Le dije que me gustaba su letra y a ella se le escapó una
sonrisa. Respondió en un susurro que la mía era estupefaciente, casi
patológica.
El curso era aburrido, suelen serlo. Hacía calor. En el libro
de Camus, Meursault mató al árabe porque hacía calor. Pero yo le dije que me
gustaba la letra con la que tomaba notas, elegante y rápida. Añadí que sus
sandalias parecían de hoplita y ella me contestó que ojalá mañana fuera más
interesante e hiciese menos calor.
Yo también estoy haciendo un curso, aunque muy diferente al tuyo. Sí, ojalá mañana haga menos calor. Un beso.
ResponderEliminarAristóteles dixit, lo del conocimiento y eso, you know. Me temo que el mío es bastante menos movidito que el tuyo. Eso sí, hacía calor, pero no lo bastante: en estos lugares la imaginación es más fuerte que la atención.
EliminarCurioso relato breve. Yo también me he aburrido mucho en algunas clases. Y he deseado encontrar las palabras que abrieran el resorte y salir juntos. Pero lo de la letra es nuevo como recurso para ligar. Eso sí, muy literario.
ResponderEliminarLos encuentros son a menudo fortuitos. Provocarlos puede resultar alguna vez, pero no siempre funciona. Desde luego, lo de la letra es un poco raro, pero me suelo fijar en ella en cursos así, incluso de gente que conozco. Es como la ropa que llevan puesta: a veces les sienta de maravilla; otras, no les ajusta bien.
EliminarEsos cursos de verano, ese calor..., y los hoplitas desnuditos a la batalla.
ResponderEliminarComo decía antes, cada uno tiene sus fantasías. A mí me gustan las sandalias. No esas de turista con calcetines, sino las otras, delicadas, elegantes, que a veces trepan por la pantorrilla y me recuerdan a los guerreros helénicos. Las prefiero en otras piernas, no es preciso que haya nada más.
EliminarNi se me pasa por la cabeza hacer un curso en verano, pero puestos a hacerlo si hay algo que despierte la imaginación, ¡¡estupendo!!
ResponderEliminarPues mira, yo llevo años queriendo hacer alguno sin mucho éxito. Por distintas razones. Este ha merecido la pena aunque hacía muuuuuucho calor.
EliminarY volví solo a casa. Pero recuerdo la letra y el cuaderno de notas de una participante y las sandalias de otra. El resto es imaginación.