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lunes, 23 de enero de 2012

ALGUNAS BOBADAS EDUCATIVAS

He visto un telediario de La Sexta en el que se hacía un mini-reportaje sobre educación. En él, un grupillo de alumnos uniformados de un estupendísimo cole privado salían trasteando con ordenadores mientras una mente pensante decía que su éxito se debe a que tienen en cuenta los intereses y capacidades de los alumnos. Se hablaba de trabajo cooperativo, de que el profesor es sólo un mediador de conocimientos y de que (decía un muchacho) todo es más fácil y divertido. Luego, otra de las mentes pensantes (¿o era pienseante aquel sujeto?) soltó aquello de “tienen mucho que enseñarnos, por ejemplo, sobre redes sociales”.

Sí, era un telediario.

Vamos a ver. Primero, un ordenador no hace más inteligente a nadie, como no lo hace más eficiente un tractor si no sabe conducirlo, ni tampoco más culto el hecho de tener obras completas de Goethe en alemán en la boisserie del salón. He oído decir a José Antonio Marina algo tan obvio como que un burro ante un ordenador sigue siendo un burro. Algunos creen haber descubierto el Mediterráneo y creen que la sustitución de la pizarra tradicional por la digital va a mejorar sustantivamente la educación, así como que es mejor una exposición curricular en power point que la explicación magistral de un tema. Nos gastamos la pasta en lo anecdótico; el teorema de Pitágoras sigue siendo el mismo en un PC o dibujado con tiza en la pizarra: lo que importa es que te lo expliquen bien, el soporte es irrelevante. O a lo mejor sería más divertido estudiar la Fenomenología del Espíritu si consiguiésemos exponerla en 3-D…

Segundo, los profesores debemos esforzarnos en hacer ameno y accesible lo que explicamos, lo que no siempre es sencillo, pero se me escapa cómo pueden ser yupiyupeantes las integrales definidas o fácil el problema categorial en Kant. No, creo que es al revés: no es ni fácil ni divertido, al menos no al principio. Se está confundiendo a los alumnos, diciéndoles que en clase hay que pasarlo como en el recreo o en el circo. No se trata de tenderles trampas ni hacérselo más difícil de lo que ya es, sino de no engañarles diciendo que es fácil y divertido lo que no lo es. No se debe huir hacia adelante. La pedagogía “Walt Disney” no es un buen tratamiento contra la ignorancia: desarrolla la falacia del “tengo derecho” y provoca intolerancia ante la frustración.

Tercero, puede que los alumnos tengan algo que enseñarnos sobre redes sociales. Quedamos al finalizar las clases y nos lo explican. ¿O tales redes son la materia curricular, el objeto de enseñanza?, ¿en qué asignatura? Eso de que hay que partir de los intereses de los alumnos… pues depende. Qué daño ha hecho (el peor) Rousseau.

Cuarto, sólo en un sentido muy laxo puede decirse que el profesor es un mediador. Si no es importante, esencial, ¿a santo de qué vienen su salario, más alto que la media de los trabajadores (lógico, pues su importancia social es de primer orden)? Puede decirse, claro, que la mediación quiere decir que aproxima a los estudiantes a los conocimientos. Ah, desde luego; o sea, como antes. Pero parece que algunos creen que el profesor debe limitarse a indicar a los alumnos dónde hay que mirar en Internet para que lo encuentren. Y allí, ellos solos, que están deseando conocer, se moverán como pez en el agua. Cuánta ignorancia, qué atrevimiento. Porque si bien Internet es hoy imprescindible, no lo son menos las enseñanzas del profesor y la adquisición de un criterio (¿cómo se puede ser crítico sin criterio?) para saber distinguir las tonterías de la red (casi todo) de las páginas de genuino saber (unas pocas). Es decir, que es necesario el saber (¿mediador?) del profesor que debe indicar los caminos más adecuados. A eso se le llama método.

Qué peligro de noticia. Omitiré el nombre del colegio porque también en la enseñanza pública hay hooligans de estos cacharrillos (ellos lo llaman TICs), algunos de los cuales ocupan cargos de importancia y de vez en cuando nos riñen mediante circulares admonitorias a los que no estamos à la page. Pero uno se ha encontrado ya con muchos de estos profesores cuya competencia profesional se limita a “poner” powerpoints y repetir lo que allí hay escrito. Y eso es todo lo que saben hacer. Muy modernos, posmodernos incluso; tal vez hasta postcontemporáneos de ultimísima ultrapedagogía avant la lettre. Pero sus alumnos no aprenden más que los de un magnífico y competente profesional de la tiza.

Profesores se llaman. Gestores de la educación, dicen ser. Qué risa, qué pena.

20 comentarios:

  1. subscribo tó lo que dices, y añado: “pelotudos”

    todos esos acólitos del angelismo y del bajío intelectual; todos esos cátedros, gilipedagogos y todas esas masas de adocenados docentes que han vendido humo, sombra de humo y pamplinas propias de magro lector, peor pensante y cantamañas radical (up radical singingmornings)

    así como nos han llevado a la crisis toda esa recua de financieros mangones, economistas inoperantes y políticos incompetentes, son los citados en el primer párrafo quienes nos han llevado a los más inimaginables y vergonzosos resultados educativos en la zona OCDE, sin parangón en el tiempo y en la geografía

    debería haber correlato penal para su estupidez o, a elegir, rueda de pescozones en escalera con llave inglesa rebozada en grasa de palé y tuercas grower

    hablo así porque sé de qué y de quiénes: lo sorry

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    1. Me gusta la analogía de la ultimísima pedagogía ("sombra de humo", eso haría las delicias de Platón: ¿qué hay tras las sombras del fondo de la caverna?) con los financieros que engrosaron su butxaca y después, como amantes huidizos, si te he visto no me acuerdo, yo no tuve nada que ver, no me entendieron y demás excusas de mal pagador (nunca mejor dicho). Son como los generales que miran la batalla desde la colina y aún se enfandan porque los soldados no mueren como ellos quieren, sino por las lógicas balas enemigas. O sea, mal.

      No paro de dar vueltas al próximo informe PISA. Le quitaremos la "A". Pues si con los socialistas estábamos ebrios de palabras altisonantes, ahora tenemos las mismas palabras (incluso más), pero con menos euros. Estos del pájaro portuario, como son creyentes, piensan que el milagro de los panes y los peces es aplicable a la educación. Un mes entero llevan mis alumnos de 2º de Bachillerato sin profesor de Química. Pero no son recortes: son ajustes. Y el autor de esta frase no es tonto: es tonto del culo.

      Lo del correlato penal, no te ilusiones, pero si encuentras una rueda de pescozones, voy engrasando la muñeca. Aunque no hay peligro, ya verás como da igual que tengamos a medio país en paro y al otro medio sufriendo recortes, impagos e insultos. Ganarán la próxima.

      Pero no gracias a mí, desde luego.

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  2. A los periodistas les gustan mucho las modas. No hace muchos años (unos diez creo recordar), Internet era una cueva de terroristas, piratas y consumidores de pornografía.

    Ahora se han puesto de moda las redes sociales y esto es lo que tenemos hasta en la sopa. Personalmente creo que es una moda pasajera. El tiempo dará y quitará razones, pero no veo diferencia entre ésto y el pesado que se empeña en contarte su vida.

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    1. ::: en cualquier caso, siempre se puede navegar por otros cientos de miles de páginas o no abrir ninguna: eso es lo bueno de la pluralidad y de la libertad

      en cuanto a redes sociales, no sólo van a permanecer, crecerán y se multiplicarán..., creo que afortunadamente :::

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  3. Me da miedo lo que dices: terropiratas pornógrafos... Menos mal que llegué después. Eso sí, con mucho brio. A mi lo de las redes sociales me deja frío. Sobre todo porque ese argumento de que puedes encontrar a gente del pasado... es que no quiero encontrar a la gente del pasado; y a la del presente prefiero encontrármela en directo, con una birra a ser posible, o ante una pantalla de cine o piel contra piel. Allá a los que les guste otra cosa, para gustos hay colores.

    Yo también veo mucha gente que exhibe lo que a los demás no nos interesa, versión cibernética del patio de vecinas. Alguien podrá decir que esto del blog es lo mismo, pero no es así: aquí hablamos de mucho más que de lo que hicimos ayer o de los últimos ligues. Esto no es es exactamente un muro, sino la gran muralla china. Por último, el nick nos asegura una cierta privacidad (?). Pocos son los que conocen quién hay tras cada pseudónimo.

    Por cierto, ¿eres el Rafael que conozco?

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    1. ::: llegarás a las redes, Atticus, es cuestión de tiempo: deeee coloooooreeesssss, de colores se visten las flooooreeeess en la primaveraaaaaaa :::

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    2. Que no. Lo que quiere decir que aún no. O sea, que seguro que sí. Oye, esa cancioncilla ¿es la de la peli "Tranvía a la Malvarrosa"?

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    3. ... deeee coloooooreeesssss,de colores son los pajaritos que vienen de afueraaaaa... jejeje (-:

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  4. Estoy de acuerdo, Atticus,especialmente cuando hablas del criterio.

    Un abrazo de una teacher de papel a cuadros.

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    1. Esto... el criterio. Libro sesudo del escolástico Jaime Balmes, que no debe faltar en casa de un filósofo de pro. Ya se sabe que tener criterio es vestir levita oscura, tener una discreta caspa, gafas de culo de vaso, calvicie avanzada y mirada perdida en las profundidades del ser.

      A mí me va más lo del papel en blanco. Incluso cuando me compro libretas las elijo con papel absolutamente en blanco. Es que lo único que tengo en blanco es el pensamiento. En lo demás soy muy infantil: colorines. Y el alma negra, como la camisa de aquél.

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    2. ::: ¿y la relación? Ja, ja, ja...

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    3. La relación... ¿la relación entre qué? (Gracieta privada con varios trienios que fuera del ámbito onto-gnoseológico no tiene maldita la gracia).

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    4. ¡Puff! Jajaja... Atticus... aún no he tenido el placer, o no (ya te diré cuando lo lea), de degustar este libro que citas. ¿Me lo recomiendas? Estuve sumergida en las cúpulas de Fray Lorenzo de San Nicolás. Jajaja (: "Tengo, tengo la camisa negra..." Jajaja...

      ¡¡Uyyyyyy!!Creo que me he perdido un episodio o más, jajaja... ¿La relación de qué? Jajaja.... ¡No entiendo nothing de nothing!

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    5. ¿Qué si te recomiendo "El Criterio"? Sorry, no tengo criterio. Tiene fama de ser un libro tardoescolástico, pero te hablo desde el tópico y la ignorancia, así que lo dejo para gente más culta que yo. Mejor ponte la camisa negra.

      Y lo de la relación, te remito a CrisC, que fue el prota y lo narrará con conocimiento de causa.

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  5. No puedo con los que no entran en el aula ni en pintura y, en cambio, son los que nos dicen los que tenemos que hacer: inspectores, asesores, y demás terrores.
    Suscribo lo que dice CrisC: ¡menudos singingmornings!!!!

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    1. Yo entiendo que algunos cargos y funciones son necesarios. Pero no de por vida. Un inspector de construcciones (corrígeme, Clothbbi, no puede decirle a un albañil cómo es un ladrillo. Ciertos puestos deberían ser a tiempo parcial o por tiempo limitado: se pierde el sentido de la realidad y se acaba en el "Mundo Alicia" (Gustavo Bueno dixit). Necesitamos que nos escuchen, no que nos sermoneen.

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    2. por poder... pero como el albañil no supiera cómo es un ladrillo mal iban a empezar! jajaja (:

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    3. O sea, que a lo que íbamos: se oye al "experto" de turno, se le deja que te riña y tú luego sigues haciendo las cosas como sabes hacerlas. Lo malo es si es de esos que vigilan de cerca: si lo haces como te dice, el trabajo no sale bien (la culpa es tuya), y si lo haces como tú sabes te expedientan o vas a la calle (la culpa vuelve a ser tuya). Qué país.

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  6. Es una pena en lo que se está convirtiendo la educación actual. ¿ Por qué tiene que opinar sobre ella todo el mundo? ¿ es todo el mundo profesional de la enseñanaza? ¿ por qué cuando uno va al médico no discute con él sobre el diagnóstico? Se acata y punto. Pues con los profesores debería pasar lo mismo. El dar importancia a lo que quiere el alumno conlleva la falta de respeto ahcia el profesor. Yo ya me he encontrado con algún alumno de 1 de la ESO que se empeña en decirme que no llevo razón e incluso a porfíar en su criterio. Yo le digo que él está sentado y yo de pie. Al día siguiente vuelve a hacerlo. ¿ Hasta que punto debemos ser tolerantes sobre lo que los demás opinen sobre nosotros? El otro día me decía alguien que la gente tiene derecho a opinar y yo le contestaba que no cuando no sabe de lo que habla.
    No hablemos de los colegios privados, por favor. Me dan escalofríos. Allí sí que un profesor está completamente atado de pies y manos. O tragas o te largas. En fin... Yo soy anti pizarras digitales. Todavía no he utilizado ninguna, pero se va la luz y adiós la explicación. Para utilizarla necesitas un ordenador. Los profes a media jornada no tienen ordenador; entonces... ¿ no tienen derecho a utilizar una pizarra digital?
    Tienes mucha razón, Atticus, en que un burro delante de un ordenador sigue siendo un burro. Pues parace que eso quieren hacer, de los estudiantes actuales, gobernantes que en su vida han cogido una tiza, ni la cogerán; que en su vida han explicado una lección, ni lo harán etc etc.
    Así que, seamos todos buenos y vámonos a jugar a la play o a ver la tele que lo que dicen los maestros y lo que pone en los libros no lo entendemos y tampoco sirve para nada.
    Saludos

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    1. Todo el mundo opina por dos razones: la primera porque hemos construido así el sistema: un pseudodemocratismo de la totalidad, en la que todos opinan de todo. La segunda es que opinar es gratis. Pero desde Platón sabemos que la opinión (doxa) no es lo mismo que la certeza (episteme). Eso sí, todo el mundo cree tener derecho a opiniar, lo que es aceptable, pero es que también cree que las opiniones son inconmensurables, lo que les proporciona una porción de verdad. Así nos va.

      A tu alumnos, aplícales el criterio de autoridad bien entendida. Que el profesor se equivoca, es cierto, pero lo hace menos veces que sus alumnos. Es que tiene conocimientos y no opiniones.

      Y yo no creas que soy contrario a la pizarra digital. No soy contrario a nada de eso. Lo que me parece es que no es la solución, como no lo es el trabajo cooperativo, el programa de filosofía para niños o las olimpiadas matemáticas: según y cómo.

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