En el anterior post hablaba sobre la necesidad de las normas
(justas). Estos últimos días he seguido dando vueltas al tema.
A comienzo de curso puse a mis estudiantes de la ESO un
corto, que incluyo más abajo.
Pagar impuestos es una norma especialmente antipática; los
últimos delitos monetarios, estafas y demás que vemos cada día no animan precisamente
a colaborar.
En unos días tengo que ir a entregar mi declaración de renta
de este año. Mejor no digo todo lo que pago. Seguramente es lo justo, conforme
a la norma tributaria que se me aplica.
He leído que, si desapareciese todo el fraude fiscal que hay
en España, cada uno de nosotros pagaría entre 800 y 1000 euros menos (no estoy
seguro de la fiabilidad del estudio, no recuerdo dónde leí tal cosa).
Yo pago hasta el IVA. Cada cual tiene un grado de gilipollez
conforme a su naturaleza.
Excelente corto de largo recorrido.
ResponderEliminarAunque no sólo son las multinacionales las que se escaquean. Probablemente los que tenemos nómina somos los únicos que no nos escaqueamos, nos guste poco, mucho o nada.
Y no sólo es lo que no pagan, son todos los chanchullos legales que permiten no tributar, tributar menos o tener exenciones fiscales de todo tipo.
El escaqueo fiscal debería penarse con mucha cárcel. Y pagar todo lo defraudado.
Esa impresión tengo: los que tenemos nómina. Los que no tenemos otra opción.
EliminarLo malo, como dice el corto, es que le pagamos la caña a otros. Lo que no sería un problema si ellos alguna vez actuaran con reciprocidad, pero temo que se toman las birras en Andorra, Islas Caimán, Gibraltar y chiringuitos así.
Y, para colmo, muchos de ellos se envuelven en la bandera. Llevan a España muy dentro del corazón. Claro, por eso pagan fuera. O no pagan. Que una cosa es el amor patriótico y otra muy distinta la chequera. No confundamos.