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domingo, 1 de noviembre de 2009

EXAMEN DE CONCIENCIA

“Escribir es inscribir algo en la carne. Es tatuar al que lee”
Eugenio Trías: La dispersión

Octubre ha terminado. Primer mes de este blog que comencé el día 8 sin mucho entusiasmo, casi por seguirle la corriente a CrisCrac. Pero me equivocaba; como dicen los estudiantes al comentar un libro del que no saben qué decir: me ha gustado mucho. Me encuentro cómodo escribiendo lo que me da la gana, cuando quiero y como me apetece. Seguramente es la vía de escape de escritores frustrados. Pues sí, qué pasa. Además, ¿qué es eso de escritores frustrados? ”Frustración” significa hacer algo en vano. ¿En vano? Lo único que se hace en vano es lo que no se hace. Por último, la frustración se daría en todo caso por no publicar, pero todo el que escribe es escritor (tautología se llama esto).


Más de una persona me ha dicho con cierto tonillo incordiador: “A ti te sobra mucho tiempo”, “Te debes aburrir mucho”, y lindezas semejantes. “Sí -contesté-, es que no tengo césped que cortar (vivo en un pisito), apenas veo fútbol, no sigo series de televisión, y tampoco hago vida nocturna” (en esto último miento un poco: a veces sí, pero sin abusar, que uno no tiene body ni sex appeal suficiente, y volver a casa solo noche tras noche… eso sí es frustración).


Quiero utilizar este post autorreflexivo para agradecer a los que han escrito, especialmente a CrisCrac, qué derroche de ingenio, otro que no tiene césped. Pero también (por orden de aparición), a Yo, a Olga, a Mercedes, a Brianda, a un anónimo madridista, a Ecce Uomo, a Coletas, a una anónima y a su costillo; y a Signos, que se pelea con mi blog sin conseguir colar sus sabios comentarios. Y también a los que han leído y a los que me han mandado correos electrónicos con hermosas palabras. Incluida esa compañera de trabajo que entretuvo su madrugada de crianza e insomnio con mi blog. No sabe lo que significa este halago.


Esperan sin duda que los invite a cenar por la patilla. Van listos. Bueno, Green Eyes, a ti sí. Y a ti también, Dogville. Y a un par de personas que están tan felices con su amor recién estrenado que no pueden perder un segundo con este tipo que escribe bobaditas; hacen bien. Y a ti, Boletus, siempre, aunque seas tan aficionado a estar missing y declararte en rebeldía para los humanos. Casi mejor os venís todos a casa, preparo un tiramisú y saco mi mejor single malt.


Aprovecho este post para decir adiós a Nexussiete. Lo dejo reposar más allá de Orión en compañía del dios de la biomecánica. Nexussiete quiso ser un émulo imperfecto de Nexus 6, poeta replicante, filósofo avant la lettre, dionisíaco… Pero no soy rubio ni guapo como Rutger Hauer, el actor que lo interpreta en la inmejorable Blade Runner. Tampoco soy holandés, sino de la España profunda, que no es lo mismo. Ni tan atlético (bueno sí, pero del Atlético de Madrid), así que lo mejor es desprenderse de un nick que ya no me ajusta bien la piel. Lo dijo un personaje de Rayuela: “Cómo cansa ser todo el tiempo uno mismo”. Para los que quieran seguir las andanzas del tal Nexussiete, anda escribiendo crítica cinematográfica en esta dirección, que fue donde nació:


www.filmaffinity.com/es/main.html


A partir de hoy tomo prestada otra identidad: la del padre/abogado Atticus Finch, el de Matar a un ruiseñor, peli de la que un día escribiré con calma. Ya que apenas pude disfrutar de la existencia de mi padre, espero ser algo parecido a Atticus para mi hijo. Quisiera saber explicarle el mundo -su belleza, sus horrores- como lo hace Atticus. Es un nombre que me suena a latín, a piso alto desde el que mirar el mundo, a honestidad, a fe en el logos (que es un oxímoron, pero la razón es lo único en lo que merece la pena creer).


No me darán el Nobel por lo que estoy escribiendo, pero hay amigos tras estas palabras, gente maravillosa que te quiere gratis y te regala su tiempo. Es lo que importa. A veces escribo para mí; otras, las más, para ellos.


No podré invitarles a una barbacoa porque no he cortado el césped. Así que les doy palabras: eso es todo. Casi nada…

9 comentarios:

  1. A mí también me pasó: una indocumentada nos espetó a otro loco y a mí aquello de “os debe de sobrar mucho tiempo, ¿verdad?”. Pava.

    Casualidad o causalidad: escribí hace unas semanas un post sobre esto, y ayer lo cerré con un giro distinto. Lo pensaba colgar un día de éstos, este finde quizás.

    No tengo cesped, cierto (plantas sí, ilegales), y como sólo me ducho y cambio de gayumbos el primero de mes, tampoco eso me lleva mucho tiempo. De ahí mis muchas horas libres en las que me dedico a los placeres de la escritura, el pensamiento, la belleza y al cultivo de la amistad.

    Porque se trata, sobre todo, de esto último.

    Yo no soy ninguno “desos” que invitas, rey del río, pero eso del tiramisú me va. Y lo del single malt. Ya te digo.

    Eso, eso, “cómo cansa ser todo el tiempo uno mismo” (te deberé siempre esta frase genial), pero…, joeeessssshhh, neng: ¿tenía que se Atticus?

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  2. Lo de escribir va por rachas, ya sabes, encontrarse cómodo, dejar que fluya el verbo, no temer. Pues decimos que no nos importa el qué dirán, pero es falso, nos importa, y de qué manera. Eso sí, hay que saber elegir a quién, y también despreciar, ignorar, olvidar.
    Porque sí, del cultivo de la amistad se trata. ¿Qué si no? Incluso de esa amistad anónima y huidiza. Incluso de los que no quieren escribir porque creen que hay algún tipo de arte en esto. Que no. En lo que hay arte es en el ofrecimiento, en un plato de cuchara, en una tarde sin prisas. En dejar el césped sin cortar.
    ¿Plantas ilegales? ¿Un ficus cuenta? ¿O son las de los pies?
    ¿Y cómo que no eres de los invitados? El primero. Elige: Macallan, GlenRoger's, Knokando, Jura o The Balvenie. Pensándolo bien, casi que no vengas, que a las chicas el verbo fácil las encandila, y luego ya se sabe, ay, eres un tesoro, contigo si que se puede hablar como amigo, un cielo... Y mientras el CrisCrac a dos manos: chica y whisky...
    ¿Qué tienes contra Atticus? Será que aún no has visto "Matar a un ruiseñor", o que será verdad lo del lobezno que se cambia de gayumbos con el cambio de estación...

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  3. Espero que continues empleando tu tiempo "en vano": te veo escribiendo sentado y tranquilo en el vano de una puerta. Yo tampoco tengo césped (ni siquiera me gustan las plantas), no veo casi fútbol ni series, pero tampoco escribo, no tengo arte (o sí, porque me gusta sentarme a ver crecer el césped, o a leer lo que otros escriben). Mercedes.

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  4. ¡Genial! ¡Esto de tener compañeros de los que te acuerdas cuando estás haciendo cosas que no te apetecen, pero que tienes que hacer…!¡Gracias por hacerme pasar unos minutos con una sonrisa en los labios! Y ahora….vuelta a las tareas que no son ni cortar el césped, ni ver si está ganando o perdiendo el eterno rival con el Milán (o es Milan???).... Vuelta a la realidad de cada noche, que no es que sea mala, no, pero ….

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  5. En algún sitio leí que no había que escribir en vano ni tan solo una palabra. Pues no. Mejor el exceso que el defecto. Es verdad que un hombre (o mujer, naturalmente) es dueño de sus silencios y prisionero de sus palabras, pero no lo es menos que la mayor parte de las veces nos arrepentimos más de lo que no hemos dicho o hecho que de lo callado u omitido. Ahí está, vivido, consciente y deliberado.
    Escribir no tiene arte. Con excepción de Borges y media docena de iluminados más, el resto es voluntad, tiempo y desvergüenza. Pero se agradece todo lo que dices, Mercedes. Estás invitada al tiramisú, y a la bebida que quieras, no sé si te agrada el néctar escocés.
    Tú también, desde luego, “Yo” (ponte otro nick, please, éste suena muy narcisista y no lo eres). Debo decirte que lo tuyo sí que es arte, encontrar unos minutos para leer chorraditas. Lo que haces no es cortar el césped, sino podar la selva amazónica.
    Por cierto, se dice Milan, sin acento. En italiano sería Milano, pero es que el club lo fundó un inglés, y por eso ese raro nombre tan poco italiano. No está mal para un agnóstico futbolísitico, ¿eh?
    Y no te quejes de la noche, que tú duermes acompañada, y yo, como no me acueste con Federico (mi ordenador, no penséis mal)…
    PD: Vaya día: José Luis López Vázquez, Francisco Ayala, Claude Lévi-Strauss…

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  6. Cuando el lenguaje pretende explorar sus límites, tiende al silencio. Y ahí nos enc ontramos,intentando ver lo invisible, tocar lo intangible, atrapar lo inaprensible. E muy dificil encontrar palabras para ir por los límites y es casi imposible conformarse con menos.Tal vez alguien logre apartar las palabras, ccomo velos, y dejarse acariciar por la luz que yace detrás. las palabras nos definen o nos limitan, nos las abandones. Brianda

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  7. Pues mira que yo creo que no: cuando el lenguaje pretende explorar sus límites puede toparse con el silencio: ya no hay modo de decir, sólo queda callar, contemplar. Pero queda la otra opción, dolorosa y probablemente imposible: hablar de lo que no se puede, retorcer las palabras, fustigarlas y acariciarlas a la vez, hacer que digan, rogar, no conformarse con menos (como bien dices).
    Pero esto de la luz... No sé, me suena a desvelamiento divino, dejarnos de boludeces y entregarnos a la visión celestial. Y eso sí que no: si hemos de ser derrotados, que sea hablando, no renunciando. Nos limitan, sí, pero lo contrario también es verdadero.
    Por cierto, esto lo intentan sobre todo los poetas, y entre ellos los místicos, esos heterodoxos de la fe. Teresa de Jesús, Fray Luis, San Juan.

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  8. Confieso que soy una de esas que dijo lo de "debes tener mucho tiempo libre", pero te aseguro que con una dosis de envidia considerable. Hace ya un tiempo que perdí eso que llaman el tiempo libre, ahora todo mi tiempo es ocupado y si es mediolibre como ahora es porque se lo estoy robando al sueño, pero estos ratos, con la casa en silencio, las niñas dormidas y el costillo idem, me resultan un auténtico placer, sólo me falta una buena cerveza fría, pero mi estado de madre por la lactacia materna me impide disfrutar de ese placer y la verdad una sin alcohol como que no es lo mismo.
    Me atrevo a escribirte no sin cierto complejo porque ¡coño (con perdón) qué bien escribes!! cuando a uno le salen tan bien las palabras, tan colocaditas, tan bien puestas yo siento una admiración y envidia fabulosas.

    Envidia, dos veces en un mismo mensaje,si al final seré una madre lactante, desvelada y envidiosa ¿quién da mas?.

    Gracias por la referencia, como ves sigues amenizando mis desvelos. Buenas noches.

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  9. Me he despertado a las dos de la madrudaga con una cierta sensación de sonrojo. No sé por qué sería, como si alguien me estuviese diciendo cosas bonitas. E irreales. Colocar una palabra tras otra no tiene mérito. Además, no debéis creer que "sale solo", no, hay que pensar, y repasar. Y mucho. Insisto en que el mérito lo tenéis otros, y sobre todo otras, colaborando al orden y la felicidad del mundo. Y al día siguiente sonrisa en la cara. Perfecto.
    Me siento obligado a escribir alguna que otra cosa ingeniosa para tus desvelos. Pero creo que no estaré a la altura. Haré lo que pueda, te lo prometo. Aunque solo sea porque conectas y lees.
    Reserva unas birras, que la lactancia llegará algún día a su fin. Yo las pago.

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