"Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera del mundo, es posible pensar nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo una buena voluntad".
Immanuel Kant: Fundamentación de la metafísica de las costumbres (ed. Austral, p.27).
Tautologías aparte, Kant tenía fe en el género humano.
ResponderEliminarTenía mucha fe, incluso demasiada. Pero la historia la hacen los que tienen esa fe, con algo de ingenuidad, no demasiada, y mucha inteligencia. Leer a Kant es duro, pero leer casi todo lo demás es innecesario.
EliminarEntré y me impactó mucho la imagen y el título. Seguí leyendo y... Pensativa me dejas...
ResponderEliminarCreo, c, que no te conozco, que no has comentado antes por esta plaza. De modo que bienvenida.
EliminarLa foto pertenece al cementerio americano en Normandía. Impresiona. A pocos metros están las playas del desembarco: Omaha, Golden, Juno... Hay cruces y estrellas (para los soldados judíos) hasta donde se pierde la vista. La gente pasea y habla en voz baja, no hay vandalismo ni estupideces. En muchas cruces die: "A COMPADE IN ARMS KNOW BUT TO GOD". He leído que esa frase la inventó Kipling.
Pues bien, cuando estaba recorriendo esas tumbas, leyendo nombres que me eran ajenos, iba pensando que fueron a tomar una tierra francesa ocupada por alemanes. Los que desembarcaron venían de lugares muy lejanos. No sé sus motivaciones, algunos, tal vez el de la foto, tenían la buena voluntad de restaurar la democracia y las libertades. Otros, seguramente sólo un obtuso patriotismo. Pero lo mismo puede decirse de los alemanes: patriotismo, obediencia sin reflexión... No soy quién para juzgar motivaciones tan diversas que, en todo caso, no justifican las atrocidades (ni siquiera las explican).
Cuando volvía al hotel pensé en esta cita de Kant, tan prusiano, que alababa la buena voluntad como lo máximamente bueno. Un ingenuo, sí. Porque una guerra es la negación de todo eso: de la buena voluntad, del derecho, de la benevolencia, de la dignidad...
Perdona, c, me he excedido en el comentario lo que no he escrito en el post. No soy capaz de argumentar bien: esta entrada es más sentimental que otra cosa.
Me dice un amigo que he cometido un error, qué digo, dos errores. La culpa es de mi paupérrimo nivel de inglés (y de no ser más cuidadoso en la transcripción que debí comprobar). Bueno, a lo que vamos, la inscripción en las cruces (y estrellas judías) de soldados desconocidos dice esto: "A COMRADE IN ARMS KNOWN BUT TO GOD". Me marco un Borbón: "Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir".
EliminarMuchas gracias, Atticus. No te has excedido nada. Algo así estaba rumiando y te agradezco infinitamente todo lo que cuentas, pues has dado luz a algunas de mis conjeturas. GRACIAS.
ResponderEliminarOrwell decía en su ensayo el León y el Unicornio que unos humanos altamente civilizados volaban sobre su cabeza para matarlo sin haberlo odiado, sin siquiera haberlo conocido. Algo torcido hay en el profundo primitivismo de las nociones civilizatorias, en la impostura democrática y el adoctrinamiento bien intencionado. Y el problema a menudo no son las intenciones sino las categorías. Por ejemplo, trazar una línea con tiza y decir que de aquí para allá no son mis hermanos y de la línea a mi casa son mis compatriotas.
ResponderEliminarLo que dices es algo que me tiene fascinado: los seres humanos tenemos una capacidad asombrosa de odiar lo desconocido. Lo vemos en las guerras, se odia al emenigo como un algo concreto pero inconcreto a la vez, como la alteridad que amenaza sin saber bien qué es, sólo que habla otra lengua, está tras otras banderas, se vincula mediante otros dioses... ¿Cómo es posible ese gregarismo tan primitivo, tan tribal, tan "biológico"? No me pidas respuesta.
EliminarMe vuelven a tirar de las orejas: no es Playa Golden sino Playa Gold. Me estoy luciendo...
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