Vistas de página en total

miércoles, 11 de noviembre de 2020

DESGRACIAS

Decía Jaime Gil de Biedma que la historia de todos los países es triste, pero la más triste de todas es la historia de España, porque siempre acaba mal. No estoy seguro. A Polonia tampoco le ha ido demasiado bien en la historia, por ejemplo. Y ahora disfrutamos (sí: disfrutamos) de un largo periodo de paz democrática, casi 42 años de Constitución, no es poco. Por supuesto, la CE es imperfecta y la democracia mejorable. Pero prueben a vivir en una dictadura y no ser de los que mandan…

Digo a mis estudiantes, a los quejicas, que se asomen al mundo. Algunos, los hijos de inmigrantes, verbalizan por qué se fueron sus padres de su país de origen. Nadie, como dijo Kundera, se marcha de su lugar de origen si es feliz.

Entre las desgracias que asolan a este país está la muerte prematura de algunas de sus cabezas mejor amuebladas. Al igual que a Camus, al que la muerte sorprendió con 47 años en un absurdo -siempre es absurdo- accidente de tráfico, en España hay dos intelectuales que perdieron la vida antes de tiempo (siempre es antes de tiempo) a los que hoy recuerdo.

Uno de ellos fue Alfredo Deaño, profesor de lógica. Con su muerte siempre prematura en 1978 la filosofía se quedó sin una realidad -no era una promesa- que aún tenía todo su recorrido intelectual por delante. Su libro sobre lógica formal sigue siendo un referente al que todos los estudiantes hemos acudido. Un infarto de miocardio se lo llevó antes de cumplir los 34.

Unos años antes (1964) falleció Luis Martín Santos, importante psiquiatra y novelista en un tiempo en que la psiquiatría no tenía apenas prestigio ni talentos y mucho menos medios. Escribió la excelente Tiempo de silencio, de la que también existe película. Ambas tengo que revisitarlas. Nació tal día como hoy, en 1924. Como Camus, un absurdo accidente de tráfico se lo llevó antes de cumplir los 40.

Todas sus vidas y su obra dejaron poso. Las nuevas generaciones no pueden ignorar que España también ha dado talentos a los que hay que seguir honrando. Porque eso es recordar.

 

Noticia sobre la muerte de Alfredo Deaño:

https://elpais.com/diario/1978/01/26/cultura/254617207_850215.html

 

Biografía de Luis Martín Santos:

https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/1580/Luis%20Martin%20Santos



Procedencia de las imágenes:

https://www.escritores.org/biografias/924-martin-santos-luis

https://fosacomun.wordpress.com/2018/01/24/alfredo-deano-logico-30-anos-despues/


6 comentarios:

  1. Buenos días,

    Siempre he apreciado el don didáctico, que es una forma más de generosidad. En este caso, además, he de añadir que no conocía a estos autores de los que hablas. Tus alumnos tienen suerte de tenerte como profesor, no voy a decir por muchos años porque ya te vas mereciendo un más que labrado descanso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por lo que me toca. Deaño es para estudiar, es un filósofo de la universidad, no un divulgador. Otra cosa es Martín-Santos, cuyo libro es esencial en la literatura de posguerra.

      ¡Y no me quiero ir! Lo que quiero es trabajar algo menos... y mejor.

      Eliminar
  2. No conocía a las personas que refieres en tu post, pero haré por investigarlas, si existen referencias en internet.
    Lo que me entristece, es lo presente que, en estos tiempos, tenemos todos a la muerte.
    La pandemia nos ha cambiado.
    Estamos todos un poco más tristes.
    Yo pienso mucho más en la muerte que antes, igual es por la edad.
    Me encantaría que recuperásemos la esperanza en construir mundo.
    Del bueno, del que te hace sentirte bien.
    Pensar en cómo han pensado otros, como los que mencionas en tu post, ayuda.
    Cuidáos mucho!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De Alfredo Deaño sé muy poco, salvo el libro sobre lógica con el que estudié buena parte de los temas de la oposición. De Luis Martín-Santos algo más, no mucho. Lo que pretendía decir es que en España han ocurrido algunas desgracias a personas que tenían toda la vida por delante.

      Íbamos a subirnos a sus hombros, siempre a hombros de gigantes. Y se murieron, se nos murieron.

      Tú también, y los tuyos. Queremos seguir aquí y en perfecto estado.

      Eliminar
  3. No se si la historia de España es más triste que la de cualquier país, o si, en general, la historia del ser humano es triste...


    Al leerte he tenido la sensación de que somos un país muy desaprovechado, tantos millones de habitantes y tan poca contribución intelectual...

    A pesar de los anteriores pesares, recordar y honrar a Deaño y a Martín Santos es una bonita forma de dar ejemplo.

    Coincido con lo que te han comentado anteriormente, tus alumnos son afortunados, un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tampoco lo sé, no lo creo, pero es la nuestra. La historia del ser humano es lo más grande y lo peor, temo que la esencia del ser humano es bipolar.

      Somo un país de talentos. Muy desaprovechados. Y hay que recordar lo que tenemos y fomentar el desarrollo de lo que hay.

      Muchas gracias por lo que me toca. Eres generoso.

      Eliminar

Puedes escribir tu comentario. Agradezco la inteligencia, la educación y el sentido del humor. Por favor, no enlacéis páginas con contenido comercial, religioso o político. Tampoco las que claramente constituyen una estafa.