miércoles, 28 de diciembre de 2022

INOCENCIA

Escribo esto un 28 de diciembre, día, según dicen, de los Santos Inocentes, en memoria de la matanza de niños ordenada por Herodes. No va de aquel horror, del que no tengo más conocimiento que cualquiera que sepa un mínimo de religión católica.

Hoy, no sé la asociación de eventos, parece que es el día de las bromas a costa de la buena fe de algunos, fáciles objetos de chanza e incluso burla. Porque esa es la clave. Como decía siempre en mi tutoría cuando tratábamos el acoso escolar, si el objeto de la broma no se ríe, entonces es burla; de modo que lo mejor es abstenerse por si se causa sufrimiento. Porque casi siempre la broma es a costa de esa persona débil (o que los otros perciben como tal), inocente, al que los que se amparan en la fuerza tribal del grupo castigan sin misericordia. Muy mal. Y no hay atenuantes en que es una broma, que no tiene sentido del humor, etc.

Si alguien quiere reírse tiene muy a mano a alguien: él mismo. Todos tenemos de qué. Es más, resulta una actividad muy saludable no tomarnos demasiado en serio. Al fin y al cabo, cuando más bestia es uno, menos sentido del humor tiene. Sí, ya sé que se ríen… de otros. Son cáusticos y ridiculizan al otro, pero ay de ti como te atrevas a hacer una broma sobre sus sacrosantas convicciones, estilos de vida o creencias.

No, esos no son precisamente inocentes. Yo hablo de esas personas puras, buenas, sin dobleces, que van de cara, fiables, modestas… Las hay, están entre nosotros, a menudo son tan discretas que pasan desapercibidas o se confunde su discreción con debilidad y se procede a su ridiculización pública. Porque de los otros también hay: muchos; o no son muchos, pero hacen mucho ruido. En todo caso, los que importan, los que tienen valor son los otros, los inocentes, esas personas buenas en el buen sentido de la palabra bueno, como dijo Machado. Hay que cuidar de ellos.

Y, si no tenéis nada mejor que hacer, revisad la película o leed el libro de Miguel Delibes.



Procedencia de la imagen:

https://literariedad.co/2017/11/19/los-santos-inocentes/

6 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu entrada. Suelo caer en las inocentadas; así que el día 28 me prodigo poco. Jjejej. Lo del sentido del humor; depende de quién lo diga: Hay personas a las que si no les ríes sus gracias,.no tienes sentido del humor. A lo mejor es que no tienen ninguna gracia.
    En cuanto a la obra de Delibes, sólo he visto la película, y me dejó huella. De momento, no me animo con el libro.

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    1. Muchas gracias por tus palabras. Efectivamente, el sentido del humor tiene referentes culturales, pero también es muy subjetivo, de modo que hay que tener cuidado porque no todos tenemos el mismo. Un ejemplo es el cine de Woody Allen, sobre todo el más antiguo: a mí me chifla y otros no le ven la gracia. Lo mismo me ocurre con la película de los Marx. En realidad yo hablaba en ese post de la inocencia pura, la que tienen, por ejemplo, los personaje de la novela de Delibes, que es magistral, como casi toda su obra. No esperes, no es una cuestión de ánimo.

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  2. Después de escribirte un extenso comentario a propósito de tu reflexión sobre la inocencia, ¡zás!, me voy de la página sin haber dado a intro y todo lo escrito se diluye en el aire. ¡Buff, menuda faena!
    Alababa tu reflexión y encomiaba las palabras que como tutor dabas o das a tus alumnos sobre cuándo una broma deja de serlo. Luego te decía que ahora todo ofende y nos ofende, no sé si eso es progreso o muestra de que somos o estamos educando seres débiles que no admiten (o admitimos) nada. En fin, por ahí iba mi comentario.
    Delibes, una maravilla que -recuerdo de mi etapa de profesor- no ha soportado bien el paso del tiempo. Creo que hoy no se lee lo suficiente y que ello es debido a que sus obras demandan tranquilidad, sosiego, falta de presura, y la sociedad en la que vivimos y estamos construyendo va a gran velocidad circulando sobre lo superfluo y no percatándose de lo esencial, precisamente aquello que Delibes destaca.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias. A veces el trabajo del profesor, y más del tutor, como recordarás, parece que no llega nada. Y, seamos sinceros, a veces no llega a nada. Insisto mucho en ello y nunca he permitido las chanzas a costa del débil. Otra cosa es que me haya enterado, temo que solo rascamos la superficie. Pero oigo a veces que en la escuela se permite e incluso se promueve el acoso escolar: no es cierto. Otra cuestión, que también es cierta, es la sobreprotección. Pero dejar a los jóvenes a la intemperie a ver si sobreviven tampoco es la mejor opción. Muy difícil equilibrio.

      Y siempre Delibes, desde luego. Un abrazo.

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  3. ¡Hola!
    cuanta razón encierran todas tus palabras. No me importan las bromas, tengo sentido del humor y me sé reir de mi misma, de hecho lo hago a menudo, pero claro, hay bromas y bromas...
    Personas de esas buenas, de limpio corazón, haberlas haylas, sí, conozco mas de un@ y menos mal, porque sin ellas el mundo sería mucho peor aún.
    Y ya voy a hablar de Delibes, que me enrollo mas que una persiana.
    Te cuento que leí a Delibes mucho de joven, una etapa lectora que me dio por ahí, creo que lo leí todo, o casi todo, también por supuesto Los santos inocentes y la peli debí verla al menos dos veces, puede que más. Cuando se presta alguna de sus novelas me pongo muy contenta en la biblio, o cuando me piden un libro suyo, cosa que sucede poco. En alguna ocasión he pensado en volver a él, en releerle, aunque me conozco y al final me tiro hacia cosas nuevas
    Aprovecho para felicitarte el año 2023 y te mando un beso enorme.

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    1. El límite no siempre está claro, por eso es mejor pecar de prudente que de osado. Hay tipos insoportablemente punzantes, que parecen disfrutar de lo que ellos consideran debilidad de los demás. Un machoalfismo insoportable e intolerable.

      Delibes, Delibes, Delibes. ¿Cómo no le dieron el Nobel a este escritor? ¿Cómo es que hay gente que escribe blogs de literatura y no han leído una sola página de Delibes? Vivimos en tiempos de mediocridad orgullosa.

      Yo también te felicito el año y que sigamos por aquí hablando de estas cosas que tanto nos gustan. Un beso también para ti.

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