El sábado pasado fui invitado a una boda mediante el culto
evangélico. Iba escéptico, pero me gustó. Uno de los que leyeron pronunció unas
palabras que me sonaban de algo. Después, en el banquete, lo recordé: era el
final de la película Azul, una bellísima música de Zbigniew Presiner con
texto de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios.
Está en el video que aparece abajo. Como es el final, seguro que
para muchos es spoiler.
Por cierto, la película es tan bella como triste. Y sale
Juliette Binoche.
A mí nunca me han invitado a una boda evangélica. Siento curiosidad.
ResponderEliminarUn beso.
Ni a mí hasta el sábado. Te advierto que me gusta poco (nada) ir a bodas. No me invitéis, por favor. Os quiero igual. Si son bodorrios, menos aún.
EliminarEs una bella película, te mando un beso. Enamorada de las letras
ResponderEliminarMuy bella y muy triste. Otro de vuelta. Y bienvenida.
EliminarAdoro a Juliette Binoche.
ResponderEliminarY yo. Sufre como nadie, pero también tiene una sonrisa que ilumina el mundo.
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