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martes, 2 de abril de 2013

FOBIAS


En mi caso no son innatas, pero su visceralidad puede confundirnos. Una fobia es una aversión casi insuperable que genera huida para evitar conductas agresivas. Yo tengo unas cuantas, casi todas razonables y -creo que todas- fruto de la reflexión y no de instintos primarios. Ya sé que esto parece contradictorio: no lo es.

No me gusta el color verde salvo en el campo, en el plato y en los ojos. Nunca en la ropa; es que uno ha servido a la patria y ya fue suficiente…

Tampoco soporto el tabaco: en su formato aliento, en formato colilla y en formato ropa.

Ni la leche caliente, asqueroso brebaje impropio de personas.

En la categoría de comestibles, aún menos las vísceras. De los vegetales excluyo de mi dieta repollos, coles, coliflores y similares. Que nadie los cueza en mi presencia.

Me resulta intolerable el daño corporal autoinfligido en forma de tatuajes, piercings o pendientes. Antes un tacto rectal que someterme a las agujas.

El cine pelma me da yuyu. 8,5 € es un peaje demasiado elevado. Si lo acompañan ruidosos vecinos de butaca, sorbedores, palomiteros, besucones o movilópatas, la cosa es de cuartelillo de la Guardia Civil.

Aborrezco especialmente a los tipos que todo lo saben, a los arrogantes, a los fanáticos, a los que no escuchan, a los misericordiosos (especie peligrosa hiperbólicamente hipócrita), a los que no tienen dudas, a los que las tienen todas.

Y entre las conductas que me repelen ahí van algunas: la apatía, la mediocridad, la languidez, la cobardía, el diletantismo, la banalidad, la ignorancia culpable, el victimismo, el silencio cómplice, la negligencia…

Eso sí, me gustan muchas más cosas, no soy tan borde. Será otro día.


9 comentarios:

  1. Menos mal que he llegado a los tres últimos párrafos, porque si no pensaba que entraría en tu lista negra: el verde en la ropa es relajante y favorecedor, el tabaco me encanta incluso olerlo sin estar encendido, las vísceras bien hechas con vino y cebollita me parecen un manjar, las verduras que mencionas con bechamel y queso están riquísimas y no me tatúo porque aparte de doloroso no se puede cambiar y yo estaría pintándome cada semana algo distinto :-)
    Eso sí, lo demás lo suscribo.

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  2. Estoy de acuerdo contigo en algunas cosas; por ejemplo: el tabaco. Como ex fumadora odio que fumen cerca de mí, que me echen el aliento a tabaco etc.

    Lo de los tatuajes... yo tengo uno; pequeño, eso sí. Todo eso que has dicho de los arrogantes, lo comparto; y lo último también.
    Disentimos en la leche y los vegetales.
    En fin...para gustos, colores.
    Un beso, Atticus.

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  3. Mira que sois raritas. Voy a empezar a tener que dar el nihil obstat antes de entrar aquí.

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  4. Suelo decir que un gilipollas es un arma de destrucción masiva.

    Ahí si reconozco una aversión, fobia o comoquiera se diga. Creo que es razonable. Lo del verde…, me gusta ese color, pero no más que cualesquiera otros. Ni menos.

    También me gusta el olor del tabaco, me recuerda a mi padre y a calor de hogar; pero a la mañana siguiente es fétido. Y en la ropa es insoportable. Mejor si los morritos de la churri no cantan a Ducados.

    La leche caliente puaaaff… De las vísceras, me van los callos madrileños. Esos vegetales que citas tampoco me gustan, huelen a pum, pero son al parecer muy saludables.

    Prefiero agujas al tacto ése que citas. Ché no jodás, pibe, mira que ése es territorio comanche y santo lugar .

    Lo que dices del cine…, puro realismo sucio. Y lo demás.






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    1. Vale, lo que quieras de territorio comanche. Pero es que las agujas... Yo era donante de sangre hasta que mi lamentable tensión arterial lo impidió. Pero no sé cómo son las agujas. Y me quejaba siempre, ayayayayayay..., aunque no me hubieran pinchado. Uno que es así de valiente.

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  5. Todos somos raritos, Atticus, a nuestra manera.
    EL verde en la ropa, lejos, lejos... (menos mal que en los ojos sí te gusta, porque sino, yo te repelería, jeje!!!) Tampoco soporto el tabaco, ni cualquier aroma relacionado con él, ni las vísceras (algunas ni siquiera las he probado, pero me niego a ello), ni la leche caliente, ni los ruidosos vecinos de cine (más de una vez he sentido ganas de ahogar a alguien). Pero me gustan todos los vegetales, incluso los que destilan olores pestilentes en su cocción. No me gustan los tatus grandes, esos que tapan porciones inmensas de piel y yo nunca me haría uno, por pura cobardía y repelús al dolor autoinflingido. Te diré que he tenido que buscar en el diccionario el significado de la palabra "diletantismo", ¡mea culpa!!!
    Besos

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    1. Te admito por lo de los ojos. Y por lo demás, va. Aunque lo de los vegetales pestilentes tiene mal arreglo y es causa objetiva de divorcio. De las agujas ya lo he dicho todo: y si a alguien le gustan los dibujos en la piel, calcamonías.

      Lo del diletantismo no es tan difícil. Hay una variante, que es la procrastinación, que también puede escribirse sin la "r": procastinación, que ya es bastante difícil. Consiste en dejarlo todo para más adelante, en aplazar indefinidamente la respuesta. Cuántos (y cuántas) he conocido de esta categoría...

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  6. me sobreviene ahora un agudo ataque de "currofobia" :::

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    1. Bueno, yo ya he atravesado el primer día tras las vacaciones. Pero cada día vuelvo más fóbico. Igual es que me flojea la vocación.

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