lunes, 9 de enero de 2023

600

El 8 de octubre de 2009 empecé este blog. Han pasado 13 años y 3 meses. En este tiempo mi vida ha cambiado mucho. 

Pero aquí lo que interesa es que he escrito 600 posts. No sé si son muchos o pocos, una media de uno cada ocho días. Al principio la frecuencia era mayor, en los últimos años ha decrecido, aunque en 2022 he remontado un poco. A ver si ahora que tengo más tiempo puedo darle más a la pluma; bueno, suelo escribir directamente en el ordenador, es que tengo muy mala letra y ni siquiera yo entiendo lo que escribo… No prometo nada, estoy metido en algún que otro proyecto literario, algo ya ha visto la luz y tengo más cosas en obras.

Miro hacia atrás y veo mucha gente que se ha quedado por el camino, casi todos porque sí, porque lo quisieron así, porque se cansaron, porque esto ya no era de su interés, por motivos que solo a ellos competen. En estos trece años y tres meses hay un amigo que nunca escribió nada, ni siquiera entraba casi nunca. Otro, otra, apenas siguió los primeros posts. No hay reproche, aunque sí algo de decepción, no saben lo importante que era y es para mí y lo que me cuesta. Porque escribir no es fácil.

En los tiempos más gloriosos los comentarios alcanzaban la treintena, ahora es raro que lleguen a diez. En esta sociedad del postureo y el like, yo me niego a que esto sea para gustar y para gustarme. Gracias a los que seguís, a los nuevos. También a los que estuvieron un tiempo, claro que sí. Y a los que van y vienen. 

Recuerdo vagamente alguna salida de tono, algún macho alfa marcando territorio y media docena de comentarios que solo querían vender algo o convencerme de la existencia de alguna divinidad. Por favor, no, eso no. Lo borro inmediatamente, no es este el objetivo de un blog, al menos no de este. 

Tengo un post escrito desde hace mucho. Se titula “Día de la madre” y lleva casi siete años archivado, justamente desde el primer día de la madre sin mi madre. No sé si alguna vez lo publicaré. A lo mejor el día que me decida a decir adiós al blog, que todavía no ha llegado, por si alguien se frotaba las manos. 

Hoy no doy más la paliza. Voy a ir al cine. Creo que el día es muy propicio para regalaros algo de música brasileña. Recuerdo siempre a Coeliquore (a la que Dios tenga en su gloria), que me decía que, cuando había enlace musical, era lo primero que veía. 

Estos 600 escritos coinciden con el primer post de 2023, año que os deseo venturoso, gozoso, prudente, viajero y bello. Gracias siempre a los que encontráis tiempo.








6 comentarios:

  1. Gracias a ti empecé mi blog. Me ayudaste a crearlo porque yo no sabía nada de nada de este mundillo. Aunque a veces no escriba, te leo. Estaré por aquí, dando la tabarra, tanto tiempo como me lo permitas.
    No dejes nunca de escribir. A mí, me gusta leerte.
    Un beso.

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    1. ¡Eh, eh! ¡A mí no me eches la culpa! Creaste tu blog porque te dio la gana, yo solo te di unos pequeños consejos. A partir de ahí es cosa tuya. Desde luego, uno comenta para algo, creo, no solo por quedar bien. Pero gracias. De momento, ahí sigo, distraído por otras actividades literarias. De hecho, acabo de terminar un haiku. Besos.

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  2. ¡Hola!
    que curioso, yo empecé el blog 7 meses después que tú (y solo escribí 311 entradas, para que veas que no escribes poco), en mayo de 2010 creo que tardé tiempo en conocerte y conocer tu blog, pero desde entonces, es raro el post que me pierdo, ya lo sabes, me gusta leerte. Igual en alguna ocasión no te he dejado comentario, sencillamente porque pensaba que no tenía nada interesante que decirte, no soy de dejar por dejar, lo típico ese tipo de comentarios que dejan algunos y que denota que ni siquiera te han leído, que buscan solo que les devuelvas el comentario. Para mi esos no son importantes, es mas, casi prefiero o tenerlos, en ese aspecto estoy orgullosa porque los que suelen visitarme a menudo, no los dejan de ese tipo, escriben como yo digo, comentarios "jugositos", con chicha, esos que te permiten conocerlos un poco.
    Escribir no es fácil, tú lo dices y el blog lleva su tiempo, pero la verdad es que te aporta recompensas, yo he hecho un montón de amigos cibernéticos e incluso, alguna que otra amiga también en la vida real, porque nos hemos conocido en persona
    El primer día de la madre sin madre, es algo doloroso, también el resto, a mi me encantaría leer ese post tuyo dedicado a ella (¿igual el próximo día de la madre?) pero no quisiera leerlo porque dejas el blog.
    En fin, que ¡enhorabuena por esos 600 posts! y que hayan muchos mas... y te deseo mucha suerte en tus proyectos literarios
    Besos

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  3. Bueno, qué casualidad. Éramos jóvenes, sobre todo yo (tú aún lo eres). 311 entradas con la calidad y la profundidad de la que haces gala no solo son pocas, es que hay un trabajazo detrás. De hecho, yo escribo poco en tu blog porque la mayor parte de los libros que reseñas no los he leído y, como dices, para qué añadir ruido. Lo siento, yo no digo: "Lo dejo pasar", "Tiene buena pinta", "Qué portada tan chula" o "Creo que no es para mí. O hay algo que añadir o mejor guardar piadoso y casi budista silencio.

    Ese post no sé si llegará. A menudo he tenido mucho "fondo de armario", pero ahora no. Son otros tiempos vitales.

    Y ahí ando, con esos proyectos literarios. Besos y gracias.

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  4. ¡Enhorabuena! Perseverar es de sabios, aunque el mundo prefiere a los que rectifican. Con respecto a los amigos, van y vienen como una corriente eterna. Río arriba, río abajo.

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    1. Bueno, yo soy de ambos. Persevero y también rectifico. El que no se equivoca es un fundamentalista y quien no lo reconoce un soberbio. Intento evitarlo. Los amigos, como dices, van y vienen, aunque lo de algunos me duele. O me ha dolido, los estoicos me ayudan en la vida,

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