Estos últimos días, con mis alumnos de Educación para la
Ciudadanía, hablaba de lo que es una utopía y les puse como ejemplo que hace
100 años era un ideal utópico -del que la mayor parte de los españoles se
carcajeaba- la incorporación de las mujeres a la educación. De hecho, hasta 1910
no se legisló en favor de la igualdad, aunque algunas habían aprovechado un
vacío legal para entrar en las aulas de la universidad.
Les conté también que, en muchos casos, las utopías se
revelan con el tiempo como estúpidas o injustas. Y también hablé del caso de
los mal llamados talibanes, a los que parecía el culmen de las utopías que las
mujeres volvieran a su función natural de procreadoras y amas de casa; y bien
tapaditas de la cabeza a los pies
Como casi siempre, mis alumnos dejaban pasar el tiempo y yo
sentía que lo que quería explicarles era algo muy importante, sin conseguirlo.
Pero un día, al llegar a casa, en el telediario contaron el
atentado contra todos que casi cuesta la vida a Malala. Quiero escribir algo
sobre ella desde entonces, pero lo que pergeño no me gusta. Sin embargo, hoy he
leído un artículo de Lorenzo Silva que escribe lo que yo hubiera querido
escribir (incluyo en enlace, junto con la página web de Malala).
No tengo reparos en decir que espero para los que intentaron
asesinarla no sólo el peso de la ley, sino todas las posibles plagas
multiplicadas ad infinitum, la cólera
de Alá y su condenación eterna, el reproche del mundo y que la naturaleza les
castigue con infertilidad irreversible, para que no puedan transmitir a sus
hijos tanto odio y tanta maldad.
Si creyera en Dios, en cualquier Dios, rezaría por ella.
ResponderEliminarhttp://news.bbc.co.uk/2/hi/south_asia/7834402.stm
Los fragmentos del diario de Malala publicados por la BBC ponen los pelos de punta. Parece como si viviéramos en dos mundos diferentes, ninguno de los cuales entiendo.
Acabo de intentar leer tu enlace. Mi inglés es lamentable, pero en el traductor (?) que ofrece el ordenador se entiende muy poco.
ResponderEliminarPone los pelos de punta, efectivamente. Supongo que no podemos más que imaginar, hacernos una vaga idea de lo que sucede allí. Lo que no es óbice para indignarnos ni rechazarlo. Eso de que una cultura o religión sólo puede juzgarse desde dentro es una de las mayores estupideces que se han escrito y que mucha gente que se considera demócrata acepta sin reflexionar.
Acabo de comprobar que en el periódico en papel de El País de ayer (páginas 6 y 7 de la sección dominical)tienes la traducción. Sorry. Tómatelo como una práctica.
ResponderEliminarEsa última frase que dices es una barbaridad y además, sirve de tapadera para la mayor de las atrocidades.
Supongo que con lo de "barbaridad" te refieres a lo que dice la frase, no a mí. Porque la suscribo y estoy dispuesto a defenderla: el relativismo es más que estéril, es peligrosísimo si no se parte de unos mínimos de justicia nada relativos.
EliminarNo he tenido aún tiempo de leer las traducciones que me indicas, y que no conocía. Gracias en cualquier caso.
Of course, me refería a la frase, no a tí:"que cultura o religión sólo puede juzgarse desde dentro..."
Eliminarpreferiría equivocarme pero sospecho, habiendo leído no más que unos versículos (por eso es sospecha) y alguna aproximación analítica (Eliade, por ejemplo), que el Corán no permitirá nunca una convivencia igualitaria entre hombres y mujeres y sí, por el contrario, alentará y jamás cuestionará las barbaridades acostumbradas por los tipos de la barba
ResponderEliminarYo también preferiría que te equivocases. Y equivocarme yo. Mi desconocimiento del Corán me impide ser tan tajante. Me ha dicho algún musulmán que Mahoma defendió a Fátima, y dijo algo así como que lo que siga ella es como si lo dijera yo. También recuerdo una entrevista a una estudiosa del árabe, que sostenía que cierto versículo en el que se han basado las bestias éstas de las que hablamos no debe traducirse como "si tu mujer te desobedece, golpéala", sino "sedúcela". Confieso mi ignorancia; según ella hay más de 70 maneras de traducir la palabra árabe, y la interpretación está en la traducción, por lo tanto también la visión del papel de los sexos.
EliminarEn cualquier caso, me inquieta el tema. Lo que intentó asomar en Túnez (eso de que la mujer es complementaria del hombre) indica que la batalla está muy lejos de ganarse: es que casi no a empezado aún.
A veces me pregunto que dirán mis alumnas musulmanas en casa de mis clases de Educación para la Ciudadanía. Porque hablo desde luego de la igualdad entre los sexos, de fundamentalismo y de libertad.
Ayer vi un cómic en 'Cuánta Razón' que no tenía que ver con el caso de Malala pero que me recordó a ella terriblemente: http://www.cuantarazon.com/738981/necesitas
ResponderEliminarCondeno con toda mi fuerza cualquier crimen, más especialmente aquellos cometidos en nombre de la religión (tradicional o económica, que parece el nuevo dios de algunos) y que potencian la desigualdad social y también la superioridad de un sexo sobre otro. Pero por desgracia reconozco que aun queda mucho camino por recorrer por el mundo entero, para que se acaben estas atrocidades. Sin embargo también pienso que nadie es atentado e incluso muere en vano, sino que perdura como simbolo y resplandece con una capacidad mayor para poder cambiar el sistema.
Lo veré este finde, gracias.
EliminarEs posible que nadie muera en vano, pero eso no le quita dolor al hecho, ni maldad a los autores. Todos preferiríamos que no tuviera que servir para algo. Espero estar explicándome bien.