Hoy es 23 de abril, día del libro. Bueno.
Hay quien dice que es preciso celebrarlo, que si Cervantes,
que si Shakespeare… He leído un tuit de Lorenzo Silva que felicitaba a los que
encontraban en los libros casa y emoción. Me gusta eso que dice. Yo lo
encuentro a diario.
Comprendo que autores, libreros, editores y todos los que
viven del negocio del libro lo celebren. Y me parece una bonita costumbre ésa
de obsequiar rosas y libros, una maravilla, se me ocurren pocas cosas mejores
que regalar (salvo, tal vez, los besos y el tiempo).
También indica una cierta carencia. Veo alharacas y fuegos
artificiales en lectores anoréxicos. Es algo que me cuesta entender. Pero
tampoco hacen daño a nadie.
Yo leo a diario desde que tengo uso de razón. Lo he hecho con
frenesí e inconsciencia, de modo errático y explorando los filones que me ha
apetecido. Otra cosa es lo que he tenido que leer por obligación escolar o
profesional. No es lo mismo, aunque muchas de esas lecturas han terminado por
ser placenteras. Pues yo asocio leer al placer, al tiempo libre, a la
sombrilla, a la noche de verano, a la cama, a la sensación de irrealidad cuando
voy en autobús y no sé dónde tenía que haberme bajado.
Digo muy a menudo que el lector de raza no necesita días. Ni
reglas, ni fastos. Pero yo soy un lector. Ni siquiera un lector de libros; hace
unos años me pasé al e-book. Leo
mucho en ese formato y no comparto el romanticismo del papel. Sin embargo, no
hice una mudanza completa. De hecho, hace unos meses que sólo estoy con libros
físicos. Pero el formato digital y el invento del cacharro electrónico me
parecen estupendos: es otra industria, pero las historias son las mismas y mi
vista puede amoldarse al tipo de letra que el kindle me ofrece y mi biología indica.
Si me lo permiten ustedes, voy a ver si termino las tareas de
la casa y preparo mi trabajo de mañana. Y, cuando me libere de las
obligaciones, me lanzaré a uno de esos libros que muestra la fotografía.
Voy por la mitad del delicioso y melancólico Tren nocturno a Lisboa. Apenas llevo 28
páginas de En lo profundo del mar
(suficientes: lo leeré con gusto), que me regalaron dos buenas amigas. CrisC se
enfadará si no leo el de Safranski (para el verano, no me da el tiempo para más).
Ayer me prestaron Patria, qué
curioso, el mismo día le dieron el Premio de la Crítica, qué ganas le tengo. Y Juan de Mairena, que estoy releyendo a
partir de un par de días en Soria y Segovia, dos de sus ciudades. Tengo una
edición cochambrosa y absolutamente subrayada. Estoy redescubriendo al Machado
del aforismo, casi tuitero. Una maravilla.
De modo que voy a dar a la luz este post y a ver cuánto
tiempo saco hoy para leer.
Ya sabes que tenemos costumbre de poner un día para todo. Con la literatura pasa lo mismo que con el día del niño, la mujer trabajadora etc. Nosotras trabajamos todos los días. Pero ése es otro tema. Seguramente me dejarás de hablar si te digo que leo poquísimo desde que las opos me tienen la vista cansadísima; ellas y el ordenador. Muchas noches pienso:" voy a leer, aunque sea 10 páginas", pero reconozco que me apetece más ver una serie. A lo del e-book todavía me resisto. No sé si algún día caeré. Por cierto, ayer una amiga común me regaló " La mecánica del corazón". Siempre es bonito recibir esos regalos.
ResponderEliminarCómo me va a parecer mal un día para el libro (y los derechos de autor, no lo olvidemos, los escritores han de comer). Lo que decía es que me llama la atención que para muchos el día del libro es como comulgar: una vez al año por estas fechas y cumplimos. Pues no, en primer lugar porque no hay que cumplir más que con las obligaciones, y leer no lo es.
EliminarPor lo tanto, yo no te riño, faltaría más. Haz lo que te parezca y puedas, que tampoco es obligatorio. La salud es prioritaria y las opos son una carrera de maratón... pero con incierto kilometraje. Pensaba que habías cerrado el blog, precisamente porque últimamente veía muy pocas reseñas.
A mí me ocurre con las series lo contrario que a ti: me dan unas ganas locas de leer.
Otra ventaja del e-book: espacio. En casa y cuando viajas. Ni te cuento si tienes que hacer mudanzas. Lo de los libros es un destrozaespaldas. Tampoco es que yo tenga una biblioteca kilométrica, deben andar por los 1300, lo que no es gran cosa. Pero prueba a meterlos en cajas y a trasladarlos. Que no, que mejor el e-book.
No conozco ese libro que mencionas. Bonito título.
Yo alguna vez fui una romñantica del papel, pero igual que tú caí en las garras del e-book y la verdad es que "más feliz que una perdiz", por razones prácticas como dices de tamaño de letra (una ya no tiene la vista de lince que antaño), evitar los bolsos destrozaespaldas, la luz adaptable en cualquier espacio, lugar y momento del día... También suelo leer a diario un poquito (no me da para más), lo que puedo, porque en mi caso la lectura compite con otros cuantos hobbies con los que también disfruto. Si los días tuvieran el doble de horas, sería maravilloso, pero no, es lo que hay...
ResponderEliminar¡Besos de una lectora de raza!!
Por cierto, de los libros que te esperan, solo leí Patria y vi la peli "Tren de noche a Lisboa" (me gustó). ¿Sabes si tiene algo que ver?
También yo, quien no. Y tuve otras manías, como la de leer sólo libros míos. Si alguien me prestaba alguno y comenzaba a gustarme se lo devolvía y me lo compraba. También anotaba los pocos préstamos que hacía. Nada de eso queda ya. Me da igual los libros que haya en mi casa, el caso es leer historias. Observo en algún lector cierto afán de poseer, incluso de lucir. Bueno, inofensivo, tan respetable como lo contrario.
EliminarYo fui un lector de raza. Releo lo que escribo y parece que lo soy aún. Pues no. Estamos terminando abril y he leído completos apenas media docena de libros. Otros años, a estas alturas llevaba entre 15 y 20. Lo achaco al exceso de trabajo, pero a lo mejor es que se está apagando en mí ese deseo. Pronto llegará el verano, espero que reviva.
La peli "Tren de noche a Lisboa" se corresponde al libro. No me pareció una gran película, pero sí creo que capta bien el ambiente del libro, su espíritu. El libro es más cadencioso, muy lisboeta, se me hace raro que lo haya escrito un suizo (creo).
Hoy me han regalado el último de Vila-Matas. A este paso me voy a pasar la jubilación leyendo...
A mí también me gusta leer. A veces leo mucho y otras me puedo pasar semanas sin hacerlo (depende un poco de mi estado de ánimo, supongo). Me compro libros en papel, también tiro mucho de biblioteca y además tengo dos cacharros electrónicos que uso bastante, así que no creo que tenga ninguna preferencia ni ninguna manía.
ResponderEliminarMencionas Patria que es un libro que todavía no he leído pero que acabaré leyendo aunque me da un poco de reparo por si no me resulta creíble, por si me decepciona.
¿Sacaste tiempo para leer? Espero que sí.
A mí me resulta raro no leer. No recuerdo un día de mi vida sin hacerlo. Sólo han cambiado los formatos y el tiempo disponible. Ahora es poco. No dejo de preguntarme cómo es posible que los profesores leamos tan poco, porque es una actividad necesaria, la mejor formación, nada de cursos chorras: el mejor curso es un buen libro. Pero el tiempo que perdemos en actividades improductivas hemos de quitarlo a la lectura.
EliminarYo leeré patria cuando termine con el lío de final de curso. Pero no me preocupa mucho que no me guste, habiendo tantos. He visto y leído entrevistas con el autor y me interesa lo que dice, de modo que voy bien predispuesto.
Saqué poco tiempo. La plancha tuvo la culpa. Y unos amigos, con los que quedo los domingos para tomar una cerveza oyendo música irlandesa. Había fútbol. Fue un horror.
Circula por ahí un meme que celebra el día del libro.
ResponderEliminarY no por la cosa cultural sino porque “libro -dice- en el trabajo”. Ingenioso. Lo cierto es que habrá quien libre y lea un libro. Y habrá quien leerá también cuando no libra. Y hay quien considera que se es tanto más libre cuanto más se leen libros.
¿Y los libreros venden libros o son los que libran? ¿Y cuando libra un librero? ¿Y si es Libra? Bueno, no la lío más.
Rosas y libros… Es una feliz conjura. Y alguna birrita. Y los besos, claro.
Pero eso de leer a diario, mira a ver, eso no puede ser bueno. Vete a salud mental a que te vean eso, hombre, no vaya a ser que te dé algo (de enfado nada, con el Safranski las meninges te van a saltar como si seriesen cheerleaders).
¡Hale a hacer las homeworks!
También he leído otro meme que dice que "libro" está emparentado con "libre". No estoy seguro: hay libros que no nos hacen libres, al contrario, especialmente si, como decía antes, se es lector de un solo libro. En todo caso, yo soy de los que cuando libro cojo un libro. Pero no soy Libra, sorry, sino Tauro, ya sabes, tenacidad pura...
EliminarEs sábado y salud mental cierra, pero a lo mejor el martes me hacen un hueco. ¿Digo lo de los libros o a lo mejor me topo con uno de esos médicos amantes de la cultura (mi hijo tenía un pediatra en cuyo despacho había libros de filosofía y yo tuve uno que me preguntaba siempre que iba por Schopenhauer)?
Las jomeguorks suenan menos fatigosas que plancha, aseos, aspirador...