Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de Delibes. Estoy
intentando recordar todos los libros de él. En casa de mis padres había dos,
que no me atraían nada: Diario de un cazador y Diario de un emigrante,
ambos en edición del Círculo de Lectores. Ya de niño me parecían viejunos, no
los leí. De hecho, el primero no lo he leído nunca, seguramente por mi aversión
a la caza y a las armas de fuego, es lo único en lo que no me he sentido cerca
de Miguel Delibes. Pero durante la carrera un día cogí el otro, lo leí casi de
un tirón y, naturalmente, me sentí como el emigrante. Creí que lo tenía en
casa, que me lo dio mi madre, pero no es así, en algún lugar estará, pero lo
mejor es que está en mi memoria, eso basta.
Voy a mi modesta
biblioteca y los de arriba son los únicos que tengo. Seguro que hubo otro, Las
guerras de nuestros antepasados, que presté a un familiar francés hijo del
exilio, que vino a vernos un verano y que me prometió volver en un año con el
libro. De esto hace más de 20 años, espero al menos que lo leyese. Recuerdo
bien aquella historia de españoles que matan a españoles y que me lleva a dos
volúmenes que sí poseo, Los santos inocentes y El hereje. Ambos
son una muestra de solidaridad y empatía con aquellos que quedan fuera de la
zona de luz de la sociedad. El primero es un fresco de esa realidad social
clasista y profundamente injusta. El segundo, una reivindicación de la
tolerancia religiosa, una novela histórica que leí cuando estudiaba en la UNED
ese periodo. Hoy me he acordado de ese libro por el asesinato de Samuel Paty.
Muchos siguen sin entender qué es la tolerancia, en esto hemos avanzado podo.
También recuerdo bien Cinco horas con Mario, una
maravilla, arquitectura literaria, monólogo casi imposible. De los que no se
olvidan.
También he leído Las ratas, La hoja roja, Señora
de rojo sobre fondo gris y Pegar la hebra. Supongo que me los
prestaron o los saqué de la biblioteca. Mis favoritos son esos que tengo arriba,
me quedaría con Cinco horas con Mario… O con Los santos inocentes,
no sé. ¿El hereje?
Delibes nunca obtuvo el Nobel, un premio que se hubiera
honrado con el escritor de Valladolid, universal desde ese lugar recóndito y
bello. A sus lectores no nos hace falta. Por favor, dejad de perder el tiempo
mientras podamos encontrar estos libros de Delibes.
Mientras estoy viendo esto, tengo puesta en la televisión Los
santos inocentes, qué película y qué actorazos. Los que tenemos una edad
hemos conocido a alguno como ellos, los pueblos eran así hasta hace poco.
En una marcha militar, cuando yo serví a la patria, estuve
hablando del libro y la película con un teniente del que yo tenía muy mala
opinión. Y en aquel rato todo cambió y algo fue mejor.