Vistas de página en total

sábado, 1 de febrero de 2014

(SANTO) TOMÁS DE AQUINO




Me tienta, me tienta… El Aquinate tiene su puntillo. Es, como tantos, víctima de su prestigio, de ese “Santo” que le antecede y le aleja del vulgo. Insisto, tiene su aquél. Un individuo que introduce la razón en el seno mismo de la fe merece un puesto en la Historia de la Filosofía. Pero tranquilos, que no me explayo.

Viene esto a cuento porque el día 28 de enero, según el calendario cristiano, es Santo Tomás, lo que lleva también asociado que ha sido el día del maestro, cuyo patrón es “El Buey Mudo”, según le llamaban algunos despectivamente en su  época.

Hace muchos años, casi un cuarto de siglo, llegué al último examen de la oposición para ser profesor de Filosofía. La prueba consistía en elegir un tema entre una terna y prepararlo durante tres horas para exponerlo después oralmente ante un tribunal durante 45 minutos. Metí la mano en el saco donde estaban las 98 bolas. Tema 29: “El yo psíquico. Niveles de conciencia”. Vaya, ése no me lo había estudiado. Segunda bola: tampoco. De modo que, con el disimulo que pude, eché un ojo buscando los que empezaban por 6 (los de Ética)y por 8 o 9 (Historia de la Filosofía). Extraje un 8: ¡el 85! Palidecí: el único de todo el bloque de Historia de la Filosofía (eran 20) que no había preparado: “Ser y participación en Santo Tomás”. La vocal del tribunal me preguntó cuál iba a desarrollar. Tras pocos segundos, respondí con falso aplomo: el 85. Y que Dios me coja confesado. Era elegir entre casi nada o nada.

Me condujeron al aula en la que un alma buena (amigos que tiene uno) me había dejado un termo con zumo de naranja fresquito y unos donuts. Además, tenía un cuaderno del mismo amigo con indicaciones de todos los temas: bibliografía, esquemas… Lo busqué y pasé las páginas hasta llegar al que debía. En el folio sólo había escrito el número y el título. Absolutamente nada más: la nada existencial.

Pero Dios existe. Tres horas después salí con un esquema y algún conocimiento. Y la esperanza de que en el tribunal no hubiera curas ni teólogos. No diré que lo bordé, pero no se dio mal; incluso me ofrecí al final para contestar a las preguntas que quisieran hacerme (qué arrogancia, qué imprudencia). No hubo ninguna: efectivamente, Dios existe.

Unos años después, paseando erráticamente por el Convento de los Jacobinos, en Toulouse, me encontré con la tumba de “Doctor Angelicus” (otro alias). Voy a empezar a creer en Dios, porque sólo entré a Toulouse a comer y al convento porque estábamos en agosto y el calor era insoportable.

O sea, Tomás, “Divus Thomas”, lo que sea, que gracias desde aquí. Y, ya que me pongo, ilumina un poco a ésos que son más creyentes que yo, dales claridad racional y capacidad de escuchar (y dámela a mí, no te olvides) cuando hacen leyes educativas en las que la Religión sigue presente, pero a ti te suprimen del currículo de la Filosofía por la práctica liquidación de la materia. Lo llaman ajustes, racionalización; qué sabrán ellos.

No es que yo crea mucho, la verdad, pero lo que escribiste fue un tsunami en la teología farragosa de la época, un alud de argumentos donde no siempre se argumenta, sino que se cree blandamente. A mí me interesa eso de ti, y mucho. Por eso te apeo lo de “Santo”; perdona, pero a la Filosofía ese título le tiene sin cuidado.

Y me voy a tomar un vino laico a tu salud eterna, aprovechando estos días del patrono en general y de mi padrino en particular. Porque lo tuyo conmigo fue enchufe, no lo niegues. Al límite mismo del tráfico de influencias.



23 comentarios:

  1. Oh, Dios, el Aquinate…

    Podría decir que sé muy poco de él pero sería exagerar, no sé casi nada tirando a nouzing.

    98 bolas… Y a darle al Santo. Fue destino, Atticus.

    Pero ya ves, saliste con bien del escolástico lance, algunas chicas llevan culotte y el Manhattan me sale cada vez mejor. En efecto, Dios existe.

    Es el conocido argumento culottico de la existencia de Dios, también llamado de Manhattan o, más personalizado, el argumento Atticus Pro Vita Sua.

    Bonita sincronía el hallazgo de su tumba. Venga ese vino por el de Aquino.







    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya será menos tu ignorancia. Porque muy versado te veo en argumentos no precisamente ad ignorantiam, sino del tipo "Dios mío, Dios mío, esto no me puede estar pasando a mí", que en tu particularísimo caso recibe el casuísitco nombre de "Manhattan" o "Argumento culottico".

      Mientras leo tu comentario estoy recordando que el año anterior me suspendieron, y eso que el tema que salió fue el 48: "El argumento ontológico según San Anselmo". Aquí sí: lo bordé; debí aprobar. Sin duda, la justicia divina actuó con retraso (debe ser bastante parecida a la humana) y me mandó el 85 un año después. Para los que lo ignoren, el Aquinatense puso patas arriba la demostración apriorística de Anselmo, sustituyéndola por otra más persuasiva (no es demostración en sentido estricto), de origen aristotélico y a posteriori. No me enrollo más.

      ¿Cómo dices que se hace ese cóctel? ¿Sólo vale si las chicas llevan culotte? Va a ser que sí existe.

      Eliminar
  2. Vaya, vaya: me ha gustado la anécdota, muy parecida a la mía en terreno similar ( pero yo elegí las runas, y esperaba que no hubiera o hubiese ningún versado entre el tribunal: tuve también suerte).
    Entonces, casi que yo también creo que Dios existe... :D
    Pd: ¿ése no era también el día en que , de estudiantes, nos pelábamos la clase?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Runas? A mí eso me suena a mitología nórdica, a piedras de adivinar, a lord of the rings.

      O sea, a un Dios bien poco católico. Sácanos de dudas.

      Yo no recuerdo lo de pelarse la clases, pero sí un día especial con partido profes-alumnos, y grave peligro para las espinillas de los primeros.

      Eliminar
  3. Las letras que usaba el alfabeto de las Islas Británicas (y países nórdicos, sí también) se llamaban runas. Así que ya me ves a mí escribiendo en la pizarra palitos y símbolos cuya pronunciación desconocía: ¡qué trago!!!
    Cierto: nada católico ese Dios :D
    Pues yo recuerdo, de pequeña, que cada vez que se celebraba el día de algún santo que tenía alguna conexión con lo educativo, nos largábamos del cole incluso saltando la valla. No sé, no sé: pero aquello estaba bien, sonaba a fiesta por todo lo alto, nunca mejor dicho...

    ResponderEliminar
  4. Está bien que creáis levemente en Santo Tomas , porque para las fiestas basadas e los santos no ponéis ningún impedimento, podíais ir este día a dar clase en apoyo a la enseñanza laica y a favor del estado en el mismo sentido. La religión es optativa y a nadie le obligan a estudiarla si no quieren los padres. Lógicamente para evitar el relajamiento del alumno es de ley que cuente la nota para el curriculum, como contaron en otros tiempos otras asignaturas llamadas marías.

    ResponderEliminar
  5. La Santa Madre Iglesia Católica5 de febrero de 2014, 16:26

    Precisamente ese es el problema: que la asignatura de religión es optativa. Debiera ser obligatoria, para defender los derechos de este País -mucho más que Estado- que nunca debió dejar de ser la reserva espiritual de occidente. Pero volveremos, y a todos los que se esconden bajo el signo del laicismo –sí, se esconden, porque en realidad lo que quieren es significarse como agnósticos o ateos- tendrán que definirse públicamente o acatar las consecuencias. Te has quedado muy corto, Bragameado.

    ResponderEliminar
  6. ¡Vaya suma de hechos! ¡Ni el mejor guionista de Hollywood! Lo importante es que al final todo salió muy bien y lograste defenderlo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya digo que es una cosa celestial. El de lo Alto se complace de vez en cuando con mi persona; en ese caso fue con el Aquinate. Pero en muchas otras me busca aparcamiento incluso allá donde no lo hay. Yo le digo que me busque una novia, pero nada, Él empeñado con encontrarme lugar donde aparcar. Menos es nada...

      (Fue una débil defensa, trucos de ilusionista, algo de experiencia, unos pocos conocimientos y voluntad de creer que podía hacerlo. Funcionó).

      Eliminar
  7. Soy una lectora habitual de tu blog y no he sentido la necesidad de comentar hasta ahora, pero es el caso que llevo algún tiempo leyendo algunos comentarios de personas, quizás una sola persona, cuya vida debe de ser muy triste y sin duda alguna sórdida, solitaria y paupérrima en sociabilidad, saber estar y delicadeza. No parece que ésta o estas personas hayan sido invitadas, pero se invita o invitan con sus comentarios agrios, resentidos, siempre insultantes y, desde luego, prescindibles. Dado que es un blog en el que participan amigos y conocidos, todos y todas sabemos quién o quiénes son se pongan los anónimos que se pongan o los nicks que se pongan. Y personalmente no sé si me repugnan o me dan pena. Sobran absolutamente en este blog donde sólo la exquisita educación de su autor les permite ensuciar el buen ambiente que hay en él cuando ése o esos sujetos no están. Yo no tengo blog pero desde luego no admitiría a en él a tristes sociópatas como él o ellos. Como no confío en que una personalidad tan tortuosa y enferma como la de ésta o estas personas comprenda lo indignada que estoy, sugiero a los demás comentaristas se pronuncien sobre esto y animo al autor del blog a invitar a éste o estos sujetos a que se marchen para siempre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Marina, te agradezo infinitamente tus palabras. Sobre todo cuando hablas de mi exquisita educación. Si me conocieras... ¿O me conoces?

      El problema de éste (y otros blogs) es que, al estar abiertos, de vez en cuando se cuelan personas que confunden el nick que permite anonimato con ser un francotirador de la mala baba, cuando no de cosas peores. No invito a nadie porque, en principio, todos están invitados. Como he dicho muchas veces, sólo hace falta algo que decir (por poco que sea), respeto y una pizca de sentido del humor. A muchos les falta, sí.

      Hace unos meses tuve que "moderar" (o sea, censurar) comentarios porque se colaba un tipo que tenía algo personal con una de las comentaristas. Cuando vio que no se publicaban sus comentarios dejó de escribir.

      De modo que agradezco tus palabras porque hablan bien de ti. Yo también le animo a esparcir sus palabras en otros lugares o a cambiar el tono. (Creo, por otro lado, que no entiende qué se dice por aquí, que no está en esta línea, de manera que no comprendo su presencia).

      Aprovecho estas líneas para pedirte que te quedes. Escribes bien, Marina. Bienvenida, aunque sea por esta razón. Gracias.

      Eliminar
  8. Acabo de leer esos comentarios que dices, Marina y estoy totalmente de acuerdo contigo. Personas como éstas son las que hacen que los dueños de los blogs se vean obligados a moderar los comentarios, lo que en cierto modo es contrario a la propia esencia de una bitácora en internet.
    Parece, efectivamente, que siempre son los mismos: cambian los nombres pero no su modo de "expresarse".
    Es Atticus quien debe decidir si dejarlos, pero yo los eliminaría si de mi blog se tratase.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que habláis de más de un comentarista. Es verdad que me molestan algunos comentarios que (creo) no guardan las formas y se pasan un par de pueblos o se pasan de listos. Ya llevo un tiempo pensando que debo volver a moderar o directamente a borrar.

      Me parece que tenemos un miedo un poco prejuicios a la palabra "censura", y seguramente la tolerancia tiene límites.

      Me gusta la idea de intercambiar puntos de vista con personas que no conozco (a la mitad de los asiduos no los conozco personalmente), pero no creo que entre en el sueldo que a uno le molesten. De modo que solicito amablemente a los que se pasan de la raya que pongan su propia bitácora, escriban lo que en ella crean conveniente y respeten las casas ajenas y la paz y alegría que en ella se respiran.

      Y te agradezco que sigas aquí, Coe.

      Eliminar
  9. Acabo de llegar a casa. He visto el match del Atleti contra el Real. Joerrrr...

    Abro el PC, miro el correo y los blogs, leo lo que hay. Subscribo a Marina, me parece bien lo que dice Coeliquore y apoyo lo que decidas.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Veo que vuelves con los dientes apretados y enhiesto el penacho. Sorry. No se puede estar a todo.

      Vaya entrada la de Marina. No sé si me dice las cosas con cariño o me riñe. Lo meditaré. Pero no con la almohada, sino con un chupito de Glenrothes. Será mañana.

      (Hay que ver el juego -y a veces sucio- que da el de Aquino).

      Eliminar
  10. Yo sí vi los comentarios de este/estos/estas individu@/s pero decidí no darles comba porque, francamente, me parecieron fuera de lugar y de mal gusto. A mí me pasó algo similar una vez. Se me colaba un anónimo que únicamente decía cosas irrespetuosas y ya no solo hacia a mí, también aludiendo a otros lectores. Hay bitácoras en los que directamente, antes de comentar, avisan que se reservan el derecho de publicar o de mantener el comentario que se haga en función a unas normas básicas sustentadas en el respeto, pues al ser de Blogger, no hay o no encuentro el modo de poder restringir a determinadas personas, cosa que sí se puede hacer en wordpress.

    Apoyo lo dicho por Marina y Coeliquore. Y también aprovecho para decir que me ENCANTA NÓMADAS SQUARE. Gracias, Atticus, por tu excelente trabajo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces hago eso. No es que tenga gente que falta al respeto, pero sí, de vez, en cuando, alguna que otra mosca cojonera.

      Te lo agradezco. No te vayas.

      Tengo que mirar lo de wordpress.

      Eliminar
  11. Apostólica y Románica6 de febrero de 2014, 12:50

    Pido disculpas si mi participación anterior (La Santa Madre Iglesia Católica) pudo ofender. Evidentemente, sólo intentaba reflejar y expresar la agresión a las que nos sometería dicha institución si pudiera. Y de tal modo lo he intentado redactar. Que en otros tiempos pudo, y lo hizo. Otra cosa es que, de forma general, se intenten moderar en público.
    Creía que se entendería. Aunque sólo sea por la última palabra.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No a mí. Yo sí lo entendí y no se me escapó la palabra. Aunque el lenguaje escrito a veces es resbaladizo y no se captan las ironías. Además, no me apetece entrar en discusiones en las que algunos no se apean del burro, de manera que, al estilo de Gracián, mejor perder una discusión que perder el tiempo.

      Por otro lado, me molesta que un post simpático (creía yo) y poco trascendente, ligero y sin ánimo de entrar en territorio pantanoso, se haya convertido en esto. Que no. Hay otros lugares.

      Eliminar
  12. ¡No me voy! Y sí, tienes toda la razón :) Regresando a Santo Tomás... Me voy a tomar un chin-chin por él para ver si logro un Padrino o Madrina similar, jajaja... Me ha gustado mucho tu post porque no he podido evitar una sonrisa y en estos tiempos son difíciles.

    ¡Chin-chin por el de Aquino!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mira, con esto pasa con las meigas, que, aunque no existan, haberlas haylas.

      O más técnicamente: la profecía autocumplida.

      Me uno. Esta noche saldré a tomar una cerveza. Que será de abadía, como corresponde.

      Eliminar

Puedes escribir tu comentario. Agradezco la inteligencia, la educación y el sentido del humor. Por favor, no enlacéis páginas con contenido comercial, religioso o político. Tampoco las que claramente constituyen una estafa.