En la entrada anterior decía que soy caminador y esta debería
comenzar diciendo que soy lector. Hoy es el Día Mundial de la Poesía, supongo
que, al igual que otras efemérides, se necesita recordar a la gente que ese género
existe y que es minoritario. Es curioso: es esencial, probablemente sea la
literatura, casi estoy por escribirlo con mayúsculas; sin embargo, se lee
poco y se vende poquísimo.
Yo sí leo poesía. Y la escribo. O la escribía, quién no.
Luego uno se da cuenta de sus limitaciones y comienza a espaciar los versos, a
destilarlos. Y queda poco. O nada.
Como todos los adolescentes, me enamoré de la poesía de Pablo
Neruda. La repaso ahora y me gusta bastante menos, como si perteneciese a una
vida que es de otra persona. De ahí pasé a Vicente Aleixandre, que me sigue
buscando, que me interroga y me desafía. Si embargo, nunca he logrado entrar
en los versos de Federico García Lorca, si exceptuamos ese libro tan simbólico,
tan críptico y con esas imágenes tan poderosas que es Poeta en Nueva York.
Algo parecido me pasa con otros absolutamente reconocidos: Juan Ramón Jiménez,
Gerardo Diego o Luis Cernuda. Habrá quien me diga que los he leído poco. Y tienen
razón.
Tampoco siento demasiado al leer los poemas de Unamuno,
aunque sí de Antonio Machado, uno de mis dioses poéticos. También lo es, desde
luego, Jaime Gil de Biedma, aunque solo sea por unos pocos versos. Ya decía
Borges (otro cuya faceta en prosa me gusta más que en verso) que un buen verso
justifica una vida entera (creo que fue él y que sus palabras fueron algo así,
hablo de memoria).
De los actuales, el que escribe para mí es Luis García
Montero. Me reconozco igualmente en muchos de los versos de Benjamín Prado, me
interpelan. Por supuesto, Ángel González, aunque ya no vive; tuve la ocasión de
escucharle pocos meses antes de su fallecimiento. También me gusta Manuel Vilas,
que se ha pasado a la narrativa. A través de él conocí a Ana María Merino,
impresionante, debería conocerse más. Por cierto, Elvira Sastre, que no se me
olvide, excelente poeta y no tanto novelista; siempre a mi juicio. Últimamente
estoy leyendo a mujeres poetas (Loreto Sesma, Elena Medel, Pilar Adón…), muy
jóvenes algunas y me estoy quedando impresionado por la fuerza y la belleza que
tiene todo lo que escriben. Nada tienen que envidiar a Ana Rossetti, a Blanca Andreu
o Luisa Castro, que son de una generación anterior.
Creo que el último poeta que he leído y que me ha
entusiasmado es Vicente Gallego. Ahí lo tengo, a medio leer, esperando.
Leo despacio y, naturalmente, voy a mi aire, sin batir récords,
sin imponerme un canon que ni conozco ni quiero abarcar.
Esta tarde iré a un recital. Hay gente que lee muy bien la
poesía. Y otros la destrozan.
Serrat canta a Antonio Machado:
https://www.youtube.com/watch?v=pvhhH0gIB38
Bumbury recita a Gil de Biedma:
https://www.youtube.com/watch?v=baP7zStui8U
Elvira Sastre recita uno de sus poemas:
https://www.youtube.com/watch?v=UZo0OWyzlDg
Ángel González lee uno de sus poemas:
https://www.youtube.com/watch?v=oZ3AW7rIjrQ
Luis García Montero recita uno de sus poemas:
https://www.youtube.com/watch?v=q09Ao9EqGgM
No soy lectora de poesía. Pero hay autores, que los lees, y te llegan al alma.
ResponderEliminarUn beso.
Pues estás perdiendo un mundo de belleza. Tú verás...
ResponderEliminar¡Hola Atticus!
ResponderEliminarYo también soy lectora, pero no leo poesía 😊, lo reconozco. Pero que no lea poesía no quita para que no la valore, que no tenga la certeza de que es la verdadera LITERATURA. Cuando era joven sí leía algo, tampoco mucho, pero a veces sí me emocionaba con algunos poemas, como por ejemplo con los de Benedetti. Ahora, cuando cae en mis manos en la biblioteca un libro de poesía para colocar en las estanterías, a veces lo abro y leo algún poema suelto, pero no me sale llevarme el libro a casa, leer mucha poesía seguida me satura.
Disfruto mucho de las prosa bonitas, poéticas en las novelas, y esos poetas que se pasan a la narrativa, suelo disfrutarlos mucho porque se les ve el plumero, se les nota su vena poética al leerlos.
Por cierto, la Ana María Merino que comentas ¿te refieres a Ana Merino, la que ganó el Nadal en 2020 con El mapa de los afectos?
He leído dos novelas de Pilar Adón (Las efímeras y De bestias y aves), brutal no solo como escribe sino lo que escribe, te cuento que es ya una de mis escritoras preferidas y tengo en mente seguir de cerca en futuras publicaciones.
Si te soy sincera, admiro mucho a los que sí leéis a menudo poesía, pero se trata de disfrutar a tope con lo que apetezca leer y a mí, me cuesta mucho últimamente, cada vez mas, engancharme a un libro (a veces pienso que tengo un problema, pero al final siempre consigo engancharme a algo)
Espero que el recital al que fuiste valiera la pena y no se hiciera ningún destrozo...
Besos
Otra a la que voy a tener que echar de aquí...
EliminarVamos a ver. La poesía es para leer despacio, no es una novela ni un relato, es la difícil traducción en palabras de lo que ocurre en la cabeza y en el corazón de quien escribe. Por eso, con un poema, con unas líneas, es suficiente.
No creas que me gusta mucho eso de que los poetas se pasen a la narrativa. Hay muy pocas excepciones. Por cierto, Julio Llamazares es el mejor en esto. Pero, por ejemplo, la primera novela de Elvira Sastre se me cayó de las manos. Mal.
De esa Ana Merino hablo. Su novela me encantó y su poesía (que conozco poco) también.
A Pilar Adón la tengo en espera, "De bestias y de aves", ahora estoy con el último Murakami, que en esta casa somos muy de Murakami.
Al recital finalmente no pude ir. Una pena, porque recitaban amigos y me invitaron a hacerlo, pero a todo no llega uno.
Y lee poesía. Voy a poner aquí un cartel similar al de la Academia de Platón: "Que no entre aquí nadie que no lea (de vez en cuando) poesía".
Besos.
¡Hola de nuevo!
EliminarSé que la poesía es para leer despacio y no del tirón, pero me refería a que cuando alguna vez me decidí a leer algo de poesía y me he llevado un libro a casa (hace tiempo de eso, pero sí lo hice en alguna ocasión, un poco para obligarme a ello) pues cuando llevaba tres poemas leídos (sueltos y alternando con novela), pues me saturaba.
Bueno, soy de la opinión que cada lector debe leer lo que le haga disfrutar, la cosa es leer y yo, leo, siempre, porque estar enganchada a un libro es importante, casi una necesidad diría en mi vida.
No la concibo sin libros.
Espero que no me eches de aquí 🥲, y que tus puertas sigan abiertas para mi, me gusta mucho venir a visitarte y leerte, ya lo sabes, aunque no leamos lo mismo y nuestros gustos vayan a veces, no siempre, por distintos caminos. Yo también soy muy de Murakami, me fascina como escribe y lo que escribe este hombre. El último..., son relatos, una pena, yo esperando con ansias su próxima novela para hincarle el diente
Mas besos
Pero muy muy despacio. Es cierto que ni todos los que dicen escribir poesía lo hacen (algunos son ramplones versos, relamidos o huecos) ni todos los grandes poetas escriben para nosotros. De modo que cada uno debe escoger. Y eso si quiere.
EliminarVenga, sigues en nómina de este blog. De hecho, eres la más fiel, así que no te vayas. Y lo de Murakami es un punto a favor. Por cierto, me está encantando su libro de relatos.
Besos domingueros.
Adoro la poesía, y si tuviera que pensar en alguien cuyas palabras me hubieran llegado profundamente, sería Alejandra Pizarnik. Tras leerla, buff... Me encanta. Ojalá algún día pueda escribir algo que llegue con tanta fuerza y profundidad como los autores que citáis. Un saludo a todos.
ResponderEliminarPizarnik es sobrecogedora, tristísima, terrible a veces. ¡Qué poeta! La gran poesía está al alcance de pocos, pero lo que escribimos es nuestro, de modo que tampoco te flageles. Estoy leyendo ahora el libro de poemas de una amiga y es... terrible. Terriblemente malo. Y ella tan contenta. Así que a escribir a hombros de gigantes, como dicen que dijo Newton. Un saludo.
Eliminar