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miércoles, 28 de septiembre de 2016

SI DIOS ES EL LENGUAJE

Se terminó la cena, aunque no se había fijado en lo que estaba comiendo. Se tomó una copa de vino y dejó la segunda sin acabar, ebrio de las palabras que la familia intercambiaba alrededor de la mesa, de los distintos significados, ebrio porque indicaban tiempo: futuro y pasado, indicaban si alguien había hecho algo o si aún estaba por hacer;  expresaban los sentimientos: un enfado no era un golpe, el arrepentimiento no era el llanto. En un momento dado, Paola expresó un deseo y lo hizo con el subjuntivo, y la belleza de su complejidad intelectual conmovió a Brunetti tanto que casi se le saltó una lágrima: Paola podía hablar de algo que no existía, podía inventar una realidad alternativa.

Con el postre inició el camino de regreso hacia el mundo real, el trayecto endulzado por una tarta de ciruelas rojas.

-¿Crees que Dios es el lenguaje?  -le preguntó a Paola cuando ella le sirvió un segundo pedazo de tarta.



Donna Leon: El huevo de oro, ed. Seix Barral, páginas 311-312



jueves, 22 de septiembre de 2016

REIVINDICACIÓN (OCASIONAL) DE HARRY EL SUCIO

-Una vez le pegué a un tipo. La única vez en mi vida. Pero no me imagino atizándole a una mujer.

-¿Por qué le diste? –preguntó Brunetti. (…)

-Fue en el vaporetto (…). Había un hombre a mi lado, a la izquierda, y delante de él había una niña pequeña. Bueno, no tan pequeña, porque debía de tener unos trece años; de todos modos, no dejaba de ser una niña. Cuando él pensó que no lo miraba nadie, se inclinó hacia un lado, le puso la mano en el culo y apretó. Pero no quitó la mano. Yo me fijé en la cría, una chavalita muy guapa que llevaba puesto un vestido. Era verano, así que era fino. (…) La niña lo miró, pero él sonrió y no apartó la mano. Estaba asustada; avergonzada, incomodísima. (…) Así que le aticé un puñetazo en el estómago. (…) Se quedó doblado, y cuando tenía la cabeza a la altura de mis rodillas, me agaché y le dije: “Si vuelves a hacerlo, te mato,” -Suspiró-. Nunca había hecho algo así; nunca había perdido el control de esa manera.

-¿Qué hizo él? –preguntó Brunetti.

-Se bajó en la siguiente parada y no he vuelto a verlo nunca más.

-¿Y la chica?

A Rizzardi se le iluminó la cara.

-Me dijo: “Gracias, signore”, y sonrió. (…) Nunca me había sentido tan orgulloso de mí mismo como en aquel momento. (…) Sé que debería avergonzarme, pero no.

-¿Volverías a hacerlo? -quiso saber Brunetti.

-Sin ni siquiera pensármelo –respondió el doctor, y se echó a reír.


Donna Leon: El huevo de oro, ed. Seix Barral, páginas 173-174



domingo, 11 de septiembre de 2016

SEQUÍA AUNQUE PAT METHENY

Hablábamos CrisC y yo la otra noche de lo natural que resulta escribir; a mí me resulta extraño lo que me dice tanta gente, y mucha de ella universitaria: que escribir es difícil, que no les sale.

Pero me doy cuenta de que últimamente escribo poco. Y en el blog espacio un poco más las entradas. En el “fondo de armario” que tengo en mi PC (se llama Federico) hay muy poco material disponible.

No sé si será el calor o la inminencia del curso que siempre me inquieta. O que no siempre tiene uno algo que decir. O que me hago mayor y prudente a la vez.

Hoy he vuelto a casa desde la costa, cuatro horas de viaje, poco tráfico. Iba pensando en que me pondría a escribir cuando llegase. Y en la música del coche iban sonando temas de álbumes de Pat Metheny que no conocía: “Our Spanish Love Song”, “Love Theme (from ‘Cinema Paradiso’)”... Y he seguido escuchando y no he podido escribir nada más.




jueves, 1 de septiembre de 2016

LA BUENA VOLUNTAD



"Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera del mundo, es posible pensar nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo una buena voluntad".

Immanuel Kant: Fundamentación de la metafísica de las costumbres (ed. Austral, p.27).