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martes, 18 de abril de 2023

‘THE QUIET GIRL’

Anoche vi The quiet girl. Apenas sabía nada de ella, salvo una breve sinopsis, que al principio me tiró para atrás, pero luego pensé que tal vez no se tratase de otra de esas películas tremebundas, tipo Las cenizas de Ángela.

Acerté. Eso sí, entiendo que haya personas que no participen de este modo de hacer cine, esos aficionados a secuencias vertiginosas, a explosiones, a intensos polvos mientras una banda sonora atrona los oídos. No, esta película no juega a eso. Además, la vi en versión original en gaélico con subtítulos.

La trama es muy sencilla: una niña de apenas nueve años vive en una familia demasiado numerosa para los medios de vida que tienen en una Irlanda rural de comienzos de los ochenta. La madre trae al mundo un hijo tras otro, el padre es un tipo malencarado, gandul y manirroto, que justifica su situación con eso tan común de echar la culpa siempre a los demás.

Cáit, que ese es el nombre de la niña, vive, como sus hermanas, dejada de la mano de Dios, mal alimentada, ignorada, sucia. Casi no existe y ella es consciente de la marginalidad de su yo en una familia en el que todos, salvo el padre, viven fuera de sí. A sus hermanas casi no las vemos, no las oímos. A su madre, poco más, abocada a la crianza y a administrar recursos que no tiene, al lado de un hombre al que tal vez quiso alguna vez.

La cosa cambia cuando, ante el avanzado embarazo de la madre, deciden enviar unos meses a la pequeña a una prima, que vive con su marido también en el campo, pero a tres horas de coche. La llegada a su granja es muy significativa: el padre está deseando abandonarla, habla mal de ella en su presencia a los ‘adoptantes’ y se va sin despedirse con la maleta de Cáit. Ella no entiende lo que ve: el orden, la limpieza, el cariño… Sus únicas referencias son la familia con la que ha pasado su corta vida.

Los personajes de la tía y su marido son una maravilla de humanidad sin imposturas, de verdad, de errores, de dolor y de buenos propósitos. Estas dos personas representan la bondad y vemos en ellas las únicas muestras de afecto que la película ofrece.

No quiero seguir escribiendo porque merece la pena verla sin que yo anticipe el final. Cáit debe volver cuando su madre haya dado a luz nuevamente. El regreso es especialmente emotivo y, muy especialmente, esa última secuencia que ablandará los ojos de los más rocosos.

Una película muy sencilla. Y honda. De las que no se olvidan.


Tráiler:

https://www.youtube.com/watch?v=IScNmmrDgwI



Procedencia de la imagen:

https://www.ecartelera.com/peliculas/the-quiet-girl/

 

 

2 comentarios:

  1. ¡Hola!
    la tengo en mente desde que supe de ella y tu post no hace sino corroborar que quiero verla y que la veré. A mi me gusta ese tipo de cine, cine de autor, pelis lentas, las disfruto, pero es cierto que no gustan a todo el mundo. La trama que cuentas así por encima me llama mucho la atención.

    A mí me gustó Las Cenizas de Ángela ¿a ti no?
    Por cierto, te desapareció tu gadge de comentaristas, ¿te diste cuenta? a mi no me ha desaparecido, pero esta mañana amaneció sin funcionar. Cosas de Blogger, habrá que esperar a ver si lo solucionan
    Besos

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    Respuestas
    1. Creo que te gustará, pero ya sabes que al final el gusto es irreductible y subjetivísimo. A mí sí, mucho.

      "Las cenizas de Ángela" también, el libro y la película. Ahora bien, son tremebundas.

      Ya he visto que ha desaparecido ese gadget. Lo miraré, de vez en cuando esta plataforma hace cosas raras. Si no vuelve a funcionar, buscaré otro.

      Gracias por pasarte por aquí. Besos de viernes.

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