CUALQUIERA
Subí en Atocha. Aún recuerdo el miedo. Todos con mascarilla. Nos miramos, podemos ser cualquiera bajo el tenue embozo. Una joven revisa en su móvil pseudovidas perfectas. A su lado, otra escribe en un cuaderno azul lo que imagino son las historias de todos nosotros, reales, posibles. Varios tonos de piel nos visten, vaqueros rotos, alguna corbata, un vestido muy ajustado, miradas de fatiga. Bajo en Alcalá. La joven del móvil lo hace también y mordisquea una manzana mientras contempla la pantalla.
YA LLEGAMOS
Ellas hablaban de sus hijas; decía la de la camiseta fucsia que a ver el final de curso, que aquí aprobar es más difícil. La del vestido amarillo negaba: es que no estudian, solo preocupados por los móviles y los vaqueros rotos. La del jersey verde no hablaba, abismada en su teléfono. ¿Ya llegamos a La Garena?, preguntó finalmente. Bajaron. El hijo de una de ellas las esperaba en un desvencijado coche demasiado grande. Seguí hasta Alcalá. Recuerdo sus rostros cansados.
Procedencia de la imagen:
https://www.20minutos.es/noticia/4838960/0/aglomeraciones-y-pasajeros-hacinados-por-la-huelga-de-maquinistas-de-renfe-no-queriamos-normalidad/
Pues bien hecho, Atticus, cada uno en su blog hace lo que quiere y no tiene que dar explicaciones.
ResponderEliminarEs lo bueno que tienen los blogs, que nadie puede exigirte qué decir y qué no decir (aunque algunos no sean demasiado sinceros, como es el caso de algunos blogs literarios que reseñan bajo presión de autores y editoriales, que haberlos aylos, ya sabes que yo ando desligada de ese tipo de presiones).
Respecto a los relatos, pues se me han quedado demasiado cortos (imagino que son de esos que te cuentan las palabras), siempre me fascina lo mucho que se dice con tan poca palabra, supongo que en eso radica el interés del relato corto, el quid de la cuestión. A mi, personalmente me ha gustado más el primero, por ese toque misterioso que le metes con lo de que recuerda el miedo y de que alguien se esconde bajo la máscara, detrás de la mascarilla
¡Gracias por comapartirlos por aquí!
Besos
Desde luego que no, faltaría más. Por eso escribo aquí, a mi aire, a mi ritmo, según mis posibilidades, mi capacidad y mi estado de ánimo.
EliminarSé que a algunos blogs os fríen a presiones. Algunos encantados de que les manden libros gratis, incluso hay alguno que supuestamente reseña libros que no se ha leído, lo que no es otra cosa que publicidad. No frecuento esos lugares y sí los originales y personales. Tampoco los de la pedantería y el esnobismo.
En certamen pedía no más de 99 palabras y eso constriñe, claro está. Pero siempre he pensado que en un vagón de tren o de metro hay literatura si se sabe imaginar y contar.
Un placer. Besos.
¡Hola de nuevo!
Eliminara mi no me fríen a presiones, ya te lo digo, jeje, yo solo caí en ello durante unos pocos meses, hace ya la torta de tiempo (ahora ni me ofrecen). Yo realmente no necesito que me regalen libros trabajando en una biblioteca, teniendo tantos a mi disposición y encima con la opción de pedir la compra si alguno no lo tenemos y me apetece leerlo, y no me sentía cómoda ante el compromiso. me gusta leer lo que me apetece en cada momento, cuando me apetece y reseñar lo que me apetece y si me apetece.
Lo que sí he hecho alguna que otra vez después, es reseñar alguna novela enviada por autor novel, pero siempre advertido previamente de que si no me engancha, yo abandono y no reseño y que voy a mi bola con la lectura y solo digo que sí, solo acepto si estoy muy segura de que me van a gustar. Con los que no me atraen, o no les veo nada especial, me disculpo y les agradezco, pero les digo que tengo poco tiempo para leer...
Lo de que algunos reseñan incluso libros que no se han leído, pues la verdad es que nunca lo habría pensado, pero seguro que hay quién lo hace, como para fiarse... Yo también tengo mis blogs que sé van por libres y de los que me fío absolutamente.
Y sí, es verdad que el tema viaje en tren, vagón de tren o metro, puede dar para mucho si dejas volar la imaginación. 99 palabras son muy pocas palabras, eso le da más valora los relatos cortos
Yo nunca he entendido ese afán por acaparar libros. Más aún en tu caso. Pero hay gente a la que parece que les gusta lucirlos. Yo los tengo casi todos en mi estudio y en un pasillo. En total habrá unos 1400. Y no aumentan. De hecho, habré leído otros tantos. De la maravillosa biblioteca de la ciudad en la que vivo y también en mi e-book, ya sé que para algunos esto es pecado, qué le vamos a hacer. Yo leo en cualquier formato. Es más, como ya tengo una edad (o dos), muchos libros se están deteriorando a pasos agigantados, casi casi como su dueño...
EliminarY, desde luego, eso de tener que terminar todo libro que empiezo se terminó hace tiempo. Concretamente, con "El péndulo de Foucault".