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domingo, 20 de octubre de 2024

‘SIMPLE COMO SYLVAIN’

He visto hace poco esta película (al final el enlace al tráiler, no muy allá, por cierto).

Durante la proyección pasé por fases de inquietud, de diversión e incluso de dolor. Esto último yo sé por qué y no quiero contarlo.

En resumen, Sophia, una profesora de filosofía canadiense, conoce a un hombre que va a encargarse de la obra del chalet que ha comprado con su pareja. Y pasa lo que ustedes se imaginan.

Dicen que es una comedia. Yo diría que una comedia amarga, con más amargura que risas. Ella no acaba de ser feliz, cree que lo es, pero ese no-del-todo es la grieta que va a hacer que se tambalee su mundo y sus decisiones la encaminen hacia lugares inciertos.

La directora de la película nos plantea, además de la típica historia que podría ser de sobremesa, algo más hondo: son dos personas demasiado distintas, con intereses vitales que no convergen verticalmente en ningún momento. Adivinamos que la relación se tambaleará. Lo confirmamos. Pero... todo vuelve, más por deseo y voluntad que por un razonamiento sereno que, sabemos desde la cómoda butaca del cine, es imposible. Regresa a un improbable.

Me reí a veces, con los culturetas y pedantes que rodean a Sophia, pero también con la familia de Sylvain (por cierto, se indica que es de origen español, ¡vivan los tópicos!): bizarra, exagerada, gritona y choni/cani. Ella, en la comida con todo el clan, no dice apenas nada, sonríe, intenta quedar bien. Ellos tienen su mundo y Sophia está fuera... a no ser que acepte sus reglas, su conversación, su lenguaje. Lo mismo ocurre en cuando Sylvain intenta entrar en el círculo de Sophia.

He visto eso. Muchas veces, algunas en carne propia.

Salí del cine inquieto, temí por Sophia en uno de los arranques de ira de Sylvain, estereotipo de macho ibérico (por muy canadiense que sea). que confunde amor con posesión. También padecí por las cesiones intolerables que hace ella, que está dispuesta a que él controle demasiado. Ceder para mantener la relación: error frecuentísimo.

Pero no, no del todo. Sin ánimo de hacer spoiler, la epifanía final de ella salva su vida.

La película me dejó un cuerpo regulero y me acordé  de más de una persona, de más de una pareja. Quién no.

 

Tráiler de la película:

https://www.youtube.com/watch?v=wLDM-HWjpiM



Procedencia de la imagen:

https://www.cinesur.com/es/simple-como-sylvain

1 comentario:

  1. De cada novela, de cada película se puede obtener una buena reflexión. A veces nos la dan ya hecha, en otras ocasiones nos toca a nosotros. Cuando el material de partida es de calidad, se disfruta más, aunque no siempre estamos receptivos al mismo tipo de material. Gracias por el análisis. Un abrazo.

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