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domingo, 10 de enero de 2016

MIS ESCENAS FAVORITAS: FÚTBOL FRENTE A FUNDAMENTALISMO

No estoy de acuerdo con los que dicen que hay que ser andorrano para opinar sobre Andorra, casado para hacerlo sobre el matrimonio o testigo de Jehová para hablar de los testigos de Jehová. En todo caso, la pertenencia da un plus de conocimiento, pero también condiciona la visión.

Tampoco creo, en consecuencia, que sólo los musulmanes puedan hablar de ese islamismo radical y homicida. El derecho a la vida, a la libre expresión, a la elección del Dios (o del no-Dios), incluso a la blasfemia, no es algo privativo de una cultura; no debería serlo. La paz y los Derechos Humanos son cosa de todos y en todas partes.

He visto algunas películas que hablan del tema. Me han gustado casi todas ellas. Recuerdo la delicadísima La bicicleta verde, la primera rodada por una mujer (Haifaa Al-Mansour) en Arabia Saudí, que no sé cómo fue recibida allí. También me reí con esa comedia titulada Offside, del iraní Jafar Panahi, al que las autoridades obsequian con alojamiento gratuito de vez en cuando, seguramente por lo berlanguiana de su propuesta.

Me dirán algunos que estas películas son más bien críticas al sistema político que a la religión. Sin duda; precisamente eso es el fundamentalismo teocrático: valerse de Dios (que, por definición, guarda silencio) para erigirse en su intérprete único, organizador del Estado y ejecutor de su mensaje.

Hace unos meses vi la película mauritana Timbuktu (Abderrahmane Sissako). Recuerdo un excelente film que a veces parece una comedia… si no fuera porque lo que cuenta es la verdad y porque esos ignorantes con fusil matan al discrepante.

Se me quedó grabada una escena, a medio camino entre el ballet y el deporte. Muestra el ridículo, el esperpento asesino, de ésos que prohíben el fútbol, la música, la risa y todo lo que no sea (su) ortodoxia.

Ayer, en Días de cine, la nombraron escena cinematográfica del año. 



11 comentarios:

  1. Sólo los muy lerdos -y en este país abundan tanto que sospecho, como Pérez Reverte, que algo nos echan en el agua- siguen viendo en el fútbol todo aquello tan manido de la alienación.

    No saben cuánta alegría proporciona a niños del tercer mundo.

    No hay deporte que necesite menos para ser jugado por muchos, nunca deporte alguno ha hecho tanto con tan poco para tantos. Y sigo sosteniendo que es o puede y debe ser un placer inocente.

    Corruptos, gacetilleros y tuiteros malcriados aparte.

    Vi la escena que refieres, me quedé demudado y me conmovió hasta las… bueno, eso es cosa mía. Hace meses que no voy al cine, muchos meses, pero iré porque quiero ver esa escena.

    No me extraña que sea la escena del año. Post necesario, Atticus. Gracias.

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    1. Es fácil culpar al fútbol de todo. Pero también es una alegría muy barata. Otra cosa es el uso que se hace a menudo de él. Pero qué poco tiene esto que ver con esos partidos en la calle, con ese lenguaje universal del juego. La pertenencia, la disolución en el grupo, la simulación de la guerra..., eso no va conmigo.

      La película ya no estará en la cartelera, supongo. Yo la vi en cine-club y hace al menos seis meses. Pero hay otras vías, ya sabes. Te gustará. Y deberían verla esos infantes que pululan por los centros de enseñanza. Porque nada de lo que allí se cuenta es imposible que suceda.

      A mí, como diría Pérez-Reverte, ya que lo citas, me dan miedo los lectores de un solo libro. Peores que los que no leen, dónde va a parar.

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  2. Me gustó mucho Timbuktu y "La bicicleta verde" (la he visto dos veces). La de "Offside" no, pero ten por seguro que la veré. Me vienen a la cabeza dos de la misma onda muy buenas que aprovecho para recomendarte del mismo director (Asghar Farhadi): "El pasado" y "Nader y Simin, una separación"Nader y Simin, una separación" . Lo del fundamentalismo teocrático es tremendo. Nunca he entendido que se mate en nombre de Dios (ni en nombre de nadie, pero hacerlo en nombre de un Dios, manda narices...)

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    1. Me alegra lo que me dices. Las dos pelis de Farhadi que nombras las conozco. Y ambas me gustaron mucho, especialmente la segunda. Si me permites la vanidad, a una e ellas le dediqué un post hace unos años:

      http://nomadassquare.blogspot.com.es/2012/03/nader-y-simin-una-separacion.html

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  3. Pues mira, ahora que lo dices, muy probablemente las descubrí gracias a ti y a tu post (hace tiempo que te leo y muchas de las pelis que recomiendas las suelo ver).

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  4. Creo que cuando se discute acerca de los monstruos del siglo, entre ellos el fundamentalismo y el terrorismo, no se puede obviar que es una discusión de siglos con conclusiones similares. Al humano le gusta el poder y hace lo posible por obtenerlo o mantenerlo.

    Lo que hace que el tema esté lleno de pudor es que se toma una posición de los civilizados contra los bárbaros, o del occidente contra el oriente. Y la verdad es que sólo se trata de un choque de culturas bárbaras.

    En cuanto a lo que planteas, sí, es una completa estupidez "castigar lo humano y recompensar lo demente". Se necesita ser muy inseguro para sentirse amenazado por una mujer desnuda, una pareja haciendo el amor o un grupo de hombres jugando ante la arena.

    Viva la vida.

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    1. Con los fundamentalistas no se puede discutir. Hay que evitar que surjan. Una sociedad bien construida es un buen punto de partida. Pero cuando existen, no se puede dialogar con ellos. No sé si a algunos esto les parecerá un poco radical, pero no se me ocurre como se puede evitar su acción una vez puesta en marcha.

      No estoy seguro de que se trate de un choque de culturas bárbaras. No creo en la equivalencia de culturas, me parece que el relativismo cultural no sólo es estéril, sino peligroso. Obviamente, esto no me lleva al eurocentrismo ni nada que se le parezca.

      A mí no me inquietan lo más mínimo las mujeres desnudas. Tampoco los hombres. Ni el fútbol. Lo que me inquieta son los poseedores de la verdad, los que hablan en nombre de Dios. ¿Por qué no se aplicarán un poco de modestia?

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  5. Para mi, los debates sobre religión se terminaron desde que oí la respuesta de un alumno de Físicas de Valladolid a la pregunta ¿Es el infierno exotérmico o endotérmico?. Una sola frase de esa respuesta me resulta incontestable por más vueltas que le doy:

    "Para calcular cuántas almas entran en el Infierno, tengamos en cuenta las distintas religiones que existen hoy en día en el mundo. La mayoría de estas religiones afirman que, si no eres miembro de ella, irás al Infierno. Debido a que hay más de una de estas religiones y teniendo en cuenta que una persona no pertenece a más de una religión al mismo tiempo, podemos afirmar que toda la gente y todas sus almas van al Infierno".

    Imagino que algo tendrá que ver mi limitación filosófica y argumental, y por eso me gustaría oír un debate sobre este asunto a los mejores filósofos católicos, musulmanes y judíos. A lo mejor salgo de mi atasco...

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    1. Había oído lo que comentas del infierno; me pareció un ingerioso "chiste" de científicos. Temo a los creyentes les de exactamente igual. Precisamente porque no están dispuestos a falsar ninguna de sus proposiciones, que es uno de los requisitos de la ciencia. Por eso mismo, también yo he abandonado todo intento de razonamiento en cuestiones de religión, es imposible, como si hablásemos idiomas diferentes. Esto no significa que me ría de las personas religiosas; simplemente estoy diciendo que no es posible dialogar respecto a algo que podríamos llamar conocimiento, verdad, comprobación, etc.

      No insistas en estos argumentos, y menos en mi blog, que cualquier día me hackean los fundamentalistas la cosa ésta y acabamos los dos con una daga en el gaznate.

      No creo que se deba a tu limitación filosófica. Al contrario, como caigas en la trampa de los enredadores de la teología, estás perdido. No obstante, hay algunos diálogos sinceros y bienintencionados como el que tuvieron el cardenal Martini y Umberto Eco y que se plasmó en un libro: "¿En qué creen los que no creen?".

      Por cierto, bienvenido, Quique.

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    2. Lo siento, pero no puedo evitar añadir el resto del famosísimo examen que indica QuiqueSC. Parece que al alumno le pusieron Matrícula de Honor. Sencillamente brillante.


      Con las tasas de natalidad y mortalidad llegamos a la conclusión de que el número de almas que ingresan en el Infierno crece exponencialmente.
      Ahora miramos la variación del volumen del Infierno ya que la ley de Boyle establece que, para que la temperatura y la presión en el Infierno permanezcan invariables, el volumen de éste se tiene que expandir según se van añadiendo almas. Esto nos da dos posibilidades:
      1.- Si el Infierno se expande a una velocidad más baja que la frecuencia a la que entran las almas, entonces la temperatura y la presión en el Infierno se incrementarán hasta que éste reviente.
      2.- Por supuesto, si el Infierno se expande a una velocidad mayor que la frecuencia de entrada de almas, entonces la temperatura y la presión caerán hasta que éste se congele.
      Así pues, ¿cuál es la conclusión? Si aceptamos el postulado que enunció mi compañera Rocío López en el primer año de carrera, y que decía: "El Infierno se congelará antes de que yo me acueste contigo", y dado el hecho de que todavía no lo he conseguido, entonces el enunciado número 2 no puede ser cierto, así que la respuesta es: EL INFIERNO ES EXOTÉRMICO.

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    3. De verdad, los de ciencias me tenéis hasta el pirri. Debe ser que no entendisteis el significado de "metáfora". Eso sí, hay que reconocer que es mucho más interesante lo que referís que la cosa ésta del castigo para siempre, que no parece funcionar demasiado si uno observa el escaso mérito moral que hacen muchos de los que se dicen cristianos. Será que ellos sí han entendido lo que es una metáfora o que esperan que Dios misericordioso se contente con un capón admonitorio.

      En todo caso, tu compa Rocío estuvo más que inspirada. Yo había oído esto de "no me acostaría contigo aunque fueras la última coca-cola del desierto", pero esta cosa endotérmica/exotérmica... ¿Le preguntásteis si ella estaba endotérmica pero no quería hacer uso exotérmico de la calentura y se conformaba con el principio socrático del "conócete a ti mismo"?

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