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martes, 8 de diciembre de 2015

EINAUDI CAMINO DEL CINE

Una de esas tardes perezosas de puente decidí ir al cine. La cartelera de mi ciudad me explicó lo que es un silogismo disyuntivo: o soy idiota o mejor no acudir. De modo que me fui a otro lugar a pocos kilómetros con alguna sala más. Atardecía, los cielos en Castilla son extraordinariamente despejados, por lo que el espectáculo era mejor que cualquier película. En el coche sonaba Divenire, de Ludovico Einaudi.

Una de las maravillas de la película Intocables es la música, en la que reconocí a Ludovico Einaudi, del que nada sabía desde los días crepusculares (otra vez) de Diálogos 3. Iba disfrutando del piano, del cielo, de la calma, y me sorprendí evocando el último anuncio de la lotería de Navidad.

El señor Einaudi tiene todo el derecho a que le paguen, y a que le paguen mucho. Su música es maravillosa, envolvente, alegre y melancólica a la vez. Pero a mí me molestó esa prostitución de mi mente, casi un automatismo, que abandonó por unos instantes la belleza para instalarse en la publicidad.

A ver si, por lo menos, este año me toca. De momento, que me quiten lo escuchao.



https://www.youtube.com/watch?v=naqnkS1balQ

6 comentarios:

  1. … a veces la publicidad no es peor que lo demás y hay anuncios realmente soberbios, también por su música, así que no te prostituyas, por Dios, Atticus

    mira que te llega una edila del ejército de salvación de beatas progresistas y ya te veo enseñando to loco los pechos en plan femen (en ucraniano Фемен) y alzando las axilas sobaqueras without depilar en una perroflautamanifa contra el machipatriarcado de la fenomenología del espíritu

    y mira, no, hijo no, que te pierdes loca y mismamente y luego ni Lobatón, los gepeeses ni la chamorro benemérita ésa te encuentran y devuelven al redil de la ética de la razón pura y juro que no me he fumao na, jijajijajjisjishiiiijiss, sssssccchhhttt…, amén yeeehhhpaaa

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  2. Pues depende. Estoy revisando la película "Feliz Navidad 1914" y el anuncio de chocolate que se hizo con su estética y temática... y no sé. Eso sí me parece una prostitución del mensaje.

    Pero la música de Einaudi es magnífica siempre, en la carretera, en el cine, en los anuncios. Lo malo es que me gusta tanto que se me olvida qué es lo que publicitan.

    Y eso de que no has fumao... Has hecho picadura con "Sein und Zeit" y el papel de liar era la "Fenomenología del Espíritu". Todo eso ante las obras completas de Carlos Saura a cascoporro. O será la visión de esas axilas...

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  3. La música es uno de los transportes a través de los resortes de la mente, más eficaces que existen. A mí me ocurre a menudo el hacer un viaje relámpago a una parte muy lejana de la galaxia mientras viajo en tren, o en metro con la música puesta y me cabrea sobremanera que me paguen un viaje de vuelta ultrasónico con la típica excusa de dejar sitio o ir al baño. Celebro que tu realidad fuera mejor que la película.

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    1. La realidad es a veces estupenda. Otras, ni siquiera es real. Espero explicarme bien. Y también me ocurre que las películas son más reales que la realidad. "Intocable" es una de ésas que me gustó, me sigue gustando, tiene el tono perfecto. Y la música de Ludovico Einaudi es perfecta: siempre, pero ahí especialmente.

      Y no te vayas muy lejos en la galaxia. Tengo entendido (corrígeme si no es así) que por allí no hay sonido.

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  4. Ventajas de no ver televisión, Ludovico sigue intacto para mí... Buenos días.

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    1. No ver televisión tiene muchas ventajas. Y algún inconveniente. Me alegro de que una einaudiniana haya tropezado con este blog, supongo que por azar. En cualquier caso, bienvenida y buenas tardes (si eres española, menudo madrugón el tuyo).

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