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lunes, 19 de diciembre de 2016

UNA FOTOGRAFÍA DE GERVASIO SÁNCHEZ


Vi hace unos días una exposición de Gervasio Sánchez. Terrible y magnífica. África, América Latina, los Balcanes. Todo lo recuerdo. Había poca gente, al personal no le gusta que le recuerden de lo que es capaz el ser humano.

Me impresionó especialmente la que copio arriba (espero no vulnerar derechos de autor, en Internet se encuentra con facilidad).

Cuatro niñas miran a través del cristal resquebrajado de una furgoneta, que adivinamos destrozada por la guerra, en Sarajevo. Su mirada es limpia, el odio aún no ha anidado en sus ojos y la sonrisa que ofrecen es natural. Una de ellas rodea a otras dos, amistad, inocencia. No necesitan juguetes caros y sí las unas a las otras. Miran al objetivo, se les adivina toda la vida por delante, si los devastadores de la civilización no indican lo contrario. Gervasio Sánchez no sólo fotografía el horror, sino también la esperanza. Está en ellas.

La vuelvo a mirar y pienso que la fotografía tiene algo de espíritu navideño, no de esta fiesta deshilachada y narcótica, sino de aquella en la que los seres humanos decidían quererse.

Han pasado muchos años, más de dos décadas. ¿Qué habrá sido de ellas?

domingo, 11 de diciembre de 2016

BOLUDECES XXII: TRADUCCIONES

No presumiré de unos conocimientos lingüísticos que no poseo, al contrario. Mi competencia idiomática (castellano aparte) es más bien lamentable. Pero de vez en cuando recurro a la compra electrónica, y aquí vienen los problemas. Porque ocasionalmente aparece algún problema y debo dirigirme al proveedor. En castellano, siempre que puedo. Y ellos suelen contestarme, con rapidez y amabilidad, pero dándole al botón de traducir a la remanguillé.

Hace no mucho, me escribió un tipo para disculparse por la mala calidad del tóner que yo había comprado y ofrecerme otro completamente gratis. Muy bien, estupendo argumento de venta. El tipo firmaba como Frank en la versión en inglés, pero se transmutó en Franco al ser traducido su mensaje. Me puse marcial, claro está, y acepté su mensaje como una orden. No a todos les escribe Franco reencarnado en agente comercial desde remotísimos países (democracias orgánicas, supongo).

No obstante, el delirio fue mi última compra internetera. Adquirí una funda para el móvil que, pasado el plazo, no llegó. Escribí a su servicio de atención al cliente y me respondieron… Bueno, mejor lo leéis, porque no vais a creerme.

Aún estoy recuperándome del parto.

Buen día!
Lamentamos que usted no lo ha recibido. Pero debería haber recibido por ahora. Si no puede haber algunos problemas ocurrieron durante el parto, es posible que falte.
Lo sentimos mucho por las molestias.
Podríamos volverá a enviar un nuevo o procesar un reembolso completo para usted como nuestro disculpa sincera.
Por favor amablemente díganos qué solución es la más adecuada para usted.
Los mejores deseos,
XXXXX


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Best wishes,
XXXXX