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jueves, 5 de noviembre de 2009

MILLENIUM: PURO PLACER



Más de dos mil páginas leídas en poco más de un mes, 70 cada día. Esto es la trilogía Millenium para mí. Hacía tiempo que no sentía la avidez del lector toxicómano ante una golosina irresistible, que no me sentía como el alcohólico que no puede esperar a su dosis y leer unas pocas páginas con el café y las tostadas, y otras pocas al volver del trabajo, y alguna más cuando se encierra en el cuarto de aseo… Que se olvida de que antes veía los telediarios, cocinaba con decoro y se afeitaba a diario. Que no desea que le llamen los amigos porque prefiere a esa sueca menuda (¡menuda!). Que la prefiere a alguna que otra mujer real, pero mucho menos estimulante. Porque se ha enamorado de Lisbeth Salander o tal vez de la idea de Lisbeth Salander, que es el revés de la mitificada sociedad sueca del bienestar. Del bienestar de algunos, según parece.

Lisbeth Salander es una flaca antisocial, perforada y tatuada, primaria y salvaje. Desconcertante. Nos gusta por eso: no se parece a nadie, no hay un solo héroe en todo el género detectivesco que se le asemeje. Más bien es la antítesis de ese arquetipo que parece una mezcla de estoico y epicúreo, pero que en el fondo late un kantiano cumplidor de su deber. Ella no se parece a ninguno. A su lado, Mikael Blomkvist es blando, un comparsa, casi atrezzo.

Quise dejar los libros para el verano, gozarlos morosamente en días larguísimos. Imposible. No se puede controlar una pasión tan poderosa. La carne es débil. Y el placer, al final, lo explica todo; a qué tanta disquisición entre placeres superiores e inferiores: mientras he leído nada ha sido importante, el mundo ha estado en stand-by. Pero se terminó. No hay más.

Tenía razón Ernesto Sabato. Hay libros extensos y libros extendidos. Qué hubiéramos dado por otros cientos más de páginas, miles. Qué placer.

9 comentarios:

  1. Vaya, hombre, ahora resulta que no os gustan las suecas buenorras que perseguía el landismo y preferís a Lisbeth Salander.¡ No hay quién entienda a los hombres!. Aunque yo creo que es pose, admiráis la valentia y el estoicismo de Lisbeth, pero a la hora del ligue os pirráis por las muñequitas neumáticas.

    Bueno, para seguir dando el tono cosmopolita al blog de mi amigo Atticus aquí va una cita en francés sobre la edad ( nuestro tema recurrente últimamente, Atticus):

    "L'age est une vacherie maximum: l'enfance, agedes amygdaleset dela totale dépendance; l'adolescence, age de l'onanisme et des interrogations vaines; la maturité , age du cancer et de la connerie triomphante; la vieillesse, age de l'artérite et des regrets inopérants".
    Me siento en "la connerie triomphante" y ojalá no tenga en mi vejez "des regrets inopérants"
    Puro placer tu blog, Atticus. Besos.

    Ah, por cierto, mucho más atractivo Atticus , representado por ese elegante Gregory Peck, que el hormonado esteroidado androide o robot de nexus7. OLGA

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  2. A ver, Olga, ¿que no hay quien entienda a los hombres?

    ¿Sabes aquél que dice...? "Iba un tío por la calle y se encuentra una lámpara maravillosa. La coge y la frota. Sale el genio. Pídeme un deseo, le espeta el baranda.

    Verás, dice el tipo, me gustaría ir a New York, pero me da miedo el avión y en barco me mareo. Hazme una autopista.

    Imposible, dice el genio, tendría que construir pilares kilométricos en el Atlántico contra las tormentas; tirar un cable de comunicaciones a miles de metros bajo el agua; asfalto flexible especial; iluminación por sodio; estaciones de servicio cada cien millas; patrullas de vigilancia y mantenimiento permanentes... Ni siquiera yo, que soy genial, podría con eso. Pídeme otra cosa.

    El tío le dice que vale, y que cambiará completamente el objeto de su deseo. Le dice que quiere conocer el corazón femenino, saber qué quieren las mujeres, qué piensan, qué sienten, qué desean...

    El genio lo coge del brazo y le susurra: ¿cómo querías la autopista, de dos o de cuatro carriles?".

    (risas)...

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  3. ja, ja, ja. Pues la verdad, yo creo que no somos para tanto. La respuesta a qué quieren las mujeres ya la dió Chaucer en el s. XIV en sus famosos Canterbury Tales, creo recordar en el cuento sobre la viuda de Bath. A lo mejor es que la respuesta no os interesa y por eso os habéis inventado el cliché de que somos raras y que no hay Dios que nos entienda. Aunque bien pensado, cada vez estoy más convencida de que vosotros sois de Marte y nosotras de Venus.

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  4. Vamos por partes.
    Primero. A mi no me pone la Salander. Me gusta su personaje, que no es lo mismo. Ya veo que siempre estamos pensando en lo mismo: poco análisis crítico, pero mucho sexo, drogas y rock&roll.
    Segundo. Dejemos lo de la edad. Mejor no meneallo.
    Tercero. Yo también me siento a gusto con Atticus, pero eso de que las mujeres preferís al elegante Gregory Peck al cachas Rutger Hauer. Sí, ya, os vais con el rubio Nexus, os deja tiradas y luego a buscar al bueno de Gregorio, que si que eres un amigo, un cielo, bla, bla, bla. Lo de siempre.
    Cuarto. Tal vez sea por eso por lo que nos gustamos, queremos y deseamos. Si nos entendiéramos tal vez las relaciones serían de otro tipo. Pero creo que el genio de la lámpara tiene razón, en general, con las pertinentes injusticias de la generalización, con las excepciones, con lo que queráis.
    Apunto lo de Chaucer y sus cuentos, que no conozco. Estoy al tanto de Tales de Mileto, pero no de Canterbuty Tales. Tales tales se me escapan, y tal y tal.
    Quinto. No sé si Dios os entiende. Para que no se me tache de machista diré que me gusta la idea de que, tras el varón, Dios hiciera a la mujer, pero no porque crea que está subordinada, sino porque el Altísimo vio lo que había hecho, y probó a mejorar el producto. Humanos 2.0.
    Sexto. Tiene miga lo de Marte y Venus. Posibles interpretaciones: que los hombres seamos calientes y las mujeres nubosas, que los hombres seamos marcianos y las mujeres... Mmmmmm, monte de Venus. Mejor lo dejamos así.
    Y una petición, cuando utilicéis el modo Anónimo, indicad algún tipo de nombre o nick. Please.
    Ah, este post iba de amor a la lectura. Me parece.

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  5. Pues ea, de amor a la lectura: yo también me apunto lo de Chaucer. ¿No lo cita Battiato en una de sus canciones? Y como la carne es débil, y maravillosa, dejo para Navidules la lectura del tal Milenium.

    Olga, acuerdo contigo: vosotras de Venus y nosotros de Marte (pero de la parte chunga, los suburbios).

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  6. No recuerdo lo de Battiato ¿Dónde?
    Haces bien en lo de Navidades. A mí se me hacen largas y difíciles, y es bueno encerrarse en casa con 2000 páginas, tiempo disponible y de vez en cuando compañía.
    Me tienes a Olga alborotá. No tengo claro qué es eso de ser marciano de los suburbios. No a todas les gustan los apolos (¿apolillados?) del centro. Les agradan las palabras. Casi todo lo que sé sobre mujeres (que es poco, casi nada) se lo debo a Cyrano. Y una de las mayores tragedias del amor la vemos en la peli que protagoniza el maravilloso Gerard Depardieu: Cyrano inventando con amor y amargura versos para su amada, que pronunciará otro, del que cree estar enamorada, pero sólo lo está de sus palabras. Qué generosidad, qué tristísima escena.
    Y otra, CrisCrac. Hazte con los libros de Joaquín Barrero ("El tiempo escondido", "La niebla herida"...). Detectives. Españoles. Que investigan casos que han ocurrido en tiempos de oprobio e impunidad. Tiempos que ocurrieron, y no hace mucho. Lo han llamado “El Millenium español”. No hay para tanto, pero valen la pena. Son duros. Merecen mayor conocimiento del que tienen.

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  7. Aunque consideré la posibilidad de un equívoco con “Los trenes de Tozeur”, por esos sonido y grafía medianamente similares, algo me decía que en Battiato había mención a Chaucer. Pero será un error mío. Me flagelaré por ello con cuerda de pita y lenitivos de vinagre (de Jerez, of course).

    A mí las Navidules me gustan, debe de ser algún resto infantil agazapado en los arrabales de mi diencéfalo. Pillaré entonces Milenium entre turrones y mazapanes. Y unas copichuelas de algo empalagoso.

    El caso es que yo soy del centro, eso sí, no de Bilbao, pero del centro. Así que me despliego ontológicamente en un mix de city y cosa-suburbio. A Olga le ha gustado el chiste del genio, su alboroto proviene de esa alta cualidad primera de la inteligencia que es el Humor.

    Lo que sé de mujeres lo he aprendido poniéndome..., je, je, je…, poniéndome a escuchar su amazónico verbo. Acuerdo contigo: aman las palabras (hay que echar”las” lazo por esa veta). Dicen que es cosa fisiológica, cosa de la formación embrionaria de su cerebro y otras biologías que les son, a ellas, de suyo. Parece indiscutible, lo de su mayor sensibilidad para los sonidos; aunque suele decirse que gustan tanto del contenido de las palabras como de las palabras mismas. No es extraño ver en cualesquiera geografías urbanas, o agro, a dos o más chatukys periqueando alegremente.

    Rara vez un hombre aprecia el timbre y la cadencia de la voz de las mujeres, pero ellas sí se recrean en nuestra voz. Pero en la cosa-voz masculina yo lo tengo jodido; de hecho, cuando alguna empresa llama a casa, yo contesto: “no están mis padres”. Y cuela.

    Tomo nota de Barrero.

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  8. Viendo tu post, ayer decidí ir a ver la peli. No he leído la saga Millenium (cuando tengo algo de tiempo lo dedico a estudiar Musicología); tampoco creo que lo haga, porque una vez vista las pelis ya no me llama la atención leer los libros.
    Me gustó, aunque no más que la primera. Lisbeth me parece un personaje real, con demasiado sufrimiento en sus carnes, pero tan real como la vida misma.
    ¡¡Ah!! y me encanta Atticus.
    Muasets.

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  9. Haces mal. No en estudiar musicología, sino en no leer los libros. No porque sean mejores (que no siempre), sino porque son mucho más ricos y complejos. Por ejemplo, ¿de dónde saca Lisbeth la pasta? Hay mucho más en los libros.
    Me fijé en un detalle curioso: en la redacción de "Millenium" hay un ejemplar de "Expo", que es la revista en la que trabajaba Stieg Larsson. Bonito guiño, casi un cameo.
    Aprovecho para recomendar a mis preferidos: Henning Mankell y Donna Leon. Mejor el primero y su detective Wallander. Me da para algún otro post.
    Gracias porque te guste Atticus. Es que si se fía uno de CrisCrac... Lo que no sea destroyer le parece cristianoide. Sólo se ablanda en sus absolutos inmanentes y alrededores. Atticus Finch es uno de los grandes personajes de la historia del cine. Es la dignidiad. Otro día sobre él.

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