Espartaco ha perdido. No la batalla: la guerra. Espartaco se
ha hecho fuerte en la idea de justicia, en la derrota, a la que ha aupado a la
categoría de semilla de verdad. Ha perdido sin saber que ha ganado tanto tiempo
más tarde.
En Espartaco hay
una conclusión sin tapujos: la crueldad refuerza la posibilidad de que el
desafío no se repita. Espartaco es condenado a morir crucificado junto a los
demás rebeldes. Expirarán dolorosa y lentamente, como correspondía a los peores
criminales. La principal vía de comunicación ha sido el lugar para exponer a
los moribundos, todo el mundo debe saberlo.
Su mujer ha de huir por allí, con el hijo que él aún no
conoce. Teme hallarlo, pero lo encuentra. Es mejor que yo deje de escribir y
ver la escena.
Una escena que siempre me saca las lágrimas.
ResponderEliminarLa frase "La crueldad refuerza la posibilidad de que el desafío no se repita" es poderosísima.Y tan cierta...
Pd: felicitaciones, que un pajarito me ha dicho que hoy es tu santo :-)
La película tiene escenas memorables. La de "Yo soy Espartaco", la de la "sauna gay"...
ResponderEliminarDile a tu pajarito que por unos días...
Uffff, los pelos como escarpias se me han puesto y alguna lagrimilla también se me ha escapado, como cada vez que veo esta gran escena de esta gran película.
ResponderEliminarBesos Atticus
Sí, tiene una enorme fuerza. Y eso que, si te fijas bien, los supuestos harapos están impolutos, como recién sacados de la lavandería. Pero la interpretación es fabulosa. Y el momento en que le enseña el hijo casi póstumo y la mirada de ella, deseando una muerte que es preferible al dolor... Gran escena.
ResponderEliminarYa te digo... Lo de sus ropas, no me había fijado. La verdad es que el que la escena tenga tanto impacto emocional, desvía tu atención de otros detalles, pero no deja de ser curioso
EliminarDepende de las épocas. En esa se filmaba así. Hoy se lleva más el realismo sucio (nunca mejor dicho).
EliminarHay que ser un gran actor, un actor descomunal para sostener sólo con la mirada una secuencia como ésta.
ResponderEliminarRecordemos otra que es un canto a la camaradería y la amistad: si está ahí crucificado es porque ha luchado a muerte para que su amigo no haya tenido esa muerte lenta y cruel.
Rosa Luxemburgo fue una de las fundadoras de la “Liga Espartaquista”, organización marxista revolucionaria que en la segunda década del Siglo XX quiso para Alemania y la Humanidad la emancipación prometida por la Ilustración.
Una non sancta alianza de la Segunda Internacional con lo peor de la reacción de los poderosos llevo a miles de sus militantes, como a la propia Rosa, a la muerte.
El nombre de esa liga fue en honor de Espartaco. ¿Quién dice que los hombres no lloramos?
No sabía que el nombre viniera de ahí. Pero claro.
ResponderEliminarEso: ¿quién lo dice?