, y en este circo mediático sólo hubo dos voces que se rebelaron, manteniendo firme su opinión, eran las de un torero y un periodista especializado en esoterismo....en fin, si ellos van a ser los mas lúcidos e independientes yo me retiro.
Defendamos una sociedad donde se valoren los hechos objetivos y la reflexión profunda sobre ellos.
Gracias por traernos este artículo, Atticus.
Cuídate, un abrazo.
Hace mucho que esto no funciona como debería. La opinión se vocea y todos exigen respeto a sus opiniones. Naturalmente, el conocimiento es más largo, más lento, más silencioso. Y muy costoso. Hoy todo el mundo se siente capacitado para hablar de cualquier cosa, todo el mundo parece epidemiólogo, ingeniero, nutricionista, filólogo o climatólogo. Y como digas otra cosa eres un elitista. Pero es que el conocimiento no es democrático.
EliminarHay algunas cosas opinables, claro, cómo no. Y otras que lo son algo menos. Incluso podríamos decir que son opinables... entre los que saben. Esto es poco democrático, otra vez.
Me cuido, cuídate tú también y gracias por pasarte por aquí.
Me han recomendado "Plenilunio". A ver si lo encuentro y me hago con él.
ResponderEliminarYo te recomiendo TODO. Es denso, pero grandísima literatura. No tiene obras menores.
EliminarMe ha encantado el artículo y me ha encantado la ilustración que lo acompaña.
ResponderEliminarComparto la opinión de que parece que esta crisis nos ha traído la realidad a la tele.
A mí me hace mucha gracia que, dado que los peluquerios y maquilladores de la tele no pueden acercarse a los periodistas para que salgan bien en antena, ellos mismos se peinan y maquillan, y esdo da un aspecto a todo de "ir por casa" que me encanta.
Nunca me ha gustado nada ese carácter artificial, irreal y perfecto que se pretende dar desde los medios (telediarios, películas, etc.)
Ésto nos está trayendo realidad y verdad. La vida es esto, hay cosas que no son nada bonitas, pero son y por tanto pertenecen a nuestra vida y lo hemos de ver con claridad.
Dejo de mostrar mi "nick" como "anónimo" y pongo mi perfil en google, pues ya me siento como en casa, aquí, en tu blog, Atticus.
Gracias por seguir escribiendo.
Gracias por traer hacia aquí esos textos de Muñoz Molina.
Ojearé algo de él en este período de confinamiento.
Pues bienvenida con nombre, Alicia. Hubo una Alicia hace pocos años por aquí. Dejó unos mensajes y no volvió. Lo cierto es que hay gente de ida y también gente que se va. Pues bien, cada uno que haga con su vida lo que quiera y pueda.
EliminarMuchas personas, cuando esto acabe, deberemos pasar por una sesión de chapa y pintura. Yo entre ellos. De momento, algún día deberé afeitarme. La última vez fue el día 13 y parezco sacado de un naufragio.
Muñoz Molina es una apuesta segura. Cuando escribe artículos también. Tiene libros muy densos y algunos más ligeros, pero no menores. Ya me dirás.
No sé publicar con la cuenta de Google, lo siento!
ResponderEliminarIntentaré aprender para el próximo post.
Un abrazo!
Be calm and publica como quieras.
EliminarGracias por el artículo, Atticus. He leído los comentarios y no he podido evitar esbozar una sonrisa cuando llegué a "hoy todo el mundo se siente capacitado para hablar de cualquier cosa". Sonreí porque me venían a la cabeza esos "equipos de expertos" invariables que hablan de lo que toque en televisión. Estos días volvieron a aparecer en algún momento y me repetía:"expertos". Hoy más que nunca quedan al descubierto. Espero que sigas bien. Un abrazo, Atticus.
ResponderEliminarDe nada, Marie Claudel. Creo que confundimos el legítimo derecho de la gente a opinar con la creencia e que todas las opiniones valen lo mismo e incluso que las opiniones y los conocimientos son equivalentes porque una persona es igual que otra persona. Pues no. Hay expertos. Y, por cierto, estos dudan. Luego están los pseudoexpertos: ésos pontifican y sus alharacas no indican más que ruido tras el cual no hay nada,
EliminarEstoy bien, gracias. Espero que también tú.