Hace poco que han empezado las clases. Doy la asignatura de
Psicología. Al igual que en otras, me gustar no limitarme al temario (que cubro
satisfactoriamente), sino chapotear en los alrededores. El miércoles, en la
introducción al tema y hablando de los tópicos de la Psicología, les dije que
había un cuadro de Sorolla (‘El padre Jofré protegiendo a un loco’) en el que
se veía al padre Jofré defendiendo a un demente de la multitud, que se burla de
esa persona o, aún peor, la demoniza. Por la tarde les remití al correo unos
enlaces con el cuadro. No es un Sorolla (¿debo utilizar aquí la mayúscula?)
habitual, mediterráneo y luminoso, pero a mí me conmueve. Veo a ese fraile que
ha entendido el mensaje evangélico, que está con los desposeídos. Sé que fundó el
primer manicomio en Europa.
Ningún alumno me dice que se detuvo en el mensaje que les
envié, que leyó los enlaces. Si les pregunto, alguno manifiesta que lo miró. Y
me parece poco. Tengo la sensación de que esto es como cualquier relación
humana: lo que esperamos del otro (de los otros) no es lo que esa o esas personas
están dispuestas a darnos. Y no lo llevo bien, no quiero ser un funcionario en
el mal sentido de la palabra. Me gustaría que hubiese más entusiasmo, más eros, más afán por saber y no sólo por
aprobar.
Voy a mirar otra vez el cuadro.
Procedencia de la imagen:
https://www.pinterest.es/pin/352054895852913104/
¡Curioso!!! Que de no sé cuantos alumnos, ni uno solo (no sé cuantos serán, aunque supongo que no muchos) haya mostrado el más mínimo interés por el mensaje y el cuadro, me llama la atención. Entiendo que no lo lleves bien, debe de ser frustrante.
ResponderEliminarEl cuadro me encanta, Sorolla es de mis preferidos.
Hace tiempo que emtendí que de los demás es mejor no esperar nada, para no llevarme chascos, así me va mejor
Yo también voy a mirar otra vez el cuadro
Besos
El interés es muy vago. No sé qué estamos haciendo mal. Vienen, hacen las tareas, son educados, atienden, estudian... Pero no los sacamos de ahí. Es como una resistencia al mundo que hay fuera. Es frustrante sí. Luego se apuntan a las "excursiones", pero sin genuino interés, sólo por salir de la rutina. Lo malo es que no me acostumbro. Besos.
Eliminar...y dicen que las nuevas tecnologías ayudan en el aula. Para mi que leer no leen ni en el móvil. Y en cuanto al cuadro,,, si el padre Jofré no tiene instagram lo tiene crudo ��
ResponderEliminarAyudan. Sí, a veces. Pero no son la solución. Se han confundido medios y fines. No es esto. Veré si el padre Jofré tiene eso que dices. Lo veo crudo, sí.
EliminarEs un cuadro soberbio y conmovedor.
ResponderEliminarYo me quedé boquiabierto cuando lo vi. Creo que pertenece a la Diputación de Valencia. Lo vi, por puro azar, en una expo temporal en Sagunto. Sensacional.
EliminarEl cuadro es conmovedor. Habla de la bondad humana y de la sociedad envilecida.
ResponderEliminarEl padre Jofré podrías ser tú y los alumnos una parte de la sociedad.
Pensemos en ese niño, del que apenas se distingue su cara y no participa de esa escena, pensemos en las mujeres que sólo observan, y después de esta escena, tal vez, a sus hijos les eduquen con buenos valores.
No todo está perdido, y en caso de que lo esté, me da igual, yo me sigo quedando con el padre Jofré.
Muchas gracias, Atticus, por enseñarnos esto.
Habla, como tantas veces, de la condición humana: vil y generosa, solidaria y mezquina. Todos los profesores tenemos algo del padre Jofré, en sentido metafórico, protegemos de la ignorancia. A veces no se dejan.
EliminarLos mirones tienen tratamiento aparte: no participan, pero tampoco impiden. Como muchos, no vaya a ser que se metan en un lío por meterse donde no les llaman. Hay muchos tipos de valores. No todo está perdido, en efecto. Siempre hay algún padre Jofré. Menos mal.
En efecto. La mayoría de alumnos no tiene interés por nada de lo que se explica en clase. Pero puedes ser moderadamente feliz preparando clases y descubriendo cosas interesantes.
ResponderEliminarY, en efecto, "un Sorolla" debe escribirse con mayúscula.
Preparar clases es una actividad que me gusta. Hay quien se ríe de mí por eso ("¿No te lo sabes?"), pero es que, como dices, es una felicidad moderada. Porque lo que más me gustaría es trasladar ese interés. Pero parezco Sísifo.
EliminarCorrijo lo de Sorolla. Gracias y bienvenido de nuevo, que te daba por extinguido.
Seguro que algo queda de todo esto, quizás no se muestre ahora, quizás años más tarde aún quede en la memoria de alguno de los que hoy ni han hecho el mínimo esfuerzo de retenerlo. Solo quizás, es cierto, pero ese quizás merece la pena.
ResponderEliminarQuizá años más tarde, quién sabe. Pero es ingrato y no acabo de acostumbrarme. No diré que todo tiempo pasado fue mejor, tal vez es una sensación subjetiva, pero percibo dolorosamente la brecha generacional y no quiero rendirme. Merece la pena, desde luego.
EliminarNo conocía la obra, es magnífica.
ResponderEliminarSensacional, no sé si se expone habitualmente al público, creo que no. Pertenece a la Diputación de Valencia.
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