He visto recientemente Profesor
Lazhar (Ph. Falardeau, Canadá, 2011). Me la recomendó un compañero del
gremio y alguna otra persona que trabaja en los alrededores de la docencia. No
ha sido muy de mi agrado. También debo decir, si pongo mis prejuicios a la
vista de todo el mundo, que voy prevenido contra este tipo de películas.
La película se inserta en la tradición cinematográfica de
profesor que llega de repente a sustituir a una maestra con una clase muy
diversa en procedencias culturales y étnicas, intereses, afectos, caracteres…
La novedad aquí es doble: por un lado se trata de niños de primaria y no de
adolescentes más o menos tardíos, que suele ser lo común. En segundo lugar, la
maestra titular ha muerto, se ha suicidado; además, en la propia clase. Esto es
una novedad narrativa que tiene muchas
posibilidades y que creo que el director sólo rasca, pero no ahonda en el tema del duelo, de la incomprensión por
los niños, incluso de la rabia. Tampoco se profundiza en las relaciones con los
padres, y se recurre a tópicos: por un lado los padres tocapelotas, y por otro la madre agradecidísima; en ningún caso se
explica bien la razón de tales filias y fobias. Otro tema tangencial -que no
debía serlo- es el papel del psicólogo en el centro, en el que se muestra un
suave enfrentamiento con el profesor, pero nada más.
Entre lo que me ha gustado está la figura del profesor y el
estupendo actor que lo interpreta (Mohamed Fellag), un inmigrante argelino que intenta
obtener asilo político. Aquí hay una excelente historia… de la que sólo tenemos
noticias epidérmicas (eso sí: apuntan a un drama). Bashir Lazhar es una persona
corriente, que pone a los alumnos en pupitres individuales y en filas, en lugar
de en semicírculo como hacía la profesora anterior. El profesor se equivoca con
la elección de los textos, con los dictados, incluso con el trato que da a los
chicos, pero transmite más honradez que algunos de sus acartonados compañeros,
fieles cumplidores de la norma, pero que seguramente no son buenos maestros.
El personaje del profesor Lazhar, como el resto de los personajes
de la película, no está desarrollado. Hay una cena con una compañera que
prometía… pero nada. Si desaparece la escena, no lo notamos, y en cine todo lo
que aparece debe ser relevante. Creo que sólo me ha interesado de verdad una
especie de reunión del claustro en el que se abordan problemas y se discuten
las posibles soluciones. Al contrario que a otras películas, a ésta le faltan
minutos.
Su principal defecto -creo- es que, como otras muchas, parece
estar pensada y dirigida por personas que no han visto un centro escolar… salvo
en las películas.
Emparentada con ella está La
clase (L. Cantet, Francia, 2008) que pretende centrarse en el tema del
conflicto en la relación profesor-alumnos y en la escasa aceptación de la
autoridad, sea la que fuere. Levantó pasiones, se discutió sobre ella y sobre
la realidad que supuestamente reflejaba hace unos años. Yo me aburrí
enormemente. Si esto es un conflicto para los franceses, que visiten algunos
institutos españoles. Tópicos y más tópicos, ningún interés en la narración.
Innecesaria.
Gustó mucho en su momento la para mí detestable El club de los poetas muertos (P. Weir,
Estados Unidos, 1989), llena de trampas, supuestos falsos, realidades
inexistentes y una historia que nos han contado demasiadas veces: el
profe-héroe que se enfrenta al sistema y es finalmente derrotado por él, aunque
su mensaje permanecerá para siempre en el corazón de los jóvenes. Cargante
Robin Williams, un tufo insoportable a moralina. Absolutamente ajena a la
realidad que conozco.
Hace muchos más años vi (era un veinteañero) Rebelión en las aulas (J. Clavell, Reino
Unido, 1967). Como a casi todos, me encantó. Volví sobre ella al doblar mi edad
y acumular vida y experiencia, y no pude terminarla. Seguramente estaba tan
enfadado con la película como conmigo mismo por mi ingenuidad juvenil. Por esa
misma razón, he empezado y no he pasado de los 15 primeros minutos de Mentes peligrosas (J. N. Smith, Estados
Unidos, 1995) y El sustituto (R.
Mandel, Estados Unidos, 1996). Más de lo mismo.
Para que no todo sea negativo, debo decir que vi con tanto
sufrimiento como agradecimiento la realísima, honrada y militante de la verdad Hoy empieza todo (B. Tavernier,
Francia, 1999). Sin artificios, sin tonterías bienintencionadas y mendaces.
Dura. Estoy seguro de que es la menos conocida. Hay cosas que preferimos no
saber; o preferimos disfrazarlas.
http://www.youtube.com/watch?v=W6MHmMSenIM
http://www.youtube.com/watch?v=A_DIx70DxgM
http://www.youtube.com/watch?v=Ghrh_WqgWWg
http://www.youtube.com/watch?v=wA8GsL-R1qI
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=gIjLUKO7bRY
http://www.youtube.com/watch?v=J3jvy9LxKjw
http://www.youtube.com/watch?v=oQikW9bvRW4
http://www.youtube.com/watch?v=W6MHmMSenIM
http://www.youtube.com/watch?v=A_DIx70DxgM
http://www.youtube.com/watch?v=Ghrh_WqgWWg
http://www.youtube.com/watch?v=wA8GsL-R1qI
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=gIjLUKO7bRY
http://www.youtube.com/watch?v=J3jvy9LxKjw
http://www.youtube.com/watch?v=oQikW9bvRW4
Vaya tema más completito.
ResponderEliminarYo también he trabajado con niños de primaria y prefiero a los adolescentes; será porque no soy maestra.
Lo de la diversidad en las clases lo estamos viendo y padeciendo a día de hoy y parece que nadie se quiere dar cuenta. Da lo mismo que haya 15 que 30 alumnos. Si no aprenden... el profesor es malo.
En cuanto a lo del suicidio de la maestra, me parece un poco macabro que lo haya hecho en el aula. Pero tal y como está la Educación actual, no me extrañaría que a más de uno se le haya pasado por la cabeza.
Hay un montón de profes con depresión y ansiedad; y muchas veces es causada por el estrés del aula.
En cuanto a los padres; hay de todo. Normalmente he tenido más padres colaboradores, pero aún los normalitos, cuando les dices que el hijo va mal casi te piden que olvides al resto y te centres en el niño o la niña en cuestión.
Los psicólogos de los centros, pues de todo como en botica.
Veré la peli. He visto varias pelis de profes que entran en clases conflictivas y me gustan porque a veces los actores actúan, valga la redundancia, muy bien y enseñan algún truco para ayudar a los a veces desesperados profesores.
Efectivamente, siempre o casi siempre, igual. No he visto la película del Profesor Lazhar, pero te creo. Casi siempre que ponen una de este tipo en la tele y alguien te pregunta ¿qué ves? Siempre se suele responder algo así como... "Nada, la típica de profes y clase chunga". Por algo será, ¿no? Creo en tu post das muchas de las claves. Y ya que estoy, aunque no tenga mucho que ver, aprovecho para... RECLAMAR CINE CÓMICO BUENO. QUIERO REÍR. QUIERO IR AL CINE Y VER UNA COMEDIA DE VERDAD. ¡BASTA DE CHABACANERÍAS!
ResponderEliminarDe las que mencionas he visto tres y de las tres tengo buenos recuerdos: "El club de los poetas muertos" me resultó sumamente atractiva, "Hoy empieza todo" me pareció tan dura como bella (le dediqué un post) y de "Rebelión en las aulas" sé que me gustó en su momento.
ResponderEliminarNo me apetece demasiado ver más del tema que, como dices, es difícil reflejar con fidelidad. Pero es que si no, sería un documental, y tampoco...
Pd: Clothbi, ¿has probado con "La parte de los ángeles"?. Te la recomiendo.
Como a ti "La clase" no me pareció nada del otro mundo, es más no me gustó. El tema de la enseñanza, sobre todo hoy en día, creo que es un tema "espinoso" y complicado para los profes. Me has dejado con el gusanillo de ver "Hoy empieza todo". Cuando lo haga ya te contaré...
ResponderEliminarBesos
Yo no quería hablar del tema de la enseñanza, sino de cine. Los ajenos a la docencia deben estar muy hartos de nuestros mantras, y de lo mal que estamos (que lo estamos), y todo lo demás. Pero trucos para dar clase en las películas... no sé si buscar en "Mentes peligrosas" o en "El sustituto". Ironizo, claro, que hay quien se lo toma todo al pie de la letra.
ResponderEliminarEl tema de la enseñanza es muy difícil de tratar, tiene demasiadas aristas. Y en él se mezclan los legítimos intereses de los profesionales, la lucha por "colocar" las asignaturas en el currículo, las presiones de los grupos de poder por teñir el sistema de acuerdo con sus intereses... Y, desde luego, el gran problema: el enorme gasto (unos 500 euros por alumno y mes) si lo comparamos con los ridículos resultados. Pero no era el tema de hoy, y de todo esto creo que he hablado en otros posts.
En todas estas películas hay una cierta vocación de documental, de cinema-verité, que dirían los franceses. Pero no lo transmiten, salvo a los que ignoran el tema. Por eso me parecen tramposas. Prefiero que directamente me cuenten una ficción verosímil que un documental inverosímil.
Para los que aún no lo sepan, muchas de estas películas pueden verse en Youtube de manera gratuita con buena calidad.
No es un subgénero que me apetezca, más bien al contrario.
ResponderEliminarSupongo, no obstante, que tiene los mismos reparos y las mismas virtudes que cualquier otro tipo de películas.
Me pareció interesante "La ola" (2008), de Dennis Gansel. Pero puesto a elegir, prefiero pastelazos prodiabéticos a neorrealismos sangrantes.
Yo creo que los reparos no son los mismos. Precisamente porque la materia la conocemos bien, y por lo tanto descubrimos sus rotos.
Eliminar"La ola" no la he nombrado porque pertenece a otro género. En mi opinión, es un tratado sobre psicología social, sobre lo fácil que es manipular a las masas, sobre lo necesitados que estamos todos de respuestas y lo peligroso de las respuestas "totales" o "absolutas". La Historia no ha sido suficiente: no hemos aprendido. Cuando los problemas vuelven, las respuestas se clonan, debidamente puestas al día.
Me estremeció la película.
Pero pastelazos de mantequilla y azúcar directamente en vena con Meg Ryan en estado de éxtasis... eso sí que no. Que uno tiene una tradición de cine-club, que veo el "Gran Hermano" sueco subtitulado en húngaro. Hasta ahí podíamos llegar.
Otra pequeña joya de Ken Loach, esta 'La parte de los ángeles'. Entrañable, divertida, real, positiva, siempre mirando al futuro con esperanza desde la solidaridad con la clase obrera e intentando obviar maniqueísmos. El protagonista es un héroe, sí, pero también ha sido un demonio. Que no se olvide. Todos tenemos una parte de ambos en nosotros. Un saludo!!!!!
ResponderEliminarTengo esa peli en cola, y caerá en los próximos días. Me gusta ese cine de Loach cuando tiene sentido del humos ("Buscando a Eric").
EliminarBienvenido a esto. Por cierto, vaya nick. ¿Es por algo en especial?