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jueves, 18 de diciembre de 2025

GÉNEROS LITERARIOS

No teman. No hay voluntad de dar una clase, solo soy un profesor para el desguace.

Lo de hoy es para repasar mi relación con los géneros literarios. Al fin y al cabo, esto no deja de ser un lugar en el que escribir y a mí me gusta hacerlo razonablemente bien. Porque hay algunos blogs que dan vergüencita (de Twitter/X mejor ni hablo)...

Un blog pertenece mayoritariamente, creo, al ensayo. Algunos hay que son receptáculos de creaciones: narraciones breves, poemas... Recuerdo a una jovencísima Elvira Sastre en el suyo, donde ya se vislumbraba su talento. Ahora está en barbecho desde hace años y los comentarios están llenos de propuestas de estafas que nada tienen que ver con la literatura.

A mí el ensayo me gusta. Al fin y al cabo es mi profesión y mi formación. Es costoso, claro que sí, pero lo profundo no siempre puede escribirse en una taza de Mister Wonderful. Creo, como Ortega, que la claridad es la cortesía del filósofo. Siempre que se puede, por supuesto. La Crítica de la Razón Pura es un libro largo y difícil, me gustaría que fuese algo más accesible, pero también es cierto que exige una atención y una concentración que no solicitan otros textos más simplones.

Leo unos pocos cada año y consulto muchos. Tengo delante los Ensayos, de Montaigne, el padre de la palabra, aunque yo más bien atribuiría su invención a Aristóteles, si no antes. Platón tenía un punto narrativo y poético que me gusta especialmente, pero el ensayo es cosa de Aristóteles.

Leo sobre todo narrativa. Algún libro de relatos y muchas novelas. Al cabo del año repaso y veo que, del medio centenar de volúmenes completados, un ochenta por cierto son narrativa. Tal vez no he evolucionado demasiado, porque me encanta que me cuenten historias. También en el cine.

Teatro leído más bien poco. Lo pienso siempre representado y a la sala sí que voy. Tampoco todas las semanas, pero sí a media docena de representaciones cada año. Espero con impaciencia el momento de ir a Madrir a ver lo último de Juan Mayorga y de Javier Gomá.

La poesía es un género mayor. Suelo decir que es el pan de la literatura, el fundamento. Me gustaría escribir bien y eso significa escribir poesía, el lugar en el que las palabras pueden decir mucho más de lo que les está permitido en el diccionario. Poesía no es darle a la tecla enter. Tampoco consiste en escribir lo primero que te pasa por la cabeza. En poesía hay que conseguir que un mínimo de palabras expresen lo máximo. Ser un buen poeta no está al alcance de todos y yo me iré de este mundo siendo un aspirante.

Repaso un poco mi vida literaria. He publicado un par de libros de poesía. Uno de ellos muy juvenil, pido perdón por el atrevimiento. Hay, casi concluido, un tercero, que no sé cuándo verá la luz. También pergeñé un libro de relatos y seguramente terminaré en 2026 el próximo. En alguna revista literaria y en un volumen colectivo han aparecido textos míos: relatos y poemas. En el ensayo me he prodigado algo más: colaboré en un volumen colectivo y publiqué otro en solitario, así como algunos artículos en revistas especializadas que, por supuesto, no ha leído casi nadie. Pero no escribimos por eso, aunque deseemos lectores e interacción. Como aquí, qué duda cabe.

Esto parece un ridículum vitae. Así que igual es el momento de despedirse por hoy. Resumiendo: me gustaría ser poeta y en el mientras tanto hago lo que sé y puedo.



Procedencia de la imagen:

https://www.elauladepapeloxford.com/escribir-a-mano-ayuda-a-aprender-otras-habilidades-mas-rapidamente/


lunes, 8 de diciembre de 2025

CIVISMO


No conduzco demasiado, la verdad, así que esto únicamente tiene valor de anécdota. O no.

Iba a un gimnasio hasta hace poco y requería coche. Unas doce señales de STOP entre mi casa y el lugar. Apenas las respetaban dos o tres coches; en una ocasión vi a la policía (sin sirena) saltárselo y, claro, los coches que venían detrás hicieron lo mismo.

De las rotondas ni hablamos. Los intermitentes son decorativos, salir por el interior la costumbre y agobiar al que va a velocidad adecuada lo más común.

Ayer, al desaparcar, ya de noche, vi por la calle un patinete eléctrico. Menos mal, porque ni luces ni casco ni chaleco reflectante: dos jóvenes vestidos de oscuro montados en él, circulando por dirección prohibida. Frené en seco, me miraron mal. Pocos metros después, otro patinete, conducido por un preadolescente con un niño de no más de cinco años. Por la acera.

No menos malo fue el señor más o menos de mi edad que se puso a cruzar con el semáforo de peatones en rojo, lo que me obligó a un frenazo de los que hacen época. No me pude resistir: pité. Siguió cruzando indiferente.

Casi es anecdótico el automóvil que se paró en un puente de dos carriles. Porque sí. Generó atasco hasta que, al rato, decidió salir.

Menos mal que llegué a casa. Ah, los contenedores. Parece que los agujeros para las diferentes basuras son demasiado pequeños, de modo que mejor desparramamos las bolsas por fuera, rompemos unas cuantas y dejamos la porquería esparcida y, ya de paso, un sofá despanzurrado y la ropa que no queremos (hay un contenedor específico a cien metros).

Antes de llegar al portal debo detenerme porque un tipo ha decidido aparcar en la acera por la que voy, subir salvajemente a ella. Voy despacio, aposta, hago como que no le he visto. No se siente aludido. El coche sigue en la acera, rodeado de siete huecos.

Subo a mi piso. Pongo el telediario. Hablan de lo mal que está la política y pienso que es verdad: la polis está en peligro. La cives, eso que da lugar a la civilización, al civismo. O será la urbe, eso que deriva en urbanidad... Soy pesimista. Todos esos antropoides egoístas votan. Y hay muchos.


https://www.youtube.com/watch?v=gfHpWwWu-qY&list=RDgfHpWwWu-qY&start_radio=1



Procedencia de la imagen:

https://www.tusbuenasnoticias.com/noticias/educacion/2025/09/08/50171-civismo-como-ser-un-ciudadano-ejemplar-en-la-era-digital

sábado, 29 de noviembre de 2025

‘YA NO SÉ LO QUE ESTÁ BIEN’

La frase que da título a este post la pronuncia Ingrid Bergman en Casablanca.

Mientras plancho, suelo poner una película que ya he visto, una de esas clásicas por las que no pasa en tiempo. El día 26 de noviembre de 1942, hace 83 años, se estrenó Casablanca, esa joya inaudita, repleta de improvisación y de un guion que se escribía cada noche en el hotel. Por alguna razón (maravillosa) salió casi perfecta.

Hoy me he fijado en unas cuestiones morales. En primer lugar, la pareja de búlgaros que están huyendo de los horrores de la guerra, del nazismo que se ha enseñoreado de su país. Ella va a ver a Rick, le da a entender que está dispuesta a entregar su cuerpo al jefe de policía Renault a cambio de salvoconductos o dinero para adquirirlos y le plantea si cree que cumplirá con su palabra. El marido reciente, por su parte, está jugándose el poco dinero que tienen a la ruleta. Pierde, por supuesto. Rick acude en su auxilio: dos veces la bola cae casualmente en el 22: “Recoja su dinero, márchense y no vuelvan por aquí”. Todo el mundo se da cuenta del engaño y de la acción de Rick: el alemán que pregunta si es un lugar honesto, el barman y el camarero ruso que besa a Rick (“Aparta, ruso loco”, le dice el dueño del local).

Ella le ha preguntado si cree que su marido la perdonará. Le ama sobre todas las cosas y la situación es extrema. No puedo dejar de compararla con la joven que llega al bar con un alemán: ha de sobrevivir, es lo que se denominó una colaboracionista horizontal. Sin embargo, unos minutos después canta con frenesí “La marsellesa” y grita vivas a Francia. Otra perdedora, otra superviviente, como tantos a los que no se debería reprochar nada, mucho menos hacerles lo que se les hizo.

Ingrid Bergman (Ilsa) estuvo enamorada de Rick en París, cuando este era Richard. Creía que su marido Victor, el héroe de la resistencia, había muerto y, cuando le informaron de que no era así, dejó su historia de amor por el deber de seguir a quien también amaba, tal vez de otro modo. Pero en el bar se reaviva la pasión sin que el deber matrimonial mengüe. Ilsa está dispuesta a quedarse con Rick, a ser infiel, ya no sabe lo que está bien. El deber la golpea y el placer la requiere.

Casablanca es una película política. También una historia en la que placer y deber se enfrentan. El dolor de esas mujeres infieles (o casi) no hay que juzgarlo: son seres humanos que se debaten entre valores incompatibles, todos lo somos y alguna vez en la vida no hemos sabido qué está bien y qué está mal.

Me he acordado mientras la veía de otra película, reciente, mucho más floja: Una proposición indecente. Todo lo que hay en esta lo contemplamos en unos minutos en Casablanca y mucho mejor.

Por cierto, como ya he dicho, estaba planchando. Pero sonó el himno y me retiré de la tabla para escuchar con respeto y estremecimiento. De nuevo, siempre.


Secuencia del himno:

https://www.youtube.com/watch?v=-aUUoSWzLxg



Procedencia de las imágenes:

https://www.wiriko.org/cine-audiovisuales/las-cinco-razones-para-odiar-casablanca/

https://www.elmundo.es/papel/cultura/2017/11/19/5a10570046163f05098b45ed.html

sábado, 22 de noviembre de 2025

‘BAUMGARTNER’

Acabo de terminar Baumgartner. Empecé con muchas ganas, la historia me parecía estupenda. En su primer terció disfruté, devoré la narración. Pensé que Auster se despedía con la obra que, por el momento más estaba disfrutando. Porque he leído unas cuantas; sin embargo, no puedo recordar ninguna con entusiasmo, no hay una sola que haya dejado en mí ese poso que depositan algunos libros esenciales. Si tuviera que elegir, me quedaría con el guion de Smoke. Lo he intentado, de verdad, todo el mundo me hablaba maravillas de este escritor. Y no las niego, simplemente no reconozco en lo que he leído tales méritos objetivos. O será que, como ocurre a menudo, no ha escrito para mí, no me concierne tanto como otros.

De cualquier modo, leedlo, a ver si soy yo.

Una vez pasado el primer tercio, Auster hace entrar en escena a muchos personajes, todos ellos interesantísimos (Judith, Beatrix, Flores, Papadopoulos...), pero me parecen bastante desdibujados, como en una neblina en la que esos personajes (¿demasiados?) flotasen sin que veamos desarrollo. Promete pero no hay demasiado más.

En resumen, creo que el tema es el de la soledad, lo que me interesa muchísimo, pero... Demasiados peros, creo que al libro le faltan páginas o le sobran personajes y subtramas. Más aún cuando Auster se adentra en la historia de los Baumgartner/Auster (porque es más él que nadie).

Sé que fue su último libro, tal vez la enfermedad no le permitió desarrollarlo. Esos datos se me escapan. Me quedo con ganas de más.


Ah, recordatorio: leed este post:

https://nomadassquare.blogspot.com/2025/11/pero-no-te-olvides.html



Procedencia de la imagen:

https://www.planetadelibros.com/libro-baumgartner/392176

jueves, 13 de noviembre de 2025

PELÍCULAS SOBRE FREUD

Ayer vi La última sesión de Freud (Matt Brown, 2023). Me gustó, pero rumiando un poco me doy cuenta de que no tanto. Cuenta la historia de una conversación (posible, no está documentada, es una licencia tal vez) entre el célebre doctor y C. S. Lewis, el autor deLas crónicas de Narnia. No se sabe muy bien por qué llama Freud a Lewis, pero este acude y charlan, presuntamente sobre religión, sobre la existencia de Dios: ¿es una construcción neurótica propia de un estadio infantil o, por el contrario, una necesidad de sentido? Me hubiera encantado que la película fuera sobre eso, pero el asunto es tratado de modo superficial con frecuentes digresiones que, la verdad, no vienen muy al caso: la hija Anna, su relación con Dorothy, el doctor que quiere establecer una relación con ella, el análisis que hace Freud a su hija... Distracciones. Lo que sí me gusta, por supuesto, es la ambientación, en el Londres de los primeros días de 1939, con la Segunda Guerra Mundial recién inciada y Freud en sus últimos días de vida. Los actores cumplen y me creo a Anthony Hopkins en el papel protagonista, aunque no sea su mejor interpretación. Quedan demasiados hijos sueltos, no es una película redonda, pudo ser mejor.

Me gustó más Un método peligroso (David Cronemberg, 2011), con Viggo Mortensen haciendo con notable competencia de Freud. Cuenta la relación entre tres personas, pero lo que más me interesa es la que se muestra entre Freud y Jung. Aquí si veo interés en respetar la historia (con sus licencias, por supuesto).

El vendedor de tabaco (Nikolaus Leitner, 2018) no me gustó nada. Desperdicia una historia excelente y convierte a Freud en una especie de confidente de un empleado del estanco en el que compra tabaco. Otra oportunidad desaprovechada, pese a que es Bruno Ganz el que se hace con la figura de Freud.

La serie Freud (Marvin Kren, 2020) es especialmente lamentable. Han convertido al padre del psicoanálisis en una especie de detective que colabora con una medium para resolver crímenes y conspiraciones. Caótica, indigerible, tramposa. Solo merece la pena, como en otras, la ambientación y la recreación de Viena.

Hay muchas más, algunas no las hemos visto en España. No obstante, por no ser muy chinche, voy a recomendad dos clásicos, ahí voy sobre seguro: Elemental, Dr. Freud (Herbert Ross, 1976) y Freud, pasión secreta (John Huston, 1962). Que aproveche.



Procedencia de las imágenes:

https://www.selecta-vision.com/catalogos/la-ultima-sesion-de-freud/

https://www.filmaffinity.com/es/film382228.html

https://www.cineypsicologia.com/2016/10/la-pasion-secreta-de-freud-freud-john.html



miércoles, 5 de noviembre de 2025

PERO NO TE OLVIDES...

Hoy traigo un post distinto.

El 29 de octubre de 2024 una dana destruyó pueblos, campos y, lo que es más importante, la vida de más de 200 personas. Un año ha pasado y en este tiempo hemos oído de todo. No voy a incidir en responsabilidades y negligencias, que para mí están claras. Lo que quiero hoy es deciros que hay una iniciativa solidaria que tiene que ver con la literatura. Se trata de la publicación de un libro cuyos beneficios irán a parar a la biblioteca de un colegio público de Sedaví. Participo modestamente con algún texto. Obviamente, para que tenga éxito y el dinero llegue a la biblioteca, es preciso que se vendan los libros.

Están cerca de la mitad, el proyecto peligra. Por eso lo traigo aquí: es imprescindible la labor de mecenazgo (crowdfunding, lo llaman también). Al final de este post tenéis toda la información.

Perdonad que utilice mi blog para hacer publicidad, pero creo que merece la pena. Si no estáis en situación de gastar 20 €, al menos dadle toda la visibilidad que podáis.

Gracias.


https://www.verkami.com/projects/41978-pero-no-te-olvides-de-valencia?fbclid=IwY2xjawN37MFleHRuA2FlbQIxMQBzcnRjBmFwcF9pZBAyMjIwMzkxNzg4MjAwODkyAAEeOYqdhNK12kdgVotDkAMxorQxDbQHcpgIb6tU1yWEDBHLKlUT0D8b1eCr9MQ_aem_ZSsn6ys9QKrugnmfzS0jdw



sábado, 1 de noviembre de 2025

HALLOWEEN CON POE

Yo soy el tipo menos fiestero y más aburrido que os podáis imaginar. Soy de esos que en la BBC (bodas, bautizos y comuniones) espera pacientemente en un rincón el momento en el que, ahítos de alcohol, cansancio y alegría, todos comienzan a marcharse.

Halloween no es ninguna excepción.

Para terror de verdad, y no ese sucedáneo postizo y gomoso, enciende la tele a la hora del telediario. O lee algún periódico medianamente decente. El horror, sin atenuantes.

Si eres, como yo, letraherido y peliculero, te voy a hacer una doble sugerencia vinculada por Edgar Allan Poe: La caída de la casa Usher. El relato (porque eso es: un cuento) se suele incluir en las diversas antologías. Yo recomiendo la traducción que hizo Julio Cortázar y que publicó Alianza. En realidad recomiendo todos los cuentos de sus dos volúmenes, muy especialmente el primero. Y, si me detengo en este, es porque hace poco vi la película del mismo título, dirigida por Roger Corman en 1960, con Vincent Price como el inquietante Usher. Hay notables diferencias con el relato de Poe, pero merece la pena. Algunos dicen que es serie B, lo que me importa menos que nada: en esta supuesta categoría hay excelentes películas, mucho mejores que las grandes producciones al servicio de la estrella de turno.

Estoy comprobando que también se ha hecho, en 2023 una miniserie de ocho episodios; tiene críticas desiguales, yo no la he visto. También hay varias novelas gráficas, para los que prefieran ese formato.

Pues nada más, ni truco ni trato. Mejor recordad a los que ya no están. Hoy y cada día.


Tráiler e información de la película:

https://www.filmaffinity.com/es/evideos.php?movie_id=726696



Procedencia de las imágenes:

https://www.iberlibro.com/9788420619897/Cuentos-POE-Edgar-A-8420619892/plp

https://www.amazon.es/ca%C3%ADda-casa-Usher-DVD/dp/B00KQKR6NI



domingo, 26 de octubre de 2025

CORRESPONDENCIA PRIVADA

Ya escribí algo sobre Borges el 25 de agosto de 2018. Veo también que, si pongo ese nombre en el buscador de Blogger, aparecen 26 entradas en las que lo nombro directa o indirectamente. Pocas me parecen.

Hoy he leído un poema de Benjamín Prado sobre él: “Debo fingir que hay otros y es mentira (en Ginebra, tras los pasos de Borges)”. Comienza así:

        Cuando encontró a María Kodama en Buenos Aires,

        el corazón de Borges

        era como una nieve sin pisadas,

        un puñado de arena robado a un desierto,

        una ciudad hundida en el fondo del mar.

Ese Borges que, como dice Benjamín Prado, “quizá no era feliz, tal vez no le importaba”, me ha recordado  a Vargas Llosa y a la última pareja que tuvo (me niego a pronunciar su nombre), que se ha apresurado a escribir unas memorias en las que incluye unas cartas del escritor peruano. Cartas de amor, misivas íntimas. Soy de la opinión de que el secreto de las comunicaciones hay que mantenerlo (incluso póstumamente), a no ser que las personas involucradas den su consentimiento explícito. El de Vargas Llosa ya no es posible, pero están los hijos, a los que creo que se puede hacer mucho daño.

Por esa misma razón, recibí con recelo la publicación de las cartas entre María Casares y Albert Camus. Luego me enteré de que los hijos de Camus habían dado el visto bueno, no sé si María Casares tenía familia y tampoco si se les preguntó.

En todo caso, creo que la correspondencia privada no posee gran valor, no al menos para los que preferimos la literatura a hurgar en la intimidad del escritor. Me produce grima.

No recuerdo que María Kodama haya revelado detalles íntimos o escabrosos de Borges, aunque ella no sea santo de devoción de muchos. En todo caso, aquí nos importa lo que escribieron Borges, Vargas Llosa, Camus y muchos otros. Los programas de la entrepierna (perdón, del corazón...) los dejamos para los fisgones.

No sé si lo he dicho ya: leed a Borges, ese escritor que hubiera honrado al Nobel que nunca le dieron.



Procedencia de las imágenes:

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/cultura/2019/08/25/borges-hombre-patria-varias/0003_201908G25P28991.htm

https://gretalibroscongarbo.com/casares-y-camus-un-amor-tan-intenso-como-imposible/?srsltid=AfmBOooBr_0O_vZV47OogjOMfSWMpPolCabV-cBqhWpDgLjhqxIqvZ43

domingo, 19 de octubre de 2025

CERTÁMENES LITERARIOS

Cuando era joven escribía poesía (mala) y relatos (aún peor). Nadie me dijo que eran penosos, así que incluso envié algunos poemas a un programa de Radio Nacional, donde los leyeron (qué vergüenza) y a un par de certámenes, en uno de los cuales premiaron inexplicablemente un cuento que he perdido (menos mal).

Desde los 25 hasta la edad abundante que hoy tengo he escrito mucho y creo que he mejorado algo, pero salvo publicaciones relacionadas con mi trabajo nada salió de mis libretas y mi ordenador en esos años.

Hace no mucho volví a intentar mejorar aún más (era fácil) y autopubliqué un libro de relatos, tras varios rechazos editoriales, un ensayo y, recientemente, un poemario. Obviamente, no me lee ni el Tato, que nadie crea que esto proporciona seguidores literarios y mucho menos dinero. No estoy dispuesto a que escribir me cueste dinero, de modo que los cuelgo en esa plataforma que permite hacerlo sin coste (no digo cual, la publicidad se paga). Porque hay muchas supuestas editoriales en las que pagas para que te publiquen; es decir, son imprentas más que editoriales y el producto comercial no es el libro, sino tú.

Hoy he vuelto a entrar a una página que recoge concursos literarios de todo pelaje: el Adonais, el Planeta, el Nadal... y otros menos conocidos y más humildes. Algunos dicen que todo en ellos está amañado. Yo no quiero creer en la mala fe, pero sí veo cosas que me inquietan o me molestan.

En la mayoría exigen presencia física del autor en la entrega de premios que, en casi todos los casos, son de poco valor, por lo que  queda restringido a locales o de alrededores.

En otros el tema es absolutamente minoritario: loas a la Virgen Local, elogio del puente romano del pueblo o gastronomía regional con ajo.

En algunos no hay premio, sino “visibilidad” en formas variadas y peregrinas: presencia en una mesa redonda, entrevista en la radio del pueblo, suscripción a la revista de la asociación que organiza...

Me molestan especialmente esos que restringen la edad (mayores, jubilados...), y tratan de forma displicente a los eventuales participantes al no ofrecer premio alguno, todo lo más publicación o lectura en algún programa. Hay uno, promovido por un grupo audiovisual y patrocinado por un gran banco, que no ofrece a los pensionistas un mísero euro, solo la lectura de su creación en una emisora radiofónica.

No faltan los que quieren fomentar el talento local, provincial o regional y restringen la participación a nacidos o domiciliados allí. Patriotismo literario, promoción del talento de la tierra.

Muchos piden fotocopia del DNI. ¡huir! O, en todo caso tunear el documento, nunca se sabe, más aún si el premio es de dudosa procedencia.

Vamos a dejar de lado esos que, a estas alturas, piden ejemplares en formato físico, hasta por quintuplicado. ¡Viva la ecología!

En años anteriores he mandado poemas a Zenda y un relato a Renfe. No me han premiado. En Zenda tienen la costumbre de publicar los diez finalistas. Dos de ellos me parecieron soberbios, algo menos los otros. No obstante, hay un juicio subjetivo que no puedo despreciar y no considero que sea injusto premiar a unos y dejar fuera los míos. Leí los comentarios que deja la gente: un horror, qué mal perder tienen algunos; por cierto, uno reclamaba para sí gloria literaria con faltas de ortografía y sintaxis de primaria.

Estoy recordando que hace mucho me contaba un amigo que mandó su poemario a unos cuantos certámenes. En alguno ponía un hilo pegado entre la cubierta y la contraportada; si pedía la devolución del ejemplar, allí seguía el hilo, testigo de que no lo habían abierto. Me comentó que participó en otro, que dieron a un tipo conocido en la ciudad. Compró el poemario, que publicaba una institución local, y vio que lo dedicaba a (digamos) Juan Luis Fernández. En la última página venía la composición del jurado: efectivamente, presidido por Juan Luis Fernández. El poemario era, por cierto, malo tirando a terrible, buscando el malditismo y encontrando caminos muy trillados de pedantería y de niño de familia bien con ínfulas de Kerouac.

Voy a repetir algo que he dicho antes: no dudo de la honradez de muchos, incluso de muchísimos. Lo que escribo aquí no dejar de ser una reflexión personalísima acerca de algunos. Y tampoco tengo por qué tener razón...



Procedencia de las imágenes:

https://www.freepik.es/vector-premium/escenario-entrega-premios-podio-blanco-alfombra-roja-pedestal-ilustracion_9402818.htm

https://www.clarin.com/literatura/hanif-kureishi-taller-litererio_0_Hydvlz1jw7e.html


lunes, 13 de octubre de 2025

SIN ELLOS DOS

Hace un par de semanas me dijeron que un antiguo compañero de trabajo había fallecido. No éramos amigos, pero habíamos sido compañeros en dos institutos. Nos deteníamos a hablar cuando el azar nos hacía encontrarnos, lo que sucedía tres o cuatro veces cada año. Vivía cerca. Se sintió mal en clase, llamaron a la ambulancia y ya no hubo solución, el corazón falló para siempre. 

Con el otro también coincidí en el trabajo tres cursos y un par de veces en un bar que frecuento los domingos. Tenía una voz similar a la de Sabina y cantaba bien sus canciones, lo que nos demostró en alguna que otra cena. Un tipo alegre que vivió a su aire. Era especial y como profesor, heterodoxo (esto lo digo como un halago) y muy conocedor de su materia, lo que no hacía es plegarse a las chorradas pseudopedagógicas. Se había jubilado hacía pocos años.

Este último nos enviaba cada año, al comenzar diciembre, una felicitación navideña especial y algo destroyer, como era él. La echaré de menos. Tampoco éramos amigos, pero tenía buena relación con él, con ambos.

Cada vez que algún conocido fallece pienso en que ese día siguiente a su desaparición el mundo seguirá indiferente y ellos ya no podrán verlo. Me ocurrirá también a mí.

Nunca sé qué decir en estos casos: adiós, hasta pronto, que la tierra os sea leve. Compañeros.

domingo, 5 de octubre de 2025

‘EL CAUTIVO’

Fui al cine hace unos días a ver El cautivo. Había leído críticas desiguales, algunas francamente malas. Pero aun así allá que fui; tengo la impresión de que algunos se la tienen jurada a Alejandro Amenábar por razones que se me escapan.

A mí me gusta este director. No todo, claro, ni todo por igual. Por ejemplo, no me acabó de emocionar Mar adentro, que dicen que es su obra maestra y me gustaron especialmente Ágora y Mientras dure la guerra, que muchos pusieron a caldo. Abre los ojos me dejó descolocado en su tiempo, pero con los años la aprecio cada vez más (por favor, ni se os ocurra ver el remake que hicieron en Hollywood).

El cautivo cuenta la estancia de Miguel de Cervantes en Argel junto con otros muchos prisioneros. Vemos su vida corriente y las negociaciones que se hacen para cobrar un rescate. Es decir, no están en lo que hoy llamaríamos un campo de exterminio o una prisión para que mueran de cualquier cosa y cuanto antes, sino que interesa mantenerlos en unas condiciones mínimas para que sigan vivos, puedan ser tasados y se abone el rescate. Eso me interesó mucho, se le dedica algún tiempo.

También me pareció muy relevante la incursión periódica que hacen los musulmanes entre los cristianos pidiendo la conversión al islam a cambio de su libertad. Desconocía tal cuestión. Las reflexiones sobre las religiones y lo que se hace en su nombre son, igualmente, muy interesantes.

El centro de la trama, no obstante, es el descubrimiento de Cervantes como narrador, primero con textos ajenos y luego con los propios, lo que cautiva a los prisioneros y más tarde al bajá. Aquí hay un tránsito de la realidad a la ficción cervantina, que no siempre se ve claro y a mí me confundió en unas cuantas ocasiones.

Se le ha criticado mucho la introducción de elementos de homosexualidad. Insisto, eso no es una crítica cinematográfica y hay que ver quiénes la hacen. Creo que no es demasiado relevante, la verdad, aunque tampoco es escandaloso ni un pegote insustancial. Y Amenábar tiene derecho a fabular, en ese y en otros aspectos.

Lo que menos me gusta: algunos fallos de guion (no entendemos por qué pasan algunas cosas, por qué algunos personajes hacen lo que hacen) y, sobre todo, un metraje que convendría acortar un poco. No estaría de más algo más de pasión, de intensidad emocional.

Fotografía excelente (reconocí los Alcázares de Sevilla), música estupenda (no sé si toda del propio director) y actores buenos en general, especialmente Miguel Rellán, lo mejor de la película; los secundarios están más que correctos y me sorprendieron Roberto Álamo, en un pequeño e intenso papel, y Fernando Tejero haciendo de inquisidor preso. El protagonista cumple, tal vez no llega a emocionar, pero bien.

Hay algunos guiños al Quijote que no revelo, muy bien traídos.

En resumen, sí me gustó aunque no me parece, al cabo de una semana, una obra maestra y seguramente Cervantes merecía algo más.


Trailer:

https://www.youtube.com/watch?v=Zy4GBAoS7l4



Procedencia de la imagen:

https://www.filmaffinity.com/es/film222378.html





domingo, 28 de septiembre de 2025

‘EXTERIOR NOCHE’ Y ‘LA GRAN AMBICIÓN’

Sé que este post no va a interesar a casi nadie, aún menos que los anteriores.

Porque va de una serie y de una película italianas ambientadas en los años setenta y ochenta.

Exterior noche (2022) está dirigida por Marco Belocchio y cuenta la historia del secuestro y posterior asesinato (no hay spoiler: es Historia) del líder democristiano Aldo Moro cuando estaba a punto de establecerse una colaboración entre ese partido y el PCI, liderado por Enrico Berlinguer. La serie, de seis capítulos está narrada cada uno de ellos desde el punto de vista de un personaje central: el propio Aldo Moro, su mujer, el papa... Transpira verdad y dolor.

La gran ambición (2024) es un biopic del secretario general del Partido Comunista Italiano. El actor que lo interpreta, Elio Germano,  es fantástico y la serie mezcla la ficción del director (Aldrea Segre) con documentos de época. El final es desgarrador y, si le tengo que poner algún pero es que echo de menos que aparezca en la trama el atentado de Bolonia (1980) y que los últimos años de Berlinguer apenas se tocan. Sí se centra en la invención del eurocomunismo y en la ruptura con la URSS.

Ya no existe la Democracia Cristiana ni tampoco el PCI, reconvertido a la socialdemocracia. La política italiana actual parece un circo sin gracia. Y que me perdonen, tampoco la española es como para estar orgullosos. Y ya se sabe que a río revuelto ganancia de totalitarios.

He hablado con italianos, algunos jóvenes. No saben casi nada de esa época. Pero no se lo reprocho más que a los de aquí, que ignoran casi todo, que creen que Adolfo Suárez es solo el nombre de un aeropuerto y que ETA les parece algo prehistórico. Sin embargo, algunos tienen esa nostalgia imposible de los tiempos franquistas, en los que, me temo, no les gustaría vivir. Esas añoranzas estúpidas e ignorantes no las comprendo.

De modo que, aunque solo sea por aprender algo, conviene verlas. Recomiendo la versión original con subtítulos. Ahí van los tráilers:

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=NszGBb8yZ4Y

https://www.youtube.com/watch?v=5du0feXsD_E



Procedencia de las imágenes:

https://www.filmaffinity.com/es/film283820.html

https://www.cinemamalda.com/la-gran-ambicion/



 

martes, 23 de septiembre de 2025

SERVICIOS DE (DES)ATENCIÓN AL CLIENTE

No soy mucho de pedir hojas de reclamaciones (tres veces lo he hecho en toda mi vida), pero sí de acudir a los departamentos de atención al cliente.

En una conocida tienda de muebles y decoración encontré una mesita rústica, ideal para un rincón, por solo 50 €. En la caja me dijeron que ese no era el precio (estaba con una etiqueta adhesiva), sino 125, creo recordar. Como me vio mala cara y le dije que el precio indicado eran 50 €, trasteó en el ordenador y me dijo que me lo podía dejar por 105. Naturalmente, no la compré. Escribí al departamento de (des)atención al cliente y la respuesta fue la que os figuráis: lamentamos el problema, nos esforzamos por dar al cliente lo mejor, esperamos seguir contando con su confianza... Pero nada más. O sea, pura retórica bienqueda. He dejado de comprar allí.

En otra tienda, esta de deportes, me enviaron una encuesta y en una pregunta abierta dije (con palabras suaves) que lo del autopago era un mojón. Respuesta: las cajas de autopago tienen como finalidad liberar a nuestros empleados de esa tarea para que puedan atender mejor al cliente. No pude evitar responder que no me gusta que me tomen por idiota: la función del autopago es gastar menos en personal. Procuro no comprar allí.

Hace poco he tenido un problema serio con el coche, uno de esos recurrentes y frecuentes que en otros países cubre la marca y que aquí no, vaya por Dios. Una pasta, así que les escribo a través de Twitter/X y e-mail  (muy difícil por cierto es eso de encontrar su correo electrónico). Por Twitter me dicen que les envíe un privado, que estarán encantados de ayudarme. Me llaman al día siguiente (por esctiro yuyu) y la ayuda consiste en decirme que no se hacen cargo y que pague yo, pese a que reconocen que en otros países sí lo abona la marca y que el fallo es continuo (“recibimos muchas quejas al respecto”, dice el agente). Me quedan los tribunales, claro, porque es mucha pasta.

De las telecos mejor ni hablo. Bueno, un poco. Una de ellas, ante mi amago de irme, me bajó el precio y me regaló un móvil (Samsung Galaxy). Como la primera factura tras el amago ya venía mal, llamé, expliqué lo que había contratado y que me habían enviado, además, ese móvil. ¡Imposible!, casi me gritó, ese terminal nunca lo obsequiamos. Así que, como no me hacían caso, lo devolví y me cambié a otra. No fue la única mala experiencia, estuve unos años en otra que, de vez en cuando, te metía de rondón un extra: 10 céntimos por el servicio de rellamada (que yo no había contratado), unos euros por llamar desde Francia (el roarming estaba incluido), etc. El colmo fue cuando me subieron unilateralmente el precio, por el morro. Llamé, dije que me iba si no me conservaban la cuota y el agente me dijo que la subida era porque me daban una serie de cosas que yo no había pedido ni necesitaba. Hice de nuevo amago de portabilidad y entonces sí me ofrecieron una bajada sustanciosa. Cada vez que yo decía algo malo de ellos, me bajaban la cuota. Finalmente, por la mitad de precio de lo que pagaba y para siempre. Me fui, sentí que me habían engañado durante unos cuantos años.

Hace diez años falleció un familiar. Me ocupé de dar de baja sus servicios (desiguales facilidades, por cierto). En el gas la cosa fue de traca. Les dije que estaba unos días en el domicilio y que luego volvería a mi lugar de residencia habitual, pero no llamaron. Una semana después me llama un técnico, dice que está en la puerta y que no hay nadie. Claro, estoy a 400 kilómetros. Me explica que a él le han dicho que venga al domicilio a retirar el contador. Le indico cuándo estaré de nuevo, que lo anote. Tras varias llamadas conseguimos, meses después concertar una cita. Sin embargo, la compañía me reclama todo ese tiempo que su mala gestión tuvo instalado el contador. Ofrecimos pagar hasta que hicimos los papeles de la baja (unos 80 €), pero nos siguieron reclamando más dinero, de modo que, cansado de explicar a multitud de personas la cuestión, propusimos que nos denunciaran. Hasta hoy, han perdido 80€ y cuatro clientes, todos los miembros de la familia nos cambiamos de compañía.

El año de la pandemia íbamos a hacer unas vacaciones en Polonia en agosto. No nos atrevimos. El viaje de ida lo contratamos con un mayorista, que nos ofreció un vale con duración de dos años para gastar el dinero del billete de avión. El de vuelta era con una de esas compañías rácanas, una de esas que te cobra por respirar fuerte; su respuesta fue que a protestar al maestro armero. Obviamente, la evito siempre que puedo.

Siento que nos toman el pelo, la verdad. Y lamento profundamente si me he puesto un poco bravo (intento ser templado, a veces es difícil) con las personas que me han atendido cuando me he quejado; creo que no les he faltado nunca al respeto y lo cierto es que su tarea es dificilísima: defender a una empresa frente a un cliente que a menudo es engañado o estafado (no siempre, el cliente no siempre tiene razón), y decir amablemente que lo sienten mucho, que esperan seguir contando con tu confianza, que se esfuerzan en hacer las cosas bien y bla, bla, bla...

Tengo también alguna buena experiencia, pocas. De esas en las que la empresa comete un error, se lo come con patatas y tiene contento al cliente. Porque a este se le gana en la posventa... o se le pierde para siempre. Me gustan estas pequeñas, medianas o grandes empresas y, por supuesto, me fidelizan con su buen trato y confianza, del mismo modo que las otras me expulsan. Y yo, que algo de rencoroso debo de tener, se lo digo a todo el que puedo. En un sentido y en el contrario.



Procedencia de las imágenes:

https://www.ayselucus.es/noticia/atenci%C3%B3n-al-cliente-organizaci%C3%B3n-interna-y-comunicaci%C3%B3n-positiva

https://www.facebook.com/Museodepalabreriapolitica/


jueves, 11 de septiembre de 2025

'UNA QUINTA PORTUGUESA'

Sigo con el país vecino, que algunos amamos tanto.

He visto Una quinta portuguesa, una hermosa película, delicada, una pequeña joya. Tiene cierto aire de cine francés, especialmente al de Jean Becker: moroso, de personas corrientes y extraordinarias, a las que les ocurren cosas corrientes y tan extraordinarias como a cualquiera.

Manolo Solo interpreta a un profesor de geografía cuya mujer lo abandona sin explicaciones ni despedidas. Él, desconcertado, se marcha unos días a Portugal y, por ciertos azares (tampoco hay que explicarlo todo) acaba trabajando de jardinero en una quinta portuguesa.

Detecto ciertos fallos de guion. Por ejemplo, el desempeño profesional del jardinero, que no tiene experiencia más allá de cuidar las pocas plantas de su apartamento. También me hubiera gustado saber más acerca del personaje de ella, del que apenas se ofrecen unas pinceladas de su pasado, pero casi nada del presente.

Es una película sobre la soledad y el abandono, sobre la búsqueda del sentido, sobre el desarraigo. Y también sobre la bonhomía. En toda la película veo una catarata de personas buenas y generosas. Seguramente mucho más que cualquiera de nosotros.

No la recomiendo a todos esos que van al cine a comer palomitas, ver explosiones y peleas, cien planos por minuto y encender una y otra vez el móvil. Es una película recogida, íntima, despaciosa y muy bella. Me parece.

Capítulo aparte merece Maria de Medeiros. Perdonen ustedes la cosa personal: a mí me gusta mucho como actriz y creo que aquí la directora no la ha embellecido con aditamentos innecesarios. Tiene 60 años y está más bella que nunca. Es la actriz ideal para esta película a la que únicamente reprocho que no tenga más protagonismo. Porque destila misterio, pasado, vida intensa, esperanzas no siempre realizadas, sabiduría... y belleza serena y eterna.

Tampoco debo dejar de mencionar la labor de otras dos actrices, ambas desconocidas hasta ahora para mí. Primero la portuguesa Rita Cabaço, pura alegría, vida en estado puro, y la serbia Branka Katic, de la que no debo decir mucho sin destripar el final.

Vean la película. Está en un par de plataformas y en alguna sala de cine.



Procedencia de la imagen:

https://www.filmaffinity.com/es/film735516.html

jueves, 4 de septiembre de 2025

LUTO POR LISBOA

Por razones obvias, este blog está de luto por Lisboa.

Aquí somos muy prolusos. Si tuviera que perderme en una ciudad para siempre sería sin duda Lisboa, con permiso de Oporto. Me gusta casi todo: el idioma, la geografía, el fado, Madredeus, Rodrigo Leao, su emergente balonmano, el vinho verde, Maria de Medeiros, la saudade, Fernando Pessoa, Saramago, Salvador Sobral, la revolución de los claveles, el balalhau à brás y todo lo demás que aquí me dejo porque soy un ignorante olvidadizo.

Una vez, hace muchos años, visité Lisboa por primera vez. Hice unas fotografías que (perdonen que no explique las causas) ya no conservo. Casi veinte años después, volví y fotografié ese tranvía que es el logo de este modesto blog.

 


Procedencia de la imagen:

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1545338962178039&id=254599574585324&set=a.314314821947132


viernes, 22 de agosto de 2025

700


CrisC, Cova, Anónimo (hay varios),  Coeliquore (Coletas, Elena P.G.), Miguel, Terrae, Timonera, Via Morouzos, AAGlez, QQ, Vicky, Lau, Signos, Paraqueloleas, Hécuba, GreenEyes, Elenita, Silvia, Teresa, Kriss, La malarrosa, Romi, Montse, Fer, Luz, c, María, Hécuba, Brixia, Iribú, Lucía, Quique, Albert Esteban, Milena V, Zamarat, U-topía, JCarlosMontag, Lesincele, Rocío G. Tizón, Rafael, Alicia...

Juan Carlos, Marian, Lady Aliena, Abird, Ana...

Gracias a todos. A los del primer grupo por haberse pasado por aquí, aunque haya sido a tiempo parcial. A los del segundo grupo por seguir en este blog de comentaristas menguantes. He intentado (¡intento!) hacerlo bien, pero ni gusto a todos ni hay por qué seguir leyendo y mucho menos escribiendo.

Seguro que me dejo alguno. Perdón. No puedo rastrear todo lo que he escrito durante casi 16 años.

Hay más, los que entraron en una sola ocasión y también los que dejaron su resentimiento y malas formas. A esos no los nombro. Es lo que hay.

Con este post son 700. Amenazo con llegar a 1000, eso será más o menos para el 2033-2035. No sé si viviré tanto.

En cualquier caso, que sepan los del primer párrafo que los echo de menos. Y los del primero... ¡no se vayan!



Procedencia de la imagen:

https://stock.adobe.com/es/search?k=700

sábado, 16 de agosto de 2025

INSOMNIO MUSICAL

El título seguramente es inadecuado. Insomnio es lo que padecí hace algo más de una década: dificultades para dormir, pensamientos intrusivos y despertares a cualquier hora sin posibilidad de seguir durmiendo. Ahora leo en la cama hasta caer rendido y, si me despierto, puedo conciliar de nuevo el sueño. Pero a veces son ya las seis o las siete y noto que no va a ser posible, así que enciendo la radio y escucho. Hoy era el día de “Músicas posibles”, que a esa hora emite maravillas. Es un programa que conduce Lara López, una de las voces más sugerentes de la radio española y a la que conocí (por las ondas, no tengo el placer de haber charlado con ella) en los tiempos del añorado programa “Diálogos 3”, que dirigía y presentaba casi siempre Ramón Trecet. Reconozco que, cuando de vez en cuando estaba ella ante el micro, me gustaba más aún y era por su voz, tan hermosa como las canciones que iba desgranando. Su voz que es la misma y ya no: su juventud ha ido adquiriendo otra cadencia que no es la misma. O sí.

El caso es que esta mañana, a las seis, ha sido uno de esos días de insomnio gozoso y he podido escuchar -muy bajito, tengo vecinos- esas músicas sensacionales, casi atmósferas de madrugada. Música de jazz, de calma, de belleza, versiones y recreaciones, de compañía y de éxtasis.

Pues nada, os dejo con el enlace del programa, por si queréis disfrutar como yo. Y luego su página, acabo de descubrir que ha estudiado Filosofía (¡colega!) y que ha publicado novela y poesía. 

 

https://www.rtve.es/play/audios/musicas-posibles/

https://www.laralopez.com/



Procedencia de la imagen:

https://www.google.com/imgres?q=lara%20lopez%20rne&imgurl=https%3A%2F%2Fimg2.rtve.es%2Fimagenes%2Fmusicas-posibles%2F1621270400860.png&imgrefurl=https%3A%2F%2Fwww.rtve.es%2Fplay%2Faudios%2Fmusicas-posibles%2F&docid=HHkRvYOHAXqOOM&tbnid=oiwzHy2_qxEWnM&vet=12ahUKEwj-xrH8h4-PAxUuUqQEHWdQK2QQM3oECF8QAA..i&w=820&h=900&hcb=2&ved=2ahUKEwj-xrH8h4-PAxUuUqQEHWdQK2QQM3oECF8QAA


viernes, 8 de agosto de 2025

FALTA PERSONAL

Hace poco fue el cumpleaños de mi pareja. Para celebrarlo, fuimos a comer un restaurante en el que no habíamos estado. Entramos, se acercó una camarera y nos indicó una mesa. Estaba al lado de una pared de cristal. Hacía calor. Pasaron cinco minutos, no venía nadie ni traían la carta. Una pegatina en la mesa lucía un código QR. Saqué el móvil y no funcionaba: una vez, otra, otra más, nada. Mi pareja me dijo que se estaba agobiando por el calor. Seguía sin venir nadie, le pregunté si nos íbamos y eso hicimos. En la calle me dijo que tenían frente a nosotros un aparato de aire acondicionado... apagado. En plena hora de calor, a las 14:30 horas.

Cogimos el coche y conduje hasta la otra punta de la ciudad, un restaurante en el que ya habíamos estado dos o tres veces, un buffet libre en el que das al camarero una hoja con lo que quieres y ellos lo traen. Nos atiende otra camarera, dice que solo hay dos mesas libres y que están en un recodo al que no llega bien el aire acondicionado, que no quiere que estemos a disgusto y prefiere advertirlo. Así es, pero no se está mal, nos quedamos. Cuesta que nos atiendan, está lleno, de modo que voy a la barra y le entrego la hoja con la comanda. Tardan un poco, pero los platos van llegando, excepto un arroz; se lo decimos a otro camarero y al rato viene con otro tipo de arroz. Vemos que todos los empleados van a toda mecha, uno de ellos suda ostensiblemente pese a que la temperatura no es mala.

Tras la comida, mientras nos cobran, la camarera que nos atendió se detiene ante tres mesas y nos pide disculpas. Está entre agotada y enfadada. Dice que el cliente merece mejor atención, que no le importa más que estar bien atendido y que debe irse satisfecho, pero que el establecimiento es muy grande y hay poco personal, «¡Falta personal!», añade finalmente, pero los clientes no tienen por qué darse cuenta. Le digo que algunos sí nos damos cuenta y finalmente se marcha cuando las mesas ya comienzan a vaciarse.

Recuerdo que la última vez que estuvimos aquí dejamos algo de propina en el platillo con la cuenta. La mujer que nos atendía se puso entre nosotros y la barra, tapando ese dinero y nos pidió que lo recogiéramos, que las propinas se las quedaban los dueños y los empleados no veían nada de ese dinero. «Por favor», añadió. Parecía muy descontenta. Desde luego, nos atendió estupendamente, aunque a toda velocidad, como ocurre cuando el trabajo de dos lo tiene que hacer uno y, a pesar de eso, hace todo lo que puede y mantiene la educación, pese a algún fallo absolutamente disculpable y que cualquiera de nosotros cometeríamos multiplicado por diez.

Siempre hay que escuchar a los que hacen el trabajo que no hacemos nosotros, nunca decir que otros están peor, jamás añadir que al menos tienen trabajo. Trabajar cara al público es muy difícil, la buena educación es menguante y por eso mismo hay que extremarla.

Si hay una cifra alta de parados y, aun así, falta personal, es por algo.

 


Procedencia de la imagen:

 https://restaurantelleno.com/decoracion-muebles-reciclados-del-restaurante-stork.html