Sé muy poco sobre este escritor, uno de los últimos grandes
en más de una disciplina (Matemáticas y Filosofía). Tengo una Historia de la Filosofía Occidental, de
la que es autor y que leo con placer porque Russell no expone otros autores
sino que discute con ellos.
Leí hace tiempo su interesantísima Autobiografía, que recomiendo a todos. Su vida, no sólo lo que
pensó académicamente, sino su compromiso con la sociedad, es un ejemplo.
Regalo muchísimo La conquista de la felicidad, que tengo para mí como el mejor libro de autoayuda que he leído (he leído pocos, la verdad).
También me maravilló una novela gráfica titulada Logicomix, de la que él es hilo
conductor. Va de lógicos y matemáticos, pero también del convulso siglo XX. Que
nadie se la pierda.
Viene esto a cuento de que hace unos días asistí a una
conferencia de Victoria Camps. Habló de la libertad, de sus límites y sus
espejismos. Terminó leyendo alguno de estos “mandamientos” cuyo enlace cierra
este post. Yo no los conocía, pero me parecen de aplicación obligatoria.
El último enlace es de un programa de Fernando Savater sobre
Russell.
Muy interesante la entrada. Gracias por presentarnos a este autor. Saludos.
ResponderEliminarRussell se descubre solo. Te gustará, aunque algunas obras son más que difíciles.
ResponderEliminarRusell, un pensador agudo, sin duda. Cuando le preguntaron qué le recomendaría a los jóvenes, respondió algo así como que se basen en los hechos y no en las suposiciones.
ResponderEliminarHoy hacen falta menos fundamentalistas que crean que la inmigración se equipara al debacle cultural, que la homosexualidad es una enfermedad contagiosa y que un muro mugriento va a separar una nación de la demagogia.
Siempre me ha asombrado la buena prensa que tienen las emociones. Que están bien según para qué, desde luego no para gobernar países o dirigir empresas. Tampoco para arrojar sobre los demás nuestras íntimas convicciones, que a menudo son nuestros prejuicios, como dices bien.
EliminarMira este enlace.
https://www.youtube.com/watch?v=lfcxhx2MVs4
Russell fue un hombre valiente, transgresor. Hoy vemos que mucho de lo que hizo en su tiempo (y estuvo en la cárcel, no se pertrechó) hoy está normalizado. Lo que prueba precisamente uno de los preceptos de su decálogo.
ResponderEliminarTe quedas corto. Releo (o sea, escucho de nuevo) el decálogo. Me parece tan indiscutible que la realidad se me afea en su emotivismo cerril, en su gregarismo irracional. Russell, siempre Russell.
EliminarHay un afamado libro de Russell que conoces e intitulado “Los problemas de la filosofía”. El último capítulo -apenas media docena de páginas- es una joya: “El valor de la filosofía”.
ResponderEliminarDice muchas cosas ahí, pero una de ellas me seduce desde siempre: la filosofía no sólo es un modo de contemplar el mundo desde el amor por la Verdad, es también un modo de actuar desde la apuesta por la Justicia y un modo de percibir a los demás como parte de uno mismo y, por ello, sentir una suerte de “amor universal” (así lo dice) o empatía, altruismo, compasión o solidaridad (digo yo) por cualquier ser humano.
La filosofía, así, es un modo de pensar, un modo de actuar, un modo de ser y una forma de vivir. La filosofía no habla del mundo, lo vive.
En su autobiografía, sin embargo, confiesa dolido que esa querida filosofía lo tornó más grave y profundo, pero lo separó de los suyos.
Estuvo a punto de morir cuatro veces. Vivió 98 años.
Me gusta tu post.
No sólo recuerdo ese libro, lo tengo muy presente. Me parece una excelente introducción a la filosofía, una de las mejores. Con ese tono tan russelliano, que era capaz de explicar cuestiones complejas sin perder un ápice de rigor.
EliminarLa filosofía es un compromiso con la verdad. También puede devenir en un conjunto de instrumentos dialécticos para ser palmero o apologeta de cualquier causa. Sería filosofía de baja intensidad,filosofía clientelar o filosofía lamiculiensis. Nada que ver con Russell, claro.
Gracias.