No leer es contrario a la naturaleza de este humano.
Este humano lee a diario desde que recuerda.
Este humano lee poco últimamente por razones que no vienen al
caso (algunas son esas de las que ya he hablado: saturación de trabajo; otras
son más gozosas). El tiempo no se estira.
Este humano echa de menos más tiempo, más calma y sosiego. Va
a resultar, tras algún post anterior, que necesito alguna aportación zen en mi
vida. No lo descarto.
Este humano anhela la invención del sintiempo, ese espacio metafísico a medio camino entre Matrix y la eternidad.
Muchos años, cuando llega el final de diciembre, hago una
lista de los libros leídos. Los poco más de treinta títulos de 2017 casi me dan
vergüenza. Así que los habituales perdonarán mi voluntario olvido esta vez.
Pero tampoco me voy a proponer improbables. Entre que no se puede o que las
prioridades vitales son otras, esto es lo que hay. Lo importante es el
conocimiento (de ambos). Si no hay que leer o se lee menos, pues sin
disculparse (este post no lo es) y sin ir de puretas por la vida.
En todo caso, hedonismo al canto.
Estoy terminando el excelente Clásicos para la vida, de Nuccio
Ordine, hoy llego a la última recomendación. Tengo en el salón un libro de
pensamientos de Marco Aurelio y un sugerente título japonés me llama a diario.
Será muy pronto.
Lo demás puede esperar.
Procedencia de las imágenes:
http://www.sinembargo.mx/07-06-2013/644000
https://laestanteriadecho.blogspot.com.es/2017/05/hozuki-la-libreria-de-mitsuko.html
A veces esto de leer parece una competición. Te das una vuelta por los blogs de libros y da la sensación de que es una carrera.Creo que esa es una de las razones por las que me he ido. Sé que tú eres bastante más constante que yo, pero creo que uno llega hasta donde puede y si no puede, tampoco pasa nada. No está nada mal disfrutar de esas prioridades de tipo gozoso (del trabajo, no pienso decir nada). Ya llegarán tiempos de calma.
ResponderEliminarTengo apuntado para comprarme Clásicos para la vida. Entre otras cosas, la portada me parece preciosa.
Pues sí, es verdad. En general, el bloguerío literario me parece lamentable. Es una prolongación del Facebook, pero con ínfulas culturetas. Digo bien: en general: sigo media docena de quitarse el sombrero.
ResponderEliminarLeer me gusta, me ha gustado siempre. Leo de todo, especialmente narrativa, pero también ensayo. No siempre tiene uno el mismo tiempo ni las mismas ganas. Además, están las relaciones horizontales, los amigos, el jazz, alguna cerveza o simplemente mirar pasar las nubes.
Acabo de terminar clásicos para la vida. Me ha sabido a poco. Creo que eso es un halago. También me ha descubierto autores y textos que no conocía y otros que había pasado por alto. Merece la pena, comprátelo.
Y -si me lo permites- bonita foto de perfil.
Esta humana también lee a diario (o lo intenta porque verdaderamente le apetece y es uno de sus hobbies que más le motiva) desde que tengo uso de razón. Mi madre devoraba libros, crecí viéndola leer a todas horas y seguí sus pasos. Pero ya sabes que al final también leo poco (menos libros al año que tú), mucho menos de lo que me gustaría, pero eso no me avergüenza en absoluto, porque leo cuando puedo. Tengo muchos más hobbies además de la lectura que también me exigen su tiempo y debo repartirme para poder disfrutarlos todos
ResponderEliminar¿Sabes? Me llama mucho también ese título japonés. Esperaré a que lo leas para conocer tu opinión
Besos
El tiempo, el tiempo... Algunos temen a la jubilación; yo la espero por el tiempo libre que me va a dar. Sobre todo para leer, pero no solo.
EliminarAnoche empecé el libro japonés, apenas diez páginas, pero suficientes como para saber que me va a gustar. Iré diciendo. Feliz domingo.
Verás, galán, en lo de leer no entro (de hecho no leo).
ResponderEliminarPero que dejes de hacerlo no por las gozosas que mencionas sino por la saturación de trabajo, pues mira, no, que le den al trabajo y a la saturación. Haz algo, Atticus, no sé, el zen ése, calceta, hazte apicultor y aplica a las abejas métodos bioneuroemocionales. O algo así.
Nuccio Ordine, dices, de la Vecchia Signora -como si lo veriese.
Estaba a punto de ponerme a mirar unas clases, unas disertaciones y eso, unos exámenes... Pero casi que te voy a hacer caso y me voy a hacer apicultor de abejas protokantianas por la vía psiconergética de la cosa tardogermánica con matices montenegrinos.
EliminarY luego le digo al Ordine que si juega al mus.
Parece que leer nos humaniza, es algo sólo al alcance de nosotros y en muchas ocasiones nos acerca, nos confraterniza con los demás.
ResponderEliminarUna novela, la poesía, una canción, un cuadro, un post... pueden conmovernos, así que me importan.
Y por otra parte, como casi diría Sabina, ¿quién nos roba el mes de Febrero?, o como escribiría Michael Ende en Momo, ¿de dónde surgen tantos hombres grises negociando con nuestras vidas, con nuestro tiempo?
Algo nos impide disponer de nuestro tiempo y nos aplana, es una batalla que pierdo. Imagino que hay que librarla con estrategia, para vencerla cada día...
Buen post, y el anterior también...
¡Un saludo, Atticus!
Todo eso que dices me conmuneve a veces. Si no es obligación sólo leo o veo esos productos. No tengo ganas de perder el tiempo. A mí me roba el tiempo mucha actividad imbécil. Me modero, es cierto, soy kantiano con un límite.
EliminarEl tiempo es lo que más deseo para cuando me jubile. Lo que más.
Gracias siempre, Miguel.