No presumiré de unos conocimientos lingüísticos que no
poseo, al contrario. Mi competencia idiomática (castellano aparte) es más bien
lamentable. Pero de vez en cuando recurro a la compra electrónica, y aquí
vienen los problemas. Porque ocasionalmente aparece algún problema y debo
dirigirme al proveedor. En castellano, siempre que puedo. Y ellos suelen
contestarme, con rapidez y amabilidad, pero dándole al botón de traducir a la
remanguillé.
Hace no mucho, me escribió un tipo para disculparse por la
mala calidad del tóner que yo había comprado y ofrecerme otro completamente
gratis. Muy bien, estupendo argumento de venta. El tipo firmaba como Frank en
la versión en inglés, pero se transmutó en Franco al ser traducido su mensaje.
Me puse marcial, claro está, y acepté su mensaje como una orden. No a todos les
escribe Franco reencarnado en agente comercial desde remotísimos países
(democracias orgánicas, supongo).
No obstante, el delirio fue mi última compra internetera.
Adquirí una funda para el móvil que, pasado el plazo, no llegó. Escribí a su
servicio de atención al cliente y me respondieron… Bueno, mejor lo leéis,
porque no vais a creerme.
Buen día!
Lamentamos que usted no lo ha recibido. Pero debería haber recibido por ahora.
Si no puede haber algunos problemas ocurrieron durante el parto, es posible que
falte.
Lo sentimos mucho por las molestias.
Podríamos volverá a enviar un nuevo o procesar un reembolso completo para usted como nuestro disculpa sincera.
Por favor amablemente díganos qué solución es la más adecuada para usted.
Los mejores deseos,
XXXXX
Lo sentimos mucho por las molestias.
Podríamos volverá a enviar un nuevo o procesar un reembolso completo para usted como nuestro disculpa sincera.
Por favor amablemente díganos qué solución es la más adecuada para usted.
Los mejores deseos,
XXXXX
Good day!
We are sorry that you haven't received it. But you should have received it by now. If not there might be some problems happened during the delivery, it might be missing.
We are very sorry for the inconvenience.
We could resend you a new one or process a full refund for you as our sincere apology.
Please kindly tell us which solution is more suitable for you.
Best wishes,
XXXXX
Lo cierto es que estas traducciones son menos "traduttore, traditore" que "traduttore, atracattore"...
ResponderEliminarBueno, ya ves, en consonancia con la cosa me invento una traducción que es un ripio y un atraco al humor y al buen sentido. De todos modos, ¿qué diablos compras por la Red, hijo mío?
Si quieres una funda de móvil, vete a la calle y los topmanteros los tienes very fashion y personalizados para guapis people like you. Oh, sí.
Ya te imagino en tiempo de saludo cuando leíste la firma del tipo del tóner, ¡ar!
Yo diría más: inventori, fantasiori, invasori... y un buen fusilatori.
EliminarCompré una funda de móvil... que ha llegado hoy, dos meses después, casi me da tiempo a cambiar de móvil. Juro que busqué en los diversos comercios que hay cerca de mi casa y me dijeron que ya no vendían fundas para móvil.
Lo de Franco es para enmarcar. Y mirarlo todos los días marcialmente mientras suena el himno de infantería.
¡Ay, los traductores! Hace poco pillé a una alumna haciéndome el ejercicio de un exmamen con un traductor. En realidad no la vi en el momento del acto pero cuando leí el ejercicio era evidente. Me decía que no podía demostrarlo, pero lo hice. Entre otras cosas porque le pregunté tapando sus respuestas y no supo qué había puesto. Dice que ella puso lo que había oído por ahí. El problema es que nadie más lo había puesto así, bueno, sí, una amiga, que se había copiado (hago saber que tengo 30 alumnos en 1º de ESO). Ésta última dice que era la forma en la que se lo habían enseñado en la academia. Cuando le tapé sus respuestas y le hice decírmelas tal y como lo había aprendido en la academia se vino abajo y recoció haber copiado. ¡Ay, los móviles y los traductores! Por el momento no pueden sustituir al profesor. Traducir parto en vez de reparto es la mejor prueba.
ResponderEliminarEs que si lo ha oído por ahí, es que esta por ahí, quién eres tú para censurar su psicomotricidad fina, los estándares de aprendizaje según las nuevas TICs y la competencia digital... Más aún, si se lo enseñan en la academia, tú quién eres, una vulgar funcionaria, nada que ver con su profesor particular, de pago, exclusivo, chachi piruli, con su piscina y su canesú, su pista de pádel, institutriz francesa, nada de chusmas de escuela pública, todos juntos y revueltos, promiscuidad de rastas y tatuajes de choni.
EliminarPorque si tienen móvil es para algo, no para que venga el profesor aquí a jorobar. Y si dice parto es parto, sin epidural. A pelo.
¿En serio? Desde luego el mensaje tiene tela...
ResponderEliminarAbrazo!
Absolutamente. Cortar y pegar. Y no sigo, que necesito reposo (por el parto).
EliminarAl final llegó la funda del móvil. Bueno, llegaron dos. Cosa del parto. Mellizos.
ResponderEliminarJajaja, me partoooo!!! Pero bueno, como dices que al final parió..., pues nada, bienvenidos sean los dos.
ResponderEliminarUn beso
Real como la vida misma. Antológico. Fue un parto sin dolor. Y sin episiotomía.
EliminarNo entiendo a quién se le ocurre traducir "delivery" como parto. Eso ni siquiera San Google. Lo cierto es que el castellano no sólo sufre por traductores electrónicos. A menudo los birraciales en Estados Unidos o latinos de segunda generación suelen hacer preguntas como ¿qué tú piensas? Una clara imagen de palabras en castellano con gramática inglesa.
ResponderEliminarClaro está que no debemos olvidar que hablamos una lengua que en su momento fue vulgar. Y aunque nos duela, a menudo es el vulgo, el traductor de google y los gritos de la señora de la plaza, los que deciden el futuro de un idioma.
¿Qué tú piensas?
¿Qué yo pienso? Ya tú sabeh.
ResponderEliminarLos dueños del idioma son los hablantes. Pero estos son muchos y muy diversos, de modo que no me parece mal que exista un acuerdo de mínimos, dinámico y ajustado a la realidad. Lo malo es que con poco conocimiento y mucha arrogancia no se sabe casi nada y no se comunica nada. Otra cosa es el que sabe moverse por los vericuetos laberínticos del idioma.