martes, 24 de junio de 2025

UNA CONFERENCIA DE ÁNGEL GABILONDO

Es soso, ya lo decía él cuando fue candidato a la Comunidad de Madrid... y perdió. Inexplicablemente. Contra Isabel Díaz Ayuso.

Pero hoy no va de política, tal vez en otra ocasión.

En realidad no es soso, solo lo parece, como un disfraz.

He escuchado a Ángel Gabilondo en directo dos veces; en una incluso pude hablar con él porque iba con una amiga que fue alumna suya. Un tipo tímido y cordial, que escuchaba más de lo que hablaba, como suele suceder con los que tienen algo que decir.

En ambas conferencias se creció en el diálogo con los que allí estábamos, en la improvisación pura, fruto de la sabiduría y la reflexión de muchos años.

He leído solo dos libros suyos: Alguien con quien hablar y El salto del ángel. Ambos al alcance de todos y muy provechosos.

Entre el lunes y el martes, mientras pedaleaba en el gimnasio, he escuchado esta conferencia que dio en Cataluña, allá por 2012, según dice YouTube. Va sobre Kant, pero que nadie se asuste, la filosofía es para todos y Kant, como dice Gabilondo, es un clásico porque es actual.


Esta es la conferencia:

https://www.youtube.com/watch?v=mX2dnBKAsyI



Procedencia de las imágenes:

https://www.amazon.es/Alguien-quien-hablar-%C3%81ngel-Gabilondo-ebook/dp/B006CO6UY8

https://www.todocoleccion.net/libros-segunda-mano/el-salto-angel-angel-gabilondo-editorial-aguilar-2013~x341118328



miércoles, 11 de junio de 2025

EVOCACIÓN DE NUEVA YORK

Este sábado iré a la Feria del Libro de Madrid. Lo hago casi todos los años, aunque no siempre compro, pero me gusta ir. Reconozco que me molesta un poco esa devoción por el famoso, que a menudo no ha escrito su libro, sino que lo ha hecho el correspondiente negro, que seguramente es mejor llamar escritor fantasma.

He leído que este año la invitada es Nueva York. Y eso me ha llevado a rememorar aquel viaje maravilloso que hice en julio de 2011, y que aquí plasmé en una especie de crónica personal en cinco entregas: «Crónicas neoyorkinas».

Prometí volver. Prometí llevar a mi hijo, que entonces era menor de edad, para que me acompañase al Smoke. Han pasado casi 14 años, él no quiere ir a la ciudad y a mí se me han pasado las ganas de visitar ese país nuevamente. Tampoco he conseguido que se aficione al jazz, por cierto.

He recordado especialmente la ciudad de Nueva York porque acabo de terminar un libro de Eduardo Mendoza, El rey recibe, que se desarrolla parcialmente allí. Aprovecho para decir que el libro no es, a mi juicio, un Mendoza de primera. Más bien parece escrito dejándose llevar, introduciendo personajes y narraciones sin demasiado sentido, sin que la narración progrese con un hilo. Es Mendoza, por supuesto, con su fina ironía y sus observaciones punzantes, pero está muy lejos de ser el mejor. A mí es el que menos me ha gustado y he leído casi toda su obra.

Sin embargo, he recordado otro libro de él, que leí a raíz de aquel viaje, Nueva York, muy poco conocido y agotado. Lo busco en mi modesta biblioteca... y no está. Veo que Amazon lo vende. 72 pavos. Aprovecho para pedir a quien lo tenga que me lo devuelva. O que me dé la pasta que ha debido obtener por él. Recuerdo que no era una guía de viaje, sino una serie de reflexiones en calles, plazas y gentes, una curiosidad que leí con devoción y que ojalá pueda recuperar.

También leí, para preparar aquel viaje Lugares que no quiero compartir con nadie, de Elvira Lindo. Esta vez sí es una especie de guía personalísima y muy divertida de sus lugares favoritos en esa ciudad. Visité algunos, por ejemplo el Smoke, uno de mis mejores recuerdos de entonces.

Sí tengo una edición cochambrosa de Poeta en Nueva York, que leí de camino, en el avión, y a la que vuelvo a veces. Es el Lorca que más me gusta y recomiendo igualmente un disco que se grabó con versiones internacionales de los poemas de ese libro.

Tampoco tengo en mi biblioteca Brooklin Follies, libro que regalé a una mujer con la vana esperanza de ir juntos a Nueva York. Lo leí años después, no en ese ejemplar, tan desaparecido como ella. No acabo yo de entrar en ese autor, pese a que lo intento una y otra vez. Igual es por lo referido antes (psicoanálisis de baratillo).

Así que aquí estoy, en esta nublada mañana de junio, recordando aquel tiempo neoyorkino. No soy nostálgico, es raro. Por favor, que alguien me devuelva mi ejemplar del libro de Mendoza.


https://www.youtube.com/watch?v=vqU9449nwYI&list=PLaOZk80wy1COC-pWmSXp-92-NaJCQxIti



Procedencia de las imágenes:

https://www.goodreads.com/book/show/4462759-nueva-york

https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/brooklyn-follies/9788433970923/PN_629


viernes, 30 de mayo de 2025

‘HIJOS DE LOS HOMBRES’

La vi hace poco. Me la sugerían las plataformas a las que estoy suscrito y yo, que no sabía nada de ella, la dejé pasar. Anoche, por uno de esos pálpitos, en un corte publicitario de Forjado a fuego (sí, lo siento), decidí darle al play.

Es una película apocalíptica. Se rodó en 2006, la dirigió Alfonso Cuarón, y se sitúa en el ya muy próximo 2027. La humanidad ha perdido su capacidad de reproducción y, en consecuencia, se encamina hacia su extinción. Hablan de una pandemia de gripe en 2009, pero no queda clara la razón de esa esterilidad planetaria. El humano más joven tiene casi veinte años, desde entonces no ha nacido nadie.

Vemos muchísimas secuencias en un Londres terrible, inhóspito y radicalizado. Los refugiados son perseguidos, internados en campos, maltratados (“Me dais asco”, dice un policía). Se pide a la gente que los denuncie, tanto si se trata de su empleada de hogar como su dentista. La ciudadanía se convierte en el pasaporte a la supervivencia, pese a que en una escena no les sirve de nada.

La policía no es la que hace cumplir la ley, sino que es la ley. En una simbiosis con el ejército, se muestra brutal y despiadada. Los refugiados/inmigrantes son poco menos que escoria, infrahumanos, ratas.

Me interesan dos cosas fundamentalmente. En primer lugar, lo de la pandemia que lo cambió todo (con el COVID vimos algo así, aunque a menor escala), comprobamos lo débiles qué somos como sociedad y lo necesario que es tener unos servicios públicos fuertes y eficaces. En segundo lugar, los refugiados y cómo la identidad política mal entendida los convierte en el chivo expiatorio, sin percibir que son igual de humanos, que también están afectados por la infertilidad y que, como el judío Shylock en El mercader de Venecia, aman, sufren, se duelen, se ríen...

No puedo dejar de mencionar a esos resistentes, muchos de los cuales no dejan de ser terroristas, vengativos, sin más argumentos que un fusil con el cargador lleno. Por supuesto, aquí su resentimiento político parece tener causa noble. Otra cosa son los medios y los daños que van causando y que les acercan a los de sus represores.

Obviamente, no puedo dejar de proyectar lo que veo en lo que ofrecen los telediarios diariamente: quienes llegan a Canarias o a Lampedusa, quienes son casi exterminados en Gaza, los que masacran al diferente...

Lo peor que le puede ocurrir a una película apocalíptica es que pasen los años y se convierta en un pastiche ridículo. Esta no lo es.

Por último, además del protagonista, Clive Owen, conviene destacar en un papel muy corto a mi adorada Julianne Moore y al maravilloso Michael Caine, que interpreta un papel tan breve como glorioso: casi es el último hombre bueno. Porque también de eso va la película: de la condición humana en tiempos extremos, de los que no se apean de la bondad.

Una secuencia me ha estremecido especialmente (¡spoiler!): aquella en la que el protagonista sale con la mujer que acaba de tener un hijo y se abren paso entre los soldados/policías. Estos se asombran, lloran, se arrodillan, se santiguan, se enternecen... Quienes hayan visto Senderos de gloria descubrirán analogías.


Trailer de la película:

https://youtu.be/Ysl41vlR3aA



Procedencia de las imágenes:

https://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-60792/

https://www.sensacine.com/actores/actor-2535/fotos/detalle/?cmediafile=18670936




viernes, 23 de mayo de 2025

HETERODOXOS ANÓNIMOS

Bueno, no tan anónimos. Hablo de esos que son capaces de pensar contra ‘los suyos’, incluso de esos que no saben quienes son los suyos.

Me gustan. Son los que valen la pena.

Los otros, los de la ortodoxia, son los que dicen algo muy convencidos contra el partido que gobierna y, cuando el suyo llega al poder, mutan su discurso con el mismo arrebato.

Tienen un gran sentido de la familia. De la suya, claro; las demás son todas imperfectas. No oses decir nada de sus papis o hermanos, eso es terreno blindado y peligroso. Con los hijos menos aún.

Están en contra de los abusos sexuales a menores (hay que ser muy mostrenco para no estarlo) y, cuando se les pide que se pronuncien sobre la pederastia en la Iglesia, se indignan achacando una persecución a los católicos (o la religión que posea el interfecto).

Son los adeptos de cualquier ‘ismo’ y compran el pack completo. Hay muchos ismos y es difícil dialogar con ellos porque se consideran críticos y poseedores de la verdad. Pero ay de ti como intentes ser crítico con sus creencias. Porque son creencias. He de añadir que muchas de esas causas que defienden son nobilísimas, pero ellos no tanto.

Este post está emparentado con uno de hace pocas semanas: “Los brasas”. No solo son fieles a la ortodoxia, sino que su apostolado es francamente molesto y cargante.

Yo he estudiado Filosofía, también algo de Psicología. Hay abundante bibliografía respecto a estas cuestiones. Como no quiero ser muy plasta, recomiendo cualquier texto sobre lógica informal (en internet, por cierto, hay páginas excelentes), así como el libro de Ortega y Gasset Ideas y creencias. Y, si no es mucho pedir, que repasen a Kuhn, Lakatos y Popper. Al menos que vean Zelig, la peli de Woody Allen.

Los míos, concluyo, son los que no saben quiénes son los míos. Como decía Machado, los que viven en guerra con sus entrañas y, como proponía Hannah Arendt, intentan pensar sin asideros.



Procedencia de las imágenes:

https://deconceptos.com/ciencias-sociales/heterodoxia

https://www.todostuslibros.com/libros/ideas-y-creencias_978-84-206-4129-4


martes, 13 de mayo de 2025

EN FAVOR DE LAS NORMAS (JUSTAS)

Hace unos años, cuando existía la asignatura de Valores éticos, y antes en Educación para la ciudadanía, ponía un deber a mis alumnos: redactar, al modo de un breve ensayo o de un relato, cómo sería un día sin derechos, sin ningún tipo de derechos. El resultado, dejando aparte los rutinarios para salir del paso, era estremecedor. Los estudiantes eran conscientes al verbalizarlo de que podemos vivir más o menos tranquilos porque hay alguien que garantiza nuestros derechos. Es decir, que no nos roban impunemente y a todas horas, que no nos golpea el más fuerte, que la policía no nos asalta poniéndonos la pistola en la boca, que hay alguien que procura que podamos vivir en paz.

Sí, ya sé que no todos, que no todas. Y también sé que algunos lugares del mundo son el infierno. Tan ingenuo no soy. Hablo del país y el tiempo en los que vivo. Imperfectos, pero muchos mejores que otros.

El ejercicio tenía como objetivo hacerles ver la necesidad de las normas. De todo tipo de normas. De las simples reglas de urbanidad, que facilitan la convivencia. De las normas de circulación, que impiden los accidentes continuos, pese al empeño de algunos en vulnerarlas una y otra vez, ya que otros las respetamos y por eso conducir no es siempre la selva. De las leyes jurídicas, que permiten la custodia judicial, las garantías, la protección del ciudadano.

Los estudiantes tendían a decir que todo está muy mal. Es misión del profesor poner las cosas en su lugar. Es preciso que haya normas y aún más que sean justas. Porque en las dictaduras también las hay, muy rigurosas por cierto, pero nada justas. Siempre hay algunos que añoran las tiranías; a alguno de piel oscura le he tenido que recordar que en cierto régimen alemán acabaría, como yo, el el horno crematorio. El conocimiento del pasado (reciente) es necesario, la ignorancia es campo abonado para los fanáticos, para que los resentidos encuentren un abono que también terminará con ellos. La mayoría ignora que en España hubo campos de concentración y que muchos españoles murieron en ellos, aquí y también en otros en Europa, ahora que se cumple el aniversario de la liberación de Mauthausen.

La democracia no es perfecta, desde luego. Las tiranías no es que sean imperfectas, es que son el peor de los horrores imaginables. Les recomiendo que lean no solo sobre los campos de concentración, sino también sobre las limpiezas étnicas. Tenemos una en vivo y en directo y hubo otra en el corazón de Europa en los noventa. También lo saben en Latinoamérica. En realidad, no hay lugar en el mundo libre de la tortura, el asesinato y la ley del más fuerte.

Esa batalla sí hay que darla: contra la barbarie, la ignorancia, la intolerancia, el fanatismo, la crueldad, la injusticia, la miseria, la esclavitud...

Por eso, todo régimen que se precie, necesita normas. Insisto: normas justas, revisables, mejorables. Normas que respeten la dignidad y hagan posible la particular felicidad de cada cual.

Y, si alguien desea meterse en algo más hondo, le recomiendo consultar qué es eso del velo de ignorancia, algo que desarrolla John Rawls en su Teoría de la justicia.



Procedencia de las imágenes:

https://virtual.cuc.edu.co/blog/que-son-las-normas-juridicas

https://biblioteca.ufm.edu/opac/record/7532

miércoles, 30 de abril de 2025

‘PARTHENOPE’

He visto dos películas de Paolo Sorrentino: La gran belleza (2013) y La juventud (2015). Ninguna de ambas me ha acabado de llenar. Si tengo que elegir, me quedo con la segunda, aunque solo sea por el encuentro crepuscular entre Michael Caine y Harvey Keitel, así como por ese homenaje (o lo que sea eso) a Maradona.

La primera estoy viéndola de  nuevo, con mayor agrado que cuando la vi en el cine, aunque participa de lo mismo que la que Parthenope (2024). Porque La gran belleza me pareció demasiado larga, deshilachada y falta de interés, a no ser que entres en su universo narrativo y sus referencias a Italia, a Roma, al Fellini de La dolce vita (1960) y a sus filias y fobias. Que no son las mías, desde luego.

Vi Parthenope hace unos días. Y me ha pasado algo parecido. 136 minutos en los que se recrea en historias paralelas, personajes a menudo irrelevantes, encuentros, búsquedas y exploraciones de la vida y, muy especialmente, Nápoles, Nápoles y de nuevo Nápoles. Omnipresente Nápoles a través de los ojos de Parthenope, una joven de deslumbrante belleza, de cuyas motivaciones no sabemos demasiado, salvo que estudia antropología y que a su alrededor ocurren cosas, a veces extraordinarias y otras de una banalidad exasperante.

Y, cuando la película está avanzadísima y nos han mostrado multitud de instantáneas de la juventud de Parthenope, hay un salto de cuarenta años y poco después se termina la película. La vida de la protagonista se nos sustrae.

En ese momento yo no sé si me ha gustado, qué me han contado y por qué acaba de ese modo. Recuerdo todos esos personajes (muchos, demasiados) que han desfilado y cuyas historias parecían tener recorrido, aunque no ha sido así.

Sigo pensando si, como dicen algunos, Sorrentino es un genio y un outsider, o si solamente filma lo que le da la realísima gana sin atenerse a una narrativa convencional. En ello estoy. Porque Parthenope tiene, aparte de lo dicho en los párrafos anteriores, una extraña y fascinante belleza; es poética, metafórica, inquietante, sugerente, quebradiza, fragmentaria, exagerada, folclórica, elitista, pictórica...

 

Tal vez en esos enlaces alguien encuentre alguna clave:

https://anatomiadenapoles.wordpress.com/2016/11/16/mi-bella-sirena-parthenope/comment-page-1/

https://es.italiani.it/N%C3%A1poles-y-el-antiguo-mito-de-la-sirena-de-Parthenope/



Procedencia de la imagen:

https://www.aceprensa.com/resenas-cine-series/parthenope/

jueves, 24 de abril de 2025

DÍA SIGUIENTE AL DÍA DEL LIBRO

Suelo decir que los lectores no necesitamos el día del libro. Veo muchos fuegos artificiales, demasiados, y no poco negocio a costa sobre todo de la narrativa. También instituciones que justifican su pobre desempeño hinchándose como pavos este día, hoy ya no hay nada.

Veo a Álvaro Pombo muy delicado, pero con la cabeza en su sitio, recibiendo el Premio Cervantes. Leed a Álvaro Pombo; no todo lo suyo me gusta, pero merece la pena.

Veo el negocio legítimo de las librerías y grandes almacenes. Igualmente, la sinceridad apabullante de las bibliotecas, a las que nunca agradecemos lo suficiente su tarea. A diario.

El martes vi a un joven por la calle leyendo. Caminaba deprisa. Recuerdo que una vez me dijo una mujer, cuando yo hacía eso mismo, que no se puede andar y leer a la vez. Le respondí que yo sí puedo.

Ayer cogí el cercanías en Madrid. A rebosar. En mi vagón había cuatro personas leyendo, cuatro mujeres, diversas edades. Frente a mí, una joven leía The great Gatsby, así, en inglés. Y pensé que tampoco ellas necesitan día del libro.

A mí lo que me gusta es leer y olvidar que existen el tiempo y el mundo.



Procedencia de las imágenes:

https://www.tiktok.com/@larazon.es/video/7496466882556349718

https://www.lecturalia.com/blog/2012/06/14/leer-mientras-caminas/

miércoles, 16 de abril de 2025

VARGAS LLOSA IN MEMORIAM

Se nos ha muerto Vargas Llosa.

Y yo soy un lectror agradecido. Un lector, no un fan. Porque dicen que sus posiciones políticas estaban muy a la derecha. Es posible, pero eso es legítimo y, además, nada dice de sus magníficos libros. Conocí a un profesor de Lengua (¡y Literatura!) que lo odiaba precisamente por eso y se negaba a leerlo. Pobre, y poco profesional, por cierto. Es como si un docente de Filosofía se niega a leer y a explicar a santo Tomás o a Karl Marx.

Hoy no vengo a eso. Estoy repasando mi modesta biblioteca y veo que tengo nueve libros de Vargas Llosa: Pantaleón y las visitadoras (comprado en 1983), La guerra del fin del mundo (1984), La tía Julia y el escribidor (1985), La casa verde (1986), La ciudad y los perros (1986), La señorita de Tacna (1987), Los cachorros (1993), Lituma en los Andes (1994) y Elogio de la lectura y la ficción. Discurso ante la Academia Sueca (2011). Compruebo que me faltan dos que alguna vez tuve y extravié o no me devolvieron: Los jefes y Conversación en la catedral (por favor, si alguien que esté leyendo esto los tiene, nunca es tarde para que los retorne a su legítimo dueño, o sea, yo). También he leído, prestado, El sueño del celta, que me gustó sin entusiasmarme y El hablador, dicen que una obra menor, pero nada desdeñable a mi juicio.

Lo leí mucho en los ochenta. La verdad es que fueron años de leer a todos esos que se agruparon bajo la etiqueta de boom latinoamericano. Ya no los frecuento tanto, pero no por eso dejan de ser el sustrato del que se alimentaron mis horas de felicidad y mi aprendizaje como modesto juntaletras.

Es imposible reseñar su obra. Yo solo me atrevo a recomendarla a los pocos que aún no le hayan hincado el diente, los ojos y el entendimiento. Porque -insisto- soy un lector agradecido; es curioso que nos afecte la muerte de alguien a quien no hemos conocido más que a través de sus libros. Bueno, yo tuve la ocasión de escucharlo en una conferencia más política que literaria y de pedirle que me firmase un libro que regalé, pero eso no cuenta, lo importante es lo que ha escrito. Y aquí es donde veo unas historias sensacionales, que a veces parecen desmentir sus convicciones políticas, un lenguaje perfecto, a veces barroco, con localismos cuando son precisos y nunca aburridos. Por cierto, para los que crean que es un autor tostón, que lean La tía Julia y el escribidor o Pantaleón y las visitadoras. Es que también tenía un sentido del humor inteligente, agudo y cáustico.

En definitiva, que escribo esto como agradecimiento de lector que, lo sé, volverá sobre él.

De momento, y para los muy perezosos, recomiendo que lean el discurso de agradecimiento cuando le dieron el Nobel, allá por 2010. Son 33 páginas y al final incluso el enlace al vídeo. Bueno, que no sean holgazanes y que lo lean en cualquier dirección: cada lector es soberano, pero el menú Vargas Llosa es apetitoso y nutritivo siempre.

Adiós, maestro.

 

 Discurso ante la Academia Sueca  por la concesión del Nobel en 2010:

https://www.youtube.com/watch?v=c2lAhfSgaGg



Procedencia de las imágenes:

https://theconversation.com/un-paseo-por-las-novelas-de-mario-vargas-llosa-254524

domingo, 6 de abril de 2025

LOS BRASAS

Vi hace poco una entrevista con Arturo Pérez-Reverte. La verdad es que casi toda ella me pareció un poco de cuñao. A mí lo que me interesa de un escritor es lo que diga y haga respecto a su particular curro, lo demás es tan irrelevante como lo que cualquiera pueda pensar y decir. Yo también por supuesto, estoy dispuesto a admitir que un blog tienen algo de opiniones de un cuñao. Menos mal que aquí nadie viene obligado.

En esa entrevista, no obstante, salió el tema de las creencias. Y Pérez-Reverte sostuvo que a ves hay una escala que comienza con el creyente, sigue con el apóstol, se prolonga con el inquisidor y termina con el verdugo. Cómo no estar de acuerdo, basta un leve repaso a la historia.

No me refiero a la religión (y no recuerdo de qué hablaba él), sino de algo más amplio: el vasto campo de las creencias de todo tipo, poco sustentadas en argumentos e impermeables a la crítica. De hecho, hay muchos que pregonan la necesidad de ser críticos, pero se irritan sobremanera si la crítica es hacia ellos o sus creencias.

Tampoco creo que sea necesario insistir en que nada tengo contra los creyentes en lo que sea, que cada cual haga en esto de su capa un sayo. El problema viene si se dan los pasos siguientes. Por ejemplo, el del apostolado. O sea, dar la brasa con una verdad que el creyente tiene como absoluta, pero que no deja de ser una creencia particular.

El apóostol-brasas da la murga a poco que le prestes atención. Quién no conoce alguno. Recuerdo a un tipo que lo sabía todo acerca de la conspiración del 11-M. Por supuesto, fue un montaje, nada de lo que nos han dicho es verdadero y los que condenaron los jueces son cabezas de turco, encarcelados con pruebas falsas. Hace tiempo que no veo al individuo en cuestión, me dicen algunos conocidos comunes que sigue igual. Porque son inasequibles al desaliento.

Con los de las vacunas ocurre lo mismo: el grafeno, el chip, el control social, Soros, Gates, los gobiernos, el nuevo orden mundial, el magnetismo, el 5G... Como todo eso es irrefutable porque no es comprobable y ellos son reacios a la falsación, todo vale.

¿Terraplanistas? Tal vez hace cinco siglos tuviera sentido la discusión (espóler: no), pero ahora carece de sentido.

¿Creacionistas? Pues eso, crea usted en la creación, pero no nos dé la murga a los demás; visite el Museo de la Evolución de Burgos, lea a Darwin, vea la película Herencia del viento... Ah, que no, que eso forma parte de la gigantesca conspiración.

El tema da lo mismo: los propuestos en las líneas anteriores o el cine de Kaurismaki, la fotografía analógica, la alimentación natural, el yoga, Heidegger, el youtuber de turno, la cábala o lo que a usted se le ocurra. El caso es dar la brasa, estar por encima, ser un iluminado, un soberbio, un sabelotodo... Saberse importante.

No sé como hacerles frente. Me admiran esos que a la mínima recurren al argumento Fernán Gómez-Labordeta: “¡A la mierda!”. O los que fruncen el ceño y preguntan si quiere bolsa, señora. Yo huyo en cuanto puedo y, si ya los conozco, evito su compañía.

Si soy uno de ellos, recomiendo conmigo lo del párrafo anterior. Ale, me voy a planchar.



Procedencia de las imágenes: 

https://es.aleteia.org/2018/12/29/ideas-para-tener-paciencia-con-una-persona-pesada

https://x.com/NavarraalNatura/status/1174231955413643264


 

jueves, 27 de marzo de 2025

DÍA MUNDIAL DEL TEATRO

Tras el post dedicado al Día de la Poesía, que tanto éxito ha tenido en este blog con sus chorrocientos comentarios, hoy, una semana después, me entero de que es el Día Mundial del Teatro. Fenomenal.

No recuerdo haber ido al teatro durante mi niñez, aunque sí al cine, muchas veces. Creo que la primera vez que acudí fue a ver Luces de Bohemia, interpretada por el enorme José María Rodero, dicen que el mejor actor de teatro que ha dado este país. Entonces era estudiante, COU si no recuerdo mal, y compré la entrada más barata, lo que fue un error. Desde entonces voy a buenas localidades si están a mi alcance. O no voy.

Tres años después volví a ver a Rodero en Calígula. Me chirriaba su edad; el emperador, en la obra de Albert Camus, era más bien joven. Pero solo tuvo que empezar a hablar. He visto otras dos veces esa obra, que me sigue fascinando. Como toda la gran literatura, es nueva cada vez.

Porque, además, en este blog somos muy de Camus (no tanto de Faulkner), que cultivó casi todos los géneros y siempre lo hizo bien. Me gusta muchísimo Los justos. Hace muchos años la leíamos en clase de Ética, no sé si algún alumno la recordará.

Miro mi biblioteca y veo que es el género del que tengo menos libros. Durante años, aún en la casa familiar, solo tenía Hamlet y Luces de Bohemia. Recuerdo haber comprado también, algo después, El enemigo del pueblo y Casa de Muñecas, de Ibsen.

Lo cierto es que hace mucho que no leo teatro. Eso sí, voy a verlo con cierta asiduidad, es raro que cada año no vea seis o siete representaciones. Cuando puedo, en Madrid. Allí he disfrutado mucho con varias obras de Juan Mayorga, muy especialmente con El cartógrafo y La paz perpetua. También he visto hace pocos meses Silencio, adaptación de su discurso de entrada en la Real Academia de la Lengua, e interpretada por la sensacional Blanca Portillo.

Tengo que ir más. Eso de actores en directo, haciendo algo para ti, no tiene precio. Bueno, sí lo tiene, y es barato.



Procedencia de las imágenes:

https://complemento-agente.blogspot.com/2015/02/max-estrella-primer-teorico-del.html

https://www.amazon.es/Los-justos-Libro-Bolsillo-Bibliotecas/dp/8420636959

viernes, 21 de marzo de 2025

DÍA DE LA POESÍA


Ya lo he dicho alguna vez: cuando hay que celebrar o conmemorar algo... yuyu, normalmente es una especie en vías de extinción. Mala cosa.

Claro que con la poesía siempre ha pasado. Y, pese a ello, ahí está, inasequible al desaliento, aguantando carros, carretas, best sellers, youtubers, grandes hermanos y sagas de todo tipo y pelaje.La poesía es el género literario mayor. A la vez, es el menos leído con diferencia. A los poetas no les da de comer, tan solo de merendar, como decía Vicente Aleixandre. Por cierto, ahí sigue su casa de Velintonia, esperando la ruina y los presupuestos, qué pena no ser francés para esto.

Repaso mi segunda entrada en el blog y veo que escribí entonces que admiraba la poesía de Luis García Montero y de Benjamín Prado, así como de algún clásico como el ya nombrado Aleixandre, también Ángel González y Ana Rossetti. En estos años he sumado unos cuantos. Ahora estoy con Vicente Gallego. Sigo con este género, me cuesta creer que no lo frecuenten quienes dicen amar la literatura, pero tampoco me siento capaz de argumentar en su favor: ellos y ellas verán.

Por cierto, llevo toda mi vida pergeñando versos. Torpes y toscos, por supuesto, casi siempre lo son. Afortunadamente, el tiempo y las mudanzas han diseminado y perdido casi todos. No soy nostálgico: tal vez el mejor de todos esté por llegar, es una buena razón para vivir.

¡Feliz día mundial de la poesía, amigos!



Procedencia de las imágenes:

https://alicante.colegioscarmelitas.com/21-de-marzo-dia-mundial-de-la-poesia/

https://www.un.org/es/file/40976

martes, 11 de marzo de 2025

DOS PELÍCULAS SOBRE LA IMPOSTURA

¿Quién no ha sentido alguna vez en su vida que estaba siendo un impostor, es decir, representando un papel que no era el suyo, en el que no sabía si creer, con el suelo movedizo bajo los pies? Una suerte de engaño, de simulación torpe.

Yo desde luego que sí. En el trabajo poco, he procurado preparar bien mis clases, pero siempre hay cosas que dominas algo peor. En la vida afectiva... quiero creer que no, pero todos hemos tenido dudas y yo no soy una excepción. Hace pocos años estuve en la presentación de un libro que escribí: allí sí, impostura total o al menos esa sensación. Y qué decir de mi desempeño militar: creo que debo pedir perdón por ni ineptitud castrense. En resumen, que sí.

De hecho, creo que los no padecen nunca ese síndrome del impostor es porque se visten con las ropas de Narciso, porque su cuñadismo es un estilo de vida y su soberbia una actitud definitiva ante la vida.

Digo todo esto porque he visto dos películas que lo tratan desigualmente. Ambas tienen cierto tono de documental, de falso documental, diría yo.  La primera es española, se titula Marco y la dirigieron Aitor Arregi y Jon Garaño en 2024. La otra es francesa, se trata de Un héroe muy discreto y la dirigió Jacques Audriard en 1996. Sí, el mismo director de Emilia Pérez, que no he visto y de la que he escuchado opiniones contrapuestas.

Me gusta más la española. Supongo que todos conocen la historia de Enric Marco, un supuesto prisionero de los nazis que cobra un protagonismo gigantesco hasta que un historiador (esos tipos de archivo y fidelidad absoluta a los hechos) descubre la impostura. Javier Cercas escribió un libro maravilloso al respecto, El impostor, que hay que leer. Por cierto, el novelista hace un cameo en la película.

La francesa fabula con un muchacho que ya de niño fantasea en exceso y, al llegar a la edad adulta, simula un pasado heroico en la resistencia que le permite conocer a gente importante, progresar en la escala social, entrar en el ejército, mandar despóticamente y hasta seducir a una mujer. Tiene a veces todo de drama, otras de comedia, e incluso de denuncia política. No siempre ese tono bailón me gusta, sobre todo al final.

Eso sí, nada de espóilers, son fáciles de ver en plataformas y la española en el cine anda aún. Por cierto, a Marco lo interpreta Eduard Fernández. Corrigo: no interpreta, es que es él.




Procedencia de las imágenes:

https://www.filmaffinity.com/es/film793818.html

https://www.todocoleccion.net/cine-posters-carteles/un-heroe-muy-discreto~x20574813

https://www.casadellibro.com/libro-el-impostor/9788439729723/2392433

lunes, 3 de marzo de 2025

‘LA SUSTANCIA’

Me levanto esta mañana de lunes y leo en el periódico que, sorpresivamente, Demi Moore no ha obtenido el Oscar a la mejor actriz, otorgado a Mikey Madison por Anora, película que no he visto, por lo que esto no es un juicio; bueno, tampoco tengo conocimientos para hacer juicios razonables, solo soy un espectador.

Vi hace un par de días La sustancia, la película de Coralie Fargeat en la que Demi Moore vuelve a un papel protagonista. Dicen que era la favorita. Desde luego, su interpretación es estupenda, brutal a veces. Pero la película en sí...

Veamos, empieza bien, incluso podríamos decir que es feminista, reivindicativa de cualquier cuerpo a cualquier edad. Promete. Pero todo se tuerce cuando la prota recibe una información (comienzan los espóilers, lo advierto) con la que podría desdoblarse en alguien más joven: una sustancia que alterará y duplicará su cuerpo, creando una versión mejorada de ella a tiempo parcial. ¿Mejorada? Bueno, culo más respingón, piel más tersa y tetas sin la más mínima caída. La verdad, yo veo a Demi Moore a su edad (nació en noviembre de 1962) y me parece espléndida, inobjetable. Por supuesto, muy buena actriz.

Hasta ahí el interés de la película, que inmediatamente se pierde en una historia que abandona el propósito inicial para recordarnos continuamente la historia d Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray, algo de Frankenstein y alguna otra de serie B. O sea, un déjà vu.

La película es innecesariamente larga, 140 minutos, especialmente en su casi prescindible media hora final. Tiene algunos momentos risibles, como cuando aparece una envejecida protagonista, con problemas de movilidad, que unos segundos después echa a correr enloquecida por un pasillo, casi como la niña de El exorcista.

El final es catastrófico, un derroche de hemoglobina y fantasía de ficción genética a mayor gloria del Oscar al mejor maquillaje y peluquería que sí se llevó. Hay claras reminiscencias de Carrie y poca originalidad.

En definitiva, gran Demi Moore, un espléndido Dennis Quaid (¿Harvey Weinstein?) y una película que no justifica, me parece a mí, sus cinco nominaciones. Una historia zigzagueante, repleta de situaciones inverosímiles y dos actrices que pasan desnudas gran parte de la película, lo que tampoco parece necesario para una historia que pudo ser mejor si hubiese continuado el propósito inicial y no desparramase hacia un cine más palomitero que reflexivo.



Procedencia de la imagen:

https://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-300680/

sábado, 22 de febrero de 2025

¿SOMOS LIBRES?

Así, sin anestesia. Vaya pregunta. Nos conduce directamente a otra: ¿qué es la libertad?

Sin salir del Diccionario de la Real Academia encontramos estas doce definiciones:

1. Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otray de no obrarpor lo que es responsable de sus actos.

2. Estado o condición de quien no es esclavo.

3. Estado de quien no está preso.

4. Falta de sujeción y subordinación.

5. En los sistemas democráticosderecho de valor superior que asegura la libre determinación de las personas.

6. Prerrogativaprivilegiolicencia.

7. Condición de las personas no obligadas por su estado al cumplimiento de ciertos deberes.

8. Contravención desenfrenada de las leyes y buenas costumbres.

9. Licencia u osada familiaridad.

10. Exención de etiquetas.

11. Desembarazo, franqueza.

12. Facilidadsolturadisposición natural para hacer algo con destreza.

Es demasiado para un post, pero detengámonos al menos en la primera y la cuarta. La libertad es, de este modo, elección. Una actividad de la voluntad que ha de ser racional para no confundirse con el capricho o la apetencia. Para ello ha de ser posible elegir: no soy libre de elegir entre ser miope o no serlo, pero sí de ponerme gafas, lentillas o caminar a tientas, si es que se da lo primero. Aunque no está incluida en la definición, la alternativa debe resolverse racionalmente, es decir, la voluntad ha de elegir lo que en cada momento considera lo mejor, ya sea instrumental o moralmente. Por último, y como bien se indica, libertad y responsabilidad son dos caras de la misma moneda: somos libres en tanto en cuanto damos cuenta de nuestras elecciones y respondemos haciéndonos cargo de las consecuencias de nuestra acción, cuando esta es deliberada, claro, esto es, libre.

Seríamos ingenuos si creyéramos que libertad es indeterminación. Pues no: estamos condicionados (por la biología, la geografía, nuestro tiempo, las creencias, las leyes, las costumbres...) y en ciertos casos determinados. La libertad se da cuando es posible la elección; es decir, cuando hay alternativas, aunque una de ellas posea menor fuerza o atractivo. Si es posible elegir, somos libres. Renunciar a ello es un grave error que explicó muy bien Erich Fromm en El miedo a la libertad.

Por cierto, lo vemos a diario. Muchos lo utilizan como excusa para eludir responsabilidades y otros recurren al socorrido karma, que todo lo explica porque no explica nada. Algunos de estos deberían repasar el calvinismo, hay sospechosas similitudes, así como en la tranquilizadora noción de destino.

Yo no sé mucho de lo del karma y esas cosas, sospecho que es algo más y más complejo que los tópicos que todos escuchamos. Hace unos años estuve en una mesa redonda entre un filósofo de la Autónoma y un monje budista. Este sostuvo que Oriente debe mirar y aprender de Occidente todo lo relativo a la libertad y repensar el concepto de karma, que, dicho sea con un lenguaje más próximo a nosotros, al final justifica el statu quo y ofrece un mensaje de consuelo y fatalismo. Estoy de acuerdo con él.

Y como ya me he enrollado en exceso, ahí van unos enlaces para quien quiera ampliar:

https://www.philosophica.info/voces/libertad/Libertad.html

https://www.bloghemia.com/2020/05/el-concepto-de-libertad-segun-los.html

https://sites.google.com/site/auladefilosofia123/libertad-y-moralidad/libertad-y-determinismo

https://filosofiaenlared.com/2021/11/la-filosofia-de-la-libertad/



Procedencia de las imágenes:

https://es.linkedin.com/pulse/acerca-de-la-libertad-elegir-hugo-mena-keymer

https://www.abebooks.com/MIEDO-LIBERTAD-Erich-Fromm-Prefacio-edicion/20300909901/bd