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domingo, 19 de octubre de 2025

CERTÁMENES LITERARIOS

Cuando era joven escribía poesía (mala) y relatos (aún peor). Nadie me dijo que eran penosos, así que incluso envié algunos poemas a un programa de Radio Nacional, donde los leyeron (qué vergüenza) y a un par de certámenes, en uno de los cuales premiaron inexplicablemente un cuento que he perdido (menos mal).

Desde los 25 hasta la edad abundante que hoy tengo he escrito mucho y creo que he mejorado algo, pero salvo publicaciones relacionadas con mi trabajo nada salió de mis libretas y mi ordenador en esos años.

Hace no mucho volví a intentar mejorar aún más (era fácil) y autopubliqué un libro de relatos, tras varios rechazos editoriales, un ensayo y, recientemente, un poemario. Obviamente, no me lee ni el Tato, que nadie crea que esto proporciona seguidores literarios y mucho menos dinero. No estoy dispuesto a que escribir me cueste dinero, de modo que los cuelgo en esa plataforma que permite hacerlo sin coste (no digo cual, la publicidad se paga). Porque hay muchas supuestas editoriales en las que pagas para que te publiquen; es decir, son imprentas más que editoriales y el producto comercial no es el libro, sino tú.

Hoy he vuelto a entrar a una página que recoge concursos literarios de todo pelaje: el Adonais, el Planeta, el Nadal... y otros menos conocidos y más humildes. Algunos dicen que todo en ellos está amañado. Yo no quiero creer en la mala fe, pero sí veo cosas que me inquietan o me molestan.

En la mayoría exigen presencia física del autor en la entrega de premios que, en casi todos los casos, son de poco valor, por lo que  queda restringido a locales o de alrededores.

En otros el tema es absolutamente minoritario: loas a la Virgen Local, elogio del puente romano del pueblo o gastronomía regional con ajo.

En algunos no hay premio, sino “visibilidad” en formas variadas y peregrinas: presencia en una mesa redonda, entrevista en la radio del pueblo, suscripción a la revista de la asociación que organiza...

Me molestan especialmente esos que restringen la edad (mayores, jubilados...), y tratan de forma displicente a los eventuales participantes al no ofrecer premio alguno, todo lo más publicación o lectura en algún programa. Hay uno, promovido por un grupo audiovisual y patrocinado por un gran banco, que no ofrece a los pensionistas un mísero euro, solo la lectura de su creación en una emisora radiofónica.

No faltan los que quieren fomentar el talento local, provincial o regional y restringen la participación a nacidos o domiciliados allí. Patriotismo literario, promoción del talento de la tierra.

Muchos piden fotocopia del DNI. ¡huir! O, en todo caso tunear el documento, nunca se sabe, más aún si el premio es de dudosa procedencia.

Vamos a dejar de lado esos que, a estas alturas, piden ejemplares en formato físico, hasta por quintuplicado. ¡Viva la ecología!

En años anteriores he mandado poemas a Zenda y un relato a Renfe. No me han premiado. En Zenda tienen la costumbre de publicar los diez finalistas. Dos de ellos me parecieron soberbios, algo menos los otros. No obstante, hay un juicio subjetivo que no puedo despreciar y no considero que sea injusto premiar a unos y dejar fuera los míos. Leí los comentarios que deja la gente: un horror, qué mal perder tienen algunos; por cierto, uno reclamaba para sí gloria literaria con faltas de ortografía y sintaxis de primaria.

Estoy recordando que hace mucho me contaba un amigo que mandó su poemario a unos cuantos certámenes. En alguno ponía un hilo pegado entre la cubierta y la contraportada; si pedía la devolución del ejemplar, allí seguía el hilo, testigo de que no lo habían abierto. Me comentó que participó en otro, que dieron a un tipo conocido en la ciudad. Compró el poemario, que publicaba una institución local, y vio que lo dedicaba a (digamos) Juan Luis Fernández. En la última página venía la composición del jurado: efectivamente, presidido por Juan Luis Fernández. El poemario era, por cierto, malo tirando a terrible, buscando el malditismo y encontrando caminos muy trillados de pedantería y de niño de familia bien con ínfulas de Kerouac.

Voy a repetir algo que he dicho antes: no dudo de la honradez de muchos, incluso de muchísimos. Lo que escribo aquí no dejar de ser una reflexión personalísima acerca de algunos. Y tampoco tengo por qué tener razón...



Procedencia de las imágenes:

https://www.freepik.es/vector-premium/escenario-entrega-premios-podio-blanco-alfombra-roja-pedestal-ilustracion_9402818.htm

https://www.clarin.com/literatura/hanif-kureishi-taller-litererio_0_Hydvlz1jw7e.html


lunes, 13 de octubre de 2025

SIN ELLOS DOS

Hace un par de semanas me dijeron que un antiguo compañero de trabajo había fallecido. No éramos amigos, pero habíamos sido compañeros en dos institutos. Nos deteníamos a hablar cuando el azar nos hacía encontrarnos, lo que sucedía tres o cuatro veces cada año. Vivía cerca. Se sintió mal en clase, llamaron a la ambulancia y ya no hubo solución, el corazón falló para siempre. 

Con el otro también coincidí en el trabajo tres cursos y un par de veces en un bar que frecuento los domingos. Tenía una voz similar a la de Sabina y cantaba bien sus canciones, lo que nos demostró en alguna que otra cena. Un tipo alegre que vivió a su aire. Era especial y como profesor, heterodoxo (esto lo digo como un halago) y muy conocedor de su materia, lo que no hacía es plegarse a las chorradas pseudopedagógicas. Se había jubilado hacía pocos años.

Este último nos enviaba cada año, al comenzar diciembre, una felicitación navideña especial y algo destroyer, como era él. La echaré de menos. Tampoco éramos amigos, pero tenía buena relación con él, con ambos.

Cada vez que algún conocido fallece pienso en que ese día siguiente a su desaparición el mundo seguirá indiferente y ellos ya no podrán verlo. Me ocurrirá también a mí.

Nunca sé qué decir en estos casos: adiós, hasta pronto, que la tierra os sea leve. Compañeros.

domingo, 5 de octubre de 2025

‘EL CAUTIVO’

Fui al cine hace unos días a ver El cautivo. Había leído críticas desiguales, algunas francamente malas. Pero aun así allá que fui; tengo la impresión de que algunos se la tienen jurada a Alejandro Amenábar por razones que se me escapan.

A mí me gusta este director. No todo, claro, ni todo por igual. Por ejemplo, no me acabó de emocionar Mar adentro, que dicen que es su obra maestra y me gustaron especialmente Ágora y Mientras dure la guerra, que muchos pusieron a caldo. Abre los ojos me dejó descolocado en su tiempo, pero con los años la aprecio cada vez más (por favor, ni se os ocurra ver el remake que hicieron en Hollywood).

El cautivo cuenta la estancia de Miguel de Cervantes en Argel junto con otros muchos prisioneros. Vemos su vida corriente y las negociaciones que se hacen para cobrar un rescate. Es decir, no están en lo que hoy llamaríamos un campo de exterminio o una prisión para que mueran de cualquier cosa y cuanto antes, sino que interesa mantenerlos en unas condiciones mínimas para que sigan vivos, puedan ser tasados y se abone el rescate. Eso me interesó mucho, se le dedica algún tiempo.

También me pareció muy relevante la incursión periódica que hacen los musulmanes entre los cristianos pidiendo la conversión al islam a cambio de su libertad. Desconocía tal cuestión. Las reflexiones sobre las religiones y lo que se hace en su nombre son, igualmente, muy interesantes.

El centro de la trama, no obstante, es el descubrimiento de Cervantes como narrador, primero con textos ajenos y luego con los propios, lo que cautiva a los prisioneros y más tarde al bajá. Aquí hay un tránsito de la realidad a la ficción cervantina, que no siempre se ve claro y a mí me confundió en unas cuantas ocasiones.

Se le ha criticado mucho la introducción de elementos de homosexualidad. Insisto, eso no es una crítica cinematográfica y hay que ver quiénes la hacen. Creo que no es demasiado relevante, la verdad, aunque tampoco es escandaloso ni un pegote insustancial. Y Amenábar tiene derecho a fabular, en ese y en otros aspectos.

Lo que menos me gusta: algunos fallos de guion (no entendemos por qué pasan algunas cosas, por qué algunos personajes hacen lo que hacen) y, sobre todo, un metraje que convendría acortar un poco. No estaría de más algo más de pasión, de intensidad emocional.

Fotografía excelente (reconocí los Alcázares de Sevilla), música estupenda (no sé si toda del propio director) y actores buenos en general, especialmente Miguel Rellán, lo mejor de la película; los secundarios están más que correctos y me sorprendieron Roberto Álamo, en un pequeño e intenso papel, y Fernando Tejero haciendo de inquisidor preso. El protagonista cumple, tal vez no llega a emocionar, pero bien.

Hay algunos guiños al Quijote que no revelo, muy bien traídos.

En resumen, sí me gustó aunque no me parece, al cabo de una semana, una obra maestra y seguramente Cervantes merecía algo más.


Trailer:

https://www.youtube.com/watch?v=Zy4GBAoS7l4



Procedencia de la imagen:

https://www.filmaffinity.com/es/film222378.html





domingo, 28 de septiembre de 2025

‘EXTERIOR NOCHE’ Y ‘LA GRAN AMBICIÓN’

Sé que este post no va a interesar a casi nadie, aún menos que los anteriores.

Porque va de una serie y de una película italianas ambientadas en los años setenta y ochenta.

Exterior noche (2022) está dirigida por Marco Belocchio y cuenta la historia del secuestro y posterior asesinato (no hay spoiler: es Historia) del líder democristiano Aldo Moro cuando estaba a punto de establecerse una colaboración entre ese partido y el PCI, liderado por Enrico Berlinguer. La serie, de seis capítulos está narrada cada uno de ellos desde el punto de vista de un personaje central: el propio Aldo Moro, su mujer, el papa... Transpira verdad y dolor.

La gran ambición (2024) es un biopic del secretario general del Partido Comunista Italiano. El actor que lo interpreta, Elio Germano,  es fantástico y la serie mezcla la ficción del director (Aldrea Segre) con documentos de época. El final es desgarrador y, si le tengo que poner algún pero es que echo de menos que aparezca en la trama el atentado de Bolonia (1980) y que los últimos años de Berlinguer apenas se tocan. Sí se centra en la invención del eurocomunismo y en la ruptura con la URSS.

Ya no existe la Democracia Cristiana ni tampoco el PCI, reconvertido a la socialdemocracia. La política italiana actual parece un circo sin gracia. Y que me perdonen, tampoco la española es como para estar orgullosos. Y ya se sabe que a río revuelto ganancia de totalitarios.

He hablado con italianos, algunos jóvenes. No saben casi nada de esa época. Pero no se lo reprocho más que a los de aquí, que ignoran casi todo, que creen que Adolfo Suárez es solo el nombre de un aeropuerto y que ETA les parece algo prehistórico. Sin embargo, algunos tienen esa nostalgia imposible de los tiempos franquistas, en los que, me temo, no les gustaría vivir. Esas añoranzas estúpidas e ignorantes no las comprendo.

De modo que, aunque solo sea por aprender algo, conviene verlas. Recomiendo la versión original con subtítulos. Ahí van los tráilers:

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=NszGBb8yZ4Y

https://www.youtube.com/watch?v=5du0feXsD_E



Procedencia de las imágenes:

https://www.filmaffinity.com/es/film283820.html

https://www.cinemamalda.com/la-gran-ambicion/



 

martes, 23 de septiembre de 2025

SERVICIOS DE (DES)ATENCIÓN AL CLIENTE

No soy mucho de pedir hojas de reclamaciones (tres veces lo he hecho en toda mi vida), pero sí de acudir a los departamentos de atención al cliente.

En una conocida tienda de muebles y decoración encontré una mesita rústica, ideal para un rincón, por solo 50 €. En la caja me dijeron que ese no era el precio (estaba con una etiqueta adhesiva), sino 125, creo recordar. Como me vio mala cara y le dije que el precio indicado eran 50 €, trasteó en el ordenador y me dijo que me lo podía dejar por 105. Naturalmente, no la compré. Escribí al departamento de (des)atención al cliente y la respuesta fue la que os figuráis: lamentamos el problema, nos esforzamos por dar al cliente lo mejor, esperamos seguir contando con su confianza... Pero nada más. O sea, pura retórica bienqueda. He dejado de comprar allí.

En otra tienda, esta de deportes, me enviaron una encuesta y en una pregunta abierta dije (con palabras suaves) que lo del autopago era un mojón. Respuesta: las cajas de autopago tienen como finalidad liberar a nuestros empleados de esa tarea para que puedan atender mejor al cliente. No pude evitar responder que no me gusta que me tomen por idiota: la función del autopago es gastar menos en personal. Procuro no comprar allí.

Hace poco he tenido un problema serio con el coche, uno de esos recurrentes y frecuentes que en otros países cubre la marca y que aquí no, vaya por Dios. Una pasta, así que les escribo a través de Twitter/X y e-mail  (muy difícil por cierto es eso de encontrar su correo electrónico). Por Twitter me dicen que les envíe un privado, que estarán encantados de ayudarme. Me llaman al día siguiente (por esctiro yuyu) y la ayuda consiste en decirme que no se hacen cargo y que pague yo, pese a que reconocen que en otros países sí lo abona la marca y que el fallo es continuo (“recibimos muchas quejas al respecto”, dice el agente). Me quedan los tribunales, claro, porque es mucha pasta.

De las telecos mejor ni hablo. Bueno, un poco. Una de ellas, ante mi amago de irme, me bajó el precio y me regaló un móvil (Samsung Galaxy). Como la primera factura tras el amago ya venía mal, llamé, expliqué lo que había contratado y que me habían enviado, además, ese móvil. ¡Imposible!, casi me gritó, ese terminal nunca lo obsequiamos. Así que, como no me hacían caso, lo devolví y me cambié a otra. No fue la única mala experiencia, estuve unos años en otra que, de vez en cuando, te metía de rondón un extra: 10 céntimos por el servicio de rellamada (que yo no había contratado), unos euros por llamar desde Francia (el roarming estaba incluido), etc. El colmo fue cuando me subieron unilateralmente el precio, por el morro. Llamé, dije que me iba si no me conservaban la cuota y el agente me dijo que la subida era porque me daban una serie de cosas que yo no había pedido ni necesitaba. Hice de nuevo amago de portabilidad y entonces sí me ofrecieron una bajada sustanciosa. Cada vez que yo decía algo malo de ellos, me bajaban la cuota. Finalmente, por la mitad de precio de lo que pagaba y para siempre. Me fui, sentí que me habían engañado durante unos cuantos años.

Hace diez años falleció un familiar. Me ocupé de dar de baja sus servicios (desiguales facilidades, por cierto). En el gas la cosa fue de traca. Les dije que estaba unos días en el domicilio y que luego volvería a mi lugar de residencia habitual, pero no llamaron. Una semana después me llama un técnico, dice que está en la puerta y que no hay nadie. Claro, estoy a 400 kilómetros. Me explica que a él le han dicho que venga al domicilio a retirar el contador. Le indico cuándo estaré de nuevo, que lo anote. Tras varias llamadas conseguimos, meses después concertar una cita. Sin embargo, la compañía me reclama todo ese tiempo que su mala gestión tuvo instalado el contador. Ofrecimos pagar hasta que hicimos los papeles de la baja (unos 80 €), pero nos siguieron reclamando más dinero, de modo que, cansado de explicar a multitud de personas la cuestión, propusimos que nos denunciaran. Hasta hoy, han perdido 80€ y cuatro clientes, todos los miembros de la familia nos cambiamos de compañía.

El año de la pandemia íbamos a hacer unas vacaciones en Polonia en agosto. No nos atrevimos. El viaje de ida lo contratamos con un mayorista, que nos ofreció un vale con duración de dos años para gastar el dinero del billete de avión. El de vuelta era con una de esas compañías rácanas, una de esas que te cobra por respirar fuerte; su respuesta fue que a protestar al maestro armero. Obviamente, la evito siempre que puedo.

Siento que nos toman el pelo, la verdad. Y lamento profundamente si me he puesto un poco bravo (intento ser templado, a veces es difícil) con las personas que me han atendido cuando me he quejado; creo que no les he faltado nunca al respeto y lo cierto es que su tarea es dificilísima: defender a una empresa frente a un cliente que a menudo es engañado o estafado (no siempre, el cliente no siempre tiene razón), y decir amablemente que lo sienten mucho, que esperan seguir contando con tu confianza, que se esfuerzan en hacer las cosas bien y bla, bla, bla...

Tengo también alguna buena experiencia, pocas. De esas en las que la empresa comete un error, se lo come con patatas y tiene contento al cliente. Porque a este se le gana en la posventa... o se le pierde para siempre. Me gustan estas pequeñas, medianas o grandes empresas y, por supuesto, me fidelizan con su buen trato y confianza, del mismo modo que las otras me expulsan. Y yo, que algo de rencoroso debo de tener, se lo digo a todo el que puedo. En un sentido y en el contrario.



Procedencia de las imágenes:

https://www.ayselucus.es/noticia/atenci%C3%B3n-al-cliente-organizaci%C3%B3n-interna-y-comunicaci%C3%B3n-positiva

https://www.facebook.com/Museodepalabreriapolitica/


jueves, 11 de septiembre de 2025

'UNA QUINTA PORTUGUESA'

Sigo con el país vecino, que algunos amamos tanto.

He visto Una quinta portuguesa, una hermosa película, delicada, una pequeña joya. Tiene cierto aire de cine francés, especialmente al de Jean Becker: moroso, de personas corrientes y extraordinarias, a las que les ocurren cosas corrientes y tan extraordinarias como a cualquiera.

Manolo Solo interpreta a un profesor de geografía cuya mujer lo abandona sin explicaciones ni despedidas. Él, desconcertado, se marcha unos días a Portugal y, por ciertos azares (tampoco hay que explicarlo todo) acaba trabajando de jardinero en una quinta portuguesa.

Detecto ciertos fallos de guion. Por ejemplo, el desempeño profesional del jardinero, que no tiene experiencia más allá de cuidar las pocas plantas de su apartamento. También me hubiera gustado saber más acerca del personaje de ella, del que apenas se ofrecen unas pinceladas de su pasado, pero casi nada del presente.

Es una película sobre la soledad y el abandono, sobre la búsqueda del sentido, sobre el desarraigo. Y también sobre la bonhomía. En toda la película veo una catarata de personas buenas y generosas. Seguramente mucho más que cualquiera de nosotros.

No la recomiendo a todos esos que van al cine a comer palomitas, ver explosiones y peleas, cien planos por minuto y encender una y otra vez el móvil. Es una película recogida, íntima, despaciosa y muy bella. Me parece.

Capítulo aparte merece Maria de Medeiros. Perdonen ustedes la cosa personal: a mí me gusta mucho como actriz y creo que aquí la directora no la ha embellecido con aditamentos innecesarios. Tiene 60 años y está más bella que nunca. Es la actriz ideal para esta película a la que únicamente reprocho que no tenga más protagonismo. Porque destila misterio, pasado, vida intensa, esperanzas no siempre realizadas, sabiduría... y belleza serena y eterna.

Tampoco debo dejar de mencionar la labor de otras dos actrices, ambas desconocidas hasta ahora para mí. Primero la portuguesa Rita Cabaço, pura alegría, vida en estado puro, y la serbia Branka Katic, de la que no debo decir mucho sin destripar el final.

Vean la película. Está en un par de plataformas y en alguna sala de cine.



Procedencia de la imagen:

https://www.filmaffinity.com/es/film735516.html

jueves, 4 de septiembre de 2025

LUTO POR LISBOA

Por razones obvias, este blog está de luto por Lisboa.

Aquí somos muy prolusos. Si tuviera que perderme en una ciudad para siempre sería sin duda Lisboa, con permiso de Oporto. Me gusta casi todo: el idioma, la geografía, el fado, Madredeus, Rodrigo Leao, su emergente balonmano, el vinho verde, Maria de Medeiros, la saudade, Fernando Pessoa, Saramago, Salvador Sobral, la revolución de los claveles, el balalhau à brás y todo lo demás que aquí me dejo porque soy un ignorante olvidadizo.

Una vez, hace muchos años, visité Lisboa por primera vez. Hice unas fotografías que (perdonen que no explique las causas) ya no conservo. Casi veinte años después, volví y fotografié ese tranvía que es el logo de este modesto blog.

 


Procedencia de la imagen:

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1545338962178039&id=254599574585324&set=a.314314821947132


viernes, 22 de agosto de 2025

700


CrisC, Cova, Anónimo (hay varios),  Coeliquore (Coletas, Elena P.G.), Miguel, Terrae, Timonera, Via Morouzos, AAGlez, QQ, Vicky, Lau, Signos, Paraqueloleas, Hécuba, GreenEyes, Elenita, Silvia, Teresa, Kriss, La malarrosa, Romi, Montse, Fer, Luz, c, María, Hécuba, Brixia, Iribú, Lucía, Quique, Albert Esteban, Milena V, Zamarat, U-topía, JCarlosMontag, Lesincele, Rocío G. Tizón, Rafael, Alicia...

Juan Carlos, Marian, Lady Aliena, Abird, Ana...

Gracias a todos. A los del primer grupo por haberse pasado por aquí, aunque haya sido a tiempo parcial. A los del segundo grupo por seguir en este blog de comentaristas menguantes. He intentado (¡intento!) hacerlo bien, pero ni gusto a todos ni hay por qué seguir leyendo y mucho menos escribiendo.

Seguro que me dejo alguno. Perdón. No puedo rastrear todo lo que he escrito durante casi 16 años.

Hay más, los que entraron en una sola ocasión y también los que dejaron su resentimiento y malas formas. A esos no los nombro. Es lo que hay.

Con este post son 700. Amenazo con llegar a 1000, eso será más o menos para el 2033-2035. No sé si viviré tanto.

En cualquier caso, que sepan los del primer párrafo que los echo de menos. Y los del primero... ¡no se vayan!



Procedencia de la imagen:

https://stock.adobe.com/es/search?k=700

sábado, 16 de agosto de 2025

INSOMNIO MUSICAL

El título seguramente es inadecuado. Insomnio es lo que padecí hace algo más de una década: dificultades para dormir, pensamientos intrusivos y despertares a cualquier hora sin posibilidad de seguir durmiendo. Ahora leo en la cama hasta caer rendido y, si me despierto, puedo conciliar de nuevo el sueño. Pero a veces son ya las seis o las siete y noto que no va a ser posible, así que enciendo la radio y escucho. Hoy era el día de “Músicas posibles”, que a esa hora emite maravillas. Es un programa que conduce Lara López, una de las voces más sugerentes de la radio española y a la que conocí (por las ondas, no tengo el placer de haber charlado con ella) en los tiempos del añorado programa “Diálogos 3”, que dirigía y presentaba casi siempre Ramón Trecet. Reconozco que, cuando de vez en cuando estaba ella ante el micro, me gustaba más aún y era por su voz, tan hermosa como las canciones que iba desgranando. Su voz que es la misma y ya no: su juventud ha ido adquiriendo otra cadencia que no es la misma. O sí.

El caso es que esta mañana, a las seis, ha sido uno de esos días de insomnio gozoso y he podido escuchar -muy bajito, tengo vecinos- esas músicas sensacionales, casi atmósferas de madrugada. Música de jazz, de calma, de belleza, versiones y recreaciones, de compañía y de éxtasis.

Pues nada, os dejo con el enlace del programa, por si queréis disfrutar como yo. Y luego su página, acabo de descubrir que ha estudiado Filosofía (¡colega!) y que ha publicado novela y poesía. 

 

https://www.rtve.es/play/audios/musicas-posibles/

https://www.laralopez.com/



Procedencia de la imagen:

https://www.google.com/imgres?q=lara%20lopez%20rne&imgurl=https%3A%2F%2Fimg2.rtve.es%2Fimagenes%2Fmusicas-posibles%2F1621270400860.png&imgrefurl=https%3A%2F%2Fwww.rtve.es%2Fplay%2Faudios%2Fmusicas-posibles%2F&docid=HHkRvYOHAXqOOM&tbnid=oiwzHy2_qxEWnM&vet=12ahUKEwj-xrH8h4-PAxUuUqQEHWdQK2QQM3oECF8QAA..i&w=820&h=900&hcb=2&ved=2ahUKEwj-xrH8h4-PAxUuUqQEHWdQK2QQM3oECF8QAA


viernes, 8 de agosto de 2025

FALTA PERSONAL

Hace poco fue el cumpleaños de mi pareja. Para celebrarlo, fuimos a comer un restaurante en el que no habíamos estado. Entramos, se acercó una camarera y nos indicó una mesa. Estaba al lado de una pared de cristal. Hacía calor. Pasaron cinco minutos, no venía nadie ni traían la carta. Una pegatina en la mesa lucía un código QR. Saqué el móvil y no funcionaba: una vez, otra, otra más, nada. Mi pareja me dijo que se estaba agobiando por el calor. Seguía sin venir nadie, le pregunté si nos íbamos y eso hicimos. En la calle me dijo que tenían frente a nosotros un aparato de aire acondicionado... apagado. En plena hora de calor, a las 14:30 horas.

Cogimos el coche y conduje hasta la otra punta de la ciudad, un restaurante en el que ya habíamos estado dos o tres veces, un buffet libre en el que das al camarero una hoja con lo que quieres y ellos lo traen. Nos atiende otra camarera, dice que solo hay dos mesas libres y que están en un recodo al que no llega bien el aire acondicionado, que no quiere que estemos a disgusto y prefiere advertirlo. Así es, pero no se está mal, nos quedamos. Cuesta que nos atiendan, está lleno, de modo que voy a la barra y le entrego la hoja con la comanda. Tardan un poco, pero los platos van llegando, excepto un arroz; se lo decimos a otro camarero y al rato viene con otro tipo de arroz. Vemos que todos los empleados van a toda mecha, uno de ellos suda ostensiblemente pese a que la temperatura no es mala.

Tras la comida, mientras nos cobran, la camarera que nos atendió se detiene ante tres mesas y nos pide disculpas. Está entre agotada y enfadada. Dice que el cliente merece mejor atención, que no le importa más que estar bien atendido y que debe irse satisfecho, pero que el establecimiento es muy grande y hay poco personal, «¡Falta personal!», añade finalmente, pero los clientes no tienen por qué darse cuenta. Le digo que algunos sí nos damos cuenta y finalmente se marcha cuando las mesas ya comienzan a vaciarse.

Recuerdo que la última vez que estuvimos aquí dejamos algo de propina en el platillo con la cuenta. La mujer que nos atendía se puso entre nosotros y la barra, tapando ese dinero y nos pidió que lo recogiéramos, que las propinas se las quedaban los dueños y los empleados no veían nada de ese dinero. «Por favor», añadió. Parecía muy descontenta. Desde luego, nos atendió estupendamente, aunque a toda velocidad, como ocurre cuando el trabajo de dos lo tiene que hacer uno y, a pesar de eso, hace todo lo que puede y mantiene la educación, pese a algún fallo absolutamente disculpable y que cualquiera de nosotros cometeríamos multiplicado por diez.

Siempre hay que escuchar a los que hacen el trabajo que no hacemos nosotros, nunca decir que otros están peor, jamás añadir que al menos tienen trabajo. Trabajar cara al público es muy difícil, la buena educación es menguante y por eso mismo hay que extremarla.

Si hay una cifra alta de parados y, aun así, falta personal, es por algo.

 


Procedencia de la imagen:

 https://restaurantelleno.com/decoracion-muebles-reciclados-del-restaurante-stork.html

viernes, 1 de agosto de 2025

DEMASIADOS GRITOS

Anoche, en un edificio que está a cien metros del mío, tenían fiesta al aire libre, junto a la piscina. Os podéis imaginar: risotadas, gritos, chorradas en altísima voz... Pasadas las doce de la noche empezaron a desfilar a casa. Media hora más tarde llegó el camión de la basura con gran estruendo; es verdad que estos están trabajando, pero no sé si sería posible bajar el nivel de ruido, porque a las 7:30 llega otro camión, esta vez a llevarse los residuos orgánicos.

Los que necesiten dormir para currar al día siguiente lo tienen claro.

Mejor no digo nada de quienes despotrican contra lo que sea (y quien sea) bajo mi ventana a las tres, las cuatro...

Esta mañana, en el gimnasio más de lo mismo. Lo normal es oír a unos pocos soberbios que odian al gobierno y a sus socios (ellos dicen amar mucho a España). Desde lo de Montoro están algo más callados, pero hoy he reconocido una voz. Un tipo entrado en (muchos) años que le decía (gritaba) a otro que de vez en cuando se pone al asunto con su pareja, que “hay que ver lo de la pastilla, te la pone como una piedra, claro que con dos de veinte no hace falta pastilla”... Todo eso, insisto, a gritos. Sin duda, necesitaba sentirse reconfortado, no vaya a ser que su disfunción eréctil lo acompleje, que es muy macho machote y tal vez fantasea con eso de dos de veinte, que no se acercarían a él ni con un palo.

Por cierto, bendita pastilla azul, nada contra ella, faltaría más, y sí contra el gritón con complejo de alguacil de pueblo y seguramente algún otro complejo.

Después he ido a la compra. El súper estaba lleno, lo que ha sido suficiente para que la choni de turno la emprendiese, sin mediar provocación, contra el presidente de gobierno al que “pagamos las vacaciones y seguro que hasta la comida”, no como a ella. Me he quedado esperando que dijera algo de los viajes sin propósito de una presidenta de comunidad autónoma y de su chalet y su ático, así como de las múltiples propiedades del jefe de la oposición. Otra señora intentaba razonar con ella, pero para qué.

Desconfío de los que levantan la voz, de los que hablan muy deprisa y no escuchan, de los que repiten consignas, de los que se indignan según y contra quién. Desconfío, por lo tanto, de los sectarios, los soberbios, los del yatelodigoyo, los especialistas en todo, los miopes de un lado, los del andador moral y, en general, de los que no saben vivir en sociedad. Porque vivir en sociedad es con-vivir. Y eso implica una amplia dosis de tolerancia y escucha activa.

Hay demasiados gritos. Bajar los decibelios facilitaría la vida en común.

Y con esto, chavales, empiezo agosto y os deseo a todos un estupendo mes si empezáis ahora vuestras vacaciones. Y mi pésame si toca trabajar, espero que al menos haya aire acondicionado.

Un abrazo a todos los que por aquí pasan.



Procedencia de la imagen:

https://www.eltiempo.com/cultura/gente/la-terapia-de-gritos-para-aliviar-el-estres-laboral-que-se-ha-vuelto-viral-expulse-la-presion-en-una-cabina-insonora-3408828

miércoles, 23 de julio de 2025

'LA DELGADA LÍNEA AZUL'

Acabo de terminar la tercera temporada de esta serie sueca.

La recomiendo.

Deja mal cuerpo. No tanto por la brutalidad como por la fealdad de una sociedad que se parece a la nuestra.

Porque hemos construido un relato, seguramente falso, muy falso, sobre el paraíso escandinavo. Pero lo que se nos muestra en esa serie es una sociedad con profundos desconchones, derechos sin deberes, drogas, ningún respeto, arrogancia y soberbia.

Estoy viendo el último episodio de los seis que tiene esta tercera temporada y pienso que habla de la tristeza. Unos policías, personas como cualquiera de nosotros, se sienten desbordados, conocen la realidad y presentan las mismas debilidades que cualquiera. Algunos renuncian a la ilusión mientras otros cumplen kantianamente su cometido.

Los últimos minutos me gustan, tal vez para no arrojarnos solo la desazón a los ojos. Son unos minutos de esperanza, un  brillo puede que fugaz. Pero es que también somos eso, la vida no es solo devastación y mugre, también hay en ella personas buenas y razones para la ilusión.


Tráiler:

https://www.youtube.com/watch?v=3QreSg6YHlg



Procedencia de la imagen:

https://cinemagavia.es/la-delgada-linea-azul-serie-estreno-filmin/

martes, 15 de julio de 2025

QUÉ ES LA POESÍA

 

«La poesía

es fingir que es verdad

lo que es verdad».


        Benjamín Prado: poema «Material», incluido en Acuerdo verbal

 

https://www.youtube.com/watch?v=va1oiojnGrA&list=RDva1oiojnGrA&start_radio=1


jueves, 3 de julio de 2025

CANCIONES DEL NO-VERANO 37 : ENYA


Ignoro la razón por la cual la música de Enya (hipnótica, envolvente y bellísima) casi ha desaparecido. Tengo algún CD suyo y esta calurosa tarde hay algo que me ha pedido volver a casa.

Ahí van unas muestras:

https://www.youtube.com/watch?v=7wfYIMyS_dI&list=RD7wfYIMyS_dI&start_radio=1&rv=7wfYIMyS_dI

https://www.youtube.com/watch?v=Jl8iYAo90pE&list=RD7wfYIMyS_dI&index=2

https://www.youtube.com/watch?v=bPCdsa7hS7M&list=RDbPCdsa7hS7M&start_radio=1



Procedencia de la imagen:

https://radiosol.cl/que-fue-de-enya-la-reina-de-la-musica-new-age/

martes, 24 de junio de 2025

UNA CONFERENCIA DE ÁNGEL GABILONDO

Es soso, ya lo decía él cuando fue candidato a la Comunidad de Madrid... y perdió. Inexplicablemente. Contra Isabel Díaz Ayuso.

Pero hoy no va de política, tal vez en otra ocasión.

En realidad no es soso, solo lo parece, como un disfraz.

He escuchado a Ángel Gabilondo en directo dos veces; en una incluso pude hablar con él porque iba con una amiga que fue alumna suya. Un tipo tímido y cordial, que escuchaba más de lo que hablaba, como suele suceder con los que tienen algo que decir.

En ambas conferencias se creció en el diálogo con los que allí estábamos, en la improvisación pura, fruto de la sabiduría y la reflexión de muchos años.

He leído solo dos libros suyos: Alguien con quien hablar y El salto del ángel. Ambos al alcance de todos y muy provechosos.

Entre el lunes y el martes, mientras pedaleaba en el gimnasio, he escuchado esta conferencia que dio en Cataluña, allá por 2012, según dice YouTube. Va sobre Kant, pero que nadie se asuste, la filosofía es para todos y Kant, como dice Gabilondo, es un clásico porque es actual.


Esta es la conferencia:

https://www.youtube.com/watch?v=mX2dnBKAsyI



Procedencia de las imágenes:

https://www.amazon.es/Alguien-quien-hablar-%C3%81ngel-Gabilondo-ebook/dp/B006CO6UY8

https://www.todocoleccion.net/libros-segunda-mano/el-salto-angel-angel-gabilondo-editorial-aguilar-2013~x341118328



miércoles, 11 de junio de 2025

EVOCACIÓN DE NUEVA YORK

Este sábado iré a la Feria del Libro de Madrid. Lo hago casi todos los años, aunque no siempre compro, pero me gusta ir. Reconozco que me molesta un poco esa devoción por el famoso, que a menudo no ha escrito su libro, sino que lo ha hecho el correspondiente negro, que seguramente es mejor llamar escritor fantasma.

He leído que este año la invitada es Nueva York. Y eso me ha llevado a rememorar aquel viaje maravilloso que hice en julio de 2011, y que aquí plasmé en una especie de crónica personal en cinco entregas: «Crónicas neoyorkinas».

Prometí volver. Prometí llevar a mi hijo, que entonces era menor de edad, para que me acompañase al Smoke. Han pasado casi 14 años, él no quiere ir a la ciudad y a mí se me han pasado las ganas de visitar ese país nuevamente. Tampoco he conseguido que se aficione al jazz, por cierto.

He recordado especialmente la ciudad de Nueva York porque acabo de terminar un libro de Eduardo Mendoza, El rey recibe, que se desarrolla parcialmente allí. Aprovecho para decir que el libro no es, a mi juicio, un Mendoza de primera. Más bien parece escrito dejándose llevar, introduciendo personajes y narraciones sin demasiado sentido, sin que la narración progrese con un hilo. Es Mendoza, por supuesto, con su fina ironía y sus observaciones punzantes, pero está muy lejos de ser el mejor. A mí es el que menos me ha gustado y he leído casi toda su obra.

Sin embargo, he recordado otro libro de él, que leí a raíz de aquel viaje, Nueva York, muy poco conocido y agotado. Lo busco en mi modesta biblioteca... y no está. Veo que Amazon lo vende. 72 pavos. Aprovecho para pedir a quien lo tenga que me lo devuelva. O que me dé la pasta que ha debido obtener por él. Recuerdo que no era una guía de viaje, sino una serie de reflexiones en calles, plazas y gentes, una curiosidad que leí con devoción y que ojalá pueda recuperar.

También leí, para preparar aquel viaje Lugares que no quiero compartir con nadie, de Elvira Lindo. Esta vez sí es una especie de guía personalísima y muy divertida de sus lugares favoritos en esa ciudad. Visité algunos, por ejemplo el Smoke, uno de mis mejores recuerdos de entonces.

Sí tengo una edición cochambrosa de Poeta en Nueva York, que leí de camino, en el avión, y a la que vuelvo a veces. Es el Lorca que más me gusta y recomiendo igualmente un disco que se grabó con versiones internacionales de los poemas de ese libro.

Tampoco tengo en mi biblioteca Brooklin Follies, libro que regalé a una mujer con la vana esperanza de ir juntos a Nueva York. Lo leí años después, no en ese ejemplar, tan desaparecido como ella. No acabo yo de entrar en ese autor, pese a que lo intento una y otra vez. Igual es por lo referido antes (psicoanálisis de baratillo).

Así que aquí estoy, en esta nublada mañana de junio, recordando aquel tiempo neoyorkino. No soy nostálgico, es raro. Por favor, que alguien me devuelva mi ejemplar del libro de Mendoza.


https://www.youtube.com/watch?v=vqU9449nwYI&list=PLaOZk80wy1COC-pWmSXp-92-NaJCQxIti



Procedencia de las imágenes:

https://www.goodreads.com/book/show/4462759-nueva-york

https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/brooklyn-follies/9788433970923/PN_629


viernes, 30 de mayo de 2025

‘HIJOS DE LOS HOMBRES’

La vi hace poco. Me la sugerían las plataformas a las que estoy suscrito y yo, que no sabía nada de ella, la dejé pasar. Anoche, por uno de esos pálpitos, en un corte publicitario de Forjado a fuego (sí, lo siento), decidí darle al play.

Es una película apocalíptica. Se rodó en 2006, la dirigió Alfonso Cuarón, y se sitúa en el ya muy próximo 2027. La humanidad ha perdido su capacidad de reproducción y, en consecuencia, se encamina hacia su extinción. Hablan de una pandemia de gripe en 2009, pero no queda clara la razón de esa esterilidad planetaria. El humano más joven tiene casi veinte años, desde entonces no ha nacido nadie.

Vemos muchísimas secuencias en un Londres terrible, inhóspito y radicalizado. Los refugiados son perseguidos, internados en campos, maltratados (“Me dais asco”, dice un policía). Se pide a la gente que los denuncie, tanto si se trata de su empleada de hogar como su dentista. La ciudadanía se convierte en el pasaporte a la supervivencia, pese a que en una escena no les sirve de nada.

La policía no es la que hace cumplir la ley, sino que es la ley. En una simbiosis con el ejército, se muestra brutal y despiadada. Los refugiados/inmigrantes son poco menos que escoria, infrahumanos, ratas.

Me interesan dos cosas fundamentalmente. En primer lugar, lo de la pandemia que lo cambió todo (con el COVID vimos algo así, aunque a menor escala), comprobamos lo débiles qué somos como sociedad y lo necesario que es tener unos servicios públicos fuertes y eficaces. En segundo lugar, los refugiados y cómo la identidad política mal entendida los convierte en el chivo expiatorio, sin percibir que son igual de humanos, que también están afectados por la infertilidad y que, como el judío Shylock en El mercader de Venecia, aman, sufren, se duelen, se ríen...

No puedo dejar de mencionar a esos resistentes, muchos de los cuales no dejan de ser terroristas, vengativos, sin más argumentos que un fusil con el cargador lleno. Por supuesto, aquí su resentimiento político parece tener causa noble. Otra cosa son los medios y los daños que van causando y que les acercan a los de sus represores.

Obviamente, no puedo dejar de proyectar lo que veo en lo que ofrecen los telediarios diariamente: quienes llegan a Canarias o a Lampedusa, quienes son casi exterminados en Gaza, los que masacran al diferente...

Lo peor que le puede ocurrir a una película apocalíptica es que pasen los años y se convierta en un pastiche ridículo. Esta no lo es.

Por último, además del protagonista, Clive Owen, conviene destacar en un papel muy corto a mi adorada Julianne Moore y al maravilloso Michael Caine, que interpreta un papel tan breve como glorioso: casi es el último hombre bueno. Porque también de eso va la película: de la condición humana en tiempos extremos, de los que no se apean de la bondad.

Una secuencia me ha estremecido especialmente (¡spoiler!): aquella en la que el protagonista sale con la mujer que acaba de tener un hijo y se abren paso entre los soldados/policías. Estos se asombran, lloran, se arrodillan, se santiguan, se enternecen... Quienes hayan visto Senderos de gloria descubrirán analogías.


Trailer de la película:

https://youtu.be/Ysl41vlR3aA



Procedencia de las imágenes:

https://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-60792/

https://www.sensacine.com/actores/actor-2535/fotos/detalle/?cmediafile=18670936




viernes, 23 de mayo de 2025

HETERODOXOS ANÓNIMOS

Bueno, no tan anónimos. Hablo de esos que son capaces de pensar contra ‘los suyos’, incluso de esos que no saben quienes son los suyos.

Me gustan. Son los que valen la pena.

Los otros, los de la ortodoxia, son los que dicen algo muy convencidos contra el partido que gobierna y, cuando el suyo llega al poder, mutan su discurso con el mismo arrebato.

Tienen un gran sentido de la familia. De la suya, claro; las demás son todas imperfectas. No oses decir nada de sus papis o hermanos, eso es terreno blindado y peligroso. Con los hijos menos aún.

Están en contra de los abusos sexuales a menores (hay que ser muy mostrenco para no estarlo) y, cuando se les pide que se pronuncien sobre la pederastia en la Iglesia, se indignan achacando una persecución a los católicos (o la religión que posea el interfecto).

Son los adeptos de cualquier ‘ismo’ y compran el pack completo. Hay muchos ismos y es difícil dialogar con ellos porque se consideran críticos y poseedores de la verdad. Pero ay de ti como intentes ser crítico con sus creencias. Porque son creencias. He de añadir que muchas de esas causas que defienden son nobilísimas, pero ellos no tanto.

Este post está emparentado con uno de hace pocas semanas: “Los brasas”. No solo son fieles a la ortodoxia, sino que su apostolado es francamente molesto y cargante.

Yo he estudiado Filosofía, también algo de Psicología. Hay abundante bibliografía respecto a estas cuestiones. Como no quiero ser muy plasta, recomiendo cualquier texto sobre lógica informal (en internet, por cierto, hay páginas excelentes), así como el libro de Ortega y Gasset Ideas y creencias. Y, si no es mucho pedir, que repasen a Kuhn, Lakatos y Popper. Al menos que vean Zelig, la peli de Woody Allen.

Los míos, concluyo, son los que no saben quiénes son los míos. Como decía Machado, los que viven en guerra con sus entrañas y, como proponía Hannah Arendt, intentan pensar sin asideros.



Procedencia de las imágenes:

https://deconceptos.com/ciencias-sociales/heterodoxia

https://www.todostuslibros.com/libros/ideas-y-creencias_978-84-206-4129-4


martes, 13 de mayo de 2025

EN FAVOR DE LAS NORMAS (JUSTAS)

Hace unos años, cuando existía la asignatura de Valores éticos, y antes en Educación para la ciudadanía, ponía un deber a mis alumnos: redactar, al modo de un breve ensayo o de un relato, cómo sería un día sin derechos, sin ningún tipo de derechos. El resultado, dejando aparte los rutinarios para salir del paso, era estremecedor. Los estudiantes eran conscientes al verbalizarlo de que podemos vivir más o menos tranquilos porque hay alguien que garantiza nuestros derechos. Es decir, que no nos roban impunemente y a todas horas, que no nos golpea el más fuerte, que la policía no nos asalta poniéndonos la pistola en la boca, que hay alguien que procura que podamos vivir en paz.

Sí, ya sé que no todos, que no todas. Y también sé que algunos lugares del mundo son el infierno. Tan ingenuo no soy. Hablo del país y el tiempo en los que vivo. Imperfectos, pero muchos mejores que otros.

El ejercicio tenía como objetivo hacerles ver la necesidad de las normas. De todo tipo de normas. De las simples reglas de urbanidad, que facilitan la convivencia. De las normas de circulación, que impiden los accidentes continuos, pese al empeño de algunos en vulnerarlas una y otra vez, ya que otros las respetamos y por eso conducir no es siempre la selva. De las leyes jurídicas, que permiten la custodia judicial, las garantías, la protección del ciudadano.

Los estudiantes tendían a decir que todo está muy mal. Es misión del profesor poner las cosas en su lugar. Es preciso que haya normas y aún más que sean justas. Porque en las dictaduras también las hay, muy rigurosas por cierto, pero nada justas. Siempre hay algunos que añoran las tiranías; a alguno de piel oscura le he tenido que recordar que en cierto régimen alemán acabaría, como yo, el el horno crematorio. El conocimiento del pasado (reciente) es necesario, la ignorancia es campo abonado para los fanáticos, para que los resentidos encuentren un abono que también terminará con ellos. La mayoría ignora que en España hubo campos de concentración y que muchos españoles murieron en ellos, aquí y también en otros en Europa, ahora que se cumple el aniversario de la liberación de Mauthausen.

La democracia no es perfecta, desde luego. Las tiranías no es que sean imperfectas, es que son el peor de los horrores imaginables. Les recomiendo que lean no solo sobre los campos de concentración, sino también sobre las limpiezas étnicas. Tenemos una en vivo y en directo y hubo otra en el corazón de Europa en los noventa. También lo saben en Latinoamérica. En realidad, no hay lugar en el mundo libre de la tortura, el asesinato y la ley del más fuerte.

Esa batalla sí hay que darla: contra la barbarie, la ignorancia, la intolerancia, el fanatismo, la crueldad, la injusticia, la miseria, la esclavitud...

Por eso, todo régimen que se precie, necesita normas. Insisto: normas justas, revisables, mejorables. Normas que respeten la dignidad y hagan posible la particular felicidad de cada cual.

Y, si alguien desea meterse en algo más hondo, le recomiendo consultar qué es eso del velo de ignorancia, algo que desarrolla John Rawls en su Teoría de la justicia.



Procedencia de las imágenes:

https://virtual.cuc.edu.co/blog/que-son-las-normas-juridicas

https://biblioteca.ufm.edu/opac/record/7532